The Good Son

Título en español: El Buen Hijo
Compositor: Bernstein, Elmer
Año: 1993
Distribuidora: Fox Records
Duración: 44:55

En 1993, un año antes de mandar su carrera cinematográfica al carajo, de echarla al retrete y tirar después de la cadena dos o más veces, Macauly Culkin (bueno, más bien su padre, representante y tesorero explotador) aún tuvo tiempo de dejarnos en el recuerdo que el pequeño pícaro que nos encadilaba en "Solo en Casa" y su secuela, podía ser mucho más que el travieso pero de buen corazón Kevin McCallister o el tierno e inocente chaval de "Mi Chica". Y así decidieron dar un giro radical a su actitud, y pasar de despertar todas las simpatías del mundo con sus travesuras a resultar el ser más odioso y repulsivo sobre la faz de la Tierra. En "El Buen Hijo", Culkin interpreta a un pequeño bastardo sociópata, Henry Evans, capaz de lo peor con tal de salirse con la suya, en su último buen papel hasta la fecha (porque de "Richie Rich" o "The Pagemaster", ambas del año siguiente, 1994, mejor ni hablamos).

En ningún momento se pretende que el espectador se apiade o sienta un mínimo de simpatía por el personaje, más bien todo lo contrario, incluso se le contrapone al personaje de su primo, Mark (interpretado por un Elijah Wood en plena carrera ascendente, todo lo contrario que Culkin), personificación de la bondad e inocencia más absolutas e inocuas. Mark, recién huérfano, pasa a vivir bajo la custodia de su tía, y enseguida será bien aceptado por Henry, deseoso de encontrar un compañero de juegos a su altura, con el que compartir todas y cada una de sus travesuras. Travesuras que, bajo el tamiz de la historia que se nos presenta, rápidamente pasan de lo divertido a lo maquiavélico, y Mark acabará siendo consciente de que su primo es un mal bicho, del que le conviene estar lo más alejado posible, por su propio bien y seguridad.

Este enfrentamiento entre el bien y el mal, entre bondad y maldad, se ve perfectamente plasmado en la forma en que Elmer Bernstein afronta la banda sonora. El score se centra básicamente en torno a un mismo tema principal, entre inocente y melancólico, que rápidamente asociamos al personaje de Mark. Un bello tema que se nos introduce a piano en la primera pista, "The Good Son", y que Berstein desarrolla para transmitirnos los sentimientos del personaje, desde la alegría y el optimismo de "Mark Arrives" hasta la nostalgia de pistas como "The Funeral".

Y como contratema, encontramos un conjunto de notas sinuosas y oscuras, en pistas como "Evil", "Dark" o "Threat" (con unos títulos que ya lo dicen todo), con las que Bernstein define al antagonista, Henry. Ni siquiera en la música encontramos un atisbo de bondad, un motivo para sentir simpatía hacia el personaje, tan claro es el papel del mismo en la historia. Es más, la música acrecienta la siniestra simetría que encontramos en todo esto: cuanto más cruel demuestra ser Henry, con mejores ojos vemos a Mark. Y cuanto más inocente se muestra éste, peor nos cae su primo.

En cuanto al resto de la partitura, Bernstein la adereza con su maestría habitual. No faltan sus habituales Ondas Martenot, con la colaboración de su siempre fiel Cynthia Miller. Para el recuerdo quedan escenas como la del perro ("Dog Chase" y a continuación "Killing the Dog") o la del Señor Autopista ("Mr. Highway"), que Bernstein modela inicialmente como si de travesuras infantiles se tratarán, para pasar a darles un tono más oscuro cuando las verdaderas y aviesas intenciones de Henry salen a la luz. Especialmente intensas son también las partes de más acción, en el puro estilo Bernstein, con sus metales y la percusión con palillos, en temás tan dramáticos como "Skating & Drowning", o el definitivo "The Cliff". Pero no todo va a ser oscuridad en la partitura, las pistas "Rocks & Rails" y "End Credits" nos ofrecen unos momentos más joviales y optimistas.

No cabe duda de que Elmer Bernstein pertenecía a esa casta de compositores a los que no les puedes encontrar una mala obra, sólo grandes y menos grandes. "The Good Son" puede pasar desapercibida para una mayoría, pero encierra un trabajo más que convincente por parte del maestro.

Lo mejor: Disfrutar de esta pequeña joya de Bernstein, todo un tesoro escondido.

Lo peor: Catalogar "The Good Son" como una obra "menor" del compositor.

El momento: Dos puntos álgidos de la partitura, por dramáticos, son "Skating & Drowning" y "The Cliff". Si por el contrario queremos quedarnos con el mensaje más optimista, "Mark Arrives" y "End Credits".

Bac Hylon