Spirit: Stallion of the Cimarron

Compositores : Zimmer, Hans & Adams, Bryan
Año : 2002
Distribuidora : Universal

Bryan Adams, un compositor de A.O.R. creador de baladas capaces de erizarte el vello. Hans Zimmer, compositor de cine con más poder de la actualidad, prueba de ello su factoría Mediaventures (con algunos compositores realmente a reivindicar como es el caso de John Powell), sus impresionantes encargos, y la influencia de su música en el medio de la composición para cine, donde compositores plenamente reconocidos como es el caso de Elfman, James Newton Howard o Graeme Revell, alaban las virtudes de este creador alemán.

Ambos juntos en una película. Sólo puede pasar una cosa: Los aficionados estamos de suerte. Uno de los mejores trabajos musicales realizados para una película de animación. Spirit es una vuelta a los orígenes para Zimmer y una prolongación del camino seguido por Adams en la actualidad.

Hablar de Spirit reúne un ejercicio de contención por mi parte. Reconozco que lo primero oído para esta banda sonora despertó en mi una de las mejores impresiones que he tenido en los últimos años. Primero porque Zimmer volvía a los tiempos de mi idolatrado “A propósito de Henry” o sobre todo “Llamaradas”.

Pero debía de mantener la calma. Tal vez fuese sólo un tema, un tema demasiado bueno.

Pero sinceramente, con ese nombre, Spirit (parece una especie de guiño a nuestro “Espíritu de la Banda sonora”), no podíamos más que esperar que Zimmer compusiese un Himno al espíritu, un espíritu salvaje e inalcanzable. El continuo ritmo durante toda la partitura, metafórico del galope de un caballo, nos lleva a un espíritu de libertad inalcanzable, de fuerza e ímpetu luchador, de liberación, de aire, de éxito, un éxito alcanzado por estos grandes de la música.

"Here I am" es una canción impresionante. Es eje motor de la banda sonora. Es el Ciclo de la Vida para El Rey León o Deliver us para El Príncipe de Egipto. Está en la línea de Bryan Adams y por eso sale un poco del estilo teatral o cinematográfico, más propio de un gran musical como sí tenían las anteriores canciones creadas por Zimmer. Eso si, hay que reconocer en ella una menor fuerza e impacto musical, todo debido a que las imágenes no serán tan incomparables como aquéllas que se quedaron en nuestras retinas, ya trataran de leones venidos a reyes o de reyes venidos a esclavos.

Pero sin duda esta canción es mucho más pegadiza y se introduce más en la psique del aficionado, sin poder dejar de tararearla durante varios días. Como he dicho, muy en la línea de Adams.

I will always return es la canción más Adams de todas, recordando lo último que compusiese en su extensa carrera, principalmente para discos como “On a Day like today” o “18 till I die”. Es una canción que se deja escuchar aunque puede ser la más floja si descontamos Get off my back... Aunque singularmente la que más gusta a Adams, aunque supongo que se referirá a su versión para "finale" que es el tema 15 del disco, ésa sí, una canción a la altura de todo el disco, y que toma el tema principal de Zimmer.

You can't take me es la canción con más fuerza de todas, y la más rockera, junto a Get off my back. Me recuerda en algo a uno de los mejores discos del cantante canadiense, Waking Up The Neighbours. Los coros en el estribillo son la chispa de la canción, y no sé cómo quedará en la película, pero fuera de ésta es una de mis preferidas.

Get off my back es la canción alimenticia del disco. Está ahí para desarrollar la vena rockera de Adams, pero sin aportar demasiado a la banda sonora. No pasaría nada si esta canción se incluyese dentro de cualquier disco del autor fuera de los terrenos cinematográficos. También en la línea de sus últimos trabajos y la supongo la canción menos profunda de la película.

Brothers under the sun es una preciosa balada. De lo mejor de los dos músicos. Zimmer sabe hacer perfectamente los arreglos con una delicada flauta. Son de esas canciones que te transportan a paisajes inmensos de montañas bañadas en aguas que se precipitan hacia el vacío. Aquí los autores empiezan a tomarse en serio, Adams utiliza su voz rajada de la mejor forma que puede hacerse, y Zimmer utiliza el espacio como mayor recurso musical, expandiendo el horizonte.

La balada que más me gusta es Don't let go con la excepcional cantante Sarah McLachlan, que ya aportase canciones a películas como City of Angels con “Angel”, o “I will Remember you” para Los hermanos McMullen. Los coros de McLachlan parecen seguir la estela impuesta por Zimmer, delicadeza.

This Is Where I Belong, es sencillamente Homeland, un tema que se repite tres veces en el disco. Es I Will Always Return (Finale), con letra diferente.

Here I am aparece de nuevo en el tema 8, pero esta vez con mucho más desarrollo de la composición a cargo de Zimmer. Digamos que aquí Adams es la estrella invitada, y en realidad el tema es del compositor germano. De hecho el desarrollo que Zimmer ha tomado para llevar a cabo el tema me recuerda bastante a su estilo de composición para las películas que musicó en la década de los 80. Hay bastante influencia de Llamaradas, de Días de Trueno, o de La Asesina. Si todos pensaban que El Rey León o El Príncipe de Egipto serian sus influencias más cercanas para este Spirit, se han equivocado un tanto.

Sound the Bugle es otra balada con un estilo Zimmer muy remarcado. Adams empieza con una voz excesivamente quebrada. Supongo que el momento de la película necesitara de esa "perfomance". Poco a poco la canción va cogiendo fuerza, como si el protagonista totalmente derrotado se sujetase a algo para salir adelante. Los arreglos de la canción están bastante bien conseguidos.

Run free es el tema estrella del CD. Es un Zimmer desatado. Aquí es donde más influyente se muestra el score de Llamaradas. Parece algo al azar pero conociendo la forma de componer de Zimmer es algo pretendido. El tempo que utiliza para casi todas sus piezas es el del galope de un caballo. A eso de los 2 minutos el tema cambia de dirección. Pensad en Far and Away e imaginad que en vez de ser Williams su compositor es Zimmer. Eso es lo que tenemos en este tema, junto con el estilo adrenalítico del tema de las cuádrigas del Príncipe de Egipto. Sencillamente magnifico.

Homeland es el tema principal que ya se desarrolló en Run Free.

El tempo es el mismo de Llamaradas. Como dijo Adams en una entrevista es un Himno, de ahí su impresionante parecido con el tema que compusiese para la película de Ron Howard.

Este tema es el que rescatará Bryan en el I will always return (finale) y el que se deshoja en el tema This is Where I Belong donde no se pronuncia la frase de I Will always return hasta el final, estableciendo una especie de semilla para ese Finale.

Es otro de los grandes momentos que nos aporta Zimmer con este gran trabajo suyo.

Rain es un tema descriptivo, en sus primeros compases deudor de las sonoridades de True Romance. Como vemos nos encontramos ante un Zimmer que viaja a un pasado bastante fructífero. La ultima parte se vuelve más lírica, más alegre... Me parece una especie de cortejo... Veremos qué representa en las imágenes.

The Long Road Back es el tema que más resalta los sonidos típicamente fronterizos y sureños de esa parte geográfica. Eso si, es el tema más delicado. Zimmer rescata el tema de Brothers under the Sun esta vez sin Adams, con un sonido deudor de Beyond Rangoon. Para mí el segundo mejor momento del CD. La guitarra acústica aparece para recodarnos otras composiciones de Zimmer para esos años, La Asesina o reminiscencias de temas tranquilos realizados por Mancina para Bad Boys o Con Air. La guitarra habla, no al estilo de Gladiator, un estilo delicado, deudor de sonoridades levemente hispanas, haciéndose cada vez más melancólica.

Nothing I've ever Known rescata la voz de Adams en otra balada. La guitarra acústica desarrolla el tema de Long Road back mostrándose genial cómplice con la voz de Adams.

Y todo termina con I Will Always Return, el tema principal de Zimmer, Homeland pero con voz y letras de Adams, pasa a llamarse de esta manera. Aquí el tempo se acelera y conseguimos una mayor fuerza.

En definitiva, estamos ante un trabajo en la línea del mejor Zimmer, el de los 80, con un Adams típico de estos últimos años, más melancólico, con mayor carga sentimental, en fin, algo alejado de sus idílicos días en Waking Up The Neighbours, aunque con esa vena romántica de 18 till I die (lejos eso sí, de su magistral Reckless).

Una banda sonora que sorprende principalmente por la línea tomada últimamente por Zimmer, un tanto experimental y alejado de ese estilo que lo caracterizase en una época dorada de la música de cine. Es digno de elogiar, ya que cuando los compositores parecen intentar olvidar o incluso ignorar épocas pretéritas, aunque éstas sean fructíferas, otros, como es el caso de Zimmer, rescatan momentos excelentes acoplándolos a los actuales, capaces de demostrar que las diferentes sonoridades puedes establecerse incluso manteniendo un estilo reconocible y definido. Machacar un estilo no siempre es el camino. Mantener un estilo desarrollándolo en distintas facetas, hace crecer al genio, y de camino hace disfrutar al aficionado. Después de los años que lleva Zimmer no me extraña que éste haya anunciado un corto retiro.

Una pena que esta edición edite poca música instrumental de Zimmer. Ya nos pasó con sus anteriores películas animadas, o el caso de Pearl Harbor o Black Hawk Down, aunque en este último, la escasez es mucho más acusada. Esperemos que otra edición dé un mayor disfrute al aficionado y no nos deje con ganas de más (aunque todo sea dicho, esa sensación dice mucho del trabajo realizado aquí).

Lo Mejor: La fuerza de la música de Zimmer, sus impresionantes sonoridades, creando un Himno a la libertad.

Lo Peor: Algunas canciones de Adams no están a la altura de otras mucho más conseguidas. También, la edición reúne poca cantidad de score.

El Momento: Run Free, un gozo para los oídos y una lección práctica de cómo imprimir fuerza en un tiempo donde los compositores parecen reducirse a la "descripción" (aunque esto tampoco sea algo malo, por algo hablamos de música de cine).

DDBSpawn

Valoración pista a pista: