Taken

Compositor: Karpman, Laura
Año: 2002
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 45:34

¿Y quién es Laura Karpman?

Laura Karpman siempre tuvo muy claro que su futuro profesional estaría ligado al mundo de la composición. Ya desde la tierna edad de siete años era un auténtico prodigio, llegando a componer varias piezas para piano y orquesta, y reclamando la atención de los mejores, que vieron en ella un precoz diamante en bruto, al que había que guiar por el camino de la música.

Laura creció componiendo e interpretando partituras clásicas, estudiando con la legendaria profesora Nadia Boulanger, y recibiendo su Doctorado por la prestigiosa Universidad Neoyorquina de Juilliard bajo la tutela del renombrado compositor Milton Babbitt.

Tras una década de éxitos en New York componiendo música para el teatro y piezas de concierto (sus obras han sido interpretadas en el Carnegie Hall, el Lincoln Center o el Tanglewood Film Festival), Karpman fue invitada a participar en el Sundance Film Scoring Workshop, donde colaboró con entre otros, David Newman, Dave Grusin o el mítico David Raksin, y empezó a interesarse por los avances de la tecnología para el futuro de la música, los equipos informáticos, la electrónica y los sintetizadores.

Una vez completada su mudanza a Los Angeles en 1989, se estableció rápidamente como compositora de cine y televisión, obteniendo sus primeros trabajos iniciada la década de los 90, destacando sus influencias jazzísticas, su aprendizaje clásico y su dominio de la música étnica y del mundo, que le acabarían reportando nada más y nada menos que, 4 Premios Emmy.

Entre sus composiciones más destacadas encontramos el multipremiado telefilme "Prime Suspect" con Bridget Fonda y Kiefer Sutherland, su participación en la primera co-producción americana con China "Arrow Entertainment´s Restless", el film de Charles Burnett, con James Earl Jones y Lynn Redgrave, "The Annihiliation Of Fish", el debut en la dirección de Kathy Bates "Dash & Lilly",  la miniserie "A Woman of Independent Means" con Sally Field, "Doing Time On Maple Drive" con Jim Carrey, o finalmente su reputada labor para las cinco temporadas de la serie documental "The Living Edens". Serie que analiza las diferencias Medioambientales que existen en nuestro Planeta, y que le conseguiría sus 4 Premios Emmy y un creciente prestigio en la televisión americana.

Quizá el que "The Living Edens" fuera un programa "inusualmente seguido" (para un documental, se entiende) en Estados Unidos y que uno de sus espectadores fuese un tal Steven Spielberg, fuera una bendición para su carrera. Pues como productor, justamente estaba a punto de dar el pistoletazo de salida a una ambiciosa serie de televisión, con ansias de convertirse en la miniserie definitiva sobre la historia de las abducciones extraterrestres en América y una referencia de calidad para la pequeña pantalla.

Laura Karpman iba a ser la encargada de componer la partitura para la totalidad de la serie, y el voto de confianza iba a ser aprovechado, estábamos listos "to be Taken"...

Steven Spielberg en la producción, garantía de calidad. Taken, La Serie

El productor y guionista Les Bohem, amigo y colaborador de Spielberg desde finales de los ochenta, tuvo una idea tras observar una serie de ciencia-ficción que no llegó a tener mucho éxito en la televisión americana, pero que obtuvo una gran atención por parte de una minoría de aficionados, que la convirtieron en un fenómeno de culto. Su título era Dark Skies (en castellano Cielo Negro), y su argumento la historia de como una conspiración entre el gobierno americano y una raza de extraterrestres había sido la causa de los acontecimientos mundiales más importantes de la segunda parte del Siglo XX (asesinato de los Kennedy, Vietnam, la bomba atómica...).

Como ven, este precedente de Expediente X, iba a dar origen a la semilla de lo que tras una investigación y documentación exhaustiva de la historia oculta tras los avistamientos y apariciones de OVNIS, las narraciones de presuntas abducciones y presencias de seres alienígenas e investigación sobre la famosa y mítica Área 51, iba a conformar la historia de la relación América-Extraterrestres a lo largo de los últimos cincuenta años del S. XX. Una historia guiada por las vivencias de tres familias y sus descendientes durante este período, y cómo la presencia de seres del espacio exterior transformó y cambió sus vidas, para siempre. La historia de Taken.

Con Steven Spielberg en la producción junto a Les Bohem, éste en el guión de la totalidad de sus más de quince horas de duración, un rodaje a lo largo y ancho de Estados Unidos y Canadá, y una partitura original que suponía la gran oportunidad para Laura Karpman de darse a conocer al gran público, la audiencia se preparaba para... conocer la verdad, por fin.

De cómo fuimos abducidos por Laura Karpman

La petición de Les Bohem a la compositora para conformar el mundo musical de Taken, era poco menos que inmensa y prácticamente inabarcable. Como bien indica en la carpeta del CD de la edición de Varese, a Karpman se le pidió no sólo reflejar cada momento histórico o década en que transcurre la historia con su música (que el espectador se ubicara de inmediato en el instante dentro de la Historia con mayúsculas, sin necesidad de letreros explicativos, aunque los hubiera), sino proporcionar a la vez, la épica, la melodía al estilo "Americana" que reflejara el amor a su país y a su tierra, y la confluencia de sentimientos de los personajes. La definición de su dolor, su pasión, sus triunfos, sus sueños y conquistas, todo ello en un contexto de belleza y sensación de pérdida, que debía ser transmitido por la composición.

El viaje comienza con la entrada de celesta, piano, timbales y metales en la breve pero lírica obertura que proporciona el "Main Title", de una melodía de cristalina armonía y contagiosa emoción, incluso desde su primera escucha. Atentos a los segundos finales con una bella aparición de la flauta.

Desde ese instante Karpman se ciñe a lo que la historia le pide en cada momento. La acuciante percusión, la inquietud y la urgencia hecha música de "Spaceship" por ejemplo, que acusa reminiscencias de las técnicas de Jerry Goldsmith para los temas de acción en su uso percutante del piano y los elementos percusivos (ver ocasionales golpes de este instrumento y el crescendo de las cuerdas y los timbales conforme la tensión aumenta), o la definición musical de los trucos de los extraterrestres para abducir a sus víctimas, en "Artemis", con una orquestación muy particular a base de viento y piano, que pasa de definir el desasosiego a mostrar la inocencia con una facilidad pasmosa: una diáfana y retentiva melodía de carácter contagioso y despreocupado se nos abre como una planta carnívora ofrece la belleza de sus pétalos, para después mostrarnos la oscuridad y las aviesas intenciones tras ella. Todo ello brillantemente expuesto musicalmente por Karpman.

Los extraterrestres por ejemplo nos son definidos por la compositora dependiendo del grado de presencia en pantalla que obtengan. En el crescendo orquestal desplegado en "Implant Mania" a la orquesta se le une un coro de voces distorsionadas representando a éstos, que de forma creativa ayuda a difuminar si su primera aparición será una buena noticia o todo lo contrario. Finalmente, tras un crescendo cuasi-místico de cariz apocalíptico, al que se incorpora sintetizador, timbales y órgano, el tema concluye con un lirismo pastoral a las cuerdas, con el violín en primer término, según la primera víctima de las abducciones regresa a casa.

La acción toma el liderazgo, unos herrmanianos violines y el poderío sinfónico nos acompañan según la conspiración se fragua, y alguna sorpresa nos va señalando el camino que tomarán los acontecimientos, "Romans". El lirismo en la cadenza de la interpretación y la delicada orquestación nos llevan a la belleza del descubrimiento de la nave extraterrestre (destacado uso in crescendo de la celesta a la que la orquesta en su totalidad se va uniendo progresivamente), "Mothership Arrival".

Los momentos dedicados en la historia a las familias protagonistas y sus relaciones de amor, pasión, odio o venganza también obtienen su correspondiente representación en la partitura:

- El Broughton-iano desarrollo de "To The Rescue" por ejemplo, nos lleva en volandas durante su desarrollo a la rendición más bella y clásica del tema principal (atentos a partir del minuto tres para comprobar el dominio de la masa orquestal de Karpman y su capacidad de lograr hacernos olvidar que estamos escuchando música para hacer que sintamos con ella, explicándonos con claridad a los personajes, logrando que entendamos lo que están sintiendo, y que nosotros lo sintamos con ellos).

- Las relaciones del personaje en que desembocan todas las historias de la saga, Allie (una brillante Dakota Fanning) con su madre, a través del violín, las cuerdas y los metales de "Ride", o el intimismo del "Lisa´s Baby",

- En contraste con la original percusión y el ‘pathos' trágico de "Tom´s Revenge", donde la compositora realiza su aproximación menos convencional de la partitura, a la definición de personajes (atentos a partir del 2:10, a su originalísima orquestación para el personaje de Owen y sus recuerdos imposibles de olvidar, cuando Tom culmina su venganza).

- El fin de este personaje, que a pesar de ser el villano por sus actos de la serie, es quizá el más débil, no puede por menos que hacernos sentir piedad en su final, "Truth Kills Owen", o cómo el destino termina alcanzándonos a todos. Karpman lleva a cabo en este tema un antecedente de la partitura de James Newton Howard para Señales, en su empleo de una serie de notas (en este caso siete), que usadas repetidamente van dando lugar a una estructura que va creciendo de forma obsesiva hasta culminar de manera catártica entre reverberaciones sintetizadas y percusiones cada vez más acentuadas.

- Allie obtiene uno de los instantes más inquietantes de la partitura ("Lift Off"), para acompañar sus premoniciones en forma de sueños, que van adquiriendo cuerpo a la par que la música va aumentando los miembros de la orquesta en el desarrollo melódico. Presentando a partir del 1:30 el tema secundario destinado al poder extraterrestre de la niña. La idea es que conforme éste se va haciendo más y más real en la serie, el tema se va haciendo más y más sinfónico. Quede como ejemplo del tratamiento musical hacia este personaje, el contraste entre relajación y tensión del "Allie´s Fire", el carácter premonitorio, a modo de profecía, de la música en el "Lisa´s Baby", o la tensión ante su futuro incierto en "Chasing Allie" a base de pizzicatos a las cuerdas, campanillas y percusión in crescendo (atentos a partir del minuto al ritmo del tema).

- Mary, con la mística de su resolución en "Mary´s Dream", a partir del 1:48. Tras la entrada de los timbales, la profecía de la unión entre un humano y un extraterrestre y la unión de las razas a través de su fruto, Allie, se anuncia con la esperanza de la paz entre los mundos.

Y ya con todas las bases, todos los detonantes, todas las causas y consecuencias conocidas, es cuando el objetivo final nos es mostrado, y los cincuenta años de interacción humana y extraterrestre llegan a una conjunción, con Allie como clave que hará que todo tenga sentido.

Es entonces cuando el viaje musical de Laura Karpman encuentra su cenit (atentos a partir del 1:43 del "Allie´s Miracle"), cuando todo los temas y estructuras creadas confluyen, y la emoción surge al tener una visión clara del plan global y entendemos hacia donde se encaminaba todo desde el principio:

"Allie is Gone", como perfecta coda, de un misticismo y lirismo abrumador, resolviendo una partitura de la mejor manera posible, y proporcionando un broche final en el que el tema de Allie y su poder se torna de ominoso a esperanzador, en una mixtura con el tema principal antológica, logrando que comprendamos que el tema del poder extraterrestre al unirse al del ser humano, de como resultado..., la esperanza.

Un final, ¿o quizá un principio?

Como señalábamos anteriormente, la  definición musical de todas las peticiones de Les Bohem era una tarea cuando menos, ardua y complicada, que Laura Karpman afrontó con convicción y entrega. Una vez concluida su labor, nada mejor que las palabras de su productor y guionista para reflejar los resultados de su trabajo:

"Lo que pedíamos a Laura era algo imposible. Necesitábamos veinte horas de algo imposible. Pero Laura lo logró. Su partitura para Taken es épica, Americana como la que más, llena de sueños y ganas de perdurar, y de un sentimiento de belleza y pérdida (tal como nosotros le pedimos).

Si Taken funciona a cualquiera de los niveles que yo siempre desee que funcionara, es en gran medida a la hermosura y brillantez del trabajo de Laura".

No creo que sea necesario decir más, tan solo que esperamos los próximos trabajos de esta, ya, gran compositora, con expectación, deseando que se asiente en el lugar que se merece dentro de la industria, un lugar al que lamentablemente cada vez es más difícil acceder.

Lo mejor: Que esta obra nos sirva para conocer el talento de Laura Karpman, y nos ponga en el mapa a esta doctorada en Juilliard y ganadora de nada menos que 4 Emmys. Lo variada de una obra con un tema principal memorable (“Main Title”), una gran capacidad melódica (“To The Rescue”), inspirados motivos de suspense y/o terror (“Tom´s Revenge”), una gran creación de atmósferas (“Mothership Arrival”) y un fuerte talante sinfónico.

Lo peor: Que sea precisamente Taken la única partitura de esta compositora que ha llegado al gran público internacional en formato discográfico, y su nombre no nos diga mucho, aún.

El momento: Cada vez que aparece el emocionante y precioso leit-motif que conforma las bases del “Main Title”, y el instante en que la trama junta finalmente a todos los personajes en un mismo lugar, para que asistan a la partida de Allie. La música en una conjunción casi sobrenatural con las imágenes literalmente nos implica, sobrecoge, emociona, y finalmente abduce (la Suite “To The Rescue”,“Allie´s Miracle”, “Allie´s Gone”). Hemos sido Taken.

Datos Biográficos sobre Laura Karpman obtenidos del archivo de SoundtrackCollector.com.

Asier G. Senarriaga