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Spellbound

Spellbound


Título en español : Recuerda
Compositor : Rozsa, Miklos
Año : 1945
Distribuidora : Stanyan Records

Excelente
Tracklist:
  1. Spellbound. Main Title. Prologue (4:40)
  2. Dressing Gown (3:34)
  3. Scherzo (3:14)
  4. Spellbound Love Theme (3:09)
  5. Burned Hand (4:38)
  6. Spellbound Theme (3:08)
  7. The Razor (4:15)
  8. Constance (2:45)
  9. The Dream (2:59)
  10. Ski Run (2:49)
  11. Spellbound Finale. End Title (3:30)

Póster"Una vez que los complejos que han trastornado al paciente salen a la luz y son interpretados, la enfermedad y la confusión desaparecen... y los demonios de la sinrazón son expulsados del alma humana".

Gran parte de los psicoanalistas americanos de los años cuarenta apoyarían esa premisa, que aparece sobreimpresionada en la pantalla al principio de Recuerda. Pero sesenta años después hay muy pocos que se la traguen. Ése es uno de los principales motivos de que esta obra de Alfred Hitchcock haya soportado mal el paso del tiempo. Aunque alabada en su momento y nominada a mejor película, director, actor secundario (Michael Chekhov), fotografía, efectos y banda sonora, nadie la situaría ahora entre las más destacadas de la filmografía del "mago del suspense", y ha quedado relegada bastantes puestos por detrás de Psicosis, La ventana indiscreta, Vértigo o Con la muerte en los talones, por poner unos pocos ejemplos.

Gregory Peck e Ingrid Bergman son los protagonistasBasada en la novela The House of Dr. Edwardes, de Francis Beeding (pseudónimo de Hilary St. George Sanders), Recuerda es un filme de intriga y romance, como tantos y tantos otros, pero con la particularidad de que hace de las "maravillas" del psicoanálisis su columna vertebral. Ingrid Bergman encarna a la doctora Constance Petersen, una fría psiquiatra que por primera vez cae en las redes del amor cuando se encuentra frente a frente con el nuevo director de la institución mental donde trabaja, el doctor Edwardes (Gregory Peck). Sin embargo, éste no es sino un enfermo con amnesia y complejo de culpabilidad que ha tomado la identidad del desaparecido doctor Edwardes, a quien cree haber asesinado. Sin saber con certeza si es un enfermo o un asesino -o ambas cosas a la vez-, la fe y el amor hacen que Constance se decante por ayudarle en su huida y emplee los procedimientos psicoanalíticos -interpretación de los sueños incluida- que conducirán a la curación de su trastorno mental y a la resolución del misterio.

El guión es simplista y su punto de partida frágil desde una perspectiva histórico-científica, pero no hay que olvidar que los psiquiatras de aquel entonces creían en la capacidad del psicoanálisis tal como se explica en la película. De hecho, el productor David O. Selznick incluyó en nómina a su propia psicoterapeuta como asesora, de modo que la doctora May E. Romm aparece en los títulos iniciales como tal. También hay que añadir que Hitchcock acabó bastante harto de ella y en alguna ocasión la mandó a tomar viento con expresivas frases como: "¡Por Dios! ¡Es sólo una película!".

Miklos RozsaEn cuanto a la música, Recuerda representa la primera y única colaboración de Miklos Rozsa con Hitchcock y constituyó también el primer Oscar para el compositor húngaro.

Una de las características por las que es recordada su banda sonora es por ser la primera que hizo uso del theremin, instrumento al que el amigo Manuel Taboada ha dedicado un completo artículo en el apartado de Reflexiones de BSO Spirit. El theremin fue utilizado por Rozsa, justo después de componer Recuerda, para Días sin huella, aunque esta última película se estrenó un mes antes que la primera al tener un proceso más corto de postproducción.

Una escena oníricaSegún se cuenta, Hitchcock pidió a Rozsa que compusiera un tema especial que transmitiera misterio para la escena del sueño. Rozsa quiso utilizar otro instrumento electrónico, las Ondas Martenot, pero no fue posible. Como alternativa optó por el theremin, tras encontrar en los listados del gremio de músicos de Los Angeles un único thereminista -o como se diga- capaz de leer una partitura. Se trataba del Dr. Samuel Hoffman, que en aquellos momentos se ganaba la vida como podólogo tras haberse iniciado años antes como violinista en Nueva York y haberse interesado después en el theremin.

Al trasladarse a Los Angeles, el Dr. Hoffman se unió al gremio de músicos, aunque con pocas esperanzas de ganarse el pan con su arte. Así que estaba dedicado full-time a los callos y los juanetes cuando Rozsa lo contrató "por defecto", por ser el único en la ciudad que dominaba el instrumento. No sólo trabajó con este compositor en Recuerda, Días sin huella (1945) y La casa roja (1947), sino en bastantes películas, como El manantial (1947) con Max Steiner, Ultimátum a la Tierra (1951) con Bernard Herrmann, Los Diez Mandamientos (1956) con Elmer Bernstein o, como curiosidad, en algún capítulo de Los Picapiedra y Los Supersónicos, hasta su muerte en 1967.

La banda sonora de Rozsa para Recuerda se encuadra en una etapa del compositor en la que destacan obras de carácter introspectivo. Recordemos que, poco después, ese mismo año 1945, compuso el score de Días sin huella, donde el sonido del theremin se asocia a los ataques de delirium tremens del alcohólico protagonista, Ray Milland.

Con la misma idea, en Recuerda lo escuchamos en los momentos en que el personaje de Gregory Peck experimenta los ataques que lo dejan catatónico cuando ve líneas paralelas sobre un fondo blanco.

Selznick, Hitchcock y Dalí supervisan algunos diseños para la películaLa película se estrenó en diciembre de 1945 tras un largo proceso de postproducción en el que Selznick fue cambiando todo lo que quiso, desde escenas hasta fragmentos musicales.

En el disco editado por Stanyan Records, que es una regrabación de los años cincuenta editada en CD en 1988, se incluyen 11 cortes de esta banda sonora, comenzando con el "Main Theme", una suite que recoge los temas principales que se repetirán a lo largo de la película y del disco con distintas variaciones e instrumentaciones.

Lo primero que escuchamos es el sonido etéreo y fantasmal del theremin, al que siguen dos temas románticos que Rozsa utilizó profusamente a lo largo de la cinta. El primero es el conocido tema de amor, que abre el cuarto corte del CD, de título "Love Theme", y el segundo es el tema de Constance, que inicia el octavo corte con este mismo título. No obstante ambos cortes incluyen también el otro tema romántico, de modo que el tema de Constance aparece en Love Theme y viceversa, así como en muchos otros pasajes del disco.

Como curiosidad, a pocos pasará desapercibido que las seis primeras notas del tema de Constance coinciden con el tema de "Han Solo and the Princess" de El imperio contraataca - ¡Mira que copiar a Williams cuarenta años antes!-. Puesto a rizar el rizo, las primeras notas del tema de amor son las del tema principal de Cliffhanger -¿También plagiando a Trevor Jones cincuenta años antes?-. Fuera bromas, la primera frase de estas melodías suena a los temas citados, pero todo parecido posterior es pura coincidencia.

Rozsa hace gala en estos fragmentos románticos de su exquisitez melódica, creando una música hermosa y elegante que acompaña en todo momento la relación de los protagonistas.

El 'Dr. Edwardes', en tranceEl segundo corte, "Dressing Gown", corresponde en la película a la aparición del presunto Dr. Edwardes en la mesa donde cenan los médicos de la institución mental. Es el primer encuentro entre Bergman y Peck, y la primera prueba de que algo anda mal dentro de la cabeza del nuevo director, que sufre su primer ataque al ver las líneas que dibuja Constance en el mantel blanco con su tenedor. La música recrea genialmente esta situación, utilizando los metales al inicio, con el theremin en segundo plano, y las cuerdas después, conformando un clima de misterio que desemboca en el solo de theremin y su enigmática melodía compuesta para subrayar las crisis del protagonista. Hacia la parte final del corte aparece durante pocos segundos el tema de amor interpretado por un solo violín antes de acabar con un inquietante uso de las cuerdas.

El "Scherzo", habitual en películas de la época, es un agradable tema de aire bucólico con una rica instrumentación, que incluye hacia la mitad una variante rítmica del tema de amor.

En el cuarto corte tenemos la interpretación más emotiva del tema amoroso, y corresponde a la escena en la que Ingrid Bergman se levanta de la cama para ir a la habitación de Gregory Peck, donde se inicia el romance.

Una vez se descubre que el tal doctor Edwardes no es quien dice o cree ser, el personaje todavía sin nombre de Peck huye a Nueva York, hasta donde le sigue la doctora Petersen. "Burned Hand" es otro tema de carácter misterioso que recoge el encuentro de ambos en la habitación del hotel, cuando Peck muestra la quemadura que tiene en la mano a su amante. Los metales y el theremin acentúan la tensión del momento.

"Spellbound" es otra versión del tema de amor con orquesta, arreglos para piano y lucimiento del primer violín y de la trompeta en su tramo final.

Otro tema oscuro lo tenemos en "Razor", que corresponde al ataque que sufre Peck, cuchilla de afeitar en mano, en casa del doctor Alex Brunov, a quien Constance ha ido a pedir consejo. Los metales y el theremin vuelven a ser protagonistas en este tema que nos recuerda la posibilidad de que Peck sea un verdadero asesino.

No es Selznick supervisando el montaje final, sino una escena oníricaTras el tema de "Constance", ya comentado antes, llegamos a "The Dream", la famosa escena del sueño con decorados diseñados por Salvador Dalí. El theremin acentúa la atmósfera de esta secuencia onírica en la que la interpretación de su significado será crucial para desentrañar el misterio de la historia. Sin embargo, hay que señalar que la más famosa escena de Recuerda no fue rodada por Hitchcock. La secuencia original que filmó éste no gustó a Selznick, quien dijo que la fotografía, la iluminación y los decorados parecían más propios de Monogram, es decir, de la productora más pobre de Hollywood, que hacía películas de serie B en los años treinta y cuarenta. Así que durante la posproducción contrató a William Cameron Menzies para supervisar los decorados y dirigir la secuencia de nuevo.

EsquiandoY la demostración de que las tijeras de Selznick eran alargadas la tenemos en el siguiente corte, "Ski Run". Se trata del tema de acción del score. Tras una introducción de los metales, arranca con un ritmo que se vuelve más desbocado a cada compás, con un estilo que nos recuerda claramente al Bernard Herrmann de Psicosis y otras producciones de Hitchcock. Se compuso para la escena en que la pareja protagonista baja esquiando la montaña hasta el borde de un precipicio, tratamiento de choque aplicado por la doctora Petersen para que John Ballatine (que así se llama el personaje de Peck) recuerde por qué las líneas lo dejan catatónico.

Pero no es esta música la que oímos en la película. El soberbio tema creado por Rozsa fue descartado por Selznick y sustituido en la escena con fragmentos musicales de otras películas, concretamente The Fallen Sparrow (Roy Webb), Días de gloria (Daniele Amfitheatrof), El desconocido del tercer piso (Roy Webb) y Sospecha (Franz Waxman).

Por lo que se sabe, Rozsa compuso otros temas que tampoco fueron utilizados. Por ejemplo, uno titulado "Train to Gabriel Valley", para una escena en la que finalmente no se puso música, y otro llamado "The Revolver", para el fragmento final donde se muestra en primerísimo plano el arma del "malo" y en el que se optó por música creada por Roy Webb para The Fallen Sparrow.

El último corte, "Spellbound Final-End Titles", comienza con minuto y medio de música intrigante y misteriosa para arrancar a partir de entonces con el tema de amor, acabando con el de Constance.

En conclusión, se trata de una banda sonora relevante por distintos motivos. Por un lado, es la primera banda sonora que utiliza el theremin. Por otro, es interesante ver cómo Rozsa decidió romper -lo había hecho antes en Perdición, de Billy Wilder- con algunos convencionalismos propios de la música de Hollywood hasta entonces, desmarcándose del estilo clásico. Las disonancias, el carácter atmosférico y misterioso de varios de los cortes de Recuerda representan una forma distinta, psicológica, de concebir la música de cine. Finalmente, Rozsa pone de manifiesto su maestría en los pasajes líricos, hermosos pero no exentos de angustia.

Lo Mejor: Es una composición que une belleza e innovación y tiene un lugar de honor entre los clásicos de la música de cine.

Lo Peor: Tal vez un abuso de los temas románticos.

El Momento: "The Dream" y algunas versiones del tema de amor.

Óscar Giménez

 
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