Quizá el mayor mérito de este libro recae en su sinceridad; en la manera tan consecuente en la que sigue las premisas de las que parte. Según las propias palabras del autor, este escrito tan sólo quiere ser el primer ladrillo de un edificio aún por construir, en referencia al futuro corpus de obras escritas que puede (y debe) generar un compositor como Baños, en el que el punto de vista que prima "no es el del musicólogo, sino del diletante que escucha, desde la butaca, la música que acompaña a la imagen", en una "aproximación subjetiva, apenas técnica", "con el único fin de divulgarla como se merece". Y observándolo desde este punto de vista, el libro cumple bien sus objetivos.
Dividido en secciones cuyos títulos utilizan siempre términos musicales, comienza por un prólogo escrito por un director de cine que conoce bien al compositor: Carlos Saura, con el que Baños ha trabajado en tres ocasiones (Goya en Burdeos, Buñuel y la Mesa del Rey Salomón, y Salomé). En él, entre otras cosas, destaca un pequeño análisis del trabajo del compositor para Salomé, aunque no faltan referencias al resto de films de Saura/Baños.
Otros apartados sirven para hacer diversos comentarios generales sobre la música de cine, dibujar una breve biografía de Baños, hacer un sucinto relato sobre su etapa de estudios en Berkeley y sus comienzos en el cine de vuelta a España; además de hacer algunos apuntes sobre el "Sonido Baños", comentando algunos rasgos de estilo, influencias y gustos musicales.
La última sección sirve de apéndice, y en él se mencionan y se comentan brevemente los compositores más destacados del cine español actual: José Nieto, Alberto Iglesias, Carlos Cases, Víctor Reyes, Ángel Illarramendi, Juan Bardem, Bingen Mendizábal, Bernardo Bonezzi, Alejandro Amenábar, Eva Gancedo, Luis Ivars, y Manuel Villalta.
El apartado central del libro se dedica a examinar cada una de las partituras de Baños para el cine en secciones independientes. Y es aquí donde más objeciones pueden hacerse al libro. Hay algo de análisis musical, pero más bien referido al carácter de la música o lo que sugiere, y no análisis musical "técnico" propiamente dicho. Ya sabemos que el autor no persigue esto, pero más de un músico aficionado a las bandas sonoras no podrá evitar echarlo de menos. También suelen aparecer apuntes sobre la relación entre música e imágenes, o entre temas musicales y los protagonistas de los mismos; pero lo que más aparecen son cuestiones sobre la película, ya sea relacionadas con Baños directa, indirecta o ni siquiera remotamente. Francamente, no tiene demasiado sentido ni interés que nos informe de qué orquesta grabó cada banda sonora, quién fue el ingeniero de sonido de la grabación o de cuántas pistas tiene cada CD. Otro defecto del libro es que suelen repetirse datos en capítulos diferentes, además del hecho de que no tiene demasiada justificación el hecho de que aparezca un capítulo dedicado a los compositores del panorama musical cinematográfico español en un libro dedicado en exclusividad, en teoría, a Roque Baños. No es que sea innecesario un escrito de este tipo, una especie de recopilación de los compositores actuales, más bien al contrario, mientras más se escriba sobre música de cine, mejor para todos nosotros. Pero éste no era su sitio. ¿Razones por las que comprarse el libro o al menos pedirlo prestado a algún colega freaky? Bueno, las hay, por supuesto, no son todo pegas.
Como ya señalamos antes, lo que el autor pretende es establecer un primer paso en el estudio de la obra de este joven compositor, ya toda una realidad. Está lleno de datos y cuestiones interesantes para cualquier seguidor del compositor murciano, tanto referido a estilo general como a films en particular, además de tener un práctico e interesante recuento de su obra hasta el año 2002. Aunque se les quedará corto a aquellos aficionados a la música cinematográfica con ciertos conocimientos musicales, para el coleccionista medio este libro supone una aportación muy interesante. Y desde luego, en España no hay demasiadas publicaciones sobre música de cine (menos aún sobre compositores españoles) como para ser excesivamente selectivo.
Teresa García
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