Wrong Turn 2

Título en español: Camino Sangriento
Compositor: McCreary, Bear
Año: 2007
Distribuidora: Lalaland Records
Duración: 51:43

Secuelas de productos poco originales que tuvieron cierto éxito suelen estar abocadas al desastre, e incluso al mundo televisivo. Wrong Turn 2 : Dead End es de esa clase de película, y de esa clase de secuelas.

Tontería allá donde las haya, pero de las gordas, y típica hasta decir “basta ya por el amor de Dios”, al menos asistimos a un intenso desparrame de hemoglobina, con algunas muertes bastante salvajes y brutales (sin dejar de ser serie B televisiva) y con toques de humor negro.

Secuela que deja Secuelas

Wrong Turn 2 es lo que es y todo lo que puedes esperar, y punto. Familia deforme e incestuosa vive en las montañas feliz, matando a todos aquellos desaprensivos que pasan por el lugar y toman el camino equivocado. Como nadie sospecha que algo raro pasa (porque habrían de sospechar, vamos), un grupo de estúpidos realiza un programa televisivo de supervivencia en el bosque a ver quien es más chulo.

Los estúpidos no tardarán en ir cayendo uno a uno (o de dos en dos), hasta el momento de la confrontación final, donde sabes quien muere y quien sobrevive, con el típico final postizo (pero si habían muerto todos los deformes...ah, espera...pues va a ser que no).

Me entretuvo, porque es cortita y está llena de salvajadas, pero es una mala película, donde a veces canta algún efecto especial. Lo mejor; mucha sangre y la actuación ramboide del actor y cantante Henry Rollins como el militar Dale Murphy, quien presentaba la serie Night Visions o participaba en la película Feast, una película de terror de culto a reivindicar ya.

El director Joe Lynch (que según el contenido del folleto de Lalaland debe de ser un friki de cuidado, y con buen gusto, pues aparece jugando al guitar hero con camiseta de Goblin al lado de Bear McCreary) debuta con ésta película, ejerciendo una dirección bastante plana, y con un proyecto futuro entre manos Furious Angel (estudiante católico de día, asesino de noche) que parece ser un remake de la película ochentera Angel. Agárrate...

Bear McCreary

Natural de Florida y nacido en 1979, éste joven compositor ha saltado a la palestra, principalmente, por su música para la magistral serie Battlestar Galactica, clásico inmediato desde la primera temporada, y una de las mejores series que existen (sino la mejor).

He de reconocer que, pese a que al comienzo echaba de menos el estilo sinfónico-arrollador y aventurero de Stu Phillips (en concreto, su tema principal), conforme avanza la serie comienzas a darte cuenta del sabio uso de la composición de McCreary para la serie. Música seca, con algún toque marcial, texturas ambientales  y algunas sonoridades agresivas, confiriéndole todo ello un conjunto místico y realista que encaja perfectamente con la serie.

Cada temporada, conforme la serie crece, también lo hace la música de McCreary, ganando en matices y profundidad dramática. Todas las temporadas, incluido el piloto compuesto por Richard Gibbs, han sido editadas excepcionalmente por Lalaland Records.

Pero ahí no ha quedado la colaboración con Lalaland Records; recientemente hemos visto editada Eureka (otra serie televisiva a la que ha puesto música el compositor) y Rest Stop : Don’t Look Back (secuela de Rest Stop), , y unos meses antes, éste Wrong Turn 2. En breves veremos editados otro trabajo suyo, como la serie Terminator : The Sarah Connor Chronicles, y esperemos que otros como la película televisiva Battlestar Galactica Razor.

Como anécdota, decir que McCreary fue alumno y trabajó durante una década con el gran Elmer Bersntein (fue uno del selecto grupo de protegidos del Maestro), con quien colaboró en la reconstrucción de Kings of the Sun (1963), y que su hermano, Brendan McCreary, trabajó en la película Wrong Turn 2 como asistente musical.

Además, en el folleto del score editado por Lalaland encontramos entre los músicos que intervienen en la banda sonora a Steve Bartek, exguitarrista de Oingo Boingo, habitual colaborador del gran Danny Elfman y compositor de cine (Novocaine), que aquí participa como músico tocando el banjo y la guitarra, y a John Avila, también un ex de Oingo Boingo, que colabora con la guitarra eléctrica.

Terror a lo Spaghetti Western

¿Por que digo esto?. De partida, McCreary nos ofrece el mejor tema del score en el corte uno, “Main Title”. De primeras unos acordes de guitarra con ciertas reminiscencias sureñas de aires enfermizos que, acompañados de alguna sonoridad atonal y ambiental, se convierten en un corte que bebe del más puro spaghetti western, con un silbido tatareando el tema principal, acompañado de banjo, guitarra acústica y guitarra eléctrica.

Es el leitmotiv principal, que le da un aire enfermizo y malévolo a todo el score. Una lástima, y es donde creo que falla el trabajo de McCreary, que no basase la partitura más sobre éste tema principal, desarrollándolo y añadiéndole más matices. Me parece que el tema central está muy logrado, y consigue despertarte inquietud y una media sonrisa.

Solo lo aprovecha especialmente en los cortes seis, “Mutant Cannibal Incest”, donde dos hermanos deformes están montándoselo cuando una pareja de jóvenes los encuentran en plena faena, por lo que serán perseguidos hasta morir “atravesados” por una única flecha (y no la de cupido precisamente), y en el corte once “Rescuing Nina”, donde el militar Dale rescata a Nina de la guarida de los mutantes, sentada  y atada en una silla con hilo de alambre (ya me jodería), en uno de los mejores cortes del score.

“Mutant Cannibal Incest” es un tema rítmico y agresivo, donde McCreary introduce el motivo principal en su comienzo, y tras una breve fase de transición oscura y siniestra, nos ofrece un pasaje de acción con percusión y los acordes del tema central para la frenética huida de la pareja partir del minuto dos.

Le sigue “Arrow Throuhg Two Heads”, donde nuestra pareja encuentra la muerte mientras las guitarras eléctricas y los banjos construyen une melodía frenética en el comienzo del tema, aderezada con percusión y sonoridades atonales varias, desembocando en una fase ambiental y oscura para la ejecución de la pareja.

De manera menos pronunciada, también lo encontramos en el nacimiento en la cabaña del bebe mutante, “Birth of Baby Splooge”, donde McCreary va añadiendo más elementos distorsionadotes durante el corte para la huida de dos de las protagonistas de la cabaña al ser pilladas in fraganti mientras observaban atónitas el parto mutante.

Por el camino, tenemos texturas musicales ambientales, opresivas y siniestras, como corresponden a éste tipo de películas. Son partituras que abundan en el panorama musical de hoy en día, con el objetivo de ajustarse a las imágenes como un guante.

Destaca “Nina’s Theme”, donde McCreary nos ofrece un motivo melancólico para la historia de Nina (una suicida que va a al programa a ganar la pasta y rehacer su vida), pero sin abandonar las tonalidades siniestras.

McCreary también nos ofrece un tema para el programa de supervivencia, que aparece en el corte dos, “Ultimate Survivalist Theme Song”. Es un tema de sonoridades techno y muy bacaladero, con mucho ritmo electrónico machacón. En el Cd es el peor tema, muy repetitivo y ruidoso, pero en la película queda bien. Tiene cierto tono paródico, pero me carga muchísimo.

Curiosamente, es el tema que McCreary asocia a Dale, y que escuchamos en “Dale for Dinner” y en “Dale Vigilante”, sin tanto recargo bacaladero y con un toque más estilo Heavy, con las bases electrónicas y las guitarras eléctricas aderezando el conjunto.

Destacar el corte del enfrentamiento final, “The Great Grinder”, donde los acordes de una guitarra eléctrica, percusión y varios efectos distorsionadores  crean un clímax de confrontación para la escena de la súper picadora molinex industrial que utilizan los deformers, y los “End Credits (Theme from Wrong Turn 2)”, donde McCreary nos ofrece una versión Heavy del tema central muy acertada y muy rítmica, excelentemente conducida por el banjo y la guitarra eléctrica, recapitulando en el cierre del corte el sonido del silbido.

La música que nos viene

La música de terror, en general, pasa por un extraño mal, el de la música ambiental, algo insustancial, carente de personalidad y enfocado al simple relleno. Han pasado los tiempos donde existían temas centrales fuertes, buenos temas de desarrollo y excelentes pasajes de acción para los momentos más terroríficos.

¿Qué nos queda?. Algunas sorpresas que de vez en cuando nos golpean, como Signs de James Newton Howard, o el Terror Tract de Brian Tyler y poquillo más.

¿Y con que nos quedamos del score de McCreary?. El tema principal, alguna pieza de acción y poco más. Esperemos que ésta dinámica cambie un poco, aunque me temo que tardará bastante.

Lo Mejor: El tema central, con ese banjo y el silbido dándole un toque enfermizo y retorcido.

Lo Peor: Mucho sonido ambiente y atonal de relleno, desperdiciando la posibilidad de sacarle más jugo al tema central. La canción final es prescindible, y el tema bacaladero del corte dos, excesivamente recargado.

El Momento: “Rescuing Nina”, el mejor tratamiento del tema central.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)