They live

Título en español: Están Vivos
Compositor: Carpenter, John & Howarth, Alan
Año: 1988
Distribuidora: AHICD 002 – 20th Anniversary Limited Edition of 1000 Units
Duración: 61:12

“Cualquier película menor de John Carpenter es mejor que la mejor película de la filmografía de algunos directores” - palabra de todo aficionado a John Carpenter (te alabamos señor).

They Live es un trabajo menor del Maestro Supremo del género del Terror, el director que mejor ha entendido el mundo del horror y que ha sabido, como nadie, conjugar humor negro, fantástico y terror con guiones inteligentes y bien hilvanados, sin rozar ni un gramo el ridículo y siempre con buen gusto y elegancia, incluso cuando el proyecto en el que trabajaba se alejaba de su universo creativo, como Memoirs of an Invisible Man (curiosamente la mejor, por no decir la única, interpretación de Chevy Chase).

Como artesano que es, Carpenter dirige, escribe (con el pseudónimo de Frank Armitage, personaje literario de Lovecraft de El Horror de Dunwich, algo que no es ajeno en su filmografía, y que ya hiciera en Prince of Darkness donde firma como Martin Quatermass) y compone la música, con su colaborador habitual, Alan Howarth, con quien ya trabajara en Prince of Darkness o 1997: Escape from New York entre otras.

Consume, Obedece,… Critica el Capitalismo como Sistema Perfecto

John Carpenter, hoy por hoy, es el mejor director de cine de terror, y diría que de lejos. Un artesano de los que ya no quedan, con su particular toque para generar y transmitir tensión y horror (historias de personas sitiadas por el mal, provenga del ser humano, como Assault on Precint 13, de fuerzas infernales, como en Prince of Darkness, o de fantasmas carniceros extraterrestres, como Ghosts of Mars).

Pero además, y a veces es el detalle de calidad en muchas filmografías, está el sentido crítico que destilan muchas de sus películas, siempre sin intentar aleccionar, sino poniendo de manifiesto que el ser humano es ruin y mezquino, como éste They Live o ese final de Escape from L.A. (“Cuanto más cambian las cosas, más siguen iguales” – Snake Splisken Dixit).

John Carpenter ha conseguido diseccionar como nadie muchos aspectos de la sociedad actual, y en especial, el de la americana. Por ejemplo, Halloween, una de las más celebres películas de Carpenter, uno de sus mayores éxitos comerciales y críticos, y una de las películas más terroríficas de la historia del cine (sin apenas una gota de sangre ni sustos efectistas), constituye una puñalada hasta lo más profundo de la sociedad americana, rompiendo esa idílica comunidad de vecinos donde nunca pasa nada, llena de inocencia y tranquilidad.

They Live es otro ejemplo de cine carpenteriano, lleno de crítica y conciencia social, una auténtica puñalada al capitalismo, todo ello envuelto en un argumento clásico de ciencia-ficción, donde Carpenter presenta a la raza humana sometida a una raza extraterrestre que ocupa las clases sociales superiores, dirigiendo y ordenando a su antojo.

Ésta dicotomía encierra una crítica a las clases sociales, donde las clases bajas son oprimidas y explotadas por las clases altas, enmascaradas por los extraterrestres (y es que a veces da que pensar sin nuestros políticos no serán marcianos, como el caso George Bush, o de algunos de la fauna propia y autóctona de nuestro país, sin distinción de bandera ni partido).

            Es curioso, y mucho, el reparto de la película, en especial el rol protagonista, interpretado por el luchador de pressing catch Roddy Piper, quien interpreta a un forastero llamado Nada que llega a la ciudad de L.A. buscando trabajo, y lo encontrará en la construcción, donde conocerá a Frank, interpretado por el actor Keith David, quien ya colaborase con Carpenter en The Thing, y con otras películas en su haber como Platoon, Pitch Black o The Puppet Master.

Frank lleva a Nada a Justiceville, un asentamiento de pobreza en las afueras de L.A., donde algo extraño pasa en una Iglesia cercana al campamento donde pasan las noches, y donde una serie de extraños anuncios, que interrumpen la programación televisiva, alertan a la humanidad que está siendo sometida a una raza de invasores alienígenas, enmascarada en las clases sociales superiores.

Una noche, una redada de policía (un gran momento en la película, una escena de represión policial tan propia de los días de hoy) destroza gran parte de las chabolas y capturan a gran parte de la congregación de la Iglesia, desde donde provenían los extraños mensajes televisivos.

Nada encontrará unas gafas en la Iglesia, y al ponérselas descubrirá que el mundo no es como lo pintan: comenzará a ver la verdadera realidad, una realidad en blanco y negro, donde descubrirá dos tipos de personas, las normales, y los extraterrestres, controlando a la raza humana mediante mensajes subliminales (Consume, Obedece, No Pienses, Cásate y Reprodúcete,…) a lo largo y ancho del mundo, en carteles, anuncios, periódicos, libros,…

Por el camino conocerá a Holly Thompson, interpretada por Meg Foster (Leviathan, Masters of the Universe, Shrunken Heads), a quien pedirá ayuda para huir de los extraterrestres, aunque finalmente, Nada encontrará apoyo en Frank (no sin antes varios problemas) y juntos tratarán de abrir los ojos a sus congéneres y mostrarles la verdadera realidad que les rodea: unos extraterrestres que controlan todas las esferas sociales y cuyo objetivo es tratar a la Tierra como una fuente de Recursos Naturales a explotar hasta que se agote.

Carpenter basa su película en la combinación de la historia corte de Eight O’Clock in the Morning de Ray Nelson (un relato de sci-fi publicado en los años 60) y la historia Nada, de un cómic llamado Alien Encounters.

Como siempre, la dirección es acertada, con pulso y ritmo, y con todos los elementos propios del cine carpenteriano, mucho humor negro (el epílogo final es reflejo de ello), mucha chulería y personaje duro (Roddy Piper representa el típico rol de personaje duro de las películas de Carpenter) y homenajes por doquier (desde el nombre del guionista ya comentado hasta la pelea de “ponte la gafas”, claro homenaje a The Quiet Man).

Y tenemos al tándem Alan Howarth y John Carpenter repitiendo fechorías en un score que fue nominado al Saturn Award en el año 1990, además de mejor película de ciencia ficción en el año 1989 al International Fantasy Film Award a la mejor película.

John Carpenter & Alan Howarth – Menudo Tándem

La asociación de ambos nacería en al año 1981 con Escape From New York (1997: Escape de New York), clásico del fantástico de los años 80, y una de las mejores películas de John Carpenter. Juntos compondrían uno de los mejores temas principales tanto del dúo como del cine Carpenteriano, que revisitarían en el año 1996 para Escape from L.A. (2012: Escape de L.A.).

Todd Ramsey, amigo de Howarth, le presentó a Carpenter allá por al año 1980 como compositor y como diseñador de sonido, recién salido de trabajar en Star Trek, the Motion Picture. Howarth y Carpenter se reunieron en casa del primero, y surgió la chispa. Carpenter le dijo una de esas frases tan suyas cuando comenzaron a trabajar juntos: “Solo hay una regla a seguir,… no hay reglas”. Para Alan Howarth fue una experiencia maravillosa, y juntos compusieron temas realmente memorables, especialmente el de Snake Splisken.

Escape from New York comenzaba a definir y rematar el modelo musical de John Carpenter, y Alan Howarth colaboró en ello. Carpenter ya había comenzado a aplicar su peculiar estilo, música sintetizada y teclados, para sus anteriores películas (ese desmadre que es Dark Star, y las maravillosas Assault on Precint 13 y Halloween).

El comienzo de su colaboración reportaría otros trabajos memorables, como Christine (1983), el coche asesino de Stephen King, donde ambos supieron darle ese tono oscuro y misterioso que necesitaba el coche en combinación con las maravillosas canciones de Rock and Roll de la época, o esa juerga padre, llena de aventuras y grandes golpes de humor que es Big Trouble in Little China, un fracaso en taquilla de Carpenter que sin embargo reportó un gran score y una película que hoy es objeto de culto, en su día incomprendida (como gran parte del cine de Carpenter).

Un año después, en 1987, ambos volverían con Prince of Darkness, para el que escribe, una de las mejores películas de Carpenter, y uno de sus mejores scores, donde ambos compusieron un trabajo terrorífico. Fue el retorno de Carpenter a la serie B tras el fracaso de su anterior película.

Luego llegaría el año 1988, su última colaboración (si exceptuamos la segunda parte de las aventuras de Snake Splisken, donde Howarth figura como coautor del tema central), con They Live, objeto de estudio. Ésta colaboración supondría su única nominación conjunta para los Saturn Awards.

Fuera de la filmografía de Carpenter, destacar que ambos colaboraron en la secuelas Halloween II y Halloween III, una de sus mejores composiciones, un clásico de culto de los años 80 de la serie B a nivel musical, recientemente reeditada por el sello de Howarth con material adicional en una edición limitada de 1.000 copias.

En cuanto a la obra en solitario de Alan Howarth, ha estado casi siempre entroncada a la serie B (casi Z…), con obras como The Dentist (1996) y su secuela, Children of the Living Dead (2001), varios trabajos más para la saga de Halloween, Retribution (1987) o The Lost Empire (1985), éstos dos últimos editados por Silva Screen en un único compact, y comprenden una buena muestra del oficio de éste compositor (un trabajo que me costó hace unos quince años la ridícula cifra de 500 pesetas).

Alan Howarth también ha trabajado (y mucho) en el departamento de sonido de muchísimas películas, como Star Trek: The Motion Picture, Escape from New York, The Thing, The Final Countdown, Battle Beyond the Stars, Gremlins, Poltergeist, Star Trek II, Star Trek III, Star Trek V, Star Trek VI, Robocop 2, The Running Man, Total Recall y Stargate, entre muchísimas más, creando sonidos de todo tipo, casi siempre special sound effects. Ahí queda eso.

They Live, the music – Expanded Edition

Prácticamente ilocalizable (y a precios prohibitivos), fue editada en su día por Enigma Records con media hora escasa de duración.

Ahora, en su vigésimo aniversario, podemos disfrutar de una nueva edición cortesía de Alan Howarth, bajo su sello AHI (Alan Howarth Incoporated), con toda la partitura del álbum original (once cortes), más dieciocho cortes que conforman el grueso de la partitura original restante, anuncios comerciales de la película, algún diálogo y versiones distintas a las contenidas en el álbum original.

Es decir, que si te gusta John Carpenter y Alan Howarth, es un momento inexcusable para hacerte con éste trabajo expandido a buen precio, en una edición limitada de 1.000 copias, y ya puestos, añade la reciente Prince of Darkness.

El score, como es usual en los trabajos de John Carpenter desde que comenzara allá por los 70, está basado en el uso de los sintetizadores, que emulan instrumentos, como la armónica o el saxo del tema principal, o creando simplemente ambientes tensos y etéreos.

Sin embargo, son texturas que captan magistralmente la esencia de la película, sin sonar estridentes o fuera de lugar. Éste leitmotiv principal contiene un pequeño deja vu del estilo que impregnaba Prince of Darkness, sobre todo en el ritmo pulsante de los sintetizadores que conforman la melodía de fondo.

El motivo principal lo encontramos en el corte dos, “Coming to L.A.”, donde Carpenter y Howarth nos ofrecen un tema urbano con toques de blues, desenfadado y muy en la línea del cine de Carpenter, con armónica y acompañamiento de saxo, con un ritmo excelentemente marcado, acompañando las imágenes de Nada llegando a L.A. mochila al hombro y buscando trabajo.

Este motivo, como en casi todas las obras de Carpenter, cohesiona el resto del score, ajustándose como un guante a las imágenes a las que acompaña, en variaciones como el “Back to the Street”, “Transient Hotel”, o el maravilloso “Wake Up”, excelente tratamiento del tema principal que funciona como los end credits de la película, el tema más rítmico del score con diferencia, con guitarra eléctrica y acompañamiento de batería.

En “At Message” comenzamos a escuchar el toque misterioso del universo musical carpenteriano, el mismo de Prince of Darkness, una llamada de atención que nos alerta sobre que algo no va bien. Sostiene el tema creando un halo de intranquilidad, con un cierre más abierto y esperanzador, mientras asistimos al amanecer de un nuevo día tras el mensaje televisivo de las fuerzas rebeldes contra la manipulación alienígena.

El score contiene muchísimos pasajes similares a éste, con algún estallido musical como en la apertura del corte “Tv Signal” (uno de los Bonus Track), muy al estilo de algunos que encontramos en Prince of Darkness, pero siempre con criterio y saber hacer, o “Transportation Station” y “Tunnel” (dos Bonus Tracks), con baterías militares y zumbidos sintetizados que inyectan tensión y misterio a las escenas de Frank y Nada colándose en la base alienígena. Son sonoridades ambientales perfectamente ejecutadas, que me provocan fascinación y admiración.

Uno de los Higlights del score lo constituye el excelente “The Siege of Justiceville”. La barriada marginal en la que se encuentran Nada y Frank recibe la visita represora de las fuerzas de seguridad ciudadana (el brazo agresor de los invasores), que comienzan a destrozar las chabolas, aporrear a unos cuantos indigentes y practicar las detenciones de todos aquellos que se refugian en la Iglesia, desde donde la fuerza de rebelión emiten sus mensajes de alerta (el corte uno, “TV Broadcast”, es el perturbador mensaje de alerta radiado desde la Iglesia).

El corte abre de manera misteriosa mientras vemos salir apresuradamente de la Iglesia a la pequeña fuerza rebelde en coches. Es entonces cuando Carpenter y Howarth introducen un motivo de corte amenazador y agresivo de excelente desarrollo (de hecho es el corte más largo del score junto con el “Underground - film version-”), muy rítmico, con un marcado tono militar, para la aparición en pantalla de la fuerza policial, que avanza implacable al unísono de la marcha musical. El toque Carpenter está a lo largo del corte, y de nuevo se nota la cercanía con Prince of Darkness en algunos pasajes.

A la mañana siguiente, Nada retorna a la Iglesia (“Return to Church”), donde Carpenter y Howarth retoman en clave tranquila el tema principal para el momento en que descubre unas gafas en una caja que decide llevarse de la Iglesia.

Acto seguido decide ponérselas y comienza a ver el mundo en blanco y negro, lleno de mensajes consumistas y capitalistas, y a dos clases de seres; los humanos, y los extraterrestres, de aspecto cadavérico. El descubrimiento de tal hecho lo encontramos  en uno de los Bonus Tracks anteriormente no editado, el corte “Sunglasses On”, un corte misterioso que genera zozobra e incertidumbre, con un sampler de la voz de Carpenter diciendo Sleep.

Acto seguido, cuando los extraterrestres descubren que pueden verlo, recibe la visita de dos policías que rápidamente se quita de encima en el corte “All Out of Bubble Gum”, donde tras abatirlos decide huir apresuradamente del lugar, con un motivo rítmico basado en el tema principal.

Nada llega a un banco donde, cual justiciero a lo Charles Bronson, abate a varios extraterrestres y vuelve a la calle (“Back to the Street”), para acto seguido huir de sus perseguidores en un coche de una chica a la que secuestra en el corte “Kidnapped”, donde Carpenter y Howarth recuperan el motivo rítmico del corte seis para la huida de Nada, introduciendo un breve pasaje de baterías militares, el motivo de las fuerzas de represión del corte cuatro, para el momento en el que dos coches de policía y un batallón de policías irrumpen en pantalla tras la búsqueda de Nada.

El corte “Underground” es el que nos conduce a la resolución climática de la película. Carpenter y Howarth abren con un zumbido atonal para reflejar brillantemente el momento en el que Nada y Frank escapan de una embosca mortal de la policía mediante un reloj extraterrestre cuya frecuencia de transporte les conduce a su cuartel general, un portal desde el que pueden viajar a su mundo y radiar los mensajes de dominación alienígena (su “publicidad subliminal”).

Tras unos segundos de misterio, recuperamos el motivo principal con similar desarrollo al del corte seis, pero con otra línea musical dramática, dándole un carácter de urgencia al corte, introduciendo durante el desarrollo del corte las baterías militares sintetizadas que ya nos anticipada en el corte “The Siege of Justiceville” para el enfrentamiento de Frank y Nada contra el ejército que vigila la base alienígena.
 
Entre los Bonus Tracks, tenemos dos diálogos, el corte veintiocho, para el momento en el que Nada discute con Frank para que se ponga las gafas, y el corte doce, con Nada irrumpiendo en el banco para pedir a los extraterrestres que encomienden su alma al señor (ambos cortes de escasos segundos).

También tenemos varios temas comerciales para varios anuncios que tienen lugar durante la película, como el “Car Commercial”, con un toque rockero muy marcado, también todos ellos de escasa duración.

Tenemos varios film version diferentes de los editados en el álbum, y varios temas, todos ellos ambientales, etéreos y misteriosos, realmente conseguidos, pero que funcionan perfectamente en la película de forma ajustada, y que fuera pueden no facilitan una agradable escucha.

Primer Completo del Dúo Carpenter & Howarth… y que sigan

La conclusión final es que ambos compositores, durante los años ochenta, sentaron cátedra en el mundo de los sintetizadores para muchas películas de culto como Prince of Darkness, 1997: Escape from New York o Big Trouble in Little China. Ambos irían por caminos diferentes en los años 90, pero plantaron una semilla musical que supo envolver el cine de Carpenter, prologando su existencia más allá de las imágenes.

La decisión de compra depende de lo que esperes encontrar o  no con respecto a la partitura de ambos compositores. Ante la duda, visiona la película. Pero si te gusta la música de John Carpenter o Alan Howarth, o si no sabes demasiado sobre ellos, pero te gustan las texturas sintetizadas logradas y con calidad, éste es tu disco.

Lo Mejor: El motivo principal, un blues sintetizado made in Carpenter & Howarth.

Lo Peor: La edición completa (una opción para hacerte con un trabajo Out of Print) contiene mucha música adicional que puede ser de dura audición, pero para mi no es problema.

El Momento: Coming to L.A. y el asedio de The Siege of Justiceville.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)