Tracklist:
- My Past and Thoughts* (1-9) (14:02)
- Agony (10-13) (20:45)
- The End of St. Petersburg (14-18) (12:00)
- The Master and Margarita (19-25) (13:14)
*Rundfunkchor Berlin, Rundfunk-Sinfonieorchester Berlin. Dir.: Frank Strobel
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Segundo cedé consagrado a la producción cinematográfica, en el presente caso también televisiva, del compositor ruso-alemán Alfred Schnittke (1934-1998). El anterior, editado en 1994 por el sello británico Olympia, recogía, entre otras, una selección de la banda sonora original de Agony, también incluída aquí, aunque, como el resto, en una nueva y "maquillada" versión.
Conocido fundamentalmente por su faceta como músico "culto" (es uno de los autores contemporáneos más representados en disco y en los escenarios) cuenta en su amplio catálogo con múltiples conciertos para diversos instrumentos, cuartetos, sinfonías, óperas, ballets, e incluso composiciones electrónicas. Sin embargo, resulta curioso comprobar cómo muchas de estas obras fueron nutriéndose de su abundante labor como autor fílmico en la extinta industria soviética, para la que compuso más de sesenta partituras entre los años 1962 y 1984, y que le reportó no ya sólo un importante y necesario incentivo económico, sino también creativo, sirviendo al "renegado" compositor como válvula de escape a sus experimentos más atrevidos en momentos en los que sus obras eran sistemáticamente boicoteadas y vigiladas por los "valedores" de la estricta política artística.
Habitualmente sus creaciones en este terreno gozan de una autonomía destacable, no limitándose a un cometido puramente ilustrativo, sino imbricándose activamente en la estructura narrativa de las películas; esto es especialmente cierto en su música para cintas de dibujos animados.
A menudo las partituras manuscritas de estas obras han quedado sumidas en el más polvoriento olvido de los viejos archivos de los estudios Mosfilm, o simplemente no existen como tales.
Un ejemplo curioso lo constituye la música de Agony (Elem Klimov, 1974-81), prohibida oficialmente y calificada como subversiva por las autoridades culturales (su partitura llegó a ser destruida), sufrió las más diversas vicisitudes hasta ser finalmente reconstruida, no sin dificultad, por su autor a finales de los años 80. La película, en dos partes, se centra en la controvertida figura de Rasputín, su influencia sobre el Zar y la posterior conspiración que desembocó en su asesinato. La selección que nos presenta el joven director alemán Frank Strobel, la más interesante y extensa de las cuatro, se abre y cierra con una passacaglia de carácter coral; entre medias, la habitual tendencia deconstructiva y poliestilística de Schnittke, la misma que le permite transitar, sin aparente esfuerzo, de la severidad al pastiche, de la claridad a la oscuridad, del orden a la destrucción. Formas sonoras tan diversas y caras a nuestro Alfredo como ese tango frenético y desbocado o un vals diabólico y estrepitoso son fruto de su peculiar concepción faustiana de la música. Curiosamente, parte de este material fue reutilizado por el autor con posterioridad en algunas de sus más destacadas composiciones, como es el caso del Segundo Concierto para Chelo o el Quinteto de Piano.
La fantasmagórica suite de My Past and Thoughts (L. Y. Yelagin, 1973) pertenece a una serie de televisión rusa de doce episodios en cuyos títulos de crédito ni siquiera aparecía el nombre del compositor; de hecho, no fue hasta 1998, tras su muerte, cuando se pudo determinar la autoría de la partitura a través de una nota manuscrita del propio Schnittke. Aparte de un brumoso tema inicial para coro y orquesta (con claras reminiscencias del Othello de Lavagnino y Barberis), sorprende de nuevo lo ecléctico del conjunto, con la inclusión de un can-can y una cita de La Marsellesa.
Tras un periodo de ausencia deliberada del medio, a comienzos de los 90, Schnittke aceptó el encargo de poner música al filme mudo The End of St. Petersburg (Vsevolod Pudovkin, 1927), una parábola del fin de la dinastía de los Romanov desde la óptica de un joven campesino. Paradójicamente, se trata de una creación más "moderna" que las dos anteriores: orquesta de cámara, mezzosoprano, coro masculino e incluso sintetizadores (en colaboración con Andrei, hijo de Alfred) conforman el original dispositivo instrumental. El resultado es un "boceto músical" poco convencional, fragmentario, escrito como comentario paralelo a las escenas en pantalla.
Andrei colaboró también en la inventiva partitura de The Master and Margarita. Tras un fastuoso preludio que hace pensar en el Así Habló Zaratustra, de nuevo tenemos tangos y foxtrots mezclados con marchas fúnebres. Como apoteosis, una versión muy evidente del Bolero de Ravel, en el que cambios en la instrumentación y el ritmo provocan un efecto tan sarcástico como decadente, más que probable reflejo de los centenares de personajes que pululan por la novela de Bulgakov.
Por último, los que se defiendan en la lengua de Goethe y deseen adquirir un mayor conocimiento del compositor podrán encontrarlo en la siguiente dirección: http://www.schnittke.de/; también existe la posibilidad de escuchar "online" (o al menos intentarlo) uno de sus grandes "hits", el magnífico Concerto Grosso No.1 (http://www.gidon-kremer.com).
Lo Mejor: La música de "Alf".
Lo Peor: Su desconocimiento.
El Momento: Agony.
David Perandrés
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