Running Scared

Compositor: Isham, Mark
Año: 2006
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 60:11

Reconozco haber iniciado una salvaje búsqueda por ver Running Scared a causa de esta excelente banda sonora que estoy a punto de reseñar.

Recuerdo la primera impresión que me dejó este singular trabajo de Mark Isham, uno de los mejores compositores del panorama actual, que tuvo un año 2006 realmente destacable. Pensaba que Running Scared era una verdadera paranoia del músico. Un experimento del compositor que buscaba salirse de esa fácil, pero tan injusta, catalogación que a todos los artistas u obras, tendemos a aplicar, con mejor o peor fortuna.

Isham no era el autor en el que todos pensábamos para mezclar sonidos orquestales con guitarras eléctricas, para crear atmósferas malsanas con cierta tendencia a lo alucinógeno. Y es que venía de hacer partituras la mar de convencionales pero tan resolutivas como Racing Stripes, Eight Below, Miracle o Crash (la menos convencional y la que más reconocimiento de crítica y público le ha reportado en los últimos años).

Tratándose de música de cine, todo este tratamiento atípico de la partitura encuentra una parte de justificación en las singulares (y excelentes) imágenes que acompaña.

Running Scared es la tercera película del director y escritor Wayne Kramer, que despertó el interés de la crítica cinematográfica gracias a su anterior película The Cooler, que le reportó a Alec Baldiwn su primera nominación al Oscar.

El estilo visual de Running Scared está más próximo a Quetin Tarantino o Robert Rodriguez, que a las anteriores películas de Kramer. A pesar de esas influencias, el director no se esclaviza en ningún momento ni a las convenciones del género, ni a ese estilo tan personal de Tarantino, dejando de lado los extensos diálogos que caracterizan a este director, para sostener toda la trama en el aspecto visual, que es sencillamente demoledor.

Otro de los elementos más originales y que más caracterizan a Running Scared como producto, es el interés del director por darle un regustillo a cuento propio de un videojuego. La película se desplaza por distintas fases, donde los personajes, una vez superadas éstas, se disponen a acometer otras de igual o mayor dificultad. Prueba de esto son los impresionantes títulos finales, una autentica maravilla que ninguno debería de perderse.

Isham recoge ese sabor inusual, creando una atmósfera que va perfectamente con la imparable trama planteada por Kramer, aliñando toda la composición con un ingrediente musical que tendrá su razón de ser, una vez que se perfeccione la historia, gracias a un personaje secundario: Anzor Yugorsky (interpretado por Karel Roden, el Rasputin de Hellboy).

Anzor idolatra a John Wayne, y en especial su película, The Cowboys. Al final de la historia descubrimos que Anzor tiene tatuado a su héroe por toda la espalda. Es ahí donde las guitarras morriconianas que nos recuerdan imperiosamente a Once Upon a Time in the West, vuelven a hacer acto de presencia (pues ya habían sido escuchadas en los también imaginativos títulos de comienzo). Éste es el tema principal de Running Scared, tan propio de un western como de una película de acción violenta.

Así que el tema principal no está asignado al protagonista, Joey Gazelle (sorprendentemente bien interpretado por Paul Walker), que tiene asignado otro tema a guitarra acústica aun más reminiscente del sonido western que el tema principal. Es un tema melancólico que describe la lamentable fortuna de este antihéroe. Puede escucharse en el disco durante el corte "Love on a washing machine".

En definitiva, la partitura es una de mis favoritas del compositor, no sólo gracias a ese excelente tema principal, ni a que queda como un guante con la película. Principalmente es gracias a que Running Scared es todo un soplo de aire fresco en una mundo de música cuadriculada como en el que se está convirtiendo a día de hoy la música de cine. Esta aportación de sonidos no convencionales para el género del Thriller donde uno se esperaría la enésima partitura de orquesta basada solamente en los golpes de efecto, es el elemento realmente determinante que diferencia Running Scared de otras partituras coetáneas (pensad por ejemplo en 16 blocks de Klaus Badelt o Deja Vu de Harry Gregson Williams).

El único elemento que sencillamente no me gustó de todo el conjunto fue ese innecesario final que en cierta forma desacredita ese sentido desafortunado que Islam asigna al protagonista.

Lo mejor: La originalidad del producto final.

Lo peor: Al ser una partitura poco convencional, no gustará a aquéllos poco dados a sorpresas.

El momento: "End Credits".

DDBSpawn (David Doncel)