Tracklist:
- Swaziland (2:16)
- Lauren Leaves (1:51)
- Train Away (3:20)
- The Key (2:14)
- The Shooting (1:34)
- The Bridge (2:31)
- Fabulous News (0:47)
- Monica (1:13)
- Goodbye Swaziland (3:02)
- Independence (1:33)
- Months to Live (1:44)
- Harry Dies (1:32)
- Ngatsi Ngisahamba (1:46)
- Please Forgive Me (3:46)
- Wah-Wah (6:19)
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No vamos a descubrir ahora a nadie el genio y el talento de un compositor como Patrick Doyle. En poco más de una década se ha hecho con un lugar de privilegio en la industria cinematográfica gracias, sobre todo, a una gran versatilidad para afrontar todos los géneros, eso sí sin perder nunca un mismo y marcado estilo que le hace fácilmente identificable, sin que esto redunde en repeticiones o autoplagios. Muestra de ello, sin ir más lejos, son los dos trabajos que hemos podido escuchar recientemente, "Eragon" y "Wah Wah", dos scores diametralmente opuestos pero que llevan su inequívoca firma desde el primer segundo.
"Wah-Wah", debut como director del prestigioso actor Richard E. Grant, narra la cuasi autobiográfica historia de su máximo responsable (Grant firma además el guión del filme) en los años finales del protectorado británico de Swazilandia, en el sudeste africano, al término de la década de los sesenta. La película retrata la decadencia de una sociedad incapaz de evolucionar y de aquéllos que se ven destruidos por ella, desde los ojos de un niño que se hace poco a poco adulto presenciando la desaparición de todo aquello que le es familiar, desde sus padres como pareja hasta la sociedad en la que ha crecido. La partitura de Patrick Doyle define sus intenciones y las premisas del filme desde los instantes iniciales: escuchamos una obra intimista, de un romanticismo dramático que el compositor escocés desarrolla sobre un único tema principal que adopta multitud de matices e interpretaciones a lo largo del score, editado por Varese Sarabande y con aproximadamente 36 minutos de música en el disco.
Ese tema central al que hacía mención se presenta en toda su longitud en el primer corte del cd (Swaziland), donde se desarrolla sobre las cuerdas y, ocasionalmente, sobre maderas, con el piano como contrapunto. La melodía, de suave cadencia y largas notas, está teñida de una gran sensibilidad, como marcando un drama pausado y pesaroso, lo que musicalmente redunda en un tema de profundas raíces emocionales. El siguiente track (Lauren Leaves), inicia las continuas permutaciones de ese leitmotiv, mostrándolo aquí sobre piano con las cuerdas únicamente como fondo.
Como decía, Doyle juega con esa melodía de muchas maneras diferentes, y no tan sólo con la orquestación, sino también con ritmos distintos (como en el corte 5, The Shooting). A partir de la mitad aproximada del cd, los temas van perdiendo ese cariz dramático y ganan poco a poco en optimismo. Concretamente, el corte 7 (Fabulous News) es el que inicia ese giro en la orientación emocional de la música, destacando en este segundo tramo del disco temas con presencia de coros africanos. Lo más destacable es que Doyle no varía el tema para dar ese giro, sino que lo consigue tan sólo con los acompañamientos y la distribución de la orquestación.
La melodía central de "Wah Wah" es claramente definible como obra de Patrick Doyle y, quizá, en el corte 10 (Independence) es donde mejor podemos demostrarlo, ya que su orquestación aquí lo emparenta directamente con otras muchas melodías del autor. El tramo final del disco es también poco menos que brillante. Doyle nos ofrece una adaptación del tema central para un coro africano (corte 13, Ngatsi Ngisahamba), una adaptación de aquel primer corte del cd a la nueva orientación que ha adoptado la partitura (corte 14, Please Forgive Me) y, finalmente, un arreglo para piano de los momentos más destacables de todo el score, interpretado por el propio Doyle (corte 15, Wah-Wah).
En pocas palabras, Doyle vuelve a demostrar no sólo su innegable calidad como compositor lleno de recursos, sino también su especial sensibilidad para transmitir con notas las emociones más íntimas de los personajes de las historias a las que pone su música.
Lo mejor: Las transformaciones de una melodía magnífica, según las necesidades narrativas del filme.
Lo peor: Puede producir, en un primer momento, cierta sensación de bucle o repetición.
El momento: Al margen de los cortes 1 y 14, desarrollos de la melodía principal, me quedaría con el tema 7 (el ya mencionado Fabulous News), que en tan sólo 45 segundos cambia el tono general del score.
Juan Antonio Martín
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