Vampires, Los Muertos

Compositor : Tyler, Brian
Año : 2001
Distribuidora : ---

Vampires fue una película de Carpenter que por extrañas circunstancias el público recibió como una especie de reencuentro con este director. Se armó mucho follón y mucho público que no conocía a Carpenter iba al cine para ver esta película, para a continuación vilipendiarla por no ceñirse a los cánones más clásicos del cine de vampiros. ¿Dónde estaban las cruces? ¿Dónde las capas? ¿Dónde el amor hacia una mortal que vampirizan periódicamente? Señores, ¡¡Qué poco conocen a Carpenter!!

Vampiros no era ni mucho menos una mala película, era una película mal vendida, y sobre todo ofrecida a un público que nunca ha disfrutado con el especial y personal cine del autor. De hecho, Vampiros aportaba uno de los malos más conseguidos de la historia de las razas de noche, es más, era sin lugar a dudas, lo mejor de la película. Su sola presencia provocaba un miedo insano, y su aparición a modo de justiciero en el motel de carretera donde descansaban todos los cazavampiros, era de un terror frío, brutal, seco y sin concesiones, que chocaba totalmente con el concepto romántico del Vampiro de la Hammer.

El resto de la película era un Western al uso, donde los malos se sustituyen por Vampiros, y los pistoleros son cazavampiros al servicio del Vaticano (Carpenter, tú sí que tienes bemoles).

Una película con un cierto reconocimiento entre la critica especializada, considerándola una de las mejores películas del director, tuvo una magnífica recaudación en vídeo y DVD, e hizo de ésta una singular obra de culto a añadir a la muchas del autor.

Pero considerar Vampires un producto original sería un tanto injusto con películas que sí lo son, ya que Vampires bebe descaradamente de otro Western que es anterior a él, Near Dark.

De todas formas no me extenderé demasiado en Vampires, pues en nuestra página tenéis un genial estudio de Carpenter y de esta película a cargo de mi sanguinario compañero, Luis Fernando Rodríguez, que podéis leer aquí.

Sorprendentemente, pasados los años se habló de una secuela, y de que Carpenter se acercaría de nuevo a estos personajes. Al final era verdad pero sólo en parte. Carpenter no se responsabilizaba de la dirección, que pasaría a las manos de un colaborador habitual, Tommy Lee Wallace, quien como director tiene lindezas tales como Baywatch (Los vigilantes de la playa), la correcta adaptación de It, la tercera parte de Halloween, algunos episodios para la moderna serie de Twilight Zone, y hablando de vampiros, ya había trabajado en la irregular Fright Night II, que más seria que su antecesora, y con mejores momentos, sucumbía a un ritmo lento y tedioso, y por lo tanto, a la muerte de esta serie. John Carpenter limitaba sus funciones a la de productor exclusivamente.

Teniendo ya un director, habría que confirmar la asistencia de James Woods. Pero parece ser que Tommy Lee tenía en la mente otra película totalmente diferente a la de Carpenter, aunque sustentada en varias premisas de ésta. Jon Bon Jovi sería el elegido para sustituir a James Woods, en una decisión un tanto desconcertante, y más tratándose de un cantante que como actor había despuntado pero en otro tipo de interpretaciones más calmadas, y como él mismo confiesa, más cercanas a su forma de ver el cine. De hecho, Jon había sido tanteado para protagonizar la segunda parte de El cuervo, que, sorprendiendo a todos, rechazó rotundamente, pues no quería verse implicado en proyectos comerciales. Ahora, esas decisiones se cuestionaban más que nunca al confirmar su asistencia en esta película. Las razones eran más que evidentes, los vampiros son unos seres con una mitología que seducía al cantante, aunque ésta fuese una segunda parte, y posiblemente un producto comercial, aunque eso sí, su presupuesto fuese el de cualquier película independiente en las que había trabajado en el pasado.

El resto del reparto se completó con gente de la televisión o del cine de bajo presupuesto, sin contar con el descubrimiento de Diego Luna (que luego intervendría en Soldados de Salamina, y participaría en la entrega de los Goya de 2004) el muchacho que acompaña a Jon Bon Jovi en su cruzada por matar a la mala de la historia (esta vez se produjo un cambio de genero en el papel de villano).

Para la banda sonora se contó con la inestimable colaboración de Brian Tyler, que según él confiesa en nuestra entrevista, para nada tomó como influencia la primera partitura de Carpenter. Y eso se nota.

Apuntad un dato muy importante, Vampires: Los muertos fue compuesta el 2002, el mismo año que Bubba Ho Tep. ¿Por qué esa puntualizaron? Ambas partituras guardan muchos puntos en común, una misma instrumentación, y unos sonidos bluseros y fronterizos más que evidentes. Pero tampoco nos olvidemos de la magnífica utilización que hace Tyler de los coros. Si en Bubba Ho Tep tienen tonalidades egipcias por requerimientos de la trama, aquí también guardan un sentir bastante egipcio (tal vez por esa mitología vampírica que sitúa el origen de esta raza en el Egipto antiguo). El resto de la partitura no olvida la percusión de Tyler, que se convierte en estrella de nuevo, mezclando percusión tradicional y electrónica con sonidos de guitarra que conectan con el personaje de Derek Bliss (Jon Bon Jovi).

La gran laguna que tiene esta partitura es sin duda los pasajes incidentales, que son más evidentes aquí que en Bubba Ho Tep (tal vez por la atípica trama de ésta última), lastrando un tanto al conjunto y bajando la nota en una escucha aislada. En la película la efectividad está fuera de toda duda, y por supuesto, Tyler se alza de nuevo con el galardón de "lo mejor de la película". Y es que Vampires: Los muertos tiene algunas secuencias que deberían salvarse de una posible quema. El resto es una película bastante olvidable, que no mala, y que aporta bastante poco al sentir de la leyenda vampírica.

En definitiva, uno de los trabajos más conseguidos del autor, y que mejor destaca en pantalla, aunque eso no quite para que su escucha sea difícil en algunas secciones de la composición, y de que en el mismo estilo Bubba Ho Tep se alce con el galardón.

Lo Mejor: La instrumentación fronteriza de la que hace gala Tyler.

Lo Peor: Algunos pasajes incidentales se hacen un poco cuesta arriba.

El Momento: El tema de Derek Bliss.

El Toque Tyler: Por supuesto en las guitarras.

DDBSpawn