Tracklist:
- Main Title (03:00)
- West Fights (01:14)
- Dismissal (02:13)
- East Meets West (01:15)
- Of Rita, Rescue And Revenge (05:43)
- Trains, Tanks And Frayed Ropes (04:03)
- The Cornfield (01:09)
- Loveless' Plan (04:45)
- Goodbye Loveless (04:33)
- Ride The Spider (02:14)
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Tras el arrollador éxito de la divertida "Men in Black", su protagonista, Will Smith, y su director, Barry Sonnenfeld, volvieron a aunar esfuerzos para repetir la fórmula, cambiando ahora de escenario, de la New York actual al legendario Oeste, pero manteniendo la aparición de singulares ingenios, salvando eso sí las distancias en lo que a disponibilidad de tecnología se refiere. De espectaculares armas de fuego de origen alienígena y potentes naves espaciales camufladas en los objetos más cotidianos, pasamos a encontrar todo tipo de artilugios mecánicos basados en fuelles y turbinas de vapor que rozan el anacronismo (aunque, vale, esto es la magia del cine). Eso, y una gigantesca tarántula mecánica.
Lo que en principio prometía ser otro estupendo divertimento, estando como estaba avalado por el equipo técnico y parte del artístico de "Men in Black", se trató en realidad de una deficiente película titulada "Wild Wild West", y basada (libremente, supongo) en una serie de TV a la que, sin haberla visto, asumo que no le hace ninguna justicia. ¿Por qué este tremendo batacazo, cuando podríamos haber conseguido una divertida cinta, a la altura de "Men in Black"? Analicemos un poco los distintos factores.
Se continuó la fórmula de la "parejita" o "buddies-movie". En sustitución de Tommy Lee Jones, cuya presencia llenaba la pantalla en "MiB", tenemos a un Kevin Kline en horas bajas dándole la réplica a Will Smith. Pese a que se nota que lo intentan, no llega a formarse química entre los personajes. En el papel de la chica, en lugar de la sugerente Linda Fiorentino, tenemos a la voluptuosa Salma Hayek. Bueno, puede que la película no salga perdiendo en este sentido.
En lugar de enfrentarse a una amenaza invertebrada, con seis patas, y amante de la basura del espacio exterior (inconmensurable Vincent D'Onofrio como Edward), ahora el peligro viene de dentro. Kenneth Brannagh aporta, en un muy excesivo grado para mi gusto, su talento en el papel del Dr. Loveless (no es sólo amor lo que le falta a este personaje, aunque se podrían sacar algunos chistes al respecto).
El argumento ya es simple de por sí, y ayuda muy poco el hecho de que los diálogos, pretendidamente graciosos (como los intercambios de puyas entre Jim West y Loveless), resulten insulsos cuando no directamente ridículos. Historia tonta, diálogos patéticos, actores sobreactuados, ¿contra qué más se puede arremeter?
Los efectos especiales. Grandes éxitos de taquilla como la trilogía de "El Señor de los Anillos" ya han puesto de manifiesto la mala racha por la que está pasando la Industrial Light and Magic de Lucas. Tras los geniales y hasta convincentes efectos de "MiB" (maravillosa la aportación del mago del maquillaje Rick Baker, valedora de un Oscar), resulta decepcionante el poco empeño que se puso en "Wild Wild West". Eso sí, la tarántula gigante es impresionante, pero es que ni siquiera resulta la sorpresa de la película, ya que la mostraban hasta en los primeros trailers. Y con eso, todo el "pescado" quedó vendido. El resto de efectos especiales se quedan en lo ingenuo y chabacano (hay un par de "pantallas azules" que cantan más que las del hombre del tiempo).
Llegando al apartado de la música, hemos de diferenciar claramente el álbum de canciones del CD del score. Al igual que ocurriera con "MiB", al principio sólo se editó el álbum, que incluía pistas tan sugerentes como "canciones" para el recuerdo como el rap de Will Smith (de nuevo buscando repetir la fórmula de "MiB"), o la "interesante" (y sobre todo, justificada) aportación de nuestro Enrique Iglesias. ¡Agh! ¡Si tus oídos te hacen pecar, arráncatelos!
Gracias a Dios, el CD con el score, a cargo de Elmer Bernstein, no se hizo esperar demasiado (aunque sólo con el álbum, cualquier mínima espera se hacía eterna), y en él pudimos disfrutar de uno de los pocos factores positivos de la cinta, su banda sonora. Decididamente, fue un acierto contar con un maestro en el campo del western como Elmer Bernstein, a quien tanto echamos ahora de menos, y del que esperamos alguna nueva obra muy pronto (¡Ánimo Maestro, seguro que puedes reciclar el score rechazado para "Gangs of New York"!).
El score de "Wild Wild West", sin ser especialmente destacable, ya hace que merezca la pena ver la película, aunque sólo sea para escuchar el potente tema principal, deudor de grandes obras maestras anteriores como "Los Siete Magníficos". Los títulos de crédito resultan hasta engañosos. El tema principal de Bernstein te hace pensar incluso que la película que vas a ver a continuación va a ser genial. Seguro que esa parte electrónica a mitad de la pista, y que estropea el conjunto, no es si no una advertencia para que no nos hagamos ilusiones.
Bernstein reutilizará este "leit motiv" en varias ocasiones a lo largo de la cinta, que siempre serán pocas, y, en particular, me merece la mayor de mis atenciones su aparición en la pista que cierra el CD, cuando nuestros héroes, como tantas otras veces ocurriera en las historias del Oeste, han salvado el día, y se alejan hacia el crepúsculo en su peculiar "cabalgadura".
Aparte del tema principal, encontramos algunos otros momentos memorables, como el tema asociado a Loveless, tan de villano de opereta, o, también asociado al personaje, el histriónico himno que suena en "Loveless' Plan", cuando Loveless da a conocer a sus asociados su peculiar plan, que no es otro que desunir los Estados Unidos de América.
Como no podía ser de otra forma tratándose de Bernstein, también aparecen por ahí las Ondas Martenot, aplicadas para dar un toque de misterio, como en los primeros segundos del disco, cuando vemos a un aterrorizado personaje huir sin salvación posible de... ¿una cuchilla giratoria con el extraño emblema de una araña grabado sobre su superficie? Cuando menos, es un sugerente comienzo. La otra aparición de las Ondas la tenemos en el tema "East meets West", en forma de tema de amor, y que en seguida nos trae a la cabeza al tema de Dana para "Ghostbusters".
En resumidas cuentas, sin ser uno de los mejores trabajos de Bernstein, se deja escuchar muy agradablemente, e incluso siempre podemos imaginarnos que la película a la que acompaña podía haber sido mejor. Y sobre todo, siempre será mejor que la alternativa, el horrible álbum de canciones.
Lo Mejor: Es de lo mejor de la película, y eso ya es decir mucho.
Lo Peor: Dejando aparte el tema principal, tampoco resulta una obra especialmente destacable.
El Momento: Sin duda, el "Main Title", genial.
Bac Hylon
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