Tracklist:
- Venice (2:29)
- Thief Lord Theme & Chase (1:48)
- Bo's Rescue (2:04)
- Apparition (1:42)
- The Hartliebs (0:43)
- Bo's Theme (1:44)
- Finding the Wing (2:39)
- Confessional (2:50)
- On the Case (2:19)
- Break-In (1:09)
- Bo's Escape (2:04)
- Nun & the Unicorn (2:12)
- Scipio's in Trouble (2:25)
- Hornet's Message (3:05)
- Haunted Island (2:17)
- Victor's Pursuit (2:05)
- Understanding (1:26)
- Extraordinary Contraption (3:36)
- Bo's Revenge (1:31)
- Merry-Go-Round (4:22)
- Orphan Skies (4:06)
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Pues va a ser que no. El "príncipe de los ladrones" no es esta vez ni Robin Hood ni Kevin Costner. La primera pregunta que uno se hace es por qué motivo han titulado en España esta película El Príncipe de los ladrones -que no hace más que confundir- cuando tanto el título original como el del libro en que se basa es "El Señor de los Ladrones". ¿Tema de derechos? ¿El título ya estaba usado? A saber...
Tras este exabrupto inicial, empecemos comentando que El Señor de los Ladrones (Herr der Diebe) es un gran bestseller editorial en el género de la novela infanto-juvenil que hizo millonaria a la alemana Cornelia Funke a partir de su publicación en el año 2000. Aunque la pasión que despiertan sus relatos no alcanza a los libros de J.K. Rowling, no es menos cierto que hay muchos niños que esperan con ansias cada nueva novela, sobre todo en estos momentos en que se espera que en 2007 complete con Muerte de tinta la trilogía comenzada con Corazón de tinta y continuada con Sangre de tinta, una historia mágica en la que el mal contenido en los libros puede cobrar vida gracias a su lectura.
El Señor de los Ladrones relata la historia de dos hermanos huérfanos –Prosper es el mayor, de 15 años, y Boniface (Bo) es el pequeño, de 6- que huyen a Venecia escapando de sus horrorosos tíos, que han adoptado a Bo. Una vez en la ciudad italiana, que su madre adoraba, no tardan en ser acogidos por Scipio, el Señor de los Ladrones, otro adolescente que gobierna un pequeño grupo de huérfanos que habitan un cine abandonado. En el desarrollo de sus aventuras, Scipio recibe el encargo de robar un objeto escultórico de madera, un ala, que resulta ser la pieza que falta para que vuelva a funcionar un tiovivo con propiedades mágicas.
Además del grupo de niños, participan en la historia un detective patético contratado por los malvados e impresentables tíos, un anticuario no menos patético y una pareja de ricachones cuyo fin es volver a hacer funcionar la mencionada atracción de feria.
Pues lo dicho, que El Señor de los Ladrones fue un gran éxito editorial y su paso a la gran pantalla era de lo más previsible. La película es una coproducción entre Alemania, Reino Unido y Luxemburgo y ha contado con la dirección de Richard Claus, una persona con bastante más experiencia en producir que en dirigir y que también se ha encargado del guión.
Hay que puntualizar muy clararamente que El príncipe de los ladrones es una película infantil sin ninguna concesión al público adulto. El humor es absolutamente infantiloide y abunda el recurso de mostrar a los adultos malvados como imbéciles profundos que nada tienen que hacer en su lucha contra los ingeniosos niños. Y como producción cinematográfica de fantasía, no se puede decir que hayan derrochado en efectos especiales. Como valoración global, el conjunto es bastante mediocre, a mi parecer.
Para el reparto, Claus ha utilizado a algún conocido que ya participó en El pequeño vampiro, cinta del año 2000 que él mismo produjo, caso del joven Rollo Weeks en el papel de Scipio, el Señor de los Ladrones, y de Jim Carter, que encarna al detective Victor. Y curiosamente, también a la pareja de compositores de aquella película "vampírico-infantil": Nigel Clarke y Michael Csányi-Wills.
El primero se ha encargado de la parte sinfónica y el segundo de la electrónica y de proporcionar a la partitura mayores dosis de modernidad.
El score se sustenta básicamente en tres motivos temáticos. En primer lugar, tenemos el tema de El Señor de los Ladrones, un leitmotiv dinámico y potente, aderezado con percusión electrónica en ciertos momentos, que se escucha en la primera aparición de Scipio a los hermanos al poco de llegar a Venecia, escena que en el CD encontramos en "Thief Lord Theme & Chase" (escuchar). Melódicamente, me recuerda a aquella canción titulada "Mbube", de aquel músico zulú llamado Solomon Linda, que decía "En la jungla, la negra jungla, dormido está el león...". Pero bueno, el parecido es pura anécdota y el tema está bien. Lo volvemos a encontrar en "Finding the Wind", interpretado con instrumentación moderna –batería, percusión electrónica, toques de guitarra eléctrica, etc- y apenas sugerido en un momento de "Merry-Go-Round".
Sin embargo, más sobresaliente me parece el tema dedicado a Bo, el hermano pequeño, una bonita melodía que expresa la inocencia del personaje, generalmente interpretada con flauta y otras maderas (escuchar) y acompañada en momentos por voces de niños. Su uso en la película se asocia a las acciones de los dos hermanos y a evocar al menor. Sin embargo, aunque su tono suele ser suave y melancólico, como en "Bo's Theme" o en la primera mitad de "Hornet's Message", es también el tema que abre el CD –"Venice"- de forma majestuosa acompañando las primeras y bellas imágenes de Venecia (escuchar).
El tercer tema, utilizado en varias ocasiones, es el del tiovivo mágico, un vals muy propio para atracciones de feria que según la escena adopta sonidos mágicos gracias a los coros, o se convierte en un frenético tema de acción en los momentos finales de la película. Aparece por primera vez en la segunda mitad de "Nun & the Unicorn" (escuchar). Su desarrollo más trabajado lo encontramos en "Merry-Go-Round", que corresponde al clímax del filme, donde se transforma en adrenalínico tema de acción (escuchar), y también tenemos una versión muy italiana –mandolina y tenor de ópera incluidos- en "Bo's Revenge".
Aunque de forma breve, los tíos de Prosper y Bo también tienen su tema en "The Hartliebs", un leitmotiv tan bufo y grotesco como ellos.
Por lo demás, hay mucho corte de misterio en el que se combina la orquesta sinfónica con los sonidos electrónicos, o con guitarras eléctricas –"On the Case"-, consiguiendo atmósferas destacables gracias a la magia de los coros –"Haunted Island"-, o con la utilización de órgano –"Confessional"- como recurso poco imaginativo para la escena que transcurre en el interior de la basílica de San Marco.
No quiero olvidarme, sin embargo, de algún corte de acción también muy conseguido, como es "Victor's Pursuit", y de la canción final titulada "Orphan Skies", interpretada por Howard New, que no está nada mal para los tiempos que corren.
En conjunto, la partitura de Nigel Clarke y Michael Csányi-Wills es de notable, de agradable escucha, con buenos temas y funciona adecuadamente en una película que pasará a la historia del cine -si pasa- con más pena que gloria..
Lo mejor: Los temas principales, especialmente el dedicado a Bo en su primera versión de "Venice".
Lo peor: El infantilismo y la mediocridad de la película provocarán que su score pase al olvido de los justos en no mucho tiempo.
El momento: El clímax de la película, que corresponde musicalmente a "Merry-Go-Round".
Óscar Giménez
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