Tracklist:
- Prologue (02:42)
- Main Title (03:16)
- Samurai Source (02:02)
- Tokyo Return (01:26)
- 20 Year Montage (03:26)
- Scrapbook Montage / Scrapbook Epilogue (02:10)
- Kendo Sword Ritual / Alter Ego / Night Rescue / Amputation / Amputation (alternate) (03:16)
- Man who never smiles (01:48)
- Tanner to Tono / Tono Bridge / The Bath (02:26)
- Girl and Tea (01:32)
- Pavane (01:09)
- Get Tanner (01:38)
- Breather / Final Assault (04:41)
- The Big Fight (05:50)
- No Secrets (01:31)
- Sayonara (02:00)
- Apologies (02:08)
- Bows / End Title (Coda) (01:41)
- Shine on (09:44)
- Bluesy Combo (06:18)
- 20 Year Montage / Scrapbook Montage (film mix) (04:58)
- End Title (film version) (01:08)
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Sin lugar a dudas, Sydney Pollack es un director de lo más desconcertante. Es capaz de importantes aportaciones a la cinematografía mundial, como el caso de este The Yakuza, capaz además de entretener de modo ejemplar (Los Tres Días del Cóndor, Tootsie), artífice de ñonerías sobrevaloradas (Memorias de África, Tal como Éramos), y capaz además, de aportar bodrietes que de nada sirven (Sabrina y sus Amores).
Los compositores que se han asociado a él durante muchos años han estado a la altura, cosechando incluso el Oscar, como en el caso de John Barry (Memorias de África) o Marvin Hamlish (Tal Como Éramos), aunque su compositor más frecuente, Dave Grusin, tendría que obtenerlo por una película de Robert Redford (Un Lugar Llamado Milagro). Personalmente creo que la obra de Pollack resulta en conjunto más interesante por su vertiende "bandasonera", siendo en este aspecto más regular en calidad a lo largo del tiempo, contando además con aportaciones brillantes de los autores reseñados y de otros como James Newton Howard o John Williams.
Pero no cabe duda de que si hay un compositor fetiche de este director es Dave Grusin, talento que cuenta con una sólida carrera como músico de jazz (y con sello propio), varias veces candidato a los premios de la Academia (El Cielo Puede Esperar, Campeón, El Estanque Dorado, Tootsie, Los Fabulosos Baker Boys, Havana, La Tapadera).
Durante años Grusin ha demostrado su estupenda respuesta a las propuestas más dispares, cosechando de paso éxitos tan curiosos dentro del campo de la adoración por parte de los fans, como en el caso de The Goonies. De entre las obras de Grusin destacan especialmente (además de Goonies), maravillas como Havana o Un Lugar Llamado Milagro, donde el autor ofrece algunos de los momentos cumbres del sonido latino en la música de cine. Tampoco se pueden dejar pasar sus trabajos para La Tapadera (importante uso del piano y de su oficio jazzístico para un thriller demasiado aparatoso) o aportaciones tan olvidadas como Un Cadáver a los Postres, donde el autor hace gala de un genial sentido del humor. Estas son solo puntuales referencias dentro de una sólida y extensa carrera en el cine que merece la pena ser descubierta.
The Yakuza es una de las numerosas colaboraciones entre estos artistas, fechada en 1975 y quizás sea lo más sólido que ha dado la obra del director Pollack. Protagonizada por Robert Mitchum, Brian Keith, Richard Jordan y Ken Takakura, la producción presenta los esfuerzos por recuperar a una chica secuestrada por la mafia japonesa. El regreso del protagonista a Tokio, así como su reencuentro con un viejo amor, marcarán la historia, repleta de tensión y acción, donde el honor está al orden del día. Hay que destacar la presencia en el guión de Paul Schrader, uno de los directores/guionistas más influyentes de la historia del cine.
El score de Grusin aporta una interesante fusión de jazz e influencias orientales, prestando importancia a determinados instrumentos solistas e incluyendo un tema principal que conoce la obligada versión vocal. La cuerda y el shakuhachi son protagonistas, sin olvidar la incorporación de apoyos de percusión y la participación de varios de los músicos habituales en la obra del Grusin-músico-de-jazz, como el gran Lee Ritenour.
El tema principal es típico de una época, repleto de encanto y con unos arreglos de guitarra y cuerda muy acordes. Cortes como "Tokyo Return" o "20 Year Montage" presentan un sonido reposado y romántico, introduciendo incluso un pasaje de saxo. La nostalgia del pasado aparece a través de un brillante piano en "Scrapbook Montage/Scrapbook Epilogue".
Tras un bloque introductorio y de placentera escucha, entra en acción la vertiente puramente oriental, que encontramos en cortes como "Kendo Sword Ritual/Alter Ego/ Night Rescue/ Amputation" o "Tanner to Tomo/Tono Bridge/The Bath", de extrañas sonoridades (percusión y viento). A lo largo de la mayor parte de los temas, el sonido dominante es reposado e intrigante (de dura escucha), dejando paso en ocasiones a recursos de cierta belleza y desembocando en "The Big Fight" que, en contra de lo que uno podría esperar por su título, presenta un corte nada subido de tono.
Por el contrario, Grusin subraya la secuencia mediante maniobras de shakuhachi, percusión y otros instrumentos, aportando un interesante efecto en pantalla, pero que en su escucha aislada en compacto resulta de alto tedio. Cortes como "Sayonara" o "Apologies" rompen el bloque central de la banda sonora, ese tono reflexivo e introvertido que la domina, regresando al material más tarareable y concluyendo con "Bows/End Title", donde se revisa brevemente el tema principal.
Como temas adicionales, algo de música diegética (jazzístico, como era de esperar), temas alternativos y la versión vocal del tema principal, ¡¡en japonés!!
En definitiva, un score de gran calidad pero en conjunto no apto para quien desee acceder a temas reconocibles, pues éstos son limitados en esta ocasión. Brillante edición de coleccionista, con guia de audición y material gráfico.
Lo mejor: Un buen tema principal y una hábil composición étnica del autor de Los Goonies.
Lo peor: Su dura escucha en compacto, algo que no se puede reprochar a un trabajo que funciona perfectamente en el contexto para el que fue pensado.
Sergio Hardasmal
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