Also in English
Desde
que entró en el negocio al mismo tiempo que su amigo Kenneth
Branagh con Henry
V (Enrique
V) nos ha dado un montón de maravillosos scores para
disfrutar. Es uno de los compositores más eclécticos
de su generación y cada nuevo trabajo es como un regalo para
los aficionados. Con motivo de su última composición, Secondhand
Lions (El
secreto de los McCann), nos tomamos en serio el desafío
de obtener lo que vais a leer. Llena de las más divertidas
anécdotas que hasta ahora hemos escuchado, fue un gustazo hacer
esta entrevista. Queremos agradecer a todos los esfuerzos realizados
para que esta entrevista fuera posible. Gracias a Cathy
Mouton, Maggie Rodford y Julia
Lister. Sin vuestra ayuda no hubiéramos podido
hacerla.
Desde que
hicimos esta entrevista ha pasado cierto tiempo. Por esta razón,
aunque la publicamos ahora, no encontraréis ninguna referencia
a su implicación en Harry Potter y el cáliz
de fuego. Sevilla, una mañana de un atípico
día. Suena un timbre no tan lejano...
Patrick Doyle (PD): ¡Hola,
Sergio! ¿Cómo estás hoy?
BSOSpirit (BS): ¡Hola, Patrick! Estoy bien, ¿y tú?
PD: ¡Muy bien! ¡Gracias! Esperando tu llamada.
BS: Bien, pues si estabas esperando, vamos a empezar.
PD: ¡Genial! BS: Pienso que deberíamos comenzar con las
películas que has hecho con Kenneth Branagh, y estoy
seguro de que te han hecho esta pregunta cientos de veces. ¿Cómo
empezó tu relación con Kenneth?
PD: Yo estaba trabajando como actor en una obra titulada “Man Equals
Man”, de Bertolt Brecht, y en ella estaba trabajando
con un íntimo amigo de Kenneth, a quien le dijo que
yo era actor, pero también compositor. Fue pura casualidad que Kenneth estuviera
buscando un compositor para su recién creada compañía
de teatro, la Renaissance Feature Company. Así que
nos reunimos y todo fue muy bien. Y así fue... Escribí la música
para una obra y decidí que no quería actuar nunca más.
Estaba cansado de actuar y, al ser músico antes que actor, pude volver
a mi primer amor. BS: De trabajar en el teatro pasasteis a trabajar en
vuestra primera película, Henry V. Sabemos que el tema “Non
Nobis Domine” se escribió antes del rodaje y que Kenneth lo
hizo sonar mientras se filmaba la escena. ¿Pasó lo mismo en otras
películas que has hecho con él, por ejemplo el tema “The
Creation” en Frankenstein o la obertura de Much
Ado About Nothing (Mucho ruido y pocas nueces)?
PD: No. La escena de la creación fue la primera escena principal
que se montó de toda la película y nunca cambió nada desde
su primera encarnación, por lo que dispuse de mucho tiempo para estudiarla
y discutir con la gente de los efectos de sonido si escribir una música
que pudiera sonar alrededor de los efectos sonoros –los golpes, los choques
de cosas...-. Así que trabajé mucho tiempo para conseguir que
cada movimiento de la música encajara perfectamente con la imagen (tarareando
la música de “The Creation”). Para Much Ado ya
había escrito muchos de los temas principales bastante antes de empezar
a componer para la película, y estar en Toscana hizo que el proceso
fuera más íntimo y fácil. BS: Dada tu estrecha relación
con Kenneth, ¿te hace algún tipo de sugerencias
sobre la música que quiere para la película?
PD: No. Él es muy específico sobre algunas cosas, como la
melodía o los temas. Por ejemplo, en Hamlet, le tuve
que tocar cinco temas principales distintos hasta que estuvo satisfecho con
uno de ellos. Entonces comencé a componer el resto del score.
Pero conseguir un tema principal que le guste es siempre muy difícil. BS: ¿Cuál
dirías que es el tema principal más difícil que has compuesto
para él?
PD: Probablemente diría que el de Hamlet. BS:
Es uno de tus trabajos más complejos, y de paso te diré que me
encanta.
PD: Muchas gracias. BS: Volviendo a Henry V, ¿qué sentiste
cuando el príncipe Charles, a quien le encantaba “Non
Nobis Domine”, te pidió que compusieras “The Thistle
and the Rose” para su abuela la Reina Madre??
PD: Hay una anécdota divertida sobre esa composición, si quieres
oírla, claro... BS: Soy todo oídos (risas).
PD: (risas) Estábamos de vacaciones y llegó el correo. El
cartero va y me dice: “Necesitamos que firme aquí, es una carta del Palacio
de Buckingham”. BS: ¡Oh, Dios mío! (risas)
PD: ¡Es justo lo que dije! (risas). Todo lo que pude pensar fue: “¡No
es para mí!”. De todos modos, mientras la leía me sentía
muy halagado y sorprendido. Era una carta escrita a mano... y yo estaba totalmente
emocionado. BS: ¿Tuviste dificultades para componer esta pieza?
PD: Sí. Fue muy, muy difícil. Estábamos de gira mundial
con la Renaissance Feature y fue una lástima porque
no tuve tiempo para ver los sitios adonde íbamos. Pasé todo el
tiempo componiendo la pieza. BS: Hay algo más que quiero preguntarte
sobre Henry V. ¿Es cierto que encontraste la inspiración
para “Non Nobis Domine” mientras estabas en el lavabo?
PD: (muy serio) Absolutamente cierto. BS: (risas) ¿De verdad?
PD: Sí. Para la sección central del tema sabía que
tenía que hacer algo muy diferente del resto. Una noche estaba en el
lavabo, y mientras HACÍA MIS COSAS, algo empezó a sonar en mi
cabeza (tarareando la parte central de “Non Nobis Domine”)
y, de repente, me dije: “¡Dios mío, no dejes que se me olvide
este tema!”. Así que acabé mis “asuntos” en el baño, me
lavé las manos (risas) –eso sí, soy muy limpio-, y bajé corriendo
las escaleras, mientras mi mujer me decía: “¿Qué haces
corriendo por las escaleras? ¡Ven a la cama! ¡Es medianoche!”,
y yo le contestaba: “¡No puedo, no puedo!”. Al final llegué a
bajo y empecé a escribir el tema en mi agenda cuando todavía
resonaba fuerte en mi cabeza. Así fue. BS: ¡Qué alivio!
(risas)
PD: Sí, ¡muy grande! (risas). No es la única vez que
me ha pasado. Me ha sucedido así muchas veces. Cuando he estado trabajando
mucho rato y me voy a la cama, cuando estoy más relajado y cansado...
allí, es donde me vienen las mejores ideas. BS: La primera obra
tuya que escuché y uno de los primeros CDs que compré fue Dead
Again (Morir todavía). Me encanta esa música
y la gran película a la que acompaña. La escena final es obra
de dos genios, Kenneth en las imágenes y tú en
la música. La atmósfera general de aquella escena parece de Hitchcock y
su manera de rodar. ¿Tuviste en mente este hecho a la hora de componer Dead
Again?
PD: No. Quizás subliminalmente, pero no de manera consciente. Mucha
gente ve el parecido entre Herrmann y yo, y supongo que tiene
que ver con la influencia que tiene la música eslava en mi manera de
componer, como la tuvo en Bernard Herrmann. De ahí el
posible parecido entre nuestras obras. Los dos escribimos de una manera muy
poco ambigua. BS: Sí, de una manera muy directa. Mirando en tu filmografía
uno puede encontrar muchos temas que son muy directos, muy primarios si quieres...
PD: Supongo.  BS:
Bueno... tienes “The Battle of Agincourt” en Henry
V, los temas de acción de Dead Again, “The
Creation” de Frankenstein y, desde luego, “Central
Station” de Carlito's Way (Atrapado por su
pasado). Puedo decir que ese tour de force es una de tus
obras maestras. La cuestión es si Brian de Palma te
sugirió algo o fue una idea totalmente tuya.
PD: Brian no hizo ninguna sugerencia. BS: ¿Absolutamente
ninguna?
PD: Nada. Lo único que Brian me dijo fue: “¡Adelante!” BS:
(risas) ¡Muy directo!
PD: (risas) Así es. “¡Adelante!” Él contrata al compositor
para que haga su trabajo. Es muy directo y tiene mucha confianza en su película
pase lo que pase. BS: Eso encaja perfectamente con el tono de sus películas. BS:
Moviéndonos un poco en el tiempo, llegamos al momento en que obtienes
tu primera nominación al Oscar por Sense and Sensibility (Sentido
y sensibilidad). ¿Qué recuerdos tienes de aquello?
PD: En aquella época había hecho pocas películas y
cuando me dijeron que había sido nominado me sentí sorprendido,
pero también muy feliz y emocionado por haber sido nominado por un score del
que estaba muy orgulloso y en el que había trabajado muy duro junto
a Emma (Thompson) y Ang (Lee).
Fue una alegría y también fue muy divertido asistir a la enorme
fiesta que siguió a la ceremonia. Pero estas cosas hay que tomarlas
como lo que son, algo derivado de tu trabajo. Si te planteas tu profesión
como una manera de ganar premios, para mí es como comprar el carruaje
antes que el caballo, si entiendes lo que quiero decirte... BS: Por completo. BS:
Dos de tus obras con Kenneth, Hamlet y Frankenstein,
se encuentran entre tus trabajos más complejos en cuanto a orquestaciones
y por la cantidad de personajes que hay en la historia. ¿Cómo
te sientes trabajando en películas como esas?
PD: Durante mucho tiempo de mi vida interpreté a Osric en
los escenarios. Por eso estaba muy familiarizado no sólo con el personaje
sino con toda la obra. Llegué a conocer con detalle la obra al interpretarla
cada noche, por lo cual, cuando llegó el momento de la película,
empecé inmediatamente a trabajar en lo que sería la pieza central
del score, la que encantaba a Kenneth, y también
comencé a trabajar en el tema de Ofelia, que me vino
a la cabeza viendo a Kate (Winslet) mientras
rodaba una escena en la que ella estaba leyendo una carta de Hamlet.
Debido a haber vivido tanto tiempo tanto con la obra como con la película
mientras esta se rodaba, era una cuestión de en cuánto tiempo
me costaría hacer el score, y aunque al final me costó dos
meses ponerlo físicamente en el papel, fue un proceso que había
comenzado muchos años antes. BS: ¿Y en cuanto a Frankenstein?
PD: Al ser una película enorme con tantos giros dramáticos,
fue muy difícil concebir un score que subrayara la esencia
de la novela, el dilema entre Victor y la Criatura,
sin olvidar todas las cosas que suceden a su alrededor. También fue
difícil porque el montaje de la película era muy lento, lo que
hizo que mi trabajo fuera muy duro. BS: Para la escena en que Victor y Elisabeth están
finalmente juntos en su luna de miel, ¿te sugirió Kenneth algo
sobre la música?
PD: No directamente. Pero tanto a Kenneth como a mí nos
gusta el romance y la idea para aquella escena era componer algo como el vals
de la Bella Durmiente (tarareando la música). Esa era
la idea que tenía en mente cuando al final escribí lo que ya
has escuchado, una pieza cuya intención era ensalzar el romance. BS:
Otro director con quien mantienes una colaboración desde hace tiempo
es Régis Wargnier...
PD: Un director y un amigo maravilloso. Es genial que hablemos de él. BS:
De acuerdo. Has trabajado con él en Indochine (Indochina), Une
femme française (Los amores de una mujer francesa), East-West (La
vida prometida)... y estás ahora trabajando en su última
película, Man to Man. En lugar de comentar escenas
específicas, ¿qué puedes decirnos acerca de tu experiencia
general de trabajar con él? ¿Y qué puedes avanzarnos de Man
to Man?
PD: En primer lugar, debo decirte que Régis, igual
que Kenneth, es un amigo de la familia, y que durante el rodaje
de Man to Man en Edimburgo, mi hija y yo fuimos a visitar
el set. Casualmente, el mismo gran salón que Régis planeaba
filmar era el mismo en el que se graduó mi hija en el Edinburgh College.
Fue un momento muy especial tener a un amigo de la familia trabajando en un
sitio tan cercano. Por lo que se refiere a la película, puede decirte
que es un film absolutamente imponente, es la obra de un genio, es una alegría
para mí trabajar en él. BS: ¿Has escrito ya algo?
PD: No, pero me muero de ganas. Esto será lo mejor que haya hecho
nunca. BS: Parece ser que tu trabajo siempre está salpicado de anécdotas
divertidas. ¿Qué pasó cuando componías Indochine?
PD: Supongo que te refieres a la Fisher-Price... BS: Exacto.
PD: Bueno... Normalmente siempre uso lápiz y papel para escribir
la música que tengo en mente, y habitualmente utilizo una grabadora
Sony para ello, para grabar lo que escribo. Cuando estaba preparando unas cosas
de Indochine para enseñarle a Régis,
la grabadora se rompió y no tenía tiempo para salir a comprar
otra. Así que por allí estaba aquella grabadora de juguete Fisher-Price
y la cogí para grabar lo que estaba componiendo. Y sonaba horrible.
Al juguete le faltaba la tapa del cassette y cada vez que pulsaba el botón
de grabar tenía que presionar la cinta manualmente... Si no, se caía
la cinta (risas)... BS: (risas) En otras palabras, ¡una auténtica
basura!
PD: (risas) Lo peor era que..., bueno..., cuando Régis vino
yo no me había dado cuenta de lo impactante que podía ser aquello
para un director. Así que cuando entró en la habitación
me dijo: "¿Qué es eso?", y yo dije algo como "¡Oh! ¡Es
una Fisher-Price!" La situación era ridícula, y entonces Régis me
dijo: "¿Me estás diciendo que para la película más
grande que nunca se ha hecho en Francia, con el mayor score nunca
compuesto, se está grabando en una Fisher-Price?". Y con lo bromista
que es me dijo: "Quiero que grabes todo lo que compongas en el juguete y luego
se lo muestres a los productores en Francia. Quiero que les digas que se grabó en
una Fisher-Price". Y eso es lo que hice (risas). BS: (risas) ¡No
me lo puedo creer!
PD: Y desde ese día aún conservo aquella Fisher-Price. BS:
Pero ya no la utilizas, ¿no?
PD: No, claro que no (risas). Ahora tengo un equipo mucho más caro,
con ordenadores y todo lo que puedas imaginar. Pero guardaré la Fisher-Price
para siempre.  BS:
Ahora me gustaría hablar de dos de tus colaboraciones con Alfonso
Cuarón. Me refiero a A Little Princess (La
princesita) y Great Expectations (Grandes
esperanzas). ¿Qué nos puedes contar de tu relación
con Alfonso y de la realización de esas dos bandas
sonoras?
PD: Alfonso es un hombre maravilloso y cuando me enseñó por
primera vez A Little Princess me di cuenta del magnífico
regalo que suponía hacer aquel trabajo. Me quedé pasmado por
los movimientos de cámara, por el montaje, por la actuación.
Y todo aquello venía de la misma persona, el director, el autor. Estaba
entusiasmado de poder trabajar con él. Además, le encanta la
música y le gusta mucho trabajar en equipo con el compositor. Me sugirió usar
una voz infantil para la canción de la película y yo le mostré una
demo en la que cantaba mi hija. Al momento se enamoró de la voz, pero
en realidad le costó mucho convencerme de que utilizara a mi hija. BS: ¿Y
eso, por qué?
PD: Muy sencillo. No quiero que mis hijos sean parte de mi trabajo. Quiero
mantenerlos lo más alejados posible del mundo del cine. Sin embargo,
decidí que no le diría a mi hija que había cantado para
la película hasta el día del estreno en Los Angeles. BS: ¿Cómo
se lo tomó ella?
PD: ¡Oh, Dios mío! Solo gritaba “¡Yuhuuuuuuuuuuuu!" (risas).
No debería haber hecho aquello...
BS: (risas) Los niños son niños...  BS:
En la otra película que hiciste con Alfonso, Grandes
esperanzas, usaste algunos sonidos electrónicos, algo que no
es habitual en tu música. ¿Por qué?
PD: En este caso fue Alfonso el que quería utilizar
música pop que fuera acorde con las canciones que usaba en la película.
Fue un proceso muy difícil trabajar con todos los cantantes contemporáneos
que estuvieron involucrados en la película y al mismo tiempo tratar
de componer una partitura que encajara con las canciones. Al final el álbum
quedó muy bien y estoy muy orgulloso de cómo resultó aquel
trabajo. BS: ¿Y qué me puedes contar de Amsterdam?
PD: (risas) Sabía que ibas a preguntarme eso... BS: (risas) ¿Era
tan obvio?
PD: (risas) No, en absoluto. Lo que pasó es que un día Alfonso,
que es un tío muy divertido, me dijo: "¡Venga Patrick,
vámonos a Amsterdam!". Yo le contesté: "No puedo, tengo trabajo
que hacer...", y él insistía: "¡Venga, vamos a pasarlo
bien a Amsterdam! (imitando la voz de Alfonso)". Fui a mi
esposa y le dije: "Querida, Alfonso quiere que me vaya con él
a Amsterdam", y sorprendentemente me contestó: "Pues vete y pasa un
fin de semana de soltero". Así que nos fuimos a Amsterdam y entramos
en una tienda de instrumentos musicales, y me puse a tocar. Y a él le
gustó lo que estaba tocando. Para él fue una experiencia emocionante
estar allí viéndome tocar el piano. Para mí era algo muy
natural, pero para él era algo completamente nuevo. Fue un fin de semana
maravilloso. BS: La única película de animación en
la que has trabajado es Quest for Camelot (La espada
mágica). ¿Qué tal fue la experiencia de trabajar
en animación?
PD: Siempre me ha encantado la animación. Aún recuerdo la
primera vez que fui a ver Fantasía. Yo tenía
14 años y me enamoré de la interacción entre las imágenes
y la música clásica. BS: Sí, es maravillosa.
PD: Sí, pero para mí escribir la música de aquella película
fue algo muy especial, y el principal motivo es que la escribí cuando
estaba enfermo en el hospital. Muy, muy enfermo. Para mi sorpresa, y para el
especialista que me trataba, lo único que podía hacer era escribir
música. El médico temía por mí y me decía
repetidamente que nunca había visto a nadie en mi situación capaz
de hacer algo que requiriera un esfuerzo mental. BS: ¿Cuánto
tardaste en escribir el score, dado el estado en que estabas?
PD: Bueno, poco a poco. Un día 26 segundos, el siguiente un minuto...
Tarde ocho semanas, que es mucho tiempo. BS: Mucho tiempo, desde luego.
Tengo que decirte que nos tuviste a tus fans muy preocupados durante el tiempo
en que estuviste en el hospital, puesto que teníamos muy poca información
de lo que pasaba y nos temíamos lo peor. ¿Qué puedes decirnos
de aquella terrible etapa de tu vida?
PD: Tuve una enfermedad llamada leucemia mieloide aguda, que es un cáncer
de la sangre muy virulento, y el de mi tipo no me permitía recibir un
trasplante de médula ósea, pero sí una quimioterapia muy
agresiva. Aunque fue menos agresiva que la que se utiliza en Estados Unidos,
debo decirte que es un proceso muy duro. José Carreras,
por ejemplo, fue muy inspirador para mí. Éramos amigos desde
mis tiempos en los escenarios y me apoyó mucho durante todo el proceso. BS: ¿Estás
ya completamente curado?
PD: Sí, por completo. Voy una vez al año a hacerme un análisis
de sangre, aunque me costó cinco años recuperarme física
y mentalmente. BS: Eso es mucho tiempo.
PD: Sí, pero ahora me siento más joven incluso que antes de
enfermar. BS: Eso tiene que ser una gran sensación.
PD: Sí. Cuando el médico me dijo que tenía entre un
60 y 70% de probabilidades de sobrevivir, yo sólo pensaba en el 30%
restante. Fueron unos tiempos muy duros y, gracias a Dios, ya ha pasado. Hay
algo más que quiero decir sobre esa época en que estuve enfermo,
si no te importa. BS: ¿Cómo me iba a importar? ¡Adelante!
PD: Me gustaría agradecer a todos los aficionados españoles
por su apoyo durante todo aquel tiempo. Todavía conservo todas y cada
una de las cartas que recibí aquellos meses y nunca las tiraré.
Fue para mí una gran ayuda saber que tanta gente estaba preocupada por
mí. Recuerdo las paredes de mi habitación del hospital cubiertas
hasta el techo con cientos de cartas. Muchas gracias a todos. BS: ¿Es
cuando no pudiste venir al concierto de Sevilla?
PD: Exacto. Durante el ensayo de aquel concierto, Maggie me
llamó y el coro estaba cantando "Non Nobis Domine".
Aquello me hizo llorar mucho. BS: Afortunadamente estás aquí para
contarlo y siempre puedes volver (risas).
PD: (risas) Me encantaría. BS: Te lo tendré en cuenta
(risas)
PD: De acuerdo (risas). BS:
Antes de pasar a tus últimos trabajos, quiero hablar de algo que a veces
los aficionados preguntan y nadie contesta. Algunas de tus obras recientes,
como Bridget Jones's Diary (El diario de Bridget Jones), Killing
Me Softly (Suavemente me mata) o The Galindez
File (El misterio Galíndez), no se han editado,
o al menos no completamente. ¿Qué nos puedes comentar de esta
práctica?
PD: Bueno, la cuestión con éstas y otras películas
es que no son grandes éxitos de taquilla y es muy difícil para
la compañía discográfica editarlas en CD. Esta industria
está atravesando tiempos muy difíciles y ya no disponen de tanto
dinero como en el pasado. La gente se gasta menos dinero. Galíndez no
era una gran película, por lo que el riesgo de editar un disco era enorme.
Y aunque Bridget Jones fue un éxito, los productores
no quisieron editar un CD con la banda sonora que interfiriera con el lanzamiento
del disco de canciones. BS: Por lo tanto, es improbable que los aficionados
puedan escuchar estas bandas sonoras...
PD: Bueno, he hablado con mi manager y estamos pensando en un álbum
autofinanciado que contenga esas bandas sonoras. BS: Sería genial.
Bueno, ya casi estamos acabando la entrevista...
PD: (en tono triste) ¿De verdad? BS: Sí, pero antes de
finalizar, me gustaría mucho hablar de tu último trabajo, Secondhand
Lions (El secreto de los McCann).
PD: ¡Genial! BS: Debo decirte que la primera vez que lo escuché,
me dejaste absolutamente anonadado.
PD: ¿Y eso? BS: Lo escuché por primera vez mucho antes
de ver la película y estuve muy intrigado hasta que fui al cine. La
música era tan variada y cambiante que no podía imaginarme qué clase
de película era. ¿Cómo fue colaborar con Tim McCanlis?
PD: Es un tío fantástico. Un año antes de empezar a
componer, me llamó cuando iba a comenzar a rodar, y desde el principio
de todo quiso que yo hiciera el score. Era muy simpático al
teléfono y me envió el guión enseguida. Me enamoré del
mismo nada más leerlo, y sabía que iba a ser muy difícil.
Esa película iba a requerir de toda mi experiencia anterior en composición. BS:
Desde luego, hay un millón de estilos diferentes en esa banda sonora.
PD: Así es. Tienes música étnica, música exótica,
música de acción, música romántica, tierna... BS:
...música épica...
PD: Mucha. La película me exigió esfuerzos en todas las direcciones,
pero me encantó. Fue un gran desafío y una gran alegría
grabarla con la Orquesta de Bratislava, que hizo una gran actuación.
Seguro que estás de acuerdo conmigo. BS: Absolutamente.
PD: Fue muy divertido trabajar con Tim. Es un director tan apasionado...
Estoy muy satisfecho de haber trabajado con él. BS: Debes estarlo.
Es uno de tus mejores trabajos.
PD: Muy amable. BS: Quiero decir que la primera vez que lo escuché me
quedé enganchado con las primeras notas (tarareando el tema).
PD: (tarareando al mismo tiempo) BS: Me recordó The Thief
of Bagdad, de Rozsa.
PD: Es curioso que digas eso porque cuando vi por primera vez la película
y todos los flashbacks pensé: "Esta película necesita
música de los años cuarenta... Necesita música como la
de Rozsa, Korngold, Steiner..."  BS:
Bien... si estás tan orgulloso de esta obra, tal como supongo, te gustará saber
lo que voy a decirte. Cada año nuestra página web hace una votación
entre nuestros lectores para elegir la mejor banda sonora en distintas categorías.
Y este año Secondhand Lions ganó el premio a
la mejor banda sonora de comedia.
PD: (impactado) ¿De verdad? ¡Caray! Diles a todos que me siento
muy emocionado y halagado. Muchas gracias por este premio. BS: Gracias
a ti por regalarnos esa magnífica música, te lo mereces.
PD: Eres muy amable, estoy muy contento de oírlo. BS: Bueno...
creo que sería estupendo acabar la entrevista con la anécdota
más divertida que recuerdes.
PD: ¡Qué difícil...! BS: Te he puesto entre la espada
y la pared (risas).
PD: (risas) Pues sí. ¿Qué puedo explicarte? ¿Qué puedo...? ¡Ah,
sí! Ya sé. Cuando estábamos doblando Henry V...
la escena en que la banda sonora tenía mi voz cantando "Non
Nobis Domine"... (cantando) BS: (cantando el mismo tema)
PD: Estaba en la cabina de sonido en la que hacíamos el doblaje,
y todo el día tenía metida en la cabeza una canción, aquella
de Barry Manilow titulada "I Wrote the Song" (cantando la canción).
En cierto momento fui al lavabo. Estaba sonando "Non Nobis Domine" mientras
yo estaba en el lavabo cantando a grito pelado: "I wrote the song than made
the world sing" (risas). BS: (riendo fuertemente) ¿Y ellos te oían?
PD: (risas) No lo sé. Yo estaba allí cantando fuerte (muy
fuerte) "I wrote the song that made the whoooleeee...". En fin..., cuando volví del
lavabo los montadores de sonido me dicen: "OK, Patrick, aquí tienes
la escena doblada". Y allí estaba mi vozarrón cantando "I
Wrote the Song" mientras Kenneth estaba en la pantalla
recitando a Shakespeare (riendo fuerte) BS: (riendo muy
fuerte, casi llorando). ¡Muy divertido!
PD: Es la anécdota más divertida que recuerdo, Sergio.
Tengo que decirte que ha sido genial hablar contigo. Ha sido una gran entrevista. BS:
Para mí también. Ha sido genial. Espero que algún día
podamos repetirla.
PD: También lo espero. Cuídate y buena suerte para ti y para
vuestra página web. ¡Adiós! (en español)
BS: Cuídate
mucho también. ¡Adiós!
Entrevista
realizada por Sergio Benítez
Preguntas de Sergio Benítez y Óscar Giménez
Traducción de Óscar Giménez
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