Tracklist:
- Top Secret! (05:53)
- Love And Resistance (02:23)
- Cedric (05:28)
- Tango Of The Things Unsaid (01:19)
- Medals And Imprisonment (03:26)
- The Potato Farm Siege (03:56)
- The Big Fight (02:42)
- The Torch (04:34)
- Pizza Rock (01:50)
- Nigel's Plan (03:42)
- The Triumph Of The Resistance (05:18)
- Happy Ending (02:48)
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Crítica 1:
Después de que, en 1980, tres locos llamados Jim Abrahams, David Zucker y Jerry Zucker hicieran reír a carcajada limpia a toda la población mundial que se dirigió al cine en manada para ver Airplane!, se preguntaban qué hacer para mantener el nivel de aquella su primera película.
Lo siguiente que hicieron fue producir la serie Police Squad, que viniendo de ellos solo podía ser una versión un tanto absurda de las peripecias que vivían unos defensores de la ley. Viendo el excelente resultado económico de Airplane!, era obligado el ver a estos tres directores enfrascados en un nuevo vehículo de humor absurdo y multirreferencial que confirmase su buen hacer tanto a nivel de crítica como de taquilla.
Los tres eran amantes de las películas de nazis y, por extensión, aquellas que jugaban con los acontecimientos de la segunda guerra mundial. También pensaban que las primeras películas de Elvis tenían su encanto, eran muy malas, sí, pero tenían su encanto. Uno no sabe quién de los tres tendría la idea enfermiza de fusionar esas dos ideas: ¿Por que no meter a Elvis en la Segunda Guerra Mundial?..., y ni cortos ni perezosos se pusieron a trabajar en la idea para llevarla a cabo en su siguiente película. Para el papel de ese pseudo-Elvis contaron con un debutante que luego daría mucho que hablar (aunque ahora pase por horas bajas), Val Kilmer.
Para sorpresa de todos, los tres directores contaron para pequeños papeles con célebres actores de un pasado importante en el drama (algo que chocaba aún más, al enfatizar el sentido absurdo de sus apariciones): Peter Cushing y Omar Sharif.
Y siguiendo la buena experiencia de contar con un compositor "serio", no especializado en comedias, como fue el caso de Elmer Bernstein en Airplane!, volvieron a contar con otro mítico compositor que tampoco estaba especializado en este terreno, sino más bien en la épica histórica. Este no fue otro que el francés Maurice Jarre, una elección que a priori podría parecer poco lógica, pero que metido en faena, despejó toda duda de su elección.
La película fue un desastre en todos los sentidos. La crítica la destrozó, y la taquilla no se comportó como se esperaba, pero, como bien sabemos, el tiempo pone cada cosa en su sitio, y Top Secret! se ha convertido en una película de culto, capaz de entusiasmar a toda una generación que reía sin pausa ante las incontables situaciones absurdas que se sucedían a lo largo de la película.
La suerte que vive una película suele contagiar a su banda sonora, y hasta ahora no hemos podido disfrutar de una edición oficial de la partitura de Maurice Jarre. Varese, en su sello Varese Club, ha decidido que en su última tirada de discos, Top Secret! iba a convertirse en el de más difícil adquisición, limitándose a 1.000 copias y, evidentemente, agotándose el mismo día de salida.
¿Es para tanto? Yo soy el primero en criticar las decisiones de Varese a la hora de decicir aquellos CD que integren su exitoso sello Varese Club, pero en este caso puedo confirmaros que estamos ante una sabia decisión.
La partitura de Jarre se mueve por el mismo estilo que estableciese con sus dos obras capitales, Lawrence de Arabia y Doctor Zhivago, pero sin dejar de meter alguna que otra coña musical, como utilizar un breve apunte de su tema principal para Doctor Zhivago en el corte "Cedric", con la aparición en escena de Omar Sharif, o de utilizar La Marsellesa en "Happy Ending". Jarre deja de lado el sintetizador que tanto utilizó en esa época, en partituras tan recordadas como Witness o Dead Poets Society, y no solo retoma el sonido épico de sus partituras estandarte, sino que además viaja mas atrás en el tiempo, componiendo una partitura exageradamente clásica para las imágenes, muy cercana a las composiciones de los años 40 y 50, del maestro Rozsa o Erich Wolfgang Korngold, en especial cortes como "The Potato Farm Siege" o "The Big Fight".
El único apunte moderno que encontramos es el corte "Pizza Rock", evidentemente debido a las referencias argumentales al rock and roll.
Eso sí, lo mejor de la partitura de Jarre es, con mucho, el leitmotiv de amor que crea para los dos personajes principales, un tema bello a base de cuerdas que tiene un especial protagonismo en "Love and Resistance" y en "Happy Ending", en una interpretación mucho mas rimbombante.
Para terminar, no podemos dejar pasar un hecho ciertamente lamentable, el que Varese no haya añadido, a modo de Bonus Tracks, las magnificas canciones-medley que John Williams hizo para la película (entre las que no dudaron incluir el tema de Jaws que compusiese el maestro), o el "Tutti Frutti" de Richard Penninman y Dorothy La Bostrie, que eclipsó el resto de las canciones, gracias a la magnifica interpretación de Val Kilmer.
¡Ahh!, y no olvidemos tirar de las orejas a los maquetadores de Varese. La portada, por más que pretenda recordar la magnífica parodia que Top Secret! hace de Love and Death (La última noche de Boris Grushenko) de Woody Allen, no deja de ser una de las peores opciones para la carátula de un CD.
Lo mejor: Es una estupenda partitura, con un sonido muy clásico y un excelente tema de amor.
Lo peor: Tampoco es que sea una banda sonora a tener obligatoriamente en nuestra colección.
El momento: "Happy Ending".
DDBSpawn (David Doncel)
Crítica 2:
Contacto de la Resistencia: Souvenirrs, novedades, arrtículos de coñaaaa…
Cedric: Dígame, ¿El perro de San Roque tiene rabo?
Contacto de la Resistencia: Sé de buena tinta que RRamón RRamírez se lo ha corrtado.
Cedric: Ha Habido follón en el Berlín Express, sabían que yo viajaba en ese tren.
(…)
Contacto de la Resistencia: Vaya Ud. esta noche al ballet. Tenga su entrada. Conocerrá al jefe de la RResistencia. Le llaman la Antorrcha. Le esperará en el rrestaurante “Al Pan Pan y Al Vino Vino”. Está en la calle Lenin, antes Hitler. Buena suerte amigo y cuide su aspecto, es imporrtante.
Cedric: ¡Espere se le ha caído un zurullo de coña!
Contacto de la Resistencia: ¿Zurullo? Yo no trrabajo ese arrtículo. ¡Souvenirrrs, novedades, arrtículos de coña, coooñas marrinerraaaas!
Diálogos como este sólo pueden pertenecer a una obra maestra, en concreto a la descacharrante Top Secret, comedia de 1984, un modestísimo éxito de taquilla en su época pero que con el tiempo se ha convertido en todo un film de culto, especialmente entre los integrantes de la generación que ahora rondamos la treintena, sumando una legión de fans.
La reciente desaparición del maestro Maurice Jarre es una buena ocasión para desempolvar el CD y el DVD correspondientes e iniciar un nostálgico paseo por esta joya del humor absurdo, centrándonos en su sensacional score. Así que abróchense los cinturones, allá vamos.
Los ZAZ atacan de nuevo
Las siglas ZAZ casi forman un subgénero de la comedia por sí solas. Responden a los apellidos de los directores David Zucker, Jim Abrahams y Jerry Zucker. La primera película del trío como guionistas fue The Kentucky Fried Movie dirigida por el reivindicable John Landis. Fue el propio Landis quien les recomienda a un tal Elmer Bernstein, padre del compañero de habitación de aquél en la Universidad, para que componga el score de la opera prima como directores del trío, una parodia de las películas de catástrofes de la serie Aeropuerto, titulada Airplane! y estrenada entre nosotros con el título de Aterriza cómo puedas.
Este film, una de las mejores comedias de la historia del cine para quién esto firma, inicia una serie de películas en las que reina el humor absurdo, casi surrealista, con varios chistes por minuto y una acumulación de gags que en ocasiones ha tenido resultados brillantes y en otras más humildes. Lo cierto es que la fórmula que tan bien funcionó en los ochenta (las dos entregas de Airplane, la propia Top Secret! y la genial trilogía del patoso Frank Debrin, The Naked Gun, más conocida por estos lares como Agárralo cómo puedas) se fue desgastando en años sucesivos, con productos más deslavazados como Hot Shots, Spy Hard o las deficientes tercera y cuarta entrega de la serie Scary Movie, aunque con algún acierto puntual, como Hot Shots. Part Deux (por cierto, con un soberbio score del añorado Basil Poledouris) o Jane Austen’s Mafia! (un título a recuperar con un divertido score firmado con el seudónimo Gianni Frizzelli).
Pero centrémonos en los primeros años de los ZAZ, y en concreto en Airplane! , que causó un gran impacto en su época por el uso del absurdo y sus diálogos imposibles, llegando a estar nominada como mejor comedia en los Golden Globe de 1980. Otra de las mejores bazas del film era su elenco casi perfecto de actores, un cast encabezado por Robert Hays y la recientemente recuperada Julie Hagerty, los hasta entonces actores de carácter Lloyd Bridges y Leslie Nielsen, que desde entonces se especializarían en papeles cómicos, a menudo ligados a los ZAZ, y los veteranos Robert Stack y Peter Graves (éste último un auténtico roba escenas, adueñándose de las mejores frases de la función, quién no recuerda aquello de: “Joey, ¿te gustan las películas de gladiadores?”). Y, aunque soy un defensor a ultranza del cine en Versión Original, los doblajes al castellano de las películas ZAZ están hechos con tal imaginación y sentido del humor que en ocasiones incluso superan la intención original de los autores (aunque en otras, no tanto).
Música seria para películas disparatadas
Capítulo aparte merece la labor del gran Elmer Bernstein para las dos entregas de Airplane!
La aproximación de Bernstein, creó escuela en el género del spoof o paródico, y consiste en aplicar música propia del género al que se parodia, para reforzar la comicidad de los gags y así garantizar la risa del espectador. Es decir, aplicar música “seria” a situaciones disparatadas.
El primer ejemplo de esta técnica, lo encontramos en el filme del mencionado John Landis, National Lampoon’s Animal House, estrenada en España como Desmadre a la Americana (¡qué maravillosos títulos se ponían en este país en los ochenta!). La película, aunque no una parodia en sentido estricto, pero si una comedia alocada, estaba ambientada en un selecto college norteamericano, en el que sus alumnos, entre los que se encontraba un supremo John Belushi, celebraban sus extremas fiestas de togas. La música compuesta por Elmer Bernstein, de raíz clásica, se refería al entorno universitario, más propia de la institución que de sus salvajes alumnos, lo que por contraste, era un gag en sí mismo.
Esa misma técnica se aplicó posteriormente en otros filmes de Landis como An American Werewolf In London, para la que nuestro hombre compuso una fabulosa banda sonora que podía haberse adecuado a cualquier película de terror; Three amigos, en la que se proporciona música de western que tan bien conocía el compositor; o Spies Like Us, que poseía un score que gritaba aventura por los cuatro costados.
Centrándonos en los ZAZ, éstos usaron a Bernstein tras la recomendación de su compañero Landis, como se ha dicho, y el resultado es una joya de la banda sonora, que tristemente hasta el momento no cuenta con una edición discográfica siquiera medio decente a día de hoy (a ver si alguien se atreve con ello pronto). Para la mencionada parodia de las películas de catástrofes aéreas, Elmer compuso un enérgico tema para los títulos de crédito, y un solvente score que acompaña los supuestos momentos de tensión, aunque con algún que otro apunte cómico, muy escasos. Como ejemplo, un percusivo y reiterativo tema de acción, indicativo del peligro de los virajes del avión, acompaña los intentos de una señora de pintarse los labios, además de los extraños y tronchantes comportamientos del resto del pasaje. Magistral.
La fórmula se repitió en la segunda entrega, Airplane II!, dirigida y escrita por Ken Finkleman y con resultados artísticos más discretos (pese a la inclusión en el reparto de nuestro actor shakesperiano favorito, el inmenso William Shatner), que de nuevo contaba con un score magnífico de Elmer Bernstein, en parte reciclado de la primera entrega.
Top Secret!: Elvis y la Resistencia.
Después de Airplane! los ZAZ se pasaron al mundo de la televisión y crearon la serie Police Squad! protagonizada por Leslie Nielsen. Sin embargo, la audiencia no fue benévola con el show, y éste fue cancelado tras la emisión de unos pocos capítulos, por lo que el trío decidió volver al cine (no obstante, recuperarían al teniente Frank Drebin y al resto de personajes de la serie en el film de 1988 The Naked Gun: From the Files of Police Squad! que sería un gran éxito y generaría dos secuelas, todas ellas con música del minusvalorado Ira Newborn).
Para su vuelta al cine, los ZAZ recuperaron una antigua idea, consistente en mezclar las películas de Elvis Presley con películas bélicas ambientadas en la II Guerra Mundial, pasándolas por el tamiz de su peculiar sentido del humor, y el resultado fue Top Secret!. El argumento se centra en la visita a la Alemania del Este comunista de un cantante de rock and roll norteamericano (Val Kilmer, en su primer papel para el cine), que se ve envuelto en el rescate de un científico secuestrado (el hammeriano Michael Gough), ayudando a la hija de éste (la semi-desconocida Lucy Gutteridge) que forma parte de la Resistencia, de aires definitivamente franceses. El filme contaba con la participación en pequeños papeles de Peter Cushing (inolvidable el gag en “reverse mode”que protagoniza), Jeremy Kemp y el legendario Omar Sharif, en el papel de un desgraciado agente de la Resistencia, que inicia la película con una lucha en el techo de un tren, más tarde sufre las bromas pesadas de su contacto, confunde un zurullo de verdad con uno de coña y acaba enlatado dentro de un coche prensado.
Aunque no todos los gags de la película están al mismo nivel, lo cierto es que la misma contiene unos chistes realmente memorables y hoy en día es considerada un título de culto, gracias también a los tronchantes diálogos, de los que incluyo otro ejemplo, en su versión castellana:
Nick: Gracias,…
Hillary: Hillary.
Nick: ¡Hillary! No es un nombre corriente.
Hillary: Es alemán. Significa: “aquélla cuyos senos desafían a la Ley de la Gravedad”.
Nick: Mucho gusto. Mi nombre es Nick.
Hillary: ¿Nick? ¿Y qué significa?
Nick: Corte. Se le ocurrió a mi padre mientras se afeitaba.
Filmada en los estudios Pinewood de Reino Unido, y alrededores, la pelicula tuvo la mala fortuna de estrenarse el mismo verano que Gremlins y Ghostbusters, por lo que no fue precisamente un éxito de taquilla. Precisamente porque se encontraba componiendo el, por otro lado sobresaliente, score para la comedia fantástica de Ivan Reitman, Elmer Bernstein no pudo ocuparse de la música de Top Secret!
Fue entonces cuando los hermanos Zucker, Jim Abrahams y el productor Jon Davison pidieron a Maurice Jarre que se hiciera cargo de la banda sonora del filme que ya habían prácticamente terminado. Éste acepto el encargo aunque –según el mismo expresa en los liner notes del CD- preocupado por dos motivos: el poco tiempo con el que contaba para componer la partitura y el hecho de trabajar con tres jóvenes directores y un productor (Davison) que también metía baza en el terreno artístico. Finalmente, reconoce el propio Jarre que la experiencia fue satisfactoria, y a juzgar por el resultado artístico y musical, dicha afirmación debe ser cierta.
La música de Top Secret!: el destierro del Mickey Mousing
Debemos, en primer lugar, poner en contexto este score de Maurice Jarre en la época en que se compone, en la que el maestro francés había iniciado la experimentación con los sintetizadores (por ejemplo en The Year of Living Dangerously o Dreamscape, compuesta ésta última ese mismo año, 1984) técnica que perfeccionaría hasta llegar a una de sus obras cumbre para quien esto firma, Jacob’s Ladder en 1990. Además, Jarre no se había destacado hasta el momento por la composición de scores de comedia (aunque algunas de sus obras sí contenían elementos propios de la música de comedia, como la fabulosa Crossing Swords), si bien firmaría posteriormente obras netamente cómicas como Moon Over Parador, Enemies: A Love Story o la deliciosa Only The Lonely, de la que podéis leer una no menos deliciosa reseña en esta misma web. Como es sabido, el compositor francés más bien había destacado en la composición de épicas y románticas partituras, como las que compuso para el legendario director David Lean.
Aún encontrándose en una época de experimentación con los sintetizadores, Jarre optó por una aproximación orquestal para el filme que nos ocupa, componiendo una música, interpretada por la Royal Philarmonic Orchestra, que podría perfectamente servir para cualquier película de espionaje y acción del Hollywood clásico. En palabras del propio compositor, en Top Secret! “no encontramos la usual música cómica, de cartoon, o Mickey Mousing”.
En el momento del estreno del film se editaron sendos LPs, el primero de unos 15 minutos con las canciones interpretadas por Val Kilmer y producidas por Jim Moran, todas ellas versiones de clásicos del rock and roll, aunque con alguna alteración maliciosa de las letras perpetradas por los ZAZ, y otro, editado por Varèse Sarabande con el score de Jarre. En el seno del Varèse Club y en edición limitada a 1.000 copias se reeditó dicho score en CD, con el mismo contenido del LP.
El disco se encuentra organizado en suites más o menos extensas, que no siguen el orden cronológico de la película y agrupan varias secciones, y además se incluyen un par de piezas de source music compuestas por Jarre para el film:
1.- Top Secret: El primer track del disco contiene una versión ampliada de la música que acompaña la lucha que abre la película, entre el personaje de Omar Sharif y un oficial alemán, encima de un tren que marcha a toda velocidad. Se inicia con una obertura a modo de película de la edad dorada de Hollywood, y continua con un tema de acción, basado en la percusión y liderado por el viento, que incluye en un par de ocasiones una fanfarria oscura pero enérgica, que acompaña la tensión de la lucha.
2.- Love And Resistance: Escuchemos aquí por vez primera el que será el tema principal de la película, asociado con la protagonista femenina del relato, y con la Resistencia. Se trata de una composición marca de la casa: un tema épico, con una elegante base de cuerdas e intervenciones del viento, sumamente maleable como puede comprobarse a lo largo de este mismo corte, que se inicia con una versión romántica del tema, para pasar a un tramo en el que se ralentiza el ritmo y se modifica la orquestación, denotando suspense y tensión y finaliza en una rendición heroica y pletórica del mismo.
3.- Cedric: Se recogen en forma de suite diversos momentos de suspense de la película, con algunos golpes de orquesta, y una intervención esporádica del tema de amor.
4.- Tango Of The Things Unsaid: Clásico tango que escuchamos en el curioso baile de gala de recepción de los invitados en Alemania del Este, con predominio del acordeón y la flauta.
5.- Medals And Imprisonment: La primera parte del corte es una breve marcha militar, liderada por los tambores, platillos y trompeta, para pasar luego a música tensa, de aire marcial, que acompaña la estancia del protagonista en la cárcel, con algún brevísimo interludio melancólico.
6.- The Potato Farm Siege: De nuevo música de acción que ilustra el ataque de los alemanes a la granja en la que se encuentran ocultos los miembros de la resistencia, acompañados por nuestros protagonistas. Destaca un crescendo wagneriano después de un inicio más tranquilo, que nos introduce en la feroz batalla (que por supuesto en pantalla no lo es tanto), ejemplificada en una percusión persistente y en los constantes gritos de trompas y trompetas.
7.- The Big Fight: Aquí Jarre fusiona la música de acción con el tema épico o de amor, aunque el tema de acción acaba imponiéndose, en uno de los más inquietos y rápidos temas del score.
8.- The Torch: Encontramos aquí al Jarre más aproximado a las composiciones realizadas para David Lean, con un precioso tema para cuerdas y oboe y con intervenciones posteriores del cello y el saxo, que ilustra el pasado del líder de la Resistencia, la Antorcha. Sobre todo la primera parte, tierna y pastoral, se aplica a la divertida parodia del filme The Blue Lagoon que se contiene en la película. Destaca el precioso crescendo final.
9.- Pizza Rock: Otro Source music, esta vez en un restaurante de Alemania del Este con un aspecto sospechosamente norteamericano, con protagonismo del saxo, la guitarra y la batería, en un estilo rock muy distinto del resto de la partitura.
10.- Nigel’s Plan: Música nuevamente con aires marciales, que acompaña la explicación por la Antorcha del asalto a la cárcel en la que se encuentra preso el científico padre de la protagonista y la sigilosa entrada en las instalaciones de nuestros protagonistas, bien arropados por la composición de Jarre.
11.- The Triumph Of Resistence: Continúa la música de misterio y tensión del track anterior, hasta desembocar en un final en el que reencontramos la música de acción, incluida la oscura fanfarria del tema que abre el disco (y la película).
12.- Happy Ending: Una breve versión del tema de amor nos lleva al final de filme, que ilustra el inevitable triunfo de los buenos, con diversas referencias a La Marseillese, y finalizando con una versión fanfarrea del tema de amor, que pone el broche de oro al score.
En fin un nuevo triunfo de Maurice Jarre, que compuso la música adecuada para la película, creando, de paso, una gran partitura. Y cuidadín, porque quién no esté de acuerdo puede acabar oyendo el siguiente diálogo (es sólo un aviso…):
Oficial Alemán: Mucho cuidado, ¡no hay que dejarrle ninguna marrca!
General Alemán: ¡Recurran a la guindilla picanta!
Lo mejor: El arrebatador tema de amor compuesto por Jarre.
Lo peor: Nada.
El momento: La enérgica fanfarria que acompaña la lucha de Omar Sharif en el techo del Berlín Express.
David Sáiz
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