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Saul Bass, o la fuerza visual está en la concisión

En el pasillo la alarma nos avisa de que la sesión comenzara en breves instantes. Se inicia el ritual. Tomamos asiento, las luces se apagan, la película abre con los títulos de crédito. Durante un minuto y medio o dos, sobre la pantalla aparecen los nombres del equipo artístico y técnico. Cierra con "dirigido por".
Algunos espectadores pueden pensar que esos minutos son minutos prescindibles, después de todo antes de entrar al cine ya sabemos qué actores participan o quién es el director y, ¿a quién le interesa quién es el director de fotografía o el compositor?.
Aparte de la necesaria información que esos minutos aportan, ¿son "prescindibles"?. El extraordinario diseñador gráfico Saul Bass, a lo largo de su dilatada carrera, demostró que también en el cine la primera impresión es la que cuenta.

Bass, que había estudiado diseño gráfico en la Universidad de Nueva York, llega a Hollywood a mediados de los años cuarenta para incorporarse al departamento de publicidad de la Warner. Allí trabajo en el diseño de los carteles publicitarios de algunas de las producciones del estudio. Normalmente los carteles se diseñaban utilizando el gancho que los actores principales tenían sobre los espectadores, lo normal era utilizar retratos de las estrellas con el fondo estático de algún decorado natural o artificial que apareciese en la película y el resultado final podía ser un elaborado trabajo que no hacía referencia a la historia en cuestión.
Bass comenzó utilizando estilizados diseños abstractos ricos en contenido simbólico que de un golpe visual consiguen impactar en al espectador y llamarle la atención sobre la película anunciada. Cada uno de sus carteles se convierte en una meditada obra de arte moderno, después de todo Bass no fue un eficiente artesano sino un innovador creador como demostró a lo largo de toda su vida.

En 1954, siendo director de la acreditada empresa de publicidad "Saul Bass & Associates", recibe el encargo de Otto Preminger de realizar los fondos de los títulos de créditos para el musical "Carmen Jones". Fue la primera vez que colaboró con Preminger y la primera que se hizo cargo de las acreditaciones en su totalidad. Esta relación con prolongó a todo lo largo de la carrera del realizador austriaco; su relación con el cine durante varias décadas y en más de cuarenta películas.
Este año, 1954, supone el inicio de la renovación y del reconocimiento de un apartado tan poco tenido en cuenta como es el de las "acreditaciones", apartado en el que alcanzo las más altas cotas dentro del arte cinematográfico.
Si en "Carmen Jones" ya había comenzado a imponer su estilo abstracto un año después volvió a innovar al utilizar por primera vez un fondo dinámico para "El hombre del brazo de oro". Más tarde evolucionaría hacia composiciones figurativas pero conceptualmente abstractas y siempre cargadas de contenido.

Toda la moderna concepción del diseño de carteles de cine y de los títulos de crédito tiene su base en los trabajos de Bass. Con él, esos escasos minutos dejan de ser un anexo prescindible pero ineludible antes de la película propiamente dicha, cuando Bass entra en acción es él quien inicia la película.
Es de destacar el papel que este artista dio a la música dentro de su trabajo. Comprendió y supo utilizar mejor que muchos directores las posibilidades emocionales de la imagen unida a la música hasta el punto que ésta forma parte indivisible de los títulos de crédito que diseñó. Como si de una pequeña película se tratase música e imagen se conforman como una unidad total. Normalmente, en estrecha colaboración con el compositor del score, prepara psicológicamente al espectador y "simboliza y resume" (lema favorito de Bass) la historia que introduce y de la que es parte integrante.
El conjunto de su obra incluye breves, prodigiosas y estilizadas metáforas y síntesis que abren películas como: "El hombre del brazo de oro", "Vértigo", "Psicosis", "Horizontes de grandeza", "Con la muerte en los talones", "Anatomía de un asesinato", "Éxodo", "Espartaco", "West Side Story", "The Cardinal", "Alien", "Uno de los nuestros", "La edad de la inocencia", "Casino", etc.
Después de más de dos dilatadas décadas de trabajo, en 1980 anuncia su retiro tras diseñar los títulos de "Factor humano" (Otto Preminger) y la inquietante introducción de "Alien" (Ridley Scott). Regresa entonces al campo del diseño gráfico. Fue el creador de los logotipos e imágenes corporativas de empresas como la "Warners Comunication", "AT&T", "Continental airlines" o "Minolta".
En 1987 el productor y director L.Brooks le rescata de estos años de aislamiento cinematográfico al pedirle que se encargue de las acreditaciones de "Al filo de la noticia". Trabajando ya en estrecha colaboración con su esposa, la extraordinaria diseñadora Eleine Makatura, continua su colaboración con Brooks en "Big" (Penny Marshall) y en "La guerra de los Rose" (Danny de Vito).
1990 supone el encuentro de Bass con otro creador, como él interesado en revisar la tradición clásica desde un punto de vista contemporáneo: Martín Scorsese. Este año diseñó los créditos para "Uno de los nuestros". Su colaboración se prolongó en "El cabo del miedo", "La edad de la inocencia" y "Casino".

Para mejor apreciar y valorar el trabajo y la aportación de este artista al mundo del cine analizaremos algunas de sus obras más significativas en diferentes estilos y diferentes épocas:

  • "El hombre del brazo de oro"
  • "Vértigo"
  • "Horizontes de grandeza"
  • "Espartaco"
  • "Alien"
  • "La edad de la inocencia"

El Hombre del Brazo de Oro (Otto Preminger, 1955)

En "El hombre del brazo de oro", Bass lleva al limite su lema "sintetizar, simbolizar". Música e imagen crean un universo desolado, crecientemente opresivo y fatalista que resume la película y adelanta el "sino" del protagonista, un músico de jazz expresidiario y heroinómano en vías de recuperación que es arrastrado y empujado por un cúmulo de circunstancias adversas concadenadas hacia un abismo más profundo del que creía haber salido.

Dramáticos acordes jazzisticos para árida percusión y trompeta con sordina son la base musical de un fondo negro sobre el que se deslizan barras blancas verticales y horizontales que forman un decorado cambiante según aparecen las acreditaciones de los protagonistas, a las que las barras unas veces parecen aprisionar, arrastrar en su estela o empujar fuera del campo visual anunciando el descontrol que los personajes tienen sobre sus vidas.

A la vez que la música ha ido añadiendo instrumentación hasta trasladarnos a un clímax de angustiosas y agudas atonalidades, la imagen acelera el ritmo visual para conformar un conjunto más complejo y agresivo que anuncia los tormentos internos del protagonista y la desolación moral de los personajes. En el plano grafico unas agresivas barrar verticales laceran la pantalla para fundirse en una sola que se transforma en la imagen estilizada y angulosa de un antebrazo, sobre esta imagen aparece la grafía "directed and producted by Otto Preminger".

El efecto producido por esta secuencia y la música como parte integrante de ella es de un fuerte impacto emocional. En menos de dos minutos hemos entrado en un mundo física y moralmente claustrofóbico y desolado, en el callejón sin salida del que el protagonista parece no poder escapar.

Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958)

Hitchcock quedó tan impresionado cuando vio los títulos de crédito para "El hombre del brazo de oro" que pidió a un joven Bass que fuese el introductor a la obsesiva historia y al complejo y trasfondo psicológico narrados en "Vértigo". Fue la primera de una fructífera colaboración.
Para este complejo trabajo Bass se inspiró en una instalación arquitectónica compuesta por espirales formadas por segmentos de cristal. La animación se hizo de forma mecánica utilizando mecanismos semejantes a los utilizados por las ametralladoras de los aviones de la Segunda Guerra Mundial.
Los inquietantes títulos de crédito de "Vértigo" nos adentran desde el primer momento en las obsesiones y miedos del protagonista sintetizados en la acrofobia, a lo que contribuye de forma decisiva la magistral partitura de Herrmann. Como es habitual en Bass utiliza la música en conjunción con la imagen para la conseguir en el espectador la respuesta emocional buscada.

Se inician con un primer plano de la parte inferior de un rostro femenino que el espectador supone es el de la protagonista Kim Novak, (en realidad no lo es, ya se empieza a anunciar todo el juego de engaños, apariencias y falsas realidades). Pasa a un primer plano del ojo mientras la imagen vira al rojo (color simbólico en la historia). Del interior de la pupila sale la palabra "Vértigo".

Con el trasfondo musical de un obsesivo motivo de tres notas pinzadas en el arpa y agresivas incursiones del "metal" en inquietante línea espiral, el espectador parece ser arrastrado a través del iris hasta el abismo interior del protagonista por medio de unas complejas espirales (espirales de Lissajous, físico frances) en movimientos giratorios que junto con la música obsesiva producen la sensación de navegar a la deriva en el ojo de un vórtice.

Las espirales adoptan formas más complejas y el movimiento parece invertir su sentido, ahora desde dentro hacia fuera al cambiar el sentido del giro mientras la música sin dejar su carácter obsesivo parece "abrirse", para volver a situarnos en el exterior del primer plano del ojo que continua virado a rojo, mientras del interior de la pupila surge la acreditación "directed by Alfred Hitchcock".

Un inquietante estado emocional ya ha sido creado y subconscientemente hemos entrado en las obsesiones enfermizas del protagonista.

Horizontes de Grandeza (William Wyler, 1958)

Vertiginosas figuras en la "cuerda", de la magistral y potente partitura de J. Moross son el telón musical del primer plano de una caravana lanzada a todo galope.
Toda la secuencia de los títulos de crédito transmite por una parte una sensación de poderoso y salvaje dinamismo, (la vigorosa música de la obertura, primeros planos del galope de las patas o de las cabezas de los caballos con las crines flotando al viento, el primer plano de las ruedas del carruaje en veloz giro), hasta el propio montaje (16 secuencias algunas de breves segundas encadenadas por fundidos sobre las que aparecen las acreditaciones del equipo artístico y técnico); por otra parte la sensación de movimiento hacia un destino concreto: planos generales de la caravana que atraviesa la pantalla siempre de derecha a izquierda y que unas veces parece rasgar literalmente la inmensa llanura que atraviesa y otras dejarse guiar por el camino que en primer plano de la pantalla le precede.

Movimiento y camino se configuran como los verdaderos "leitmotif" de las acreditaciones y toman todo su sentido cuando en un impresionante plano general vemos a la caravana a lo lejos dirigirse a un pequeño pueblo que aparece al fondo del plano. El capitán de barco Jim MacKay ha llegado a su lejano destino.

En tres minutos se ha sintetizado el núcleo de la historia: el viaje iniciático del capitán de navío Jim MacKay (Gregory Peck) simbolizado en el desplazamiento desde una cosmopolita ciudad del Este a orillas del mar hacia un estado interior del Oeste (significativamente la caravana que le trasporta siempre se mueve de derecha a izquierda de la pantalla), donde con sus modales elegantes y su mentalidad civilizada irrumpirá en una sociedad arcaica regida por rígidos códigos tribales y donde se deberá cuestionar o reafirmar en sus propios valores.

Espartaco (Stanley Kubrick, 1961)

Los elegantes y sobrios títulos de crédito de "Spartacus", de nuevo sintetizan de manera soberbia en pocos minutos todo el drama que se desarrollara en las próximas dos horas y media: la rebelión de los esclavos liderados por Espartaco contra el poder de Roma representado por Licinio Craso. Un conflicto de opuestos: libertad contra opresión, individualismo contra totalitarismo, el equilibrio emocional de un hombre que se hizo a sí mismo contra las obsesiones enfermizas de quien todo lo tuvo ya por nacimiento.
Como es habitual en los trabajos de Bass, la música (obra maestra de la música cinematográfica compuesta por North) y su intima relación con las imágenes conforman el efecto total de las acreditaciones.

Sobre sobrias imágenes de detalles de estatuas de piedra van apareciendo las grafías de los nombres de los actores. Cada uno de estos detalles anuncia simbólicamente al personaje al que hacen referencia. Una mano con ataduras es el fondo para las acreditaciones "Spartacus-Kirk Douglas"; un águila posada sobre un antebrazo para "Craso-Laurence Olivier"; una mano femenina que sostiene un ánfora para "Varinia-Jean Simmons"; una mano que empuña una espada para "Julius Caesar-Jean Gavin".

La cámara se centra en la espada mientras desde la parte inferior de la pantalla surge otra idéntica que se opone a la anterior. El conflicto de opuestos y lucha queda perfectamente sintetizado cuando sobre esta imagen surge la grafía "Espartacus".
Mientras, el score ha ido completando en el plano musical, esta síntesis cargada de simbolismo. Cuando el tema asociado a los rebeldes, al principio apenas esbozado, consigue imponerse en el plano musical al árido y al principio contundente de Craso y Roma después de pugna continua, la imagen de la cabeza de un retrato imperial, comienza a resquebrajarse: La rebelión de Espartaco no triunfó pero hizo temblar los cimientos de la república.

La genial integración que hizo Bass de la música de North (con quien colaboró estrechamente) dieron como resultado unos títulos de crédito modélicos que sintetizan, simbolizan a la perfección la historia narrada.

Alien (Ridley Scott, 1979)

Alienus, del latín: ajeno, extraño, hostil, enemigo.
A pesar de que "Alien" es uno de los trabajos más hermosos, modernos y perfectos de Bass, su nombre no aparece en las acreditaciones, sin embargo su autoría es incuestionable: Su fuerza visual, su estilo minucioso y elaborado altamente simbólico, su perfecta utilización de la música (me refiero a la milimétrica obertura original de Goldsmith, no a la música que prefirió utilizar Scott) hablan por sí solas de la mano del maestro, a esto se añade que toda la bibliografía y documentación virtual consultada le adjudican sin dudar el diseño de los títulos de crédito de esta película.

Abren los títulos con un desolado fondo cósmico en el que palpitan algunas estrellas. Dos haces luminosos destacan sobre la mortecina luz que aquellas desprenden. La cámara inicia un lento barrido de izquierda a derecha. Sobre este árido fondo aparecen primero las acreditaciones del director y a continuación del productor. Por la parte derecha de la pantalla comienza a entrar en plano lo que se adivina la redondez de un astro a contraluz. En este momento y mientras la cámara continua su lentísimo barrido en la parte alta e izquierda de la pantalla aparece un brillante segmento blanco a la vez que aparecen las acreditación del primer actor, pausadamente con cada nueva acreditación de los seis actores restantes y sobre la soberbia "obertura" de Goldsmith, aparecerá un nuevo segmento que se intuyen como símbolos de un criptograma.

La aparición es siempre espacialmente simétrica. El primer signo aparece por la izquierda el segundo por la derecha, el tercero ocupara el lugar central, continuaran ocupando el espacio entre el segundo y el tercero y seguirán ocupando el espacio entre el primero y el tercero. Con la acreditación del séptimo actor el plano ya ha sido ocupado en su totalidad por la cara oscura del planeta y el criptograma comienza a desvelarse.
Las letras A, I y N se han completado en su totalidad mientras que la L y la E se intuyen claramente para completarse en dos pasos más, con la aparición de las acreditaciones del compositor y del director. El contraluz del planeta ha ido saliendo del plano por el lado izquierdo y el criptograma ALIEN ha sido completado y es perfectamente legible en su caligrafía geométrica y cuadrada sobre el fondo estelar, el mismo fondo sobre el que solitario y majestuoso aparece la nave Nostromo. De forma tan natural y fluida se ha pasado de las acreditaciones a la historia propiamente dicha.

Sólo dos apuntes (se podrían hacer más) para comprender la extraordinaria capacidad de síntesis y simbolismo de este trabajo:

  1. La forma en la que Bass nos desvela al octavo pasajero es la misma que lo hará Scott. Aquél nos lo irá desvelando poco a poco por medio de símbolos manteniendo la intriga en el espectador hasta mostrarnos el criptograma completo durante breves segundos; Scott lo ira mostrando de la misma forma paulatina y en "crescendo" para que el espectador complete el puzzle: los efectos de su presencia, charcos de sus babas, fauces húmedas, garras, cola, etc., Sólo al final, durante un segundo, el monstruo es sugerido más que mostrado entre sombras. El enigma, la tensión se ha creado desde los mismo títulos de crédito.
  2. Frente al mundo subterráneo, oscuro, de húmedas formas orgánicas, en el que se mueve el "alien", el criptograma inicial que le representa se conforma de símbolos luminosos y geométricos que se ordenan de forma matemática que paradójicamente parecen el reflejo de una civilización más avanzada y es esta paradoja adelantada ya en los "créditos" la que provoca la total incomprensión por parte de los tripulantes del Nostromo sobre otra forma tan diferente de vida... y quizás también desconcierte al espectador que ante esa simbología espera ver otra forma de vida, similar a la humana de vida muy superior. En realidad lo es, una forma de vida que el androide Ash definirá como perfecta, indestructible. Tanto el espectador como la tripulación, humanos, participan de esa ida preconcebida de "vida superior". "Alien" es un peligro tan real para la tripulación como la tripulación para el "alien". Desconcierta por incomprensible, es algo extraño a la experiencia humana por lo tanto enemigo como consecuencia algo que es necesario destruir.
El trabajo de Bass muestra desde el mismo inicio los prejuicios del genero humano y adelanta los de los tripulantes.

La Edad de la Inocencia (Martin Scorsese, 1993)

Esta historia de sentimientos y sensualidad reprimidos por una sociedad de comportamientos altamente codificados en la que prima los convencionalismos y la conciencia de clase por encima de cualquier muestra de individualismo, supuso el encuentro de dos innovadores creadores formados en el clasicismo cinematográfico.

La secuencia que conforma la apertura de "La edad de la inocencia" es especialmente suntuosa (como corresponde a la opulenta clase social reflejada en la película) a la vez que simbólica y ambigua como ese lenguaje tácito por el que se comunican.
Abren los créditos con un fondo oscuro en el que destaca y ocupa la pantalla un texto de color brillante y elegante regular caligrafía isabelina que parece situar en su justo lugar o aprisionar entre sus líneas las acreditaciones de los tres protagonistas en grafía levemente destacada sobre el texto del fondo. La elegante y contenida música de Bernstein es el trasfondo musical a estos pocos segundos. Un fundido nos sitúa en la temática principal de los títulos de crédito, flores.
Bajo una primera capa grafica de suntuosos encajes, pacíficos en primerísimo plano se van abriendo a ritmo relentizado superponiéndose cada nueva apertura por medio de sutiles fundidos.

La definición del encaje que añade belleza a las flores pero las cubre y aprisiona, sólo es plenamente perceptible cuando cada flor muestra la sensualidad de su interior con el esplendor de su total apertura.
A la vez que la música, plena de reminiscencias decimonónicas, crece en contenido apasionamiento y expresividad, el ritmo de apertura de cada flor aumenta, así como se acelera el tempo en la sucesión de los fundidos.


Presentadas todas las acreditaciones, la ultima flor se diluye sobre el bouquet floral que adorna la representación operística que nos introduce en la historia.
En minuto y medio se ha resumido el drama que subyace en toda la historia: Los individuos aparecen tan sutilmente aprisionados por un mundo tan elegante y estructurado como la escritura isabelina sobre la que aparecen sus créditos mientras que el acelerado movimiento de apertura de las flores bajo los encajes crean esa inestable sensación de belleza y sensualidad en anhelante búsqueda de una liberación imposible.

Tras la "Edad de la inocencia", "Casino" (1995) supuso su ultima colaboración con Scorsese y su último trabajo. Muere en Abril de 1996. Dejó un genial legado al cine. Revalorizó y modernizó todo el concepto sobre acreditaciones y cartelismo cinematográfico. Su esposa, siguiendo su estela, ya en solitario, diseñó y firmó como Eleine Bass la espectacular introducción a "Kundum" (1998).
Que Saul Bass era un extraordinario e inquieto creador en el sentido más amplio de la palabra y un profundo conocedor del hecho cinematográfico lo demostró en la realización de cortometrajes como "Searching Eyes", "The Solar Film", "Notes and the Popular Art". En 1974, incluso dirigió un largometraje, "Phase IV".
No cabe duda de que si en los premios Oscar hubiese existido una distinción al apartado "mejor diseño de títulos de crédito", Bass hubiese merecido varios. Tuvo uno, en 1968, pero fue en el apartado al mejor corto por "Why man creates".

Que Bass sigueSaul Bass estando vivo se refleja no sólo en que su estilo visual sigue influyendo en todas las facetas de la publicidad desde el cartelismo al diseño utilizado en la web, sino también en el hecho de que sus diseños de carteles cinematográficos siguen siendo los más cotizados entre los coleccionistas que no sólo buscan los carteles de películas de determinados actores o directores. Bass tiene entidad propia para ser cotizado por sí mismo con independencia de las películas en las que participó. En este sentido es significativo que fue el primer diseñador de carteles que firmó sus trabajos y mantuvo la propiedad sobre ellos y el primer diseñador de créditos cuyo nombre figura en las acreditaciones, abriendo de esta forma el camino para que otros diseñadores tuviesen el reconocimiento de artistas que antes se les negaba.

Filmografía

  • Carmen Jones (1954, Otto Preminger)
  • La tentación vive arriba (1955, Billy Wilder)
  • The Racers (1955, Henry Hathaway)
  • The Big Knife (1955, Robert Aldrich)
  • The Shrike (1955, José Ferrer)
  • El hombre del brazo de oro (1955, Otto Preminger)
  • Storm Center (1956, Daniel Taradash)
  • Johnny Concho (1956, Don McGuire)
  • Attack (1956, Robert Aldrich)
  • La vuelta al mundo en ochenta días (1956, Michael Anderson)
  • Trapeze (1956, Carol Reed)
  • Saint Joan (1957, Otto Preminger)
  • Orgullo y pasión (1957, Stanley Kramer)
  • The Young Stranger (1957, John Frankenheimer)
  • Edge of the City (1957, Martin Ritt)
  • Buenos días, tristeza (1958, Otto Preminger)
  • Vertigo (1958, Alfred Hitchcock)
  • Cowboy (1958, Delmer Daves)
  • Horizontes de grandeza (1958, William Wyler)
  • Con la muerte en los talones (1959, Alfred Hitchcock)
  • Anatomía de un asesinato (1959, Otto Preminger)
  • Ocean's Eleven (1960, Lewis Milestone)
  • Espartaco (1960, Stanley Kubrick)
  • The Facts of Life (1960, Melvin Frank)
  • Éxodo (1960, Otto Preminger)
  • West side story (1961, Jerome Robbins - Robert Wise)
  • Something Wild (1961, Jack Garfein)
  • Walk on the Wild Side (1962, Edward Dmytryk)
  • Advise and Consent (1962, Otto Preminger)
  • Flashing Spikes (1962, John Ford) (TV)
  • Nine Hours to Rama (1963, Mark Robson)
  • El mundo está loco, loco, loco (1963, Stanley Kramer)
  • The Cardinal (1963, Otto Preminger)
  • The Victors (1963, Carl Foreman)
  • In Harm's Way (1965, Otto Preminger)
  • Bunny Lake Is Missing (1965, Otto Preminger)
  • Grand Prix (1966, John Frankenheimer)
  • Seconds (1966, John Frankenheimer)
  • Not with My Wife, You Don't! (1966, Norman Panama)
  • Such Good Friends (1971, Otto Preminger)
  • Phase IV (1973, Saul Bass)
  • Rosebud (1975, Otto Preminger)
  • That's Entertainment, Part II (1976, Gene Kelly)
  • Alien (1979, Ridley Scott)
  • The Human Factor (1980, Otto Preminger)
  • Broadcast News (1987, James L. Brooks)
  • Big (1988, Penny Marshall)
  • La Guerra de los Rose (1989, Danny De Vito)
  • 84C MoPic (1989, Patrick Sheane Duncan)
  • Uno de los nuestros (1990, Martin Scorsese)
  • Doctor Hollywood (1991, Michael Caton-Jones)
  • El Cabo del miedo (1991, Martin Scorsese)
  • Mr. Saturday Night (1992, Billy Crystal)
  • La Edad de la Inocencia (1993, Martin Scorsese)
  • Higher Learning (1995, John Singleton)
  • A Personal Journey with Martin Scorsese Through American Movies (1995, Martin Scorsese) (TV)
  • Casino (1995, Martin Scorsese)

Julia Saiz

 
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