Without a Clue

Título en español: Sin Pistas
Compositor: Mancini, Henry
Año: 2007
Distribuidora: Buysoundtrax
Duración: 57:05

Pese a ser uno de los personajes de ficción que más veces ha dado el salto a la pequeña o gran pantalla, si no el que más, el hecho es que, hasta el estreno del "Sherlock Holmes" de Guy Ritchie con Robert Downey Jr. en el rol principal, el detective más famoso del mundo llevaba la friolera de casi 20 años sin aparecer por una sala de cine. Precisamente, la última vez que lo hizo fue en esta cinta de la que hablamos ahora, "Without a Clue" ("Sin Pistas"), película con un reparto de lujo, con Michael Caine y Ben Kingsley a la cabeza, como Holmes y Watson, respectivamente, sin olvidarnos de Paul Freeman como el maquiavélico Profesor Moriarty, o el eterno secundario Jeffrey Jones en el papel del Inspector Lestrade.

Se trata de una más que interesante película, que nos presenta también una visión muy distinta del personaje tal y como lo conocemos. La premisa es la siguiente: ¿qué ocurriría si, en realidad, Sherlock Holmes no fuera más que un personaje de ficción, dentro de su propia ficción, una tapadera, bajo la cual se oculta el auténtico genio contra el crimen, que no es otro que su "fiel" Watson? "Holmes" no es más que un actor venido a menos, mujeriego y bebedor, que interpreta el papel que le dicta Watson, debido a la popularidad alcanzada por el personaje entre las calles de Londres.

Visto con perspectiva, no deja de ser una velada referencia a la historia del propio Conan Doyle, quien, después del éxito alcanzado por sus escritos policíacos, llegó a ser consultado en su tiempo por la policía, en busca de pistas que pudieran arrojar luz sobre ciertos crímenes. Realmente, la fama de Holmes trasciende mucho más allá de sus aventuras literarias.

Pero ser siempre quien resuelve los misterios trabajando en un segundo plano, y bajo la sombra de un vanidoso y arrogante Holmes, que es quien saborea las mieles del triunfo, adjudicándose siempre el mérito, pese a no dejar de ser una marioneta, al fin y al cabo, termina por crispar los nervios del buen doctor, quien, después del ninguneo al que se ve sometido ante la prensa después del último éxito de Holmes, no aguanta más y opta por ponerlo de patitas en la calle, e iniciar su propia y merecida carrera en solitario contra el crimen.

Una tarea que no se le presentará nada fácil a Watson, habida cuenta de que la fama y el renombre de alguien como Sherlock Holmes son demasiado grandes como para hacer sitio a un nuevo abanderado del bien. Unida esta circunstancia a la aparición del Profesor Moriarty con un nuevo plan con el que poner en jaque a toda Inglaterra, harán que Watson se replantee que, tal vez, aún necesite a Holmes. Y éste, a su vez, termina por aceptar que ambos deben compartir el mérito por su labor detectivesca contra el mal.

Acompañando musicalmente tan singular aventura nos encontramos al simpar Henry Mancini, quien aporta todo su genio y buen hacer en una partitura de lo más entretenida, amena y diversa. No era la primera vez que Mancini abordaba una historia relacionada con Holmes, ya que hemos de recordar que también es suya la grandiosa partitura para "Basil, el Ratón Superdetective", de la Disney.

Para la ocasión, Mancini nos presenta un divertido tema principal, con tintes clásicos para situarlo en la época victoriana, pero que ya da pie para ponernos ante la cómica situación del artificial Sherlock Holmes, siempre bajo la supervisión del doctor Watson. Este será uno de los dos motivos asociados al personaje, ya que en la primera pista, "Enter Sherlock Holmes", contamos con otro, de carácter más heroico, que volveremos a escuchar en los momentos más decisivos de la trama. Pero el compositor no se olvida de los otros personajes principales, y encontramos una marcha bufa para Moriarty (consciente en todo momento del doble juego de Watson, pero incapaz de soltar la liebre, ya que su prestigio también se vería en entredicho) en "Enter Professor Moriarty", o un tema, derivado del "heroico" de Holmes, para Watson en su primera y fallida aventura en solitario ("Super Sleuth").

En general, la banda sonora tiene ese toque de comedia ligera que tan bien se le daba al compositor, con esas pinceladas victorianas a las que antes hacía referencia, pero también hay cabida para temas más románticos, como "Pretty Young Thing", o más oscuros y frenéticos, como el extenso "Surlock Docks / Dockside Stealth / The Shoot Out".

La recuperación y edición de esta partitura, inédita y largamente esperada por los aficionados a Mancini, corre a cargo de Buysoundtrax Records. A su favor, la estupenda presentación del score completo, más varias pistas al final del disco de música incidental, adaptada a la época, junto con una versión alternativa de la pista "Super Sleuth/Watson Sees All", un tema de tintes nostálgicos precioso, por cierto, pero interpretada únicamente con acordeón. Destaca también el extenso texto de Randall Larson incluido en el libreto, con notas sobre la película, el compositor y su música para la misma.

En su contra, la gran parte de las pistas incluidas en el CD presentan una duración muy corta, rondando el minuto, segundos arriba, segundos abajo, con lo que para disfrutar de la música tienes que considerar todo el disco en conjunto, dificultándose su degustación pista a pista. Peor aún me parece la calidad de la grabación, con el ruido de la orquesta bastante presente a lo largo de prácticamente todo el CD. Sé que a muchos eso de escuchar a los músicos pasando las páginas de las partichelas, o los roces de algunos instrumentos, les gusta, le otorga como una mayor autenticidad y realismo a la música, pero en mi caso, me distrae mucho y me entorpece bastante la audición. Dichas "interferencias" resultan bastante notorias especialmente cuando escuchas el disco con cascos o auriculares. Ignoro si el sonido se podría haber filtrado mejor o por el contrario ésta era la única forma de disfrutar de la banda sonora, pero desde luego no ayuda.

Pese a estos inconvenientes, que lo son para mí, pero que no tienen por qué serlo para muchas otras personas, considero que se trata de una adquisición muy recomendable para todos los amantes de la música de Mancini.

Lo mejor: Poder contar por fin con la edición completa de un trabajo tan interesante y ameno de Mancini como éste.

Lo peor: La escasa duración de algunas pistas, y el ruido presente a lo largo de toda la grabación, factores ambos que entorpecen la escucha aislada de la música.

El momento: "Without A Clue End Credits".

Bac Hylon