An Unfinished Life

Título en español: Una vida por delante
Compositor: Lurie, Deborah
Año: 2005
Distribuidora: Varèse Sarabande
Duración: 35:31

Aunque parezca lo contrario, Deborah Lurie no es una recién llegada al mundo de la composición de música de cine. Lo que sí podemos decir es que An Unfinished Life (Una Vida por Delante), es la partitura con la que se da a conocer al gran público dentro de una producción de Hollywood, pero la compositora ya se había destacado de un tiempo a esta parte como colaboradora de John Ottman (autor de Sospechosos Habituales, X-Men 2o Los 4 Fantásticos, entre otras).

Deborah Lurie era hasta hace bien poco la asistente de Ottman y la encargada en partituras como Hide and Seek (El Escondite), de aportar su voz como un instrumento más, para varios momentos corales, como la nana que ejercía de tema principal en esta película. Debemos decir así mismo, que sería éste compositor quién le diera su primera gran oportunidad, pues una banda sonora en principio asignada a Ottman para la que sólo pudo componer su tema principal, debido a un problema de fechas del compositor, Imaginary Heroes, acabó en sus manos, desarrollando este tema y creando en solitario el resto de la partitura.

La polémica llegó cuando Lasse Hallstrom, director de An Unfinished Life, le diera la oportunidad de realizar el score para su película (que llevaba ya la friolera de dos años en un proceso inacabable de montajes y remontajes; ya se sabe cuando andan los hermanos Weinstein de por medio, y si no que se lo pregunten a Terry Gilliam o a Martin Scorsese), habiendo rechazado a última hora uno ya compuesto, grabado y montado con las imágenes, de Christopher Young. La cosa había tomado un cariz tal que se retrasó de nuevo el estreno (el filme se rodó en un ya lejano 2002), y a pesar de encontrarse incluido el nombre de Young en todos los pósters, se le retiró unilateralmente del proyecto por los Weinsteins, y se decidió trasladar el desafío a otro compositor. No obstante, e irónicamente, varios fragmentos que sí gustaban a los hermanos prevalecen en el filme, junto al nuevo trabajo de Lurie.

La compositora, una vez entró en liza lo primero que llevó a cabo fue una llamada a Young, haciéndole saber en qué circunstancias se habían dirigido a ella, y comentando a las claras que si él no estaba de acuerdo con su presencia en el film, por no considerarla apta para sustituir su trabajo, ella rechazaría inmediatamente el proyecto. Por los resultados sabemos que Christopher Young la apoyó, ya que en absoluto era culpable de su despido, surgiendo su nombre posteriormente al rechazo de su composición.

Una vez lo suficientemente segura y avalada en todos los ámbitos para el proyecto, concentró sus esfuerzos en la creación de una música de carácter íntimo primordialmente, esencialmente folk en su concepción, para pocos instrumentos y recreando sonoridades de la América rural, a través del banjo o la guitarra acústica. Una música que fuera creciendo paulatinamente en intensidad ante el oyente, desarrollando sus temas muy poco a poco (a través de solos o desarrollados por pocos instrumentos), hasta culminar en una emocionante conclusión sinfónica donde todos esos solistas se fusionaran en un todo, junto a una masa orquestal y todos los temas creados se unieran provocando la emoción.

En este caso, podemos decir con tranquilidad, que Deborah Lurie ha conseguido una obra madura y plena, llena de emotivos pasajes y líricas sonoridades, que parecen indisolublemente cosidas a las imágenes en todo momento, rematando el conjunto con uno de esos finales orquestales que perduran en el recuerdo una vez concluido el film.

El disco que recoge la partitura, comercializado por la casa Varese Sarabande, lamentablemente no recoge ningún fragmento de Young, pero sí el grueso de la composición de Lurie (de los 48 min. compuestos encontramos 35 en el disco).

La composición se abre con un tema “Main Title” que recoge una Suite de presentación de los temas que se irán desarrollando a lo largo de la partitura, con especial incidencia en los solos antes reseñados, en este caso de un extasiante y puramente emocional violín (que parece desgranar la soledad e indefensión que sufren los personajes protagonistas) con un exquisito apoyo del piano y una ligera percusión. Especialmente destacado es el uso de una flauta étnica junto al violín y la guitarra en la conclusión del tema.

La presencia de tonalidades folk son claras en temas como “Einar´s Bike Ride”, “The Bear is Back” o “Honey”, en estos dos últimos casos como reflejo musical de las andanzas del oso, protagonista de varios de los elementos motivantes de la trama.

La contención en cuanto a instrumentación no es óbice para Lurie a la hora de crear momentos atractivos musicalmente, a la vez que retentivos, como son el tema dedicado a Einar, Robert Redford, cuya psicología queda retratada con esos primeros planos hieráticos en el porche de su casa al atardecer y la mezcla de guitarra, banjo y violín o piano y flauta, de la compositora (“Photos of Dad”, “Lost inThought”) o Jean, Jennifer Lopez (en su mejor papel en años) su hija política y madre de la nieta que nunca ha conocido, y a la que no perdona por un error del pasado (hay que ser muy duro de corazón para no comprender y sufrir con este personaje tan bien retratado por la música de Lurie, “The Night Griffin Died”,“Jean´s Arrival” y no sentir cada nota al piano como una punzada que la vida ha dado a su personaje).

Los dos temas se unen de forma emotiva y lírica en“Trying to Forgive” y “At the Hospital/Forgiveness”, y esta vez podemos decir con convicción que en la morosidad de la orquestación se encuentra su mayor acierto, pues las notas llegan más intensas, reconocibles e inabarcables en su simplicidad, pues reflejan como son los personajes de verdad. Seres sencillos, pero con un flujo de emociones y sentimientos internos, que no comparten, y bullen, causando un profundo desasosiego a su existencia. Ejemplos de ello son “Einar´s Story” dedicado a Einar, “A long awaited Freedom” dedicado a Jean, o “Mitch visits the Bear” al entrañable personaje encarnado por el gran Morgan Freeman. Fiel y leal a su amigo Einar, y siendo la literal voz de su conciencia , por tanto su tema se trata de una variación del anterior (una persona compartiendo dos cuerpos, dos amigos puros, almas unidas, que siempre han estado para la otra, hasta en los peores momentos, aún no pudiendo evitar los males que azotan al otro, o creyéndose culpable de los mismos).

La creación de Lurie supera su intimismo en sus momentos finales, para aún siendo precisa en su instrumentación y limitándola a la presencia de piano, guitarra, flauta y violines, conseguir la total entrega e implicación del espectador para con los personajes“Sneaking Out”, “A Long Awaited Freedom”. Culminando todo ello con una profundidad y pujanza excepcional en el tema final, que ya con la presencia de la orquesta, con una suavidad estremecedora nos lleva en volandas a la emoción más pura y a derramar quizá unas lágrimas, pues la historia, y por qué no, la música nos han llegado al interior, y esos personajes son ya, lo queramos o no parte de nosotros, y en algunas de sus vivencias, porqué no otra vez, podemos hallar identificación o consuelo, porque todos tenemos siempre ante nosotros, una vida que aún no ha terminado, Una Vida Por Delante.

Lo mejor: La sensibilidad que demuestra esta nueva compositora para emocionarnos con la belleza de sus melodías. Especialmente hermosos son los “Main Titles”, “The Night Griffin Died”, “Jean´sArrival”, el lírico piano de “Trying to forgive”,y los crescendos orquestales de“A Long Awaited Freedom” y “Mitch´s Dream/End Title”.

Lo peor: Que no se llegue a valorar en su justa medida, al haber sido la sustituta de otro compositor de la calidad de Christopher Young, después de llevar el score un año compuesto y grabado, antes de ser rechazado y sustituido por el de Deborah Lurie. Muchos temas siguen recordando a Young a pesar de todo.

El momento: Son varios, pero por conseguir la plena emoción y empatía del espectador con los personajes, destacaremos tres “The Night Griffin Died” y la serena belleza y melancolía de “A Long Awaited Freedom” y “Mitch´s Dream/End Title”.

Asier G. Senarriaga