Speed

Título en español : Speed: Máxima Potencia
Compositor : Mancina, Mark
Año : 1994
Distribuidora : Milan
Duración : 40:32

Un autobús lleno de pasajeros porta una bomba que estallará si la velocidad del vehículo baja de 50 millas por hora. Bajo este simple punto de partida comienza una trepidante historia de acción que obtuvo un gran éxito en 1994, Speed, dirigida por Jan de Bont e interpretada por Keanu Reeves (en un papel básico para su actual éxito en Hollywood), Sandra Bullock (también en un papel que le iba a dar fama), Dennis Hopper y Jeff Daniels entre otros. La película nos cuenta las adrenalíticas situaciones a las que se ve sometido el agente Jack Traven (Reeves) por culpa de un maniático expolicía, Howard Payne, (Hopper) empeñado en cobrar una suma millonaria a base de amenazar con hacer estallar bombas en los lugares más peliagudos (concretamente un ascensor, un autobús y un metro, en dicho orden). El agente Traven consigue evitar junto con su compañero Harry Temple (Daniels) que haya victimas en el atentado del ascensor, por lo que se ven implicados en el macabro juego de Payne, donde la velocidad juega un papel fundamental. El corazón de la película es el reto de controlar un autobús que no puede bajar de 50 millas por hora porque sino estallará la bomba (además de otras condiciones, como que nadie puede abandonar el vehículo). Esta situación dará pie a varias situaciones límites, de alta tensión, como evitar filas de coches en atascos, curvas imposibles de tomar por un autobús a esa velocidad sin volcar, carreteras que se acaban... o que se termine el combustible.

Mark Mancina fue el compositor elegido para musicar tan trepidante historia, en la que es una de sus varias colaboraciones con Jan de Bont. Ambos repetirían en Speed 2: Cruise Control (con una historia parecida a esta pero cambiando el autobús por un enorme transatlántico) o en Twister, donde Mancina nos ofreció uno de sus mejores trabajos. Resulta especialmente curioso como Mancina llegó a parar a este proyecto, puesto que fue Jan de Bont quien tras escuchar Amor a Quemarropa (compuesta por Hans Zimmer y el mismo Mancina) buscó a Zimmer para comentarle las posibilidades del por entonces desconocido Mancina para abordar una película como Speed. Zimmer lo recomendó sin dudarlo, aunque a la Fox, productora de la película, no le hacía ninguna gracia tener a un compositor tan poco conocido para la película. Finalmente, entre tanto lío, Mark Mancina tan sólo dispuso de cinco semanas para componer el score que nos ocupa.

Mancina se ganó desde entonces un gran hueco en el género de la música de acción, pues junto a las dos partes de Speed también trabajó en otros proyectos como Bad Boys, la ya mencionada Twister, Con Air (junto a Trevor Rabin) o Money Train entre otros. Y todos estos trabajos sirvieron para demostrar la enorme valía de este compositor, al menos para quien esto escribe, una de las mayores promesas de la última década del siglo pasado. La carrera de Mancina se ha ligado últimamente a Disney, cuyas colaboraciones han dado algunos frutos tan destacables como Tarzan o Brother Bear, aunque no es menos cierto que este compositor exmiembro de Media Ventures parece haber perdido últimamente el estatus ganado hace años. Y la verdad es que creemos que es una pena, pues estamos convencidos que si se le vuelven a dar proyectos de altura a Mancina vamos a volver a disfrutar de estupendas bandas sonoras.

Pero centrémonos en la música compuesta para Speed. Si "Velocidad" tiene nueve letras y "Speed" cinco, a Mancina le han bastado seis notas para componer un tema que recoge perfectamente el significado de esa palabra. Así lo refleja en el principal tema de acción del score (que bien podríamos denominar el "tema de la velocidad"), el cual ya escuchamos desde el "Main Title", pudiendo comprobar como este tema corto y rápido resulta perfecto para transmitir esas sensación de velocidad, de movimiento y tensión que inunda toda la película. Quizás este es el sonido más famoso o identificable de este trabajo, pero inmediatamente después en el mismo corte podemos disfrutar del tema central de la partitura de Mancina, que se aleja más del estilo frenético del anterior pero que debemos destacar por su magnífica labor para transmitir la dramática situación a la que se ven sometidos los protagonistas de la película. Podemos afirmar que sobre estos dos temas se apoya el resto de la banda sonora, pues en varios momentos tanto de la película como del disco volveremos a escuchar diversas versiones de los mismos.

Pero Mancina no se conforma sólo con esto y nos ofrece algunos temas secundarios también de gran calidad. Podemos destacar entre ellos el contenido en el segundo corte, "The Rescue", para acompañar al momento en que Reeves y Bullock abandonan el autobús, con una música de estilo más épico y heroico, también de gran fuerza y perfecto para la escena. Así mismo, encontramos otra adrenalítica pieza en "Entering Airport", heredera directa del tema principal de acción, con ritmos rápidos y un estilo vibrante. Y desmarcándose un tanto de este estilo merece la pena destacar el bello tema que escuchamos en "End Title", una hermosa versión a piano del tema central que cierra la película y que perfectamente se adapta al "momento romántico" del final. Por destacar alguna de las versiones del famoso tema de acción (tema de la velocidad), nos agrada especialmente la versión contenida en "City Streets", con un fantástico sentido del ritmo.

No cabe ninguna duda de la fantástica adecuación de la música a las imágenes, como demuestran escenas como la del salto del autobús en la autopista ("The Gap"), donde la música va cobrando cada vez una mayor sensación de riesgo y de tensión, conforme el autobús se acerca al final de la carretera. O el corte "Helen Dies", donde el score adquiere un tono mucho más triste para acompañar a la escena en la que una de las pasajeras fallece al intentar abandonar el autobús. La música sin embargo baja algunos enteros en sus últimos cortes, aquellos que recogen la música de las escenas iniciales en el ascensor principalmente. En este tramo del disco la música creada por Mancina se torna algo más ambiental y funcional, abandonando ese estilo trepidante tan ameno para el oyente. Realmente este dato no tendría mayor relevancia si no fuera porque, de manera inexplicable, todos los cortes con ese tipo de música se acumulan al final del compacto. Y es que la ordenación de la música no guarda apenas relación con el orden cronológico en el que se desarrolla la historia, por lo que bajo esta ordenación de la banda sonora no entendemos el sentido de acumular estos cortes juntos y al final, pues provoca una sensación de altibajos en el disfrute del score.

Por tanto, nos encontramos ante un magnífico score de acción, una de la mejores bandas sonoras del género en opinión de quien esto escribe y, por supuesto, uno de los mejores trabajos de Mark Mancina. La calidad de la música es innegable, así como su perfecta adecuación a las imágenes. Indispensable en cualquier estantería de un aficionado a las bandas sonoras, sobre todo si le gusta este género.

Lo Mejor: El magnífico tema de la velocidad.

Lo Peor: El último tramo del disco.

El Momento: Hay muchos, pero por elegir uno: "City Streets".

Miguel del Chicca