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Sweet november

Sweet november


Título en español: Noviembre dulce
Compositor: Young, Christopher
Año: 2001
Distribuidora: Promo
Duración: 53:13

Excelente
Tracklist:
  1. Sweet November (02:12) *
  2. Divine Gifts (03:08)
  3. Merry Thanksgiving (05:44)
  4. Advents (05:02) *
  5. It Was Whatever Was It (03:51)
  6. A Woman's Mystery (04:59) *
  7. Faith Keeping (05:06) *
  8. Maybe Not Probably Possible (04:32)
  9. Tears Of Angels (04:57) *
  10. Candy Kane (03:13)
  11. If Only She Could Live Forever (04:21) *
  12. 1
  13. Orange Coast Healer (03:02)
  14. Life's A Miracle (03:06) *
  15. (*) Mejores temas.

Sweet november portadaCorría la primavera del año 2001, y quien esto suscribe se encontraba viviendo un reto auto impuesto, por primera vez abandonaba el nido familiar, viajaba a otro país, Inglaterra, y se estaba abriendo camino desde la nada, en otro idioma, a otras costumbres y otra forma de ser, otra idiosincrasia en suma, la del Reino Unido, dominando y perfeccionando una lengua, que nunca agradeceré lo bastante haber aprendido, conociéndome a mí mismo y reaccionando a la aventura de lanzarme a este viaje de aprendizaje en mi vida. Llevaba varios meses allí, y una vez acostumbrado poco a poco a los diferentes horarios británicos, ya instalado en mi puesto de trabajo en la Isla de Wight, y aventurero como soy, cada día ganando un poco más de confianza conforme más facilidad iba teniendo para expresarme, me dije que en mis días libres iba a ir visitando la Isla, iba a ir lanzándome más y más poco a poco, iba a ir al cine a ver alguna película, para ir percibiendo como cada vez me costaba menos entender la práctica totalidad de las mismas, y poder disfrutar más en aquel lugar de una de mis pasiones, el cine.

Y allá por el mes de mayo de aquel año, una película en particular llegó a la cartelera, un film que nunca olvidaré por más años que pasen, un mes de mayo, un lunes precioso con un sol radiante y una aterciopelada brisa que invitaba a salir de la oficina y olvidarse de las rutinas diarias, me encamine a Newport, la capital, para visitar el complejo de 18 salas de cine de la ciudad, y ver esa película con Keanu Reeves y Charlize Theron, que se estrenaba aquella semana, y que me suscitaba buenas vibraciones, ante lo que según el tráiler, se intuía una historia llena de humanidad y buenos sentimientos. Pero aquella película significó mucho más, aquel film hablaba sobre una persona que estaba perdida, una persona que encontró el camino a seguir tras haber dado los pasos equivocados durante mucho tiempo, una persona a quien el amor cambió, quien se convirtió en un ser humano mejor gracias a haber conocido a una mujer maravillosa, a una persona, con la que haber cruzado los caminos no era sino una bendición, sentía que había conocido a un ángel, pero de repente lo perdió para siempre.

Esa película era Noviembre Dulce, y aunque no fuera la intención del guionista, del director o de los intérpretes, esa historia hablaba de mí, me reflejaba, e hizo que me identificara como pocas veces lo voy a hacer de nuevo, con su protagonista, ante las disyuntivas que le presenta la vida, reaccionando a tiempo para convertirse en una mejor persona de lo que ya era, para finalmente perder a quien había sido el detonante del cambio, por una tragedia del destino. Mi mes no es noviembre, pero como Nelson Moss, yo también conocí a Sarah Deever, y no hay día que no te recuerde, y te dé las gracias, desde lo más profundo de mi corazón. Siempre me acompañarás, siempre estarás ya conmigo, gracias mi amor, te quiero y te querré siempre.

Sweet November, una Obra Maestra de Christopher Young,
la historia de un amor con fecha de terminación,
pero un amor que superará las barreras del tiempo

Sweet november imagenCada vez que veo la película, y lo he hecho sólo en dos ocasiones más desde entonces, por encima de la dirección de actores (Keanu Reeves y Charlize Theron están magníficos en su humanidad y en sus defectos), por encima de la puesta en escena, y por encima del trabajo de su director, un Pat O’Connor realizando uno de sus mejores films, destaco y me quedo con la partitura, que llena de sentimiento, de capas, y capas de implicación emocional y belleza lírica, nos regala un Christopher Young, una vez más, en estado de gracia.

Lo frustrante es sin embargo, que esta composición se encontraría inédita, pues no está editaba oficialmente por ningún sello discográfico (al contrario que por ejemplo un disco con canciones, que en muchos casos, y para variar la tendencia, y estoy siendo irónico, ni aparecen en el film, o lo hacen unos breves segundos), de no ser por la atención que su compositor nos dedica desde siempre a los aficionados, produciendo un Cd Promocional para dar a conocer y hacer más fácil que se pueda disfrutar de este trabajo. Y debo agradecer personalmente al Sr. Young por su amabilidad al hacerme llegar esta obra y regalarme el citado Cd de Sweet November. Por ello, infinitas gracias, pero ello no es el motivo de que está reseña sea valorada con una alta puntuación, lo es el sentimiento, el alma y el corazón a un tiempo, que se han puesto en su creación. Que instantes tan emocionantes musicalmente, cuyo resultado al escucharlos no sea otro sino tu cara surcada en lágrimas ante la belleza de la música, no merece sino esa citada valoración.

Momentos musicales como “Advents”, con esa pequeña formación orquestal, limitada al piano, el cello, el violín y un sutil acompañamiento, con esas notas en cadencia dulce, esa melodía llena de tanto sentimiento, esa cadenza pausada y sentida, haciéndonos partícipes del dolor, pero también del hermoso interior de un ser humano maravilloso, no puede catalogarse sino de regalo. En “A Woman’s Mystery”, el compositor nos desliza otra melodía inolvidable para introducir el momento de la historia en que Sarah ve descubierto ante la insistencia de Nelson, su secreto, instante en que la música describe de manera maestra a una mujer que se encuentra en una encrucijada en la vida, una persona que sabe abandonará pronto este mundo, y desea entregarse a él habiendo hecho todo el bien que pudiera antes de dejarlo. El piano contrapunteado por las cuerdas nos llevan a comprenderla, a entender sus motivaciones y a ser este personaje, y emocionarnos hasta el límite con su decisión (bellísima la entrada de la flauta precedida del arpa y el desarrollo melódico posterior).

La intensidad emotiva no nos suelta por un segundo al encontrarnos con el leit motif que se nos muestra en “Faith Keeping”, guiado por violín solista primero, y más tarde cello y piano, la inevitabilidad del destino, obtiene consuelo en la esperanza, una esperanza de saber ya a ciencia cierta, que el camino de nuestra vida, gracias a esa persona que nos hizo mejores, ya nunca será igual, para bien.

Christopher youngSin embargo, Young sabe conseguir momentos llenos de diversión y comedia en la trama, regalándonos piezas pimpantes y retentivas como las cuerdas para el corte que da título al film, “Sweet November”, donde los violines en sus registros más agudos nos hacen mover los pies al ritmo de una pegadiza melodía, con piano y percusión acelerando el ritmo de manera impecable, o la pauta jazzística de “It Was Whatever Was It”, muy a la American Beauty de Thomas Newman, en su exotismo y percusiones variadas, sin dejar de destacar la alegría de vivir que contagia el juguetón “Candy Cane”, a base de campanillas, piano, contrabajo y cuerdas, con el cello ofreciéndonos un tour de force musical.

Y es a la conclusión, cuando en el film ya conocemos los motivos y sabemos cuáles son las decisiones que se van a tomar y el objeto de las mismas, cuando los sentimientos se desbordan y la música logra el milagro, no siempre obtenido en la mezcla perfecta entre música e imagen, del equilibrio total. Un pequeño exceso de dramatismo hubiera exagerado la conclusión, pero Young, matiza hasta el arabesco con su música las sensaciones de dolor y sentido de pérdida de los personajes, en contraste por la felicidad que compartieron y que ya siempre estará con ellos, conocerse les hizo mejores, y el camino mereció la pena. Y el compositor lo fusiona en su medida adecuada con la belleza contenida de “If Only She Could Live Forever”, “Tears of Angels” y la esperanza de “Life’s Miracle”.

Sarah y Nelson están ya en nuestros corazones, y asimismo, la música de Christopher Young está ya para siempre con ellos, recordándonos su viaje, su particular historia de amor, y cómo aún es posible encontrar la generosidad y un espíritu abierto en otro ser humano, cómo nunca se debe renunciar a cambiar y mejorar, que aunque no nos demos cuenta, la vida nos lleva, y no somos nosotros quienes conducimos a los mandos de la misma.

Y cuando las últimas notas del tema final de la composición se van apagando y la partitura concluye, leemos el título del track, Life’s a Miracle, y sentimos que pocas palabras hay más acertadas para definir la historia del film, de los personajes y de la composición musical que los acompaña. Quizá nunca haya que perder la sensación, de que cada nuevo mes que empieza pueda ser, nuestro Noviembre Dulce.

Imagen Sweet novemberLo mejor: La belleza extrema de los pasajes descriptivos del personaje de Sara, y cómo la música es un elemento fundamental para saber que un objetivo hermoso se oculta tras los actos de la chica, y para que como Nelson, nos vayamos enamorando paulatinamente de ella. Christopher Young crea uno de los leit motifs más preciosos de su carrera, “Advents”, y la película gana enteros gracias a ello.

Lo peor: Que no se haya editado oficialmente esta extraordinaria partitura (tan sólo existe un promo producido por el propio compositor muy difícil de encontrar), y que en el film tenga que hacerse un hueco entre infinidad de canciones, que, excepto en el caso del sublime “Only Time” de Enya, no llevan a ningún sitio.

El momento: Tres, la definición musical de Sara a través de los solos de cello de “Advents”, que te ponen un nudo en la garganta, la dulzura melódica absolutamente subyugante de “A Woman’s Mystery”, y el crescendo dramático del lírico “Tears of Angels”, arrebatador y me quedo muy corto.

Para I., mi Sarah.

Asier G. Senarriaga.

 
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