Star Crash

Título en español: Choque de Estrellas
Compositor: Barry, John
Año: 1978
Distribuidora: Buysoundtrax – Limited Edition of 1.500 units
Duración: 41:24

Si el día que vi Starcrash (un día ya muy lejano en el tiempo) me hubieran hecho un escáner de retina, creo que me habrían mandado con suma urgencia al hospital por peligro de desprendimiento. Durante un momento llegué a escuchar a Rutger Hauer decir aquello de lo que había visto o dejado de ver en sus viajes siderales, más allá de Orión. Que horror…

Starcrash es lo que es, una gran basura espacial, un contenedor de tonterías, estupideces e idioteces sumas, desde los diálogos hasta los efectos especiales. De todas maneras, pasado el tiempo (incluso en su momento), miro hacia atrás y no paro de descojonarme cada vez que pienso en la película y recuerdo la batalla final, cuando los torpedos espaciales (transportando a parejas de soldados imperiales) rompen los cristales de la nave Mano de Zarkon y comprobamos que no existe ningún tipo de presión en el espacio, o como el emperador… ¡¡¡detiene el flujo temporal tres minutos para poder escapar de una trampa mortal!!!. Por favor, colirio…

Serie Ultra Z, hecha sin complejos y con cuatro perras (efectos especiales y maquillajes pésimos), es, tristemente, mucho más divertida que mucho cine fantástico actual hecho con más medios (y no precisamente por sus virtudes...).

Choque Estrellado de Estrellas

Bodrio sumamente divertido donde los haya, la película tiene dos curiosidades realmente impactantes (y mucho). Ver a Christopher Plummer metido en el reparto es más fuerte de lo que uno puede llegar a soportar (no tiene precio, como la Master Card), sobre todo cuando un año antes nos había regalado, junto con Sir Michael Caine y Sean Connery esa obra maestra que The Man Who Would be King. Es muy fuerte, tú.

Lo otro es casi aún más fuerte si cabe. Si te ponen un fragmento de la película y te dicen quien compuso la música, no tardarías mucho en saberlo, pero si quitan el sonido y te ponen la imagen, dirías que ni pajolera idea, quizás alguien que solo conocen en casa a la hora de comer, pero dudarías de la calidad musical al 100%.

Pues resulta que el compositor es… John Barry. Como lo oyes, John Barry. ¿Cómo?, ¿Necesitaba el dinero?. ¿Lo engañaron vilmente?. ¿Le va lo casposo?. ¿Demencia transitoria?. Pues por lo que se sabe, más o menos, alguien con contactos llegó a Barry para pedirle una partitura para una película de ciencia-ficción que sonase un poco a James Bond.

Dirige Luigi Cozzi, también conocido como Lewis Coates, en un intentó de explotar el éxito de Star Wars (con espadas láser, robots y el uso de una desconocida fuerza como mayor plagio), y que posteriormente perpetraría dos películas de Hercules de Lou Ferrigno, el Hulk televisivo de los 80, o Contamination, una de invasiones alienígenas.

Dentro del reparto de Starcrash encontramos al futuro Mitch Buchannon, Míster David Hasselholff, como el héroe de la función, el malo malísimo Joe Spinell (el mejor de la película en una histriónica interpretación, y recordado por películas como Maniac, Rocky o Brubaker) y la bellísima Caroline Munro, recién salida de The Spy Who Loved Me, donde John Barry no pudo colaborar musicalmente, siendo sustituido por Marvin Hamlisch, quien compuso una de las mejores canciones de la saga, pero cuyo score palidece ante cualquier trabajo de Barry (curiosamente, siendo de una de las más flojas partituras de la saga, fue la única en ser nominada, Incredible).

Señoras y Señores, con ustedes, Mr John Barry… en Starcrash!!!!

Pocos compositores de los denominados pesos fuertes, como el caso que nos ocupa, se han visto en tamaña frikada o casposidad de la índole de Starcrash, pero ojo, hay casos, y solo hay que ver situaciones similares como Elmer Bernstein (Spacehunter), Basil Poledouris (Cherry 2000) o el genial Jerry Goldsmith, para mí el que mayor caso de películas malas acumula (Supergirl, Lionheart) y el que más ileso ha salido siempre, con auténticas genialidades como King’s Solomon Mines.

Pero ver a Barry atado a tamaño bodrio duele, aunque no deja de ser anecdótico, porque solo dos cosas salieron bien paradas de Starcrash; John Barry y la belleza de Caroline Munro, auténtica diosa británica cuya deslumbrante presencia iluminaba la cinta.

Cuenta el folleto de la edición de Buysoundtrax, que la conexión para Starcrash fue un productor francés Patrick Wachsberger, quien llamó a Barry para decirle que deseaban al compositor de James Bond, para crear un score a lo 007 pero con un estilo a lo Williams, para lo cual no escatimó en elogios para convencer a Barry, afirmando que tenía en sus manos la mayor y mejor película de ciencia-ficción de la historia.

Pero cuando comenzó a destaparse el asunto, y se comprobó la pasta de la que estaba hecha Starcrash (efectos especiales desastrosos, actuaciones lamentables, un guión nefasto,…) se decidió mostrar la película en blanco y negro, afirmando que los efectos especiales aún no estaban acabados, para evitar la posible fuga de John Barry. Evidentemente, debió de funcionar.

Contexto Musical de la Época

Starcrash se mueve en el año 1978, de la época de Game of Death, curiosamente, otra película atípica de John Barry para un producto oriental de pelea de Bruce Lee, y la adaptación cinematográfica de The Betsy, basado en un libro de Harold Robbins, de cuya muestra podemos encontrar una suite (Main Title - Love Theme) en Walkabout, editada por Silva Screen.

Es la primera película de ciencia-ficción pura y dura de Barry, a la que, casualmente, le seguirán en 1979 Moonraker, una de las más taquilleras de la saga Bond, aprovechando el Boom de Star Wars, donde Barry crea un magistral score (edición completa ya, por favor), y posteriormente, The Black Hole, película de la Disney con Anthony Perkins, Maximilian Schell y Ernest Borgnine, pieza clave en  su filmografía que permanece sin editar, y con un tema central maravilloso y muy evocador (es el motivo del abismo negro).

Dos años antes, en el 76, Barry compondría el score de King Kong, donde destaca el bellísimo tema Arthusa, así como todos los referentes a la Isla, los paisajes y la historia de amor entre el triángulo Jeff Bridges-Jessica Lange-King Kong. Es un pequeño anticipo (no exactamente de ciencia-ficción) donde conviven muchos elementos fantásticos muy evocadores y sugerentes, texturas musicales maravillosas y contemplativas que encontraremos en similar forma en Starcrash.

En el 86 volvería al género, pero más descafeinado y en una vertiente más propia de un producto infantil de los ochenta del género fantástico con Howard the Duck, otra maravillosa pieza que permanece sin editar a fecha de hoy.

Starcrash 0 – John Barry 1

Buysoundtrax recupera bajo su sello la edición de Starcrash, anteriormente recogida en una edición de Silva Screen que contenía el score de Starcrash más la bellísima Until September. Actualmente, encontrar esa edición y a precio razonable son dos cosas excluyentes, así que la edición de Buysoundtrax viene a recuperar esta edición para hacerle accesible a quienes no pudimos conseguirla en su día.

El contenido viene a ser el mismo, con un bonus track, una suite de Starcrash de siete minutos que es un perfecto complemento para el score aquí recogido. Además, es tirada limitada de 1.500 copias (recomiendo estar atentos, porque merece la pena hacerse con éste trabajo), y el folleto incluye abundantes notas sobre la película y el score, así como fotos de éste horror de película.

El listado de cortes no está en orden cronológico, y pese a que faltan por editar algunos cortes (variaciones especialmente, y repeticiones de algunos cortes, como el dos), la reedición responde perfectamente a la necesidad de recuperar este clásico de Barry.

El score gira principalmente alrededor del tema central, recogido perfectamente en el corte uno, “Starcrash Main Title”, donde Barry crea un tema rítmico y vibrante, muy heroico y aventurero, donde los vientos trazan la fanfarria principal, aderezada con unas notas de piano y con una sección de percusión sintetizada que por momentos me traen a la que acompaña su Game of Death del mismo año.

Éste corte aparece en varios momentos de la película, siempre para describir los desplazamientos siderales de nuestros protagonistas o algún que otro percance conflictivo con las fuerzas de Zarkon, recibiendo un tratamiento especial tanto para la batalla final, “Space War”, como en el “Starcrash End Title”. Es un leitmotiv que responde a lo que el director le pedía a Barry; un tema a lo James Bond para el espacio, ni más ni menos (y pensar que el Lewis Coates quería hacer una saga de películas sobre Starcrash…).

Mención aparte merece uno de mis cortes preferidos, “Escape Into Hyperspace”, primera escena donde vemos aparecer a la bella Stella y su compañero Akton (una especie de Rappel Jedi) escapando de la policía sideral, mientras saltan alegremente al hiperespacio como quien echa una partidita al ordenador (No Comment). El tema transmite dinamismo y aventura, con las trompetas y las cuerdas trazando una melodía vibrante y majestuosa realmente maravillosa y envolvente, que recuperará de idéntica forma al final de la película, y en el inicio del corte “Space War”.

Le sigue “Captured”, donde las aventuras de Stella Star and company acaban con detención, y donde Barry ofrece un corte misterioso y opresivo (anticipo de algo del brillante material que nos ofrecerá en su magistral The Black Hole).

Entre los cortes, Barry ofrece una serie de texturas envolventes y sugerentes, como “Launch Adrift”, donde Stella encuentra una nave espacial aparentemente abandonada, con Barry ofreciéndonos una bella y misteriosa pieza donde el piano traza una melodía muy sugerente, o “The Ice Planet – Heading for Zarkon”, donde el Maestro recrea una sensación de misterio y tensión para los parajes nevados y desérticos del planeta de hielo a través de unos fantásticos pasajes musicales.

A destacar tenemos el melancólico “The Emperor’s Speech”, donde el emperador, un perplejo Christopher Plummer (madre del amor hermoso) se les aparece en forma de holograma para pedirles ayuda para derrotar a Zarkon, con unas notas de piano trazando una melodía triste y melancólica, con las cuerdas acompañando, con una preciosa y bellísima rendición del tema principal al final del corte.

También tenemos varios cortes de acción al más puro estilo Barry, siempre envolviendo y acompañando a las escenas, al más puro estilo Bond. En “Beach Landing”, Stella y Elle (el robot pistolero) se enfrentan a un gigante robot (el hermano cutre del gigante de Jason and the Argonauts) mientras Barry crea un rítmico y enérgico motivo con el piano trazando una melodía de tensión constante, mientras que las cuerdas y los vientos se suman para describirnos la huída de los protagonistas.

En  “Strange Planet – The Trogs Attack” tenemos una apertura misteriosa, para ofrecernos posteriormente una fanfarria vibrante de trompetas que incluye una percusión tribal (en perfecta sintonía con los trogloditas nefastamente maquillados).

Y finalmente, “Akton Battles the Robots”, un tema de acción con un ritmo menos marcado, pero muy intenso y vibrante, para la lucha de Akton contra los golems robóticos de Zarkon (otro momento muy Jason and the Argonauts, pero muy cutre). El corte es tenso y enérgico, donde Barry ofrece varios apuntes dramáticos en el desarrollo.

Mención aparte merece el corte doce, “Goodbye Akton”, para la muerte del compañero de Stella, donde Barry se luce ofreciéndonos una bella y contenida versión del tema central.

Y cierra la edición la Suite del Bonus Track, que recoge el “Goodbye Akton”, el “Escape into Hyperspace” y el “Starcrash Main Title”, todo ello bien conjuntado y desarrollado. Chapeau.

Conclusiones Finales

Si te gusta John Barry, no hay más que decir. Si te gustan los scores de James Bond, no hay nada más que decir. Y si te gustan las buenas bandas sonoras, un derroche del buen sinfonismo de los de antes, con bellas melodías, vibrantes cortes de acción y un buen motivo central pegadizo y retentivo, éste es tu disco.

Lástima que la película sea tan lamentable que uno acabe pensando que es un desperdicio que acompañe a tamaña patraña visual, pero en audición aislada uno no tiene que revivir las dolorosas imágenes de cada uno de los fotogramas de la película (gracias a dios).

Lo Mejor: El motivo central y esa facilidad de Barry para envolver las imágenes con su música.

Lo Peor: La película, lamentable al 150%s.

El Momento: “Starcrash Main Title”, magistral, el maravilloso “Escape Into Hyperspace” y las texturas musicales y sugerentes de “The Ice Planet – Heading for Zarkon”.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)