Secondhand Lions

Compositor : Doyle, Patrick
Año : 2003
Distribuidora : New Line Records
Duración: 45:52

Una vieja avioneta surca el cielo mientras oímos gritar a sus dos ocupantes sobre un fragmento musical que bien podría pasar por una obertura de Wagner. La música se detiene y tenemos un plano de un policía de carreteras echando la siesta en su coche. Se despierta sobresaltado y ve cómo la avioneta pasa por debajo de un puente, al tiempo que la música vuelve a arrancar con brío y aire de victoria, en uno de esos pasajes que mezclan cuerdas y metales estilo cien por cien Patrick Doyle. Es el "Main Titles" de Secondhand Lions, que con apenas minuto y medio representa toda una declaración de intenciones del compositor escocés en la que nos dice que está de nuevo en forma y que la leucemia no le ha hecho perder ni un ápice de su talento.

Secondhand Lions no es una gran película y además no queda bien claro a quién va dirigida. Planteada como cinta para niños y mayores, es algo espesa y dramática para los pequeños y por momentos infantil para el público adulto. La respuesta de la crítica fue un "correcta con reparos" y la gente tampoco se volcó mucho en ella tras su estreno estadounidense. Sin embargo, se deja ver, contiene escenas divertidas y es absolutamente recomendable para el bandasonero, aunque sólo sea para disfrutar de la música en conjunción con las imágenes.

Dirigida por Tim McCanlies, que fue guionista de El gigante de Hierro, nos cuenta el relato de un muchacho llamado Walter (Haley Joel Osment), a quien su madre deja con sus tíos para que pase el verano. Me pregunto qué tendrá este jovenzuelo, que en casi todas sus películas lo abandonan. En fin... El caso es que sus dos tíos son unos sujetos muy peculiares, encarnados por dos actores de la talla de Michael Caine (Garth) y Robert Duvall (Hub) que, entre otras aficiones, se dedican a disparar a todo vendedor ambulante que se acerque a su granja.

Sin televisión, sin teléfono y con pocas posibilidades para divertirse con dos individuos tan excéntricos, el muchacho se siente abandonado y hundido. Sin embargo, poco a poco, el tío Garth le irá relatando la fantástica historia de los dos hombres, un relato de fascinantes aventuras en países exóticos, romance, tesoros y peleas a espada, en las que estaba continuamente inmerso el ahora introvertido tío Hub. Que estas historias sean verdaderas o imaginarias es uno de los misterios de la trama que no toca aquí revelar.

Lo de "leones de segunda mano" es una metáfora referente a los dos viejos, que además tiene justificación cuando deciden comprar a un circo una leona en horas bajas con la pretensión de divertirse cazándola. La inmovilidad y docilidad del felino provoca que, en su lugar, acaben adoptándola.

Lo que sí es cierto es que el variado guión es perfecto para que Patrick Doyle desarrolle su amplio abanico de posibilidades compositivas, desde la aventura al romance y desde lo exótico a lo dramático. Lo que en todo caso se echa en falta es una mayor duración de los temas para disfrutarlos como merecen. Sin embargo, es preciso decir sobre este punto que en la película son incluso más cortos, y que bastantes pistas del disco, a pesar de su escasa duración, están formadas por dos o tres fragmentos musicales que aparecen en la cinta separados, como es el caso ya descrito del "Main Titles".

Si bien no pretendo llenar esta reseña de spoilers, creo necesario comentar algunos aspectos del argumento para situar y explicar los temas musicales, así que estáis advertidos, aunque prometo no revelar más de la cuenta.

Tras la secuencia inicial ya comentada, el segundo corte que nos ofrece el CD es "The Trunk", una inspirada pieza que combina magia y misterio y que acompaña al momento en que Walter descubre un cofre en cuyo interior encuentra una vieja fotografía de una bella joven. Hacia su final escuchamos la primera versión del tema de amor, interpretado con cierto aire oriental. Este tema aparece varias veces a lo largo de la cinta. Por un lado nos remite mediante flashbacks al romance entre el tío Hub y Jasmine, según va relatando a Walter su otro tío. Es el caso del corte "Hub Meets Jasmine" en su tramo final o el principio de "The Assassins". Sin embargo, el mismo tema se utiliza más adelante en otros contextos, como el cariño que cada vez más siente el muchacho por sus tíos en "Be My Uncle" e incluso, hacia el final de la película, subrayando una escena en que Walter y su madre se abrazan, concretamente en "Maybe You Don't".

Su interpretación más brillante la tenemos en un momento de la segunda mitad de "Walter Comes Home", que es la pista más larga del compacto y, por lo tanto, una de las que mejor permite disfrutar la música.

La primera parte de esta misma pista contiene otro de los motivos musicales que escuchamos repetidas veces en la película, aunque siempre versionada de forma distinta, y que se asocia a la relación del muchacho con sus tíos. Es otra bella melodía en compás de 3/4 cuya interpretación más brillante o triunfal cierra el CD en el corte "Nice to Meet You".

Tenemos también los exóticos temas dedicados a la vieja leona, bautizada por el chico como "Jasmine", igual que la amante de Hub. Por un lado, el que contiene las percusiones étnicas y la voz de Ona Onabule, "Secondhand Arrival". Acompaña un momento desconcertante, en el que vemos la aparición del cuello de una jirafa por encima de los campos de maíz de la granja de los tíos. Se trata de la camioneta del circo que les trae a la leona. Otra versión del tema la encontramos en "Cornfield Jungle" y el sonido exótico de las percusiones acompañan también a las cuerdas en "Lion Hunt".

Sin embargo, entre los temas que guardan relación con el viejo felino, destaca por su enorme emotividad el canto fúnebre de "She Was a Real Lion", interpretado por el hijo de Patrick Doyle -del mismo nombre- con una voz agudísima, cuando llega el momento de enterrar a la leona. Podría haber sido el momento musical del film, pero es una escena de pocos segundos en la que sólo escuchamos el principio de este tema que, afortunadamente, tenemos entero en el disco.

La partitura incluye muchos fragmentos de aire árabe, a veces evocadores del pasado aventurero de Hub y Garth en el norte de África y a veces incluidos en los momentos de mayor acción. En "The Plunger" escuchamos los primeros pasajes con un tono misterioso que dan paso a un vibrante tema de acción mientras vemos al sonámbulo tío Hub en camisón dando estocadas al aire. También encontramos el carácter oriental cuando Garth comienza a relatar la historia de los dos hermanos a Walter en "Fireside Chat", flashback que enlaza con el siguiente corte, "Foreign Legion", al explicarle cómo acabaron ambos reclutados para la Legión Extranjera francesa y luchando en África.

Otro grupo de breves temas que remiten a las aventuras pasadas y que incluyen sonidos árabes junto a pasajes de acción y romance lo encontramos en la serie de tres cortes que se inician a partir de "I Must Meet This Man", al que siguen "Hub Meets Jasmine" y "Hub Rescues Jasmine".

Este último arranca con el motivo heroico más destacado de la partitura, otra demostración del talento de Doyle para los temas de acción. "The Assassins", que hace referencia a otros recuerdos del pasado tal como los relata Michael Caine, incluye de nuevo el tema de acción en el que brillan los metales y los giros melódicos a que nos tiene acostumbrados Doyle. El siguiente corte, "Sheik Swordfight", acompaña con algunos fragmentos de mickeymousing la lucha entre Hub y el jeque que no quiere desprenderse de su prometida. Sin embargo, hacia el momento final escuchamos un espléndido motivo heroico y triunfal, por desgracia muy breve, cuando Hub decide perdonar la vida a su enemigo.

Otros cortes de la partitura son plenamente dramáticos, centrados en la figura del chico, caso de "Walter Runs Away", que comienza con una versión del tema escuchado en "Main Titles" para después derivar en una preciosa melodía de cuerdas y en unos efectivos trémolos. En línea similar, aunque con tintes más arábigos, Doyle nos ofrece otra bella y dramática melodía realzada con percusión en "Died in Childbirth", por desgracia otra vez demasiado breve.

Por otro lado, el corte "Stan Lies to Walter" -Stan es el nuevo novio de la madre-, es otro ejemplo de composición creada para subrayar con efectividad el dramatismo y la tensión de la escena que acompaña. Sin embargo, en la edición que aparece en el disco se echa a faltar un apunte del motivo heroico aplicado anteriormente a la figura de Hub en el corte "Sheik Swordfight". Cuando veáis la película sabréis a qué me refiero.

La última parte del disco, desde "She Was a Real Lion" hasta el final, es la más emotiva, y se centra básicamente en los dos temas principales -el romántico y el de la relación entre Walter y los tíos-. También es, en cierto modo, es la que deja disfrutar más al oyente, con cortes algo más prolongados, aunque exentos de los motivos de acción y étnicos que aparecen previamente. Y como colofón, Doyle cierra el disco con una suite de piano que recoge en casi tres minutos algunos de los mejores fragmentos de este score y cuya partitura se incluye en el CD, junto con fotos de las sesiones de grabación, entrevistas con Doyle y McCanlies, artículos sobre los instrumentos utilizados, además de dibujos, salvapantallas, fondos de escritorio, etc. Todo un detalle.

En conclusión, Patrick Doyle ofrece con Secondhand Lions una obra de amplia variedad temática y de estilos, aunque sin abandonar en ningún momento su sello creativo, a estas alturas inconfundible, proporcionando al aficionado vibrantes motivos de acción, dramáticos, épicos, exóticos, misteriosos e intrigantes. Se trata de una obra que de haber acompañado a una película con pretensiones más elevadas podría aspirar ahora a mucho más que el mero aplauso del aficionado, que no es poco.

Lo Mejor: El talento de Doyle y la gran variedad de buenos temas que incluye. Además, el disco no incluye las canciones que aparecen en la película.

Lo Peor: La brevedad de los cortes y el hecho de que acompaña a una película "menor".

El Momento: Podría haber sido "She Was a Real Lion" si la película hubiera sacado más partido a este tema. En su defecto, hay otros muchos momentos, como el tema heroico en "Sheik Swordfight", las versiones varias del tema de amor o los momentos de acción.

Óscar Giménez