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The Lord of the Rings: The Return of the King

Y la Tierra Media... Desapareció

Aragorn escuchaba unos leves susurros desde hace varios días, susurros que se convertirían en gritos ensordecedores al cabo de unos instantes. Sabía lo que era; el mal en sí mismo, la maldad en estado puro.

La victoria de los hombres de Rohan sobre los Uruk hai de Saruman sólo era una pequeña puerta abierta a la esperanza. Los seres de la tierra, enfrentados al poder de Sauron, habían inyectado cierto aire fresco para sus maltrechos pulmones, una irrisoria cantidad que simplemente les ocasionaría un pequeño espejismo. El desorden de las tropas sin un líder a quien seguir, sería lo que mataría la verdadera vida de este lugar, que vivía reducido a falsas victorias momentáneas.

Gandalf lo sabia, como un director de óperas épicas donde colocaba a cada actor en su lugar correspondiente. Pero ¿podía Aragorn tomar el mando de todo un mundo e interpretar perfectamente su papel? ¿Ser un rey muy a su pesar, a pesar de una herencia de ambición y codicia que no admitía como suya?

J.R.R. TolkienEl retorno del Rey refleja la encrucijada de varios personajes, la salvación de un mundo que vive inmerso en una revolución que no ama la naturaleza, que juega a ser Dios creando seres abominables, y que busca el poder por encima de todo. Cuando Tolkien desarrolló su intocable trilogía, su principal afán era el de realizar una historia que aunara todas las mitologistas que le habían hechizado en su crecimiento, pero no se quedó allí. Su pasado como soldado en la Primera Guerra Mundial le hizo ver cosas que a día de hoy sólo podemos imaginar, o ver en películas panfletarias. La revolución industrial y el desarrollo de máquinas por encima de los ciudadanos enmarcó esa metáfora exageradamente larga que es su trilogía literaria.

Si El Hobbit es un perfecto cuento para niños y adolescentes con complejo de Peter Pan, la trilogía del Señor de los anillos se convertía en una metáfora socio-política con un fundamento fantástico que lanzaba cañonazos a la evolución artificial del hombre. Saruman era un rico empresario, convertido a su vez en capataz y en científico con aires de grandeza. Sus tropas de Orcos son seres viles, empresarios que buscan enriquecerse fortaleciendo sus industrias a costa de una naturaleza cada vez más decrépita y en segundo plano.

Así, Aragorn, el rey perdido, era un montaraz, un individuo renegado de la sociedad, de la corrupción de los dirigentes, un amante de la belleza humana, de la cultura, de la sabiduría enriquecedora, de las costumbres, de lo tradicional, de fumar en pipa y recoger frutos del camino. Aragorn era el alter-ego de Tolkien, un rey literario que muy a su pesar veía como la sociedad se destrozaba en pos de un desarrollo que no entendía.

Pero Tolkien por supuesto no era un santo, o eso se empeñan en declarar muchas voces al declararlo misógino. Una misoginia tal vez justificada por la realidad, donde las personas que marcaban la diferencia eran hombres, en una sociedad donde la mujer era una mera compañera. En contra de estas declaraciones Tolkien estableció el personaje de Eowyn preciosa en su belleza de princesa, pero ruda y poco disciplinada, al igual que Aragorn, a seguir unas leyes absurdas donde la mujer no pintaba nada.

Es tal su importancia, que en El Retorno del Rey Tolkien le reserva un papel decisivo, demostrando la capacidad de las féminas, no como mera fachada para el héroe.

Elessar, Rey de GondorSi La comunidad del Anillo supuso la revelación de que el mal puede estar en un objeto bello y deseado, y en Las dos Torres que la fuerza y capacidad humana puede luchar contra los desafíos imposibles, El Retorno del Rey supone la demostración de que cada persona juega un papel decisivo en la vida, hasta los seres viles, torturados y de espíritu maligno. Todo tiene su función en la vida, algo que Gandalf confesó a Frodo en las minas de Moria.

Así, Jackson ha retomado por tercera y ultima vez esta historia, ya universal, donde ha tomado un tercio del libro de Tolkien, Las Dos Torres, el último, más que nada por terminar su segunda parte con un sabor espectacular a victoria.

En esta tercera parte tendremos tres grandes momentos, sin contar uno con Aragorn que en el libro es comentado a modo de flashback, y que no sabemos qué planteamiento le dará Jackson, aunque ya se han visto imágenes con mucho aire al Evil Dead de Sam Raimi.

Con tres momentos comparables a la batalla del abismo de Helm, la película se ha alargado un poco más de 3 horas, con material descartado para la obligada edición expandida del próximo año.

Con estos planteamientos, y cerrando definitivamente esta magnífica trilogía, nos disponemos, aparte de reseñar esta magnífica nueva BSO de Shore, a recapitular sobre lo que ha sido esta gran cruzada cinematográfica que nos ha tenido durante tres años pegados a nuestras salas de cine.

DDBSpawn

El Retorno del Rey: Base Literaria

A finales de la década de 1930 El Hobbit se convirtió en uno de los libros más vendidos en muchos países del mundo occidental. Su autor, John Ronald Reuel Tolkien, aún aturdido por la relevancia que había cobrado aquel cuento infantil inventado para el disfrute de sus propios hijos, cedió poco después a las presiones de la editorial para la génesis de una segunda parte. Tal y como el propio Tolkien expresó en una carta a Allen & Unwin editores, la continuación de El Hobbit -El Señor de los Anillos- se le había escapado de las manos y su relato amenazaba con extenderse indefinidamente. Es posible que el eminente académico de Oxford no supiera todavía hasta qué punto había sobredimensionado el cuento original de un simpático hombrecillo que encontraba un anillo que le hacía invisible, hasta convertirlo en una saga de proporciones épicas.

Épica fue, sin duda alguna, la carga de trabajo que tuvo que soportar Tolkien en la redacción de esta trilogía de libros si sólo tenemos en cuenta que pasaron unos 15 años aproximadamente desde el comienzo de su escritura hasta la primera edición del mismo. Para entender mejor la concepción de estos libros y la dimensión del relato que abarca, es fundamental conocer la amplia mitología creada en aquel entonces por el escritor, mitología que luego sería publicada en El Silmarillion a título póstumo, pues su inacabable sentido de la perfección le impidió completar nunca una edición definitiva del relato.

El objetivo final de J.R.R.Tolkien era la concepción de una mitología anglosajona, a semejanza de las mitologías escandinava o la germánica. Las lenguas -Quenya, Sindarin, Oestron, Lengua Negra-, las razas -elfos, hombres, enanos, orcos-, los escenarios -Rivendel, Lothlorien, Moria, Mordor, Gondor, Rohan-, las criaturas -Nazguls, trolls, balrogs, ents, olifantes, huargos, trasgos-, son todos ellos ingredientes de mayor entidad y majestuosidad que la sencilla Comarca y los campechanos Hobbits sobre los que Tolkien hubo de continuar su relato. Precisamente es en esta desigual simbiosis donde reside el éxito del relato: Sus protagonistas inmediatos son personajes corrientes inmersos en aventuras increíbles, enfrentados a enemigos letales y atrapados en una lucha entre poderes que no alcanzan a imaginar. La eterna lucha entre el bien y el mal; el relato bíblico de David y Goliath; la grandeza del compañerismo y la amistad; la esperanza más allá de toda expectativa. Son lugares comunes reunidos en este colosal relato y aderezados con unos ingredientes fantásticos de sabores exóticos e imprevisibles.

Ignacio Pérez

Peter Jackson: El Señor de la Tierra Media

Peter Jackson, todo un Señor OscuroTodavía recuerdo el momento en que tuve que sentarme delante del ordenador hace unos tres años, día arriba, día abajo, para elucubrar lo que podría ser la primera película que adaptaba la sagrada trilogía Tolkeniana del Anillo. Con sólo un CD, y con mucha imaginación, sospeché que esta película iba a ser una visión sombría y oscura de este cuento en forma de saga interminable. La música así lo describía, esos coros retorcidamente tenebrosos, esa orquestación abrumadora, con un poderío comparable a obras únicas del compositor como Looking for Richard. Pero no sólo esa suposición se basaba en la partitura de Shore. Jackson tenía un currículum bastante claro al respecto. Su personalidad domesticada había pasado del sabor más salvaje del Gore, con películas tan simpáticas pero a la vez tan "cutres" como Bad Taste (película que le llevó más de cuatro años, con financiación de todos los lugares imaginables, en una situación parecida a Evil Dead), tan desquiciantemente gamberras como Meet the Feebles (donde encontrábamos a unos Teleñecos un tantos singulares, capaces de llevarse por las motivaciones más bajas y por la adicción a las drogas), tan terroríficamente dramáticas como Criaturas Celestiales (su película más aclamada antes de la trilogía que nos ocupa), o tan divertidas como Atrápame esos Fantasmas, un claro precedente del tipo de cine que sería esta magnífica trilogía.

Y es cierto, el mayor toque de Jackson en esta Comunidad del Anillo es su tono de oscuridad, algo que busca en las tres partes, eliminando las canciones más jocosas que Tolkien utilizaba para alargar hasta la saciedad esta larga historia, o pasajes más infantiles como el de Tom Bombadil.

Jackson ha sabido quitar la evidente paja de los libros del escritor inglés (y que me perdonen sus más fieles seguidores), consiguiendo una trilogía que ya, a día de hoy, es uno de los pocos precedentes donde la versión está a la altura de la obra original (en mi modesta opinión, la supera).

Las tres partes tienen sus virtudes, también sus inconvenientes (no hay película perfecta, aunque muchas personas idealicen obras pretéritas hasta llevarlas al nivel de perfección absoluta).

- La Comunidad del Anillo

PósterPrecedentes: El estilo ideado por Jackson para The Frighteners (o como se llamo aquí, Agárrame esos Fantasmas). Las escenas donde encontramos a la muerte, así como los protésicos tienen su posterior utilización en las caras de los Nazgul, con esas formas blancas fantasmales. Los movimientos de cámara en primerísimos planos están sacados del estilo personal del director.

Dirección: Jackson se tranquiliza, salvo en la parte de Moria donde enloquece. El resto destaca por ser bastante comedido, dando importancia a la fotografía y a la presentación de personajes.

A destacar: Moria y la muerte de Gandalf el Gris. La escena del Troll de las cabernas es magnífica.

Momento de Frikismo: Miles de fanáticos de la trilogía literaria lloraron con la muerte de Boromir.

Lo peor: La lentitud de algunos pasajes, y el excesivo movimiento de cámara de Jackson en algunas escenas de acción.

La banda sonora: Luz mezclada con oscuridad, lirismo con terror, una magnífica fusión.

Resultados: Comercialmente totalmente exitosa. La edición en DVD extendida desarrollaba más la estancia de los héroes en Lothlorien. A nivel de crítica, tuvo su reconocimiento en los Oscars, aunque perdió el mismo galardón a mejor película a favor de ese pestiño americanoide llamado Una mente Maravillosa del irregular Ron Howard.

- Las Dos Torres

PósterPrecedentes: Estar a la altura de una muy bien considerada primera parte. Ser más espectacular si cabe.

Dirección: Jackson decide que ésta es la parte más épica, y por lo tanto exagera las capacidades de nuestros héroes hasta niveles mesiánicos (Gandalf al final de la cinta bajando por la ladera, el quinto día, en la puesta de sol). Su dirección es más trabajada, y de una mayor magnitud.

A destacar: El Abismo de Helm.... un "Álamo" con mexicanos bastante feos y colmilludos.

El Momento de frikismo: Los Ents, seres que sólo Tolkien podía imaginar. La decisión de entrar o no en la guerra es uno de los momentos más "Tolkien" de la película.

Lo peor: Que se subestime esta película al ser un nexo. Es la que más explota a los personajes, y la que más describe su valentía y coraje interior. La dirección sigue siendo un poco confusa a veces, pero no tanto como en La Comunidad del Anillo.

La banda sonora: Para el que escribe la mejor de las tres. Tal vez no en cuanto a su interpretación (en ese caso El Retorno del Rey sería la elegida), sino en cuanto a su aportación al universo musical, con temas tan magníficos como el de Gollum y el de Smeagol, el de Rohan, el de Eowyn, el sublime de Gandalf o incluso si apuramos, el de Gondor, que descubrimos en la edición especial en DVD. Una BSO prodigiosa.

Resultados: El éxito comercial continua. Las criticas no son tan unánimemente a favor, aunque siguen siendo buenas. Recordemos que es un nexo, y que mucho peor fue tratada en su tiempo, la segunda parte de segundas partes: El Imperio contraataca. Fue nominada a los Oscars a mejor película, pero todos sabían que era más por razones testimoniales que por las posibilidades reales de obtenerlo. En fin, los Oscars son así. La edición especial es magnífica. El final del abismo, con ese bosque devorando a los orcos, mucho más fiel al libro.

- El Retorno del Rey

PósterPrecedentes: Las expectativas de dos partes que están a la altura de las mismas. Esta tercera parte tiene que superar a las anteriores.

Dirección: Epicidad desbordada. Un Jackson que da una importancia infinita a la música de Shore (la ultima parte es un trabajo perfecto de conjunción creativa entre los dos profesionales). La batalla de los Campos como culmen de las batallas vistas en cine (Espartaco, Braveheart, ...)

A destacar: El fin de todas las cosas... y ya sabéis a qué me refiero (los que lo sabéis).

El Momento de frikismo: Más bien la ausencia de Saruman. Espero que los frikies no maten a Jackson por esto.

Lo peor: Chicos, esto se ha terminado.

La banda sonora: Interpretación colosal de temas precedentes. En cuanto a originalidad y aportación de nuevos temas, esta tercera parte es la más escasa... Pero, ¿quién necesita nuevos temas cuando los que necesitamos ya existen?

Resultados: Las críticas previas están siendo magníficas. Todos comparten que ésta es la mejor parte de todas. De igual manera se espera la edición especial de esta parte... muchos profetizan que rondará las cuatro horas de metraje, añadiendo la aparición eliminada de Saruman en el montaje de salas cinematográficas, aparte de, esperemos, la aparición de Boca de Sauron, cuyos diseños se pueden ver en muchos libros sobre esta tercera parte, pero que su presencia no es incorporada en el montaje cinematográfico.

En definitiva, el trabajo de Jackson ha sido magnífico de principio a fin. Muchos critican su capacidad para hacer dinero de esta trilogía, y de aprovecharse de los consumidores finales con sus sucesivas ediciones en DVD. Sinceramente... qué importan esos comentarios cuando el trabajo final es una de las mejores sagas cinematográficas realizadas por un único director (Star Wars tuvo tres directores diferentes), tal vez la mejor, y que me perdonen Lucas y Coppola. ¿Para cuándo El Hobbit?

DDBSpawn

Howard Shore: Una Batuta para Dominarlos a Todos

Desde el momento en que el proyecto de una trilogía cinematográfica sobre El Señor de los Anillos se hizo oficial, todos empezamos a especular con el músico preferido para crear su banda sonora. Varios fueron los nombres que sonaron en los mentideros -Wojciech Kilar y James Horner los más repetidos- antes de que New Line Cinema hiciera público la contratación del canadiense Howard Shore, cuya música está asociada inevitablemente a las películas de su paisano, David Cronenberg. No me importa reconocer mi reluctancia inicial hacia dicha elección; tal vez de haber reparado en aquel momento en su trabajo para Looking for Richard, entonces mi opinión hubiese diferido.

La suerte estaba echada; Shore era el elegido para una labor que podría elevar su figura hasta cotas inimaginables en su carrera hasta ese entonces, o bien hundirle si no cumplía con las altas expectativas que generaba el proyecto.

Jackson supervisa con Shore la grabación de Las Dos TorresEl talento y la dedicación unidas son armas poderosas; desde su contratación, el compositor se integró en el equipo artístico, trabajando codo con codo con guionistas, productores y con el director, Peter Jackson. Shore tuvo tiempo de imbuirse en la visión de la Tierra Media concebida por el director neozelandés y aplicar sus amplios conocimientos formales y estéticos en el plano musical.

El punto de partida de esta epopeya medieval de J.R.R.Tolkien se remonta a la otra gran trilogía del anillo, la de los Nibelungos y el concepto musical del leit motiv acuñado por Richard Wagner. Shore nunca ocultó su enfoque operístico a la hora de componer la banda sonora, tanto en su estructura formal como en las ingentes proporciones orquestales y corales propias de Wagner. Este planteamiento, centrado en el uso de un motivo musical reconocible para cada personaje o escenario relevante, es el principal acierto de Shore, pues otorga cohesión a la obra global, tendiendo puentes temáticos entre las tres películas que ayudan al espectador a relacionar acontecimientos y situaciones entre películas separadas entre sí por un año de latencia. El planteamiento no es, desde luego, especialmente original; sin embargo nadie debería dudar de su efectividad.

And the Oscar went to... Howard ShoreHoward Shore nunca se ha caracterizado por ser una gran melodista; sus obras son más ambientales que temáticas, mientras que El Señor de los Anillos le obligaba a invertir el planteamiento: Primero crear temas carismáticos y luego emplearlos con maestría para adaptarse a las necesidades de la narración. Y aunque esta opinión levante ampollas, los temas principales en El Señor de los Anillos son relativamente simples, como lo demuestra un vistazo a la construcción melódica y las cadencias empleadas. No obstante, esta misma sencillez les confiere la capacidad de ser fácilmente reconocibles y por tanto logran con más rapidez el efecto deseado sobre el espectador.

En realidad la principal virtud de todos estos motivos melódicos (fácilmente pueden superar la veintena) es su sonoridad. Los temas pueden agruparse en bloques temáticos en función de su ubicación: Aires folk para los temas de los Hobbits y la Comarca; majestuosidad sinfónica para el tema de la Comunidad (archiconocidísimo a estas alturas), los de Rohan, Gondor, Moria; texturas etéreas con voces blancas para los temas de Rivendel, Lorien o Gandalf; inquietantes modos orientales en el tema del anillo (otro clásico) o Minas Morgul; apabullantes coros para los Nazgul o el Balrog; y así podríamos seguir largo y tendido. En unas películas en las que la concisión narrativa es fundamental a causa de la longitud del relato, la música ayuda notablemente a situar al espectador en cada momento de la historia con el empleo de dichas sonoridades.

Ya he hecho mención previamente a la integración de Shore en el equipo artístico. Esto se ha traducido en el empleo de algunas de las lenguas inventadas por el propio Tolkien en los textos cantados tanto por los coros como por solistas. Incluso algunos poemas o canciones insertadas en el texto original aparecen brevemente en diferentes momentos de la trilogía. Una tercera variante son aquellas canciones inventadas a partir de las lenguas creadas por Tolkien.

La elección de los solistas también es otro detalle a resaltar por la calidad del resultado final. Desde los cánticos sobrenaturales de Elizabeth Fraser e Isabel Bayrakdarian, hasta los lamentos rencorosos de Emiliana Torrini, pasando por los conmovedores solos de Edward Ross y Ben del Maestro; todos brillan con luz propia y tienen su propia personalidad. Tampoco quiero pasar la ocasión de resaltar el uso de diversos instrumentos ajenos a la plantilla orquestal, como el fiddle, la flauta de pan, el violín Hardanger o el Cimbalon, escogidos estratégicamente para acentuar las características de cada una de las sonoridades a las que hacía mención en párrafos anteriores.

Con el estreno de El Retorno del Rey al fin podemos hacer un análisis completo de la trilogía. No debería sorprendernos descubrir la afinidad existente, en cuanto a características generales, entre las películas y sus bandas sonoras.

La Comunidad del Anillo enfoca sus esfuerzos en la presentación de los personajes principales, exponiendo las funciones que van a desempeñar y mostrando sus objetivos. A pesar de tener que presentar al oyente numerosos temas -La comunidad, el anillo, los hobbits, los jinetes negros, Rivendel, Moria, Lorien-, la banda sonora encuentra tiempo para ofrecernos momentos indelebles en nuestros oídos: La primera exposición completa del tema de la comunidad en la partida de Rivendel, el cautiverio de Gandalf en Orthanc mientras los orcos convierten Isengard en una inmensa forja de armas, la majestuosidad de la sala principal en Moria, la disolución de la comunidad. Son los puntos culminantes de esta primera entrega.

Las Dos Torres cargaba con la difícil tarea de seguir diferentes hilos argumentales, con lo cual la cohesión narrativa se resentía en algunos pasajes de la película. La banda sonora también pecaba del mismo problema; por si no eran suficientes en cantidad y calidad los temas concebidos en La Comunidad del Anillo, esta segunda entrega acumulaba todo un muestrario de nuevos temas -Gollum, Rohan, Isengard, los Ents, el abismo de Helm-. Quizás no excesivo para una película de tres horas, pero sí para un disco de hora y cuarto. La estructura de la edición en disco no consigue evocar el relato original con la misma fuerza que la primera entrega. Eso sí, nadie duda de la acertada inspiración en el tema de Rohan, así como de la belleza élfica de Evenstar y los memorables fragmentos que acompañan al desenlace de la batalla del abismo de Helm y la destrucción de Isengard, con un bellísimo solo vocal a cargo de Ben del Maestro que pone los pelos de punta por el contraste entre música e imagen. Es un ejemplo de la clarividencia que Shore demuestra en puntos concretos de la trilogía, alejándose de los arquetipos musicales y arriesgando con apuestas más originales y arriesgadas.

El Retorno del Rey culmina la epopeya con escenas megalómanas y con una carga dramática considerable. La música abandona al fin ese grado de contención que había mantenido hasta entonces y asistimos a grandes cantatas y triunfales fanfarrias que acompañan a la gran batalla de los campos de Pelennor. A estas alturas, a Shore aún le queda talento para regalarnos el tema de Gondor (quizás el más carismático de toda la saga con el permiso del tema de la Comunidad), sacarse dos solos a cargo de Billy Boyd y Viggo Mortensen, emocionarnos con el solo de flauta de pan en el ascenso final al Monte del Destino, rememorar sus trabajo con Cronenberg en el antro de Ella Laraña, y descargar toda su furia Wagneriana en los campos de Pelennor y, posteriormente, frente a la Puerta Negra. Este aumento de las proporciones, junto con la misma capacidad narrativa que mostraba el primer disco, hacen de El Retorno del Rey la banda sonora definitiva, el culmen de la visión musical que Howard Shore tuvo hace ya tres años, y que ha decidido compartir con todos los aficionados a la música de cine y al cine en general.

Siempre me ha parecido arriesgado etiquetar de clásico o de obra maestra a una composición de nuevo cuño y no romperé estos principios en el caso actual. Eso sí, vale la pena reflexionar sobre la estupenda aceptación que esta magna obra musical ha tenido, incluso entre el neófito en la materia (algo a lo que ayuda la masiva campaña publicitaria), premios aparte. A la espera de conocer si la Sinfonía de la Oscuridad será una auténtica revisión para sala de conciertos o tan sólo una colección de temas ya editados en disco, el análisis de las trilogía como una sola entidad arroja un balance muy positivo y sitúa a su compositor en una posición de privilegio en la industria, lugar que se ha ganado a pulso con su magnífica labor, desde luego.

Ignacio Pérez

Solistas de la Tierra Media

A lo largo de la banda sonora de la trilogía han desfilado voces e intérpretes de gran categoría y popularidad que han enriquecido sobresalientemente el material compuesto por Howard Shore. Desde estrellas del pop a cantantes de ópera bien conocidas en su ámbito han puesto su voz al servicio de este score, además de los actores Billy Boyd (Pippin) y Viggo Mortensen (Aragorn), que se incorporan como solistas en El retorno del rey.

EnyaEnya fue el gancho comercial para vender La comunidad del anillo. Nacida en Irlanda en 1961, a los 17 años se unió a la banda creada por sus hermanos y tíos, llamada Clannad, en la que tocaba los teclados. Su participación no duró mucho y se marchó en 1982. Entre sus primeros trabajos en solitario destaca la música para un documental de la BBC titulado "Los Celtas". Pero el éxito llegaría con la canción "Orinoco Flow (Sail Away)", incluido en al álbum "Watermark", y unos años después la consolidación en el disco "The Memory of the Trees". Sus dos canciones para La comunidad del anillo son el tema de amor entre Aragorn y Arwen que escuchamos incluido en el corte "The Council of Elrond" y el tema final "May it Be".

Elizabeth FraserLa escocesa Elizabeth Fraser fue fundadora de Cocteau Twins, junto con Robin Guthrie y Will Heggie, una de las bandas más curiosas e influyentes del panorama musical británico de los ochenta y los noventa, cuya andadura común concluyó en 1998. En el ámbito de la música de cine, Fraser cantó en Cruel Intentions, de Craig Armstrong. Participó en la grabación de La comunidad del anillo interpretando el "Lamento por Gandalf" incluido en el corte "Lothlórien", así como en Las dos torres, en la espléndida pieza "Isengard Unleashed".

Miriam StockleyLa voz de la vocalista sudafricana Miriam Stockley es la que oímos en uno de los temas de la música de cine más admirados por los aficionados: el famoso "Kissing in the Rain", de Patrick Doyle para Great Expectations. Es también la voz solista que destaca sobre el coro élfico al inicio del corte "Lothlórien" de La comunidad del anillo. Esta cantante ha colaborado con famosos del pop-rock británico, de la talla de Elton John, Freddie Mercury o David Bowie, pero siempre desde un segundo plano, hasta que se editó su primer álbum en 1999, mezcla de temas celtas y africanos, así como baladas. Comenzó de niña cantando a dúo con su hermana Avryl y grabó después muchas cuñas publicitarias. Su contacto con la música de cine comenzó cuando se trasladó de Sudáfrica a París, donde trabajó con Francis Lai, compositor de Love Story, y poco después, con 18 años recién cumplidos, marchó a Londres.

Mabel FaletoluLa soprano neozelandesa Mabel Faletolu ha ganado recientemente algún que otro premio operístico en las antípodas y es también vocalista de jazz. Escuchamos su voz en el emotivo lamento final incluido en "The Bridge of Khazad Dum", tras la caída de Gandalf al abismo tras su enfrentamiento con el Balrog.

Hillary SummersNacida en Nueva Gales del Sur, la contralto Hilary Summers debutó en escena en 1991 haciendo de valquiria. Suele trabajar con repertorio barroco y canta regularmente con las principales orquestas europeas, si bien tiene preferencia por la música y los instrumentos antiguos. Ello no impide que también cante piezas contemporáneas, como el Pierrot Lunaire de Schönberg. Curiosamente, su complexión física ha provocado que interprete en muchas ocasiones papeles masculinos o robustas amazonas en la ópera. En el plano de la música de cine, es gran amiga de Michael Nyman, con quien grabó "El diario de Ana Frank" y alguna que otra ópera, caso de "Goya". En la edición de coleccionista de Las dos torres, su voz es la que escuchamos en el bonus track "Farewell to Lórien", compuesto para la edición extendida de La comunidad del anillo.

Sheila ChandraNacida en Londres, hija de inmigrantes indios, Sheila Chandra tiene una de esas voces prodigiosas que comenzó a trabajar a partir de los 12 años en la Theatre Arts School de la capital británica. Su carrera comenzó en los ochenta al unirse como vocalista en un grupo creado por el productor Steve Coe para su sello Indipop y bautizado como Monsoon. Su single "Ever So Lonely" tuvo éxito, pero Sheila Chandra se separó al poco tiempo para emprender su carrera en solitario. En Las dos torres interpreta el tema "Breath of Life".

Isabel BayrakdarianIsabel Bayrakdarian ganó en el 2000 el concurso "Operalia" apadrinado por Plácido Domingo. De origen armenio-canadiense, esta soprano atraviesa en estos momentos un dulce éxito en el ambiente operístico internacional, actuando en los escenarios más prestigiosos del planeta. Es además la vocalista que escuchamos en Ararat, de Mychael Danna. En la película de Las dos torres, Isabel es la intérprete de "Evenstar", el hermoso tema dedicado a Arwen, Estrella de la Tarde.

Emiliana TorriniSe rumorea que la islandesa de padre italiano Emiliana Torrini entró en el proyecto tras la imposibilidad de que participara Björk, para interpretar la histriónica "Gollum's Song" de Las dos torres. Con poco más de 20 años de edad, ha tenido contacto con la música clásica, con el pop italiano y con el folclore islandés. Su álbum "Love in the Time of Sciences" pone de manifiesto su personalidad melancólica, algo solitaria y muy espiritual.

Renée FlemingLa soprano Renée Fleming posee una de las voces más admiradas del actual panorama mundial. Dedicada prioritariamente a la ópera, también trabaja en radio, televisión y recitales varios. Con su voz se estrenó en 1998 la ópera "Un tranvía llamado Deseo", de André Previn; o "The Ghosts of Versailles", de John Corigliano. Asidua de la Metropolitan Opera de Nueva York, ha trabajado con grandes figuras de la música clásica como Daniel Baremboim, Zubin Mehta o Sir Georg Solti, y también en trabajos de jazz con Dave Grusin. La "soprano favorita de América", según la prensa, ganó en 1999 su primer Grammy, en la categoría de Mejor Actuación Vocal Clásica, aunque sólo es uno de sus numerosos premios internacionales. En El retorno del Rey podemos escuchar su etérea interpretación del tema de Evenstar, incluido en el corte titulado "Twilight and Shadow". Asimismo, se luce en pasajes concretos de "The End of All Things" y "The Return of the King".

Sir James GalwayEl retorno del rey incorpora también la participación de uno de los intérpretes de flauta más prestigiosos del mundo, el irlandés sir James Galway. Inició su exitosa carrera como solista en 1975 y en un solo año tocó en 120 conciertos, incluyendo interpretaciones con todas las orquestas de Londres, tanto con repertorio clásico como contemporáneo. Como curiosidad, participó en aquella actuación única de "The Wall" a cargo de Roger Waters y amigos en Berlín, tras la caída del muro. Ha sido repetidas veces para tocar en la Casa Blanca y también en la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz. Numerosos premios y discos ponen de relieve la calidad de este intérprete ya legendario, que en el tercer disco de la saga del Anillo, nos expone una fantástica versión del himno de los hobbits en "The Return of the King" y otros espléndidos pasajes de flauta y whistle en "The Black Gate Opens" y "The Grey Havens".

Annie Lennox¿Qué decir de la famosa Annie Lennox? La cantante de los célebres Eurythmics, al lado de Dave Stewart, se separó de la banda en 1991 sin dejar que decreciera su popularidad. Nacida en Aberdeen (Escocia), se inició de niña en la música. Ganó una beca de la London's Royal Academy of Music en la adolescencia, pero no la pudo disfrutar porque abandonó el colegio. Hasta finales de los setenta, cuando conoció a su futuro amante Dave Stewart no comenzaría a asentarse su carrera, con la creación del grupo Tourists. La pareja emprendió una nueva aventura formando los Eurythmics a principios de los ochenta, y Annie fue catapultada al éxito. Elegida por Howard Shore y Fran Walsh, interpreta la canción "Into the West", que cierra la trilogía.

Ben del MaestroFinalmente, hay que citar a los niños. En primer lugar al solista de la London Oratory School, ese chaval rubio de voz espectacular llamado Edward Ross que canta "In Dreams", el himno hobbit, en "The Breaking of the Fellowship". Y evidentemente ese otro muchacho soprano llamado Ben del Maestro, cuya angelical voz escuchamos en varios momentos de toda la trilogía, desde "Forth Eorlingas" e "Isengard Unleashed" en Las dos torres, a "Minas Tirith" en el último disco de la saga.

Óscar Giménez

Los Temas de la Trilogía

El Anillo: Misterioso e inquietante, este tema, cuya primera frase es una sucesión de nueve notas, aparece en las tres películas de la saga acompañando al título "The Lord of the Rings", aunque en el disco de La Comunidad del Anillo no fue incluido en el primer corte, "The Prophecy". Sí suena, en cambio, en la primera pista de Las dos torres y de El retorno del rey. Acompaña los momentos en que se hace referencia al Anillo Único y en otras escenas, como la visión de los Argonath por parte de la compañía, al final del corte "The Great River" de la primera película, en la que suena de manera solemne. También en algún momento de la segunda, por ejemplo en "The Black Gate is Closed" y en "The Forbidden Pool", pista en la que suena más misterioso que nunca. En El Retorno del Rey también se escucha en varias ocasiones, adquiriendo más protagonismo en el corte "The End of All Things", por razones más que evidentes.

La Compañía: Shore creó este tema heroico para identificar al conjunto de la Compañía del Anillo. A medida que la primera película progresa va cobrando intensidad con la adición de más instrumentos. Así, suena apenas intuido cuando Frodo y Sam dejan la Comarca. Vuelve a oírse cuando Merry y Pippin se unen a ellos, también con algo más de vistosidad cuando abandonan Bree en compañía de Aragorn, y alcanza su esplendor al formarse la comunidad en Rivendel y partir de la ciudad de los elfos en el corte "The Ring Goes South". Los momentos heroicos quedan subrayados por este tema, como en el caso de "The Bridge of Khazad Dum", La disgregación de la compañía al final de la primera película nos ofrece su versión más triste. Ya en Las dos torres, este tema épico acompaña las andanzas de Aragorn, Gimli y Legolas y vuelve a sonar con fuerza en "Forth Eorlingas". Tampoco falta en varias pistas de El retorno del rey. En otras ocasiones, está directamente asociado a personajes como Gandalf o Aragorn.

La Comarca: Tema alegre y folclórico desarrollado ampliamente en "Concerning Hobbits" del primer disco, que también suena hacia el final de El retorno del rey.

Los Hobbits: En forma de himno, suena repetidas veces a lo largo de toda la saga, pero con especial énfasis en cortes como "The Breaking of the Fellowship" en versión cantada por Edward Ross, o en "Samwise the Brave", hacia el final de Las dos torres. En El retorno del rey lo podemos escuchar ya en el segundo corte, "Hope and Memory", así como en "Cirith Ungol" y, magistralmente interpretado con la flauta en el corte "The Return of the King".

Saruman y los Uruk-Hai: Es uno de los más fácilmente identificables por su compás en 5/4 con dura percusión, como un martillo golpeando el hierro, y los bronces amenazantes. Sirve tanto para Saruman como para la nueva especie de orcos creados por él. En "Amon Hen" tenemos una buena muestra, así como en "The Uruk-Hai" de Las Dos Torres.

Sauron: Bronces desquiciantes sobre un ritmo acelerado acompañan las imágenes de la torre donde habita el Señor Oscuro. Lo escuchamos por primera vez dentro del corte "The Shadow of the Past" del primer disco. Otras interpretaciones las encontramos en "The Uruk-Hai", justo antes del tema de Saruman, al principio de "The Black Gate is Closed" y, en el tercer disco, al final del primer corte "A Storm is Coming" o, de forma más desarrollada en "Minas Morgul".

Gollum/Sméagol: Su doble personalidad está bien subrayada de dos formas bien distintas. Por un lado un tema atmosférico con cuerdas que alargan una sola nota y vientos que interpretan breves notas de aire intrigante, junto con un instrumento de cuerda llamado címbal o, que se percute con pequeñas mazas. Lo podemos escuchar al final de "The Taming of Sméagol" y al final de "Samwise the Brave" en Las dos torres. También en los breves momentos en que aparece el personaje en La comunidad del anillo. Por otro, Sméagol también tiene un tema que es una variante del más famoso utilizado para el Anillo -debido a que fue durante muchos años su dueño-. La orquestación inicial de "Gollum's Song" es una buena muestra.

Rohan: Es el gran nuevo tema de la segunda película, un himno que emana nobleza y grandiosidad, dotado en ciertos momentos de melancolía como en "The Riders of Rohan" o "The King of the Golden Hall", o de gran fuerza épica en "Forth Eorlingas". También tiene su papel en El retorno del rey, especialmente en "The Ride of the Rohirrim". Destaca su interpretación con el violín tradicional noruego de ocho cuerdas conocido como hardanger.

Gondor: Brevemente mostrado cuando Boromir habla en el Concilio de Elrond de la primera película, pero no incluido en el disco, y más completo en una escena añadida en la edición extendida de Las dos torres, constituye el gran tema de El retorno del rey. Su primera escucha la tenemos en "Minas Tirith" y su interpretación más solemne al final de "The White Tree" y en algunos momento de "The Return of the King".

Rivendel: Es arpegio de cuerdas con coros élficos que escuchamos por primera vez en La comunidad del anillo cuando Frodo, recuperado, reencuentra a sus amigos hobbits en Rivendel. Lo escuchamos también en el tercer disco en cortes que hacen referencia a esta ciudad de los elfos, como son "Twilight and Shadow" y "Anduril".

Arwen: La Estrella de la Tarde tiene su propio tema-canción en "Evenstar", de Las dos torres, la cual interpreta en El retorno del rey la voz etérea de la soprano Renee Fleming al final de "Twilight and Shadow".

Gandalf el Blanco: "The White Rider" en el disco de Las dos torres es el magnífico tema creado por Shore para Gandalf convertido en "el Blanco".

La Polilla: La música con voz de Ben del Maestro que acompaña la llegada de la polilla a lo alto de la torre de Orthanc, que Gandalf atrapa para que avise al águila Gwaihir, tiene entidad propia. Suena en "A Knife in the Dark", hacia al final, poco antes del tema de Saruman, y también en el disco de la segunda película, integrado en "Isengard Unleashed". Finalmente, aunque no aparece en el disco, lo escuchamos en un momento importante del desenlace de El retorno del rey, en el que no pasará desapercibido para nadie.

Lothlórien: Los cantos élficos de carácter místico y melancólico son el tema para los habitantes del Bosque de Oro gobernado por la dama Galadriel. Lo escuchamos en "Lothlórien", así como en el bonus track de la edición de coleccionista de Las dos torres, titulado "Farewell to Lórien". También en forma de marcha militar con coros cuando el ejército de elfos llegan al abismo de Helm, y cuando luchan al final del corte "The Hornburg".

Moria: Otro tema majestuoso de La comunidad del anillo que escuchamos en "A Journey in the Dark", cuando la compañía llega a la gran sala de columnas.

El Balrog: Este demonio de los tiempos antiguos tiene su propios tema amenazante con potentes coros masculinos -de hecho eran jugadores de rugby neozelandeses los que lo interpretaban- y lo podemos oír en "The Bridge of Khazad Dum" y en el primer tema de Las dos torres, "Foundations of Stone".

Los Jinetes Negros: "The Black Rider" es el corte que mejor recoge este tema coral de atmósfera terrorífica creado para los Nazgul, que se repite en "A Knife in the Dark" y en "Flight to the Ford", momentos en que los jinetes negros tienen mayor protagonismo.

Bárbol: El tema del más viejo de los Ents carece de melodía. Es un sonido atmosférico con notas de cuerno inglés sobre una percusión que suena a maderas golpeadas, que se asocia tanto a Bárbol como a su bosque de Fangorn. Aparece en "Treebeard" de Las dos torres.

Aragorn: Aunque no tiene un sólo tema definido, pues utiliza el de la Comunidad en la primera parte, y el de Gondor en la tercera, en la segunda puede reconocerse un tema cuando llega al abismo de Helm, que vuelve a utilizarse posteriormente en esa misma batalla. Tal vez sea el personaje al que más temas se le asignan.

¿El Destino?: Es la melodía del estribillo de la canción "Into the West", interpretada por Annie Lennox. Nuevo en El retorno del rey, lo escuchamos en la película en tres momentos distintos entre sí: Gandalf hablando a Pippin del más allá, Sam cargando a hombros con Frodo en el Monte del Destino y en la partida del barco desde los Puertos Grises.

En el CD, este motivo de gran impacto emocional se escucha también al final de los cortes "The Black Gate" y "The Grey Havens".

Anduril: Tema dedicado a la espada reforjada para Aragorn en Rivendel a partir de los trozos de Narsil, empuñada por Isildur cuando cortó el dedo a Sauron. Es un tema solemne construido a partir de frases de cuatro notas que se escucha en el corte "Anduril" de El retorno del rey.

Ella-Laraña: Ser monstruoso también con tema propio en "Shelob's Lair", entre la atmósfera y la acción, creado a partir de cuerdas disonantes, metales y percusión.

La Ciénaga de los Muertos: Zona en las cercanías de Mordor cuyo tema musical, en "The Passage of the Marshes", se construye con coros espeluznantes y cacofónicos.

Caradhras: La gran montaña que vence a la Compañía tiene también un tema que se escucha acompañando las imágenes aéreas de los personajes caminando sobre la nieve. Curiosamente, un amago de ese tema, que no fue incorporado en el disco de La comunidad del anillo, se puede escuchar en un momento determinado de "Cirith Ungol", en el tercer disco.

Eowyn: Se trata de un motivo de cuerdas dedicado a esta dama de Rohan y a su atracción por Aragorn. Si bien en Las dos torres y en El retorno del rey se escucha en casi una docena de ocasiones, en los discos está poco representado. Tal vez donde se aprecia mejor es entre los segundos 35 y 55 de "The King of the Golden Hall" de Las dos torres.

¿Batalla/Venganza?: Con este nombre me refiero a la música coral en crescendo que se escucha en la parte final de "Isengard Unleashed", que también aparece en forma de marcha militar poco antes de la carga de los jinetes de Rohan ante Minas Tirith.

Óscar Giménez

The Lord of the Rings: The Return of the King

The Lord of the Rings: The Return of the King


Título en español : El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey
Compositor : Shore, Howard
Año : 2003
Distribuidora : Warner

 
Tracklist:
  1. A Storm Is Coming (02:52)
  2. Hope and Memory (01:45)
  3. Minas Tirith (03:37)
    featuring Ben del Maestro
  4. The White Tree (03:25)
  5. The Steward of Gondor (03:53)
    featuring Billy Boyd
  6. Minas Morgul (01:58)
  7. The Ride of the Rohirrim (02:08)
  8. Twilight and Shadow (03:30)
    featuring Renée Fleming
  9. Cirith Ungol (01:44)
  10. Andúril (02:35)
  11. Shelob's Lair (04:07)
  12. Ash and Smoke (03:25)
  13. The Fields of The Pelennor (03:26)
  14. Hope Fails (02:20)
  15. The Black Gate Opens (04:01)
    featuring Sir James Galway
  16. The End of All Things (05:12)
    featuring Renée Fleming
  17. The Return of the King (10:14)
    featuring Sir James Galway, Viggo Mortensen & Renée Fleming
  18. The Grey Havens (05:59)
    featuring Sir James Galway
  19. Into The West (05:49)
    performed by Annie Lennox

"La verdadera emoción de una película reside en su música...", suscribía Peter Jackson. Con la tercera entrega de su trilogía inspirada en la obra de Tolkien, el director planteó a Howard Shore todo un rien va plus creativo: rizar el rizo hasta la culminación, poner coda a una sinfonía de más 9 horas. Si bien es cierto que, para el compositor, el reto creativo más difícil fue, en cambio, la partitura para la segunda entrega: "una obra sin principio ni fin" (en la que sólo se incluyeron 10 minutos musicales de temas rodados de The Fellowship Of The Ring). La tercera parte tampoco fue sencilla, confiesa Shore tras su presentación al público, "debido, más que nada, a las presiones con que Jackson tuvo que retocar su película hasta el final, de forma que el resultado requería diversos replanteamientos musicales".

Howard ShoreEl equipo de producción, a partir de la experiencia de The Two Towers, pidió a Jackson que llevara a cabo el montaje definitivo en secuencias de 5 minutos en Nueva Zelanda, al tiempo que Shore componía simultáneamente cada tema de la partitura en Londres. Para sincronizar ambas actividades, dotaron a los estudios de Abbey Road de una línea telefónica especial con sonido Dolby 5.1 desde la que Jackson y Shore intercambiaban comentarios e instrucciones a diario y desde dos polos opuestos del planeta. La contraseña era una llamada (one ring) "para atarlo todo"...

El tándem Jackson-Shore definitivamente ha funcionado. Los matrimonios de músicos y directores de cine están al orden del día en los anales del séptimo arte, y éste tan sólo acaba de culminar una luna de miel de 3 años. Pronto, además, volverán juntos a la gran pantalla con un remake de culto: King Kong.

Menos son los músicos de cine que pueden alardear de haber firmado las tres entregas de una misma saga. Williams lo hizo con Star Wars, y Goldsmith con The Omen. Pero las texturas creativas y evocadoras de una novela como El señor de los anillos propiciaban un desafío sin parangón al que Shore ha sabido responder con holgura... Tanto es así que el compositor anda embarcado en estos momentos en una gira mundial, con la Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda a cuestas, para presentar El señor de los anillos: sinfonía para orquesta y coros en seis movimientos (dos por libro/película). El estreno fue el pasado 29 de noviembre en Wellington (Nueva Zelanda) y está previsto que en los próximos meses viaje a Australia, Estados Unidos y Europa. Sin embargo, y dada la complejidad del proyecto (en el que toman parte más de 200 músicos), no está previsto que cale en todos los puertos...

Howard L. Shore es un músico canadiense que lleva compuestos más de 60 títulos para el cine. Empezó en los 70 como trompetista de una big band llamada Lighthouse (una experiencia que ha puesto de manifiesto en partituras como Ed Wood), hasta que descubrió que su vocación era la composición cinematográfica. Su popularidad llegó con la obtención de dos premios en un mismo año (óscar y grammy) por The Fellowship Of The Ring, que también cosechó reconocimientos y piropos a cargo de sociedades de críticos estadounidenses: Los Angeles Film Critics, The Chicago Film Critics y The Broadcast Film Critics.

Los discos de The Fellowship Of The Ring y The Two Towers han vendido ya más de 3 millones de copias en todo el mundo, y ambos álbumes permanecieron en la lista del Billboard Top 100 Soundtracks desde su comercialización en el 2001 y el 2002, respectivamente. Más aún: los oyentes de la prestigiosa emisora Classic FM, en el Reino Unido, votaron la música de The Lord Of The Rings como "mejor banda sonora original de todos los tiempos" durante 2 años consecutivos, y nada impide creer que harán lo mismo este año con la tercera entrega.

Como hizo en The Two Towers, más que rizar el rizo, Shore ejecuta en The Return Of The King un cambio de tercio. El arranque musical de la tercera entrega tiene por base el tema de Gondor, sutilmente apuntado en la segunda película. Shore, además, abre paisajes sonoros nuevos: Minas Tirith, Twilight And Shadow, A Storm Is Coming y The End Of All Things.

El compositor explica que, mientras acudía al Reino Unido para grabar la tercera entrega de LOTR, tropezó con "uno de esos aforismos que se le quedan a uno en la cabeza": Es importante empezar bien, pero es aún mejor acabar bien...

El único personaje no incluido en las anteriores ediciones de la trilogía -salvo en la edición extendida de Las dos torres- es Denethor, padre de Boromir y Faramir. Las emociones son las mismas: la añoranza de Frodo por su Comarca natal, el duelo entre las fuerzas del bien y del mal, la compañía y el amor palpitante que se disputan Aragorn y Arwen.

Shore admite que su fidelidad a los tres libros le llevó a concebir cada tema desde un primer momento: "Si uno lee LOTR en toda su extensión, sabe que todo se resuelve por fin en el sitio de Gondor y Minas Tirith, todo lleva ahí... Cuando, en The Fellowship Of The Ring, Boromir habla de su padre y de su país, ya se apuntan los primeros acordes de Gondor, que, además, inaugura el acompañamiento que vestirá en el resto de la trilogía a las apariciones tanto de Boromir como de Faramir y Denethor... Algo parecido ocurre con Gollum... Su tema parte ya de The Fellowship Of The Ring; no en vano, Gollum fue también un hobbit morador de la Comarca..."

Sesión de grabaciónEn The Return Of The King, el tema de la compañía se clona en una fanfarria para las vicisitudes de Aragorn. Sir James Galway recrea con distintos tipos de flautas el tema de la Comarca y de los hobbits. Pero el leit motiv que domina el disco es el de Gondor, con ostinadas percusiones, cuerdas que realzan sentimientos de tristeza o angustia, metales y coros que visten las escenas de acción. El tema de Rohan se dilucida apenas, y la música élfica alcanza su dimensión más filarmónica cuando Aragorn retoma su espada en el corte Anduril. Billy Boyd (Pippin) hace una curiosa intervención vocal, implorando la ayuda del senescal Denethor, y en el tema central del disco, The Return Of The King, Aragorn interpreta un himno élfico que glosa la odisea cubierta por los héroes.

Tan sólo se echan en falta los temas "forestales", con percusiones de madera que tanto juego dieron en The Two Towers... Pero Shore, en declaraciones recientes, explica con la boca pequeña que Jackson tuvo que modificar finalmente algunas escenas con Christopher Lee, con destino a la versión extendida de la película, a la que el compositor pondrá música nueva. También anunció que de cara a los próximos meses se lanzará un CD con "rarezas" musicales no editadas de la película y otra edición integral (de casi 12 horas de duración) con toda la música de TLOTR.

Jordi Montaner

Valoración Tema a Tema

Aviso: Las siguientes descripciones contienen innumerables Spoilers.

  1. A Storm Is Coming (2:51)

    A estas alturas, el suave arranque de la música junto al logo de New Line Cinema, al igual que el tema del anillo al tiempo que aparece el título en pantalla, se han convertido en un sello clásico parejo al de otras sagas míticas como "Star Wars".

    Tras una melodía suave y armoniosa en compás de 3/4 que va adquiriendo más misterio nota a nota, tenemos la primera interpretación del tema del anillo, que como es habitual acompaña al título sobreimpresionado de la trilogía. Sigue a continuación una melodía de flauta, acompañada de arpa y cuerdas que da paso a un tema de aire folclórico muy propio de los hobbits. Estamos ante una escena bucólica: Sméagol y su amigo Déagol, tiempo atrás, cuando encontraron el anillo, momento en que suena de nuevo su tema, interpretado con sentimiento por un violín solista, y que acaba convirtiéndose en un amasijo de disonancias que la percusión y los bronces van transformando en el tema de Sauron. No obstante, esta última parte no aparece en la película.

    Aquí es donde empieza la película, y no podía faltar el tema del Anillo, interpretado en este caso por un violín noruego hardanger de ocho cuerdas simpáticas, como el que Carter Burwell utilizó en Fargo. Su fuerte vibración aísla las emociones de los héroes de la compañía.

    Pero algo triste se presiente desde el inicio, presagiado por un tiempo de 3/4 parecido al vals... La tensión disminuye con un leve juego de flautas y el tema de los hobbits, que se solapa al modo en que lo hacía con The Black Rider en la primera entrega. Luego la música desemboca en una réplica agresiva del tema de Sauron. "Es la sombra del destino. La oscuridad ha comenzado y no habrá amanecer..."

    Un buen corte aunque se me antoja el peor comienzo musicalmente hablando de la trilogía.

  2. Hope And Memory (1:45)

    Aparece la primera variación sobre el tema de Rohan, bellísima variación por cierto. Shore aprovecha el pausado comienzo de esta tercera entrega para desarrollar sus dotes melódicas.

    Igual que en las dos ediciones previas de la saga, el segundo corte del disco incluye el motivo de los hobbits, que suena diferente tras una melodía rítmica de unos 20 segundos. Pero no trata de Frodo y Sam camino de Mordor, sino de la despedida de Merry y Pippin en Edoras, pues éste último parte con Gandalf hacia Minas Tirith. De ahí el brío que va adquiriendo la melodía durante el viaje a galope, con referencias al tema de Gandalf más tarde al de la Compañía que se escuchan a continuación.

    Al hilo del tema anterior, con un arranque ostinato, Shore rememora la trayectoria de la compañía, terciando con lo que el propio compositor denominó "himno hobbit". El tema cumple con una función similar a la de los intermedios con los que Wagner separaba los actos de sus óperas.

    "Cortos son ahora los días. Nuestras esperanzas se cumplirán, o será el fin de toda esperanza."

    Preciosa la variación del tema de Gandalf. Un correcto tema.

  3. Minas Tirith (3:37)

    Y de Rohan viajamos a Gondor. El glorioso e inspiradísimo tema de Gondor, una fanfarria más contundente que la de Rohan, es presentado por primera vez al final de este corte en todo su esplendor, mientras Gandalf y Pippin ascienden al galope por los niveles de Minas Tirith.

    El tercer corte del disco, igual que con la segunda película, contiene el nuevo gran tema de esta tercera parte. El que llamamos tema de Gondor es a El Retorno del Rey lo que era el de Rohan a Las dos torres. Trompas lejanas lo interpretan ya en los primeros segundos. Tras un minuto, aproximadamente, de música turbadora, los metales vuelven a insinuarlo sobre un ritmo de galope de caballo, antes de dar paso a los coros. Las fanfarrias introducen después la voz solista ya bien conocida de Ben del Maestro, si bien en la película este fragmento aparece algo más tarde, cuando Gandalf se enfrenta a las bestias aladas de los Nazgul. El último minuto nos presenta ya la versión completa de este excelente nuevo tema, cargado de nobleza y apoyado sobre todo en los metales, un momento impresionante: la ascensión, a lomos de Sombragrís, de Gandalf y Pippin por los distintos niveles de la capital de Gondor.

    Aquí aparece, oscurecido al principio con trombones, siempre majestuoso, el tema de Gondor. Es éste el corte de la música que Shore concibió para Gondor desde un primer momento, explorando distintas intensidades, con ataques de cuerdas sincopadas y metales intensos (que recuerdan a un western clásico). La intensidad orquestal requerida fue tal, que se cuenta que el compositor tuvo que recurrir a instrumentistas de "banquillo", y sin más sillas en el auditorio de Watford donde se grabó...

    Ben del Maestro, todo un soprano masculino, preludia aquí una música de combate, una alegoría épica al estilo de The Riders of Rohan en The Two Towers, con la que Shore homenajea a la resistencia de Gondor y, particularmente, a la pasión particular del personaje de Aragorn.

    "Muchas esperanzas se marchitarán en esta amarga primavera..."

    Tal vez el tema estrella del disco, con la presentación del tema de Gondor en todo su esplendor y un magnífico coro de Ben del Maestro.

  4. The White Tree (3:25)

    Para mi gusto éste es "el momento" de este disco, con permiso del anterior corte. El tema de Gondor es aderezado con un endiablado acompañamiento de cuerdas para alcanzar altas cotas de triunfalismo. Si las imágenes ya son impresionantes, la música completa el efecto con una efectividad demoledora.

    En la pista dedicada al símbolo del reino de Gondor, Shore vuelve a repetir el nuevo tema en su minuto final, pero de forma mucho más majestuosa y espectacular que en el corte anterior. Va precedido de un tono melancólico en todo el inicio. Progresivamente, el tono triste del adagio de cuerda y coros va adquiriendo más ritmo -Pippin efectuando su primer acto de heroicidad- hasta llegar a ese soberbio clímax triunfal, que acompaña al encendido de las almenaras en las montañas con el fin de pedir auxilio a Rohan. Uno de los momentos más soberbios del film.

    Gondor de nuevo, arropado en este caso por un sortilegio de violines, cambios de estructura tonal, con todo el argumento emocional que preside el trabajo de Shore para LOTR. Gandalf y Pippin saludan al gran árbol blanco de Gondor en una inflexión melancólica que podría haber firmado John Williams, pero entonces Shore anima de nuevo las cuerdas a otra incursión en el tema de Gondor, hacia un final que esconde deliberadamente pero que se aproxima en forma de una nube aún por deshacer.

    Fusionemos Conan con El Señor de los anillos y tendremos una incomparable versión del tema de Gondor.

  5. The Steward of Gondor (3:53)

    Un tema nuevo, evocador pero de regusto amargo, generado a partir del tema de Gondor retrata la difícil relación entre Denethor y Faramir. Una sencilla canción de clara influencia celta, interpretada por Pippin (Billy Boyd) remata esta pista del compacto.

    La música de este corte hace referencia a la decisión del senescal del reino, Denethor, quien manda a su hijo Faramir a una misión suicida. Comienza con suaves coros que introducen una triste melodía de flauta -la partida del capitán y sus hombres por las calles de Minas Tirith- hasta la aparición del tema de Gondor a cargo de las trompas, interpretado de forma lenta, dramática y fúnebre. Suenan después tambores de guerra y, finalmente, entra la voz de Pippin (Billy Boyd) a capella cantando una triste melodía por orden de Denethor, música en la que se intercalan imágenes de los hombres de Gondor hacia la lucha contra los orcos en Osgiliath.

    Este tema interrumpe el ritmo contagioso y trepidante de los cortes anteriores. Una pastoral flauta de pan, que recuerda epidérmicamente (con una fuerte sensación de frío) la interpretación que el rumano Syrinx realizó para Philippe Sarde en la película En busca del fuego, introduce al trágico personaje de Denethor, padre de Boromir y Faramir. Acompañado de Gandalf, Pippin (Billy Boyd) invoca una ayuda algo más firme por parte del senescal con una melódica canción en la que el hobbit no disimula sus temores e incertidumbres de cara al destino de Gondor. A continuación, tambores de guerra anuncian que es allí donde aguarda el gran combate.

    Un tema bastante normalito que tiene su encanto en la aportacion de Billy Boyd a la voz.

  6. Minas Morgul (1:58)

    Conocido tema con tintes orientales que ya conocemos de entregas anteriores, pues suena cada vez que aparece la ciudad de los muertos en pantalla. Aquí obtiene por fin un desarrollo pleno como acompañamiento a la partida del ejército de Sauron a la batalla.

    Como era de esperar, el tema de Sauron destaca en este corte dedicado a la ciudad habitada por el Rey Brujo y los Nazgul en el territorio de Mordor, de donde parten decenas de miles de tropas dirección a Gondor bajo la mirada de Frodo, Sam y Gollum. Es una revisión con interesantes variaciones de este tema bien conocido desde la primera película.

    Este exquisito dies-irae con que Shore retrata la contrapartida de Sauron, los orcos y los nâzguls de rostros feroces "como de roca gastada por los años", guarda un asombroso parecido con la "satánica" partitura que Morricone incluyó en la segunda parte de El Exorcista. Mientras Frodo, Sam y Gollum tratan de sortear todo tipo de peligros, los metales irrumpen en un trepidante 5/4 que es casi como la firma del siniestro mago Saruman y de sus oscuros propósitos. Sam toma el mando: "Donde no falta voluntad, siempre hay un camino..."

    Magnífico el principio de este tema que tiene claras influencias del Batman de Elliot Goldenthal.

  7. The Ride of the Rohirrim (2:08)

    Nuevamente regresa el tema de Rohan, transfigurado ahora en una pieza marcial; los Rohirrim se preparan para ir en ayuda de la sitiada capital de Gondor. Tras unos momentos más calmados se retoma otra marcha, variación de aquella que acompañaba la llegada de Aragorn al abismo de Helm en Las dos torres.

    La cabalgada de los jinetes hacia Gondor contiene el famoso tema de Rohan, protagonista del segundo disco de la saga. La música del corte suena durante la partida desde Rohan del ejército de 6.000 jinetes que acuden en auxilio de Gondor. Cabe destacar la interpretación de una melodía de aire celta con flauta, asociada al momento en que Merry es obligado por el rey Theoden a quedarse en Rohan, orden que evidentemente se pasa por el forro. La música adquiere dinamismo creciente con la imagen de las tropas a caballo.

    Aquí Shore rescata el tema de Rohan, eje musical en The Two Towers. El violín noruego apresura con urgencia al enfrentamiento de los héroes de la compañía contra un peligro terrible, latente y desconocido. La caballería sale en apoyo de la ciudad blanca... Pero no hay atisbo triunfal ni esperanzador. Tambores de guerra insisten en la inminencia de un choque sangriento, y con un flautín céltico, Galway presagia que Merry se ha colado ya en los ejércitos de Theoden. "Todo es noche ahora, galopando a Gondor..."

    Uno de mis temas favoritos del disco. Es la interpretación más celta del tema de Rohan de toda la trilogía.

  8. Twilight and Shadow (3:30)

    Uno de los grandes logros en la música de toda la trilogía ha sido la génesis de una sonoridad reconocible y diferente para cada pueblo, cada raza. Aquí reconocemos un tema asignado a Arwen y Elrond, digno heredero de "Evenstar".

    La voz de Renée Fleming y los incorpóreos coros élficos nos trasladan al mundo de los elfos, donde Arwen sigue con su dilema de elegir entre su pueblo y Aragorn. Al estilo de los temas élficos de Las dos torres, el sutil canto de esta soprano destaca por encima de todo y su reinterpretación de "Evenstar" hacia el final del corte es más etérea que nunca.

    Renée Fleming introduce en este corte lo que podríamos dar en llamar "el tema de amor de Aragorn y Arwen", y la misma música nos previene con un toque de intriga que Arwen podría no haber partido en realidad con la compañía gris y permanecer junto a los sitiados y a su futuro rey. Con la voz de Fleming, los arpegios orquestales evocan el tema de Rivendel y la que posiblemente fuera la pieza más sublime de The Two Towers: Evenstar. El clima melancólico conseguido es apabullante: amor y muerte se entrelazan en un claroscuro musical con resonancias de Tristán e Isolda.

    Un tema de insondable belleza. Alejado de exageraciones y alardes efectistas, es la sutilidad en grado máximo. Otro gran tema.

  9. Cirith Ungol (1:44)

    Para un disco que ronda la hora y cuarto de música, pocos son los momentos que pueden provocar el desinterés en el oyente. Cirith Ungol es de los pocos que no puede mantener el tipo frente a los restantes cortes del disco, con una música ambiental y poco descriptiva.

    Notas del tema del anillo introducen el tema dedicado a la larga escalera que Frodo, Sam y Gollum ascienden para entrar en Mordor. La primera mitad del corte subraya la tensión, mientras que la segunda contiene sugerencias al tema de los hobbits, antes de finalizar abruptamente con el tema de Sauron.

    Detenido en la incertidumbre, Frodo se deja llevar por Sam y por Gollum, espabilando por atajos secretos hacia el corazón de Mordor, e inicia entonces la escalada de la montaña conocida como Cirith Ungol. De pronto, Sam sospecha que Gollum les lleva con el anillo hacia una trampa segura, y Shore inicia un baile de temas en el que el anillo se separa del himno hobbit para aproximarse al tema de Sauron y a un tema nuevo que Shore pensaba incluir en The Fellowship Of The Ring (y que posiblemente reserve para la edición íntegra): Pass Of Caradhras... Todo esto en menos de dos minutos.

    Un corte dispensable. No aporta demaisado.

  10. Anduril (2:35)

    El enésimo tema reinventado en esta última entrega; Anduril procede en primera instancia del tema de Rivendel si bien, conforme avanza, el tema se desarrolla y se entrecruza con el motivo de los Puertos Grises hasta alcanzar personalidad propia en una elegía de contenido heroísmo.

    La mítica espada con la que Isildur cortó el dedo a Sauron y lo despojó del anillo cobra protagonismo en esta tercera película. La primera mitad de esta pista desarrolla los arpegios del tema de Rivendel con acompañamiento de coros élficos, mientras que la segunda mitad nos presenta el tema dedicado a Anduril, un motivo épico basado en frases de cuatro notas. También la música esta distribuida en dos momentos del film. Por un lado, el tema de Rivendel suena cuando Elrond se decide a reforjarla, y el tema de la propia espada brilla cuando se la entrega a Aragorn.

    Un tema intimista en el que Aragorn recupera Anduril, la legendaria espada de los reyes. El tema de Rivendel flirtea aquí con tonalidades élficas y las cuerdas evocan con una precisión melodramática las tres sensaciones de pérdida, anticipación y triunfo.

    Un tema sobrenatural digno para la espada, un gran momento.

  11. Shelob's Lair (4:07)

    Hemos tenido que esperar a la oscuridad asfixiante del antro de Ella Laraña para ver en acción al Howard Shore que todos conocíamos de las cintas de Cronenberg o Fincher. Cuerdas esquizofrénicas, maderas en registros profundos, metales pertinaces en un entorno de disonancias agobiantes; y todo ello sin perder la tónica de ser otro tema reconocible y con entidad propia en el conjunto. La cara oscura del genio.

    Aquí tenemos un desenfrenado y fantástico tema de acción que pone de relieve lo a gusto que se siente el Howard Shore más oscuro y tenebroso cuando crea música para este tipo de escenas terroríficas. No es tan sólo un tema ambiental para integrar los acontecimientos en el antro de "Ella", sino incluso la exposición de un nuevo tema dedicado a la criatura que espera a los hobbits en la oscuridad. Está claro que es uno de los momentos más tensos de El retorno del rey.

    "Shelob era uno de esos pasajes característicos de la obra de Tolkien... Quise que sonara específicamente distinto y característico, como Moria o como Rohan... Que uno tuviera la certeza, más que la sensación, de estar en esos sitios."

    Frodo entra en el antro de Shelob casi bailando a los compases de la música de Shore... De pronto, la misma música da a entender que hay algo que no va bien, un peligro. El músico advierte que la grabación original de este tema duraba 15 minutos, que debieron luego reducirse a menos de 5. El resultado es una mezcla de la aparición del troll pétreo de las minas de Moria y la antológica escena de la ducha de Psicosis...

    Tanto en Seven como en Silence of the Lambs, Shore se recreó en estos momentos musicales de angustia intensa con una gran profesionalidad. Dentro de la trilogía del Anillo, otro referente a considerar pudiera ser A Knife In The Dark, de The Fellowship of The Ring... De infarto, la verdad.

    Uno de mis temas preferidos del disco, el tema de Ella. Tambien es cierto que es el más alejado del cojunto musical. Unos violines que son reminiscentes de los utilizados en "Señales".

  12. Ash and Smoke (3:25)

    Otro corte más descriptivo que temático, con una música apoyada en el insistente redoble de tambores que nos va introduciendo poco a poco en el campo de batalla conforme se van añadiendo instrumentos al conjunto; comienza la gran batalla frente a las murallas de Minas Tirith.

    Aquí tenemos fragmentos musicales oscuros, metales y tambores. El momento es dramático y acompaña también varias fases de la trama, entre ellas la llegada del herido Faramir a Gondor y el inicio de la locura de su padre. También momentos en que vemos a las tropas de Sauron avanzar por los campos de Pelennor. Lo que está claro es que todo el corte refleja el clima de incertidumbre por acontecimientos que están por venir, un ambiente de tensión en el que no están exentos los coros.

    Sam ve llegar el momento en que el destino le pone a prueba como héroe de la Hermandad, y rescata a Frodo en una torre plagada de orcos para encaminarlo al Monte del Destino, donde deberá destruir al anillo único para siempre... De nuevo, el clima de terror es evocado con cuerdas rítmicas que se entremezclan con un punteado de incertidumbre, y un coro sutil representa al anillo en pleno esfuerzo por evitar su pautada destrucción.

    De nuevo toques Goldenthal en esta pieza. Los coros nos preparan para la batalla. Un tema correcto, pero sin demasiados alardes musicales.

  13. The Fields of Pelennor (3:26)

    Si "The White Tree" es el momento culminante del disco, el presente corte es el momento culminante en la integración de la música en la película. Retales de los temas de Rohan e Isengard se adivinan en esta pieza, de estructura ascendente, con predominio de coros, metales y percusión, y que culmina en una brillante y arrolladora fanfarria.

    Estamos ya ante la enorme batalla que hace pequeña la del abismo de Helm. Vientos oídos en la distancia interpretan el tema de Rohan. Las cuerdas entran de forma suave junto con los tambores de guerra adquiriendo más fuerza compás a compás, con apoyo de los metales, alcanzando el clímax más alto con la entrada de los coros. Un tema épico y trágico a más no poder que glorifican las heroicas fanfarrias finales.

    Empieza la gigantesca batalla de los campos de Pelennor. Fragmentos de Rohan disputan su presencia orquestal a los constantes tambores de guerra. Shore anima deliberadamente el tempo para acentuar el fragor de la escena que, por un momento, se circunscribe al tema de inicio de The Fellowship Of The Ring. Esta evocación invita a completar la cuadratura del círculo, a intuir que de cuanto ocurra en el campo de batalla la historia de la tierra media quedará escrita de nuevo. Fue una batalla infernal, como explica Tolkien: "La muerte se llevó a nobles y a humildes desde la mañana hasta el término del día."

    Si tuviesemos que elegir entre tres temas del disco, éste estaría entre uno de ellos. Unos coros colosales.

  14. Hope Fails (2:21)

    De todos los personajes en esta saga, al de Denethor le ha caído en suerte los temas menos agraciados. Mientras el senescal de Gondor se abandona a la locura y la desesperación, Shore nos presenta un suave tema al que no le da ocasión siquiera de desarrollarse en su plenitud. Quizás otro de los cortes menos sobresalientes del disco.

    Un descorazonador título: por un lado, Denethor desquiciado, da la guerra por perdida y pretende inmolarse son su hijo. La música emana tristeza y viene por momentos a ser una especie de réquiem, fragmento que -tal vez me equivoco- acompaña al momento en que Sam cree muerto a Frodo tras el ataque de Ella. El final en intrigante crescendo creo recordar -pido perdón de antemano si no es así- que suena con la aparición de un grupo de orcos que se llevan el cuerpo de Frodo.

    Mientras la batalla prosigue a las puertas de Minas Tirith, el rey Denethor, roto y enloquecido, coloca a su hijo herido de muerte, Faramir, en una pila funeraria para inmolarse en ella junto a él (al tiempo que Pippin intenta evitar que ejecute tan macabro plan). El carácter elegíaco de este corte tiene reminiscencias de Gangs Of New York... Shore no disimula, y admite que cuando Scorsese le pidió tres temas cortos con los que urdir la música de su película se hallaba en pleno acometimiento de LOTR, por lo que sólo podía recurrir a piezas ya escritas... "Mi contribución no fue distinta a la de otros artistas implicados en aquella banda sonora", asegura (refiriéndose, suponemos, a quienes aportaron temas sueltos ya compuestos, y no al pobre Bernstein, que tenía preparada una partitura nueva completa que posteriormente se rechazó). Tolkien define así al rey Denethor en su fin: "La morada de su espíritu se derrumba..."

    Otro tema de mayor relevancia visual que musical. Nada demasiado destacable.

  15. The Black Gate (4:01)

    A partir de este punto, la simbiosis música-imagen es inmejorable. Sobre una nueva variación sobre el tema de Gondor se abre paso una bellísima melodía, deudora del tema de la Comarca, que describe los últimos y titánicos esfuerzos de Sam por ayudar a Frodo en las lomas del Monte del Destino. El corte se completa (inexplicablemente por el argumento) con la primera exposición completa del tema de los Puertos Grises.

    La batalla ha finalizado en los campos de Pelennor y ahora se traslada a otro punto del mapa, a la Puerta Negra. Musicalmente, Shore comienza a llenar toda la película con toques épicos que no cesarán hasta el final. Nos encontramos con un corte heroico y dinámico: la arenga de Aragorn pidiendo valor a sus hombres, al estilo de "El Día de San Crispín", de Enrique V de Shakespeare -grandiosa escena en la película de Brannagh con música de Patrick Doyle-. El tema de la compañía lo escuchamos con toda su vitalidad cuando Aragorn se lanza a la carga, seguido de hobbits, hombres, elfo y enano. Las siguientes melodías de flauta y whistle a cargo de James Galway sobre fondo de tambores también desprenden heroísmo y nobleza: la ascensión de Frodo y Sam al Monte del Destino, lo mismo que los bellos coros siguientes, que conducen a la presentación de un nuevo tema creado por Shore, melodía del estribillo de la canción final interpretada por Annie Lennox, impactante cuando Sam carga a hombros con el cuerpo de Frodo montaña arriba.

    "Titubear equivale a caer", advierte Aragorn a sus soldados. La pieza arranca con una evocación heroica del tema de la Compañía, al tiempo que las flautas y flautines de Galway rinden homenaje a la labor de Merry como soldado de Rohan. La música de Shore desemboca luego en el penúltimo tema del disco con el acompañamiento "eólico" de Galway, para acabar con unos acordes del tema final: Into The West.

    Otro gran tema... con todo, me quedo con ese excepcional solo de flauta.

  16. The End of All Things (5:21)

    Para ser sinceros, esperaba algo más original por parte de Howard Shore que una imponente cantata para el desenlace en las grietas del destino; los intermedios a cargo de la voz blanca solista y la mutación que experimentan los coros y la orquesta una vez se consuma la tarea es un valor añadido a esta pieza, la cual funciona a la perfección en la película, todo sea dicho.

    Es el momento de la resolución de la historia, el gran clímax de los acontecimientos, plasmados por Peter Jackson de forma paralela en dos lugares distintos: el Monte del Destino y la Puerta Negra. Es un tema casi coral al cien por cien. Voces del estilo de "The Prophecy", que abría el primer disco, inician espectacularmente esta pista, que a continuación se calma para ofrecernos un aria de Renée Fleming en momento en que Gollum se hace con el maldito anillo, cuyo tema escuchamos a continuación. La masa coral acompaña la nueva lucha hasta su desenlace en cámara lenta con la caída al abismo de la criatura. La introducción heroica de las fanfarrias con los coros nos muestran cómo la torre con el Ojo en lo alto se derrumba junto con todo símbolo del mal, y la voz solista que pone fin a la pista nos muestra a las águilas rescatando a los dos hobbits en una escena de gran belleza.

    "Hundirlo en la nada que aguarda", ése es el destino del anillo. Como el título indica, el corte culmina la trama de toda la trilogía. Sam lleva de la mano al agotado Frodo, que cierra los ojos "como un niño que duerme asido a la mano que ha de ahuyentar sus pesadillas", por entre las grietas incendiadas del Monte del Destino... Los arreglos corales guardan un paralelismo con The Prophecy en The Fellowship Of The Ring. Con voz casi infantil, el anillo suplica a Frodo que desista de su intención e intenta ganarse su confianza... La música de Shore contrapone el desesperado llamamiento del anillo a la estremecedora Renée Fleming, cuyas suavidades aparecen aquí más cercanas al peligro que a la nostalgia o la ternura... El destino de la tierra media va a depender de la decisión de Frodo. "Me hace feliz que entres conmigo aquí, Sam, al final de todas las cosas..."

    Otra vez los coros son los protagonistas. La parada en seco, con la voz de Renée Fleming, coloca este tema entre los tres mejores.

  17. The Return of the King (10:14)

    El viaje ha llegado a su fin y Peter Jackson lo celebra concediendo a Shore sus quince minutos de gloria (para nosotros ya lleva horas de gloria acumuladas). Diez de esos quince minutos corresponden a esta suite que engloba toda la temática de la trilogía -La comunidad, la Comarca, Gondor, Evenstar y los Hobbits- y que se desarrolla carente casi por completo de diálogos en la película.

    Ésta es la gran suite de la calma tras la tormenta, la conclusión de la historia, por la que desfilan algunos de los temas más famosos de la saga: la Compañía, Gondor, los hobbits, la Comarca. En la película se expone esta pista completa, sin cortes, casi sin diálogos. Jackson decide que la música sea la protagonista de todos los acontecimientos de estos diez minutos: el reencuentro de los amigos en Minas Tirith, la coronación de Aragorn como rey de los hombres, la aparición de Arwen bajo la voz de Reneé Fleming o el homenaje a los verdaderos héroes de la historia con la interpretación del himno de los hobbits, que alcanza gran belleza con la magistral flauta de sir James. Un largo corte que destila victoria y una emotividad enorme. Y no falta la vuelta a casa, que se hace realidad con la interpretación del tema festivo de la Comarca y un desenlace feliz para Sam.

    Esta pieza larga empieza con un discurso orquestal paralelo al de The Breaking Of The Fellowship de la primera entrega. Pero la misma ejecución de la música transmite una cálida y pausada sensación de seguridad inaudita en toda la obra. La paz acaba imponiéndose y todos los pasajes oscuros y trepidantes se difuminan como ante la aparición de un arco iris. Toques folklóricos acentúan la impresión de un amanecer digno del Peer Gynt. Flautas y violín noruego se consuelan mutuamente con un apoyo orquestal sutil, en una desperezada invocación de victoria que no acaba de imponer su impostura triunfal hasta que Viggo Mortensen (Aragorn) subraya en élfico que los héroes han cumplido ya con su misión y que es tiempo de volver a casa. "Las hazañas no son menos valerosas porque nadie las alabe..."

    El tema hace un recorrido por los temas más importantes de la trilogía, con la genial ayuda de Viggo Mortensen. El tema más exquisito del compacto.

  18. The Grey Havens (5:59)

    La estructura del anterior corte continúa inalterable en el actual; el tema de la Comunidad aparece brevemente para dejar lugar al último motivo musical de la trilogía: Los Puertos Grises; una despedida musical cargada de melancolía y sentimientos encontrados con una textura etérea en la que se refleja la inmortalidad e inmutabilidad de los elfos.

    Igual que el libro, el final de la historia tiene lugar en el noroeste de la Tierra Media, en los Puertos Grises, donde el último barco de los elfos debe zarpar para volver al lugar de donde vinieron. El corte, iniciado con la flauta, se desarrolla en tono melancólico, doloroso, como exige la larga historia, con una exposición asimismo triste del himno de los hobbits. Un final agridulce para una gran historia que culmina con la melodía central de la canción que viene a continuación.

    Este tema es como un preámbulo orquestal para servir la canción final de Annie Lennox. James Galway, sin embargo, subraya -apoyado en coros melancólicos- que la música de Shore se despide, que el libro llega a su fin y que los personajes se pierden en la historia... Es el modo en que el compositor de LOTR dice adiós a la película. "Las tierras de la Comarca son profundas, y es hora de echar raíces..."

    Sonidos calmados cercanos a La Comunidad del Anillo. Otro tema que destaca por su sutilidad al igual que Twilight and Shadow, aunque no alcanza su etérea belleza.

  19. Into the West (5:47)

    Como ya sucedió con las anteriores canciones en los créditos, ésta generará opiniones muy diversas. Tanto la voz de Annie Lennox como la instrumentación con un toque entre pop y country no transmiten precisamente el carácter fantástico y mitológico de la saga de Tolkien/Jackson. A estas alturas, después de haber sido testigos de la progresiva creación de una de las sagas musicales y cinematográficas más relevantes de la historia del cine, ¿a quién le importa?

    La vocalista elegida para esta canción que cierra la trilogía es la famosa Annie Lennox. A diferencia del estilo new-age de Enya y las raras inflexiones vocales de Emiliana Torrini, que daban aire esquizofrénico a la canción de Gollum, el nuevo tema es de corte mucho más convencional, más pop, aunque con un trabajo sinfónico de Shore excelente. También suena más convencional la voz de Lennox que las del resto de vocalistas que han participado en la música de la saga. Pese a todo, es una canción bonita que se integra de maravilla en este final. Y a diferencia de las otras dos canciones, que acababan con una exposición instrumental de los temas de los hobbits y la compañía en la canción de Enya, y de Rohan en la de Torrini, en este caso el compositor nos deja con un final melancólico sin ningún atisbo de triunfalismo.

    La letra -similar a una canción que en el libro de Tolkien canta Legolas al sentir la cercanía del océano-, reproducida a continuación, trata de la atracción que los elfos sienten por el mar, de su viaje final, en definitiva, de la despedida. Una despedida que también lo es de una gran saga y de una gran obra musical.

    Compuesto por el propio Shore, junto a Fran Walsh y Annie Lennox, Into The West acerca la banda sonora de LOTR al universo pop y las listas de éxitos. La incorporación de Liz Fraser (de Cocteau Twins) en Lothlorien y Enya en May It Be perseguían un propósito similar. Más arriesgada fue la apuesta por Emiliana Torrini para Gollum's Song en The Two Towers. Tenía voz, pero no caché.

    Shore y Walsh conectaron con Annie Lennox el pasado verano en Nueva York y, para entonces, Shore había preparado un tema que posiblemente aparezca más tarde en ediciones extendidas: Use Well The Days. Lennox se quedó con la impronta de aquel tema y luego aterrizó en los estudios de Abbey Road para grabar el definitivo Into The West. "¿Qué es lo que veis en el horizonte?". La letra de la canción es una invitación al encuentro del sueño y del reposo por parte de los héroes, a la vez que un llamamiento a dejar volar la imaginación, entre gritos de gaviotas, a las praderas de Valinor... Los expertos ya han catalogado la canción de Lennox como un tear-jerker, canción de lágrima fácil (con buenas perspectivas de cara a los próximos Oscars).

    Annie Lennox elogió sin titubeos la partitura de Shore: "Howard siempre ha conjugado la parte emocional y sentimental de The Lord Of The Rings; ése es su mérito principal en la película."

    Tal vez la canción que más me gusta de las tres, aunque sinceramente echo de menos un sonido más próximo al universo musical de El Señor de los Anillos. Personalmente creo que Shore no es un compositor de canciones demasiado destacable.

- Letra de "Into the West"

Lay down
your sweet and weary head
Night is falling,
you have come to journey's end.
Sleep now,
and dream of the ones who came before.
They are calling
from across the distant shore.

Why do weep?
What are these tears upon your face?
Soon you will see
all of your fears will pass away,
safe in my arms
you're only sleeping.

What can you see
on the horizon?
Why do the white gulls call?
Across the sea
a pale moon rises --
The ships have come to carry you home.

Dawn will turn
to silver glass
A light on the water
All souls pass.

Hope fades
into the world of night
through shadows falling
out of memory and time.
Don't say,
"We have come now to the end."
White shores are calling
you and I will meet again.

And you'll be here in my arms
Just sleeping.

What can you see
on the horizon?
Why do the white gulls call?
Across the sea
a pale moon rises --
The ships have come to carry you home.

And all will turn
to silver glass
A light on the water
Grey ships pass
Into the west.

Lo Mejor: El carácter épico y monumental que Shore consigue extraer de la orquesta y coro, superiores en espectacularidad a las entregas previas.

Lo Peor: El desenlace musical no explota el potencial emotivo que encierran las imágenes. "The return of the king" y "The grey havens" no soportan la comparación con sus antecesores: "The breaking of the fellowship" y "Samwise the brave".

El Momento: Imposible decidirse entre "Minas Tirith", con el ascenso a caballo de Gandalf y Pippin por la capital de Gondor mientras dicho tema suena en todo su esplendor, y The white tree, con abrumadoras tomas aéreas de las montañas blancas y el encendido de las almenaras.

Valoración pista a pista:

Valoración

Lo Mejor: Una conclusión maravillosa de la trilogía con una música que brilla más que en las dos obras precedentes. Espectacular, variada, terrorífica, épica, tierna. O sea, todo.

Lo Peor: Que se acabó.

El Momento: Hay muchos, muchos momentos, en que la música queda marcada a fuego en su conjunción con las imágenes: el ascenso de Gandalf por Minas Tirith, Aragorn empuñando Andúril, la carga de los Rohirrim, Sam levantando a Frodo, las águilas rescatándolos, el tema de la Compañía en las batallas, los coros en el Monte del Destino, el reencuentro... Puesto a elegir sólo uno: el tema de Gondor mientras se encienden las almenaras en las montañas, tal como aparece en "The White Tree".

Valoración pista a pista:

Valoración

Lo Mejor: Todo.

Lo Peor: Nada.

El Momento: La cromática suite sinfónica de 10 minutos que Shore construye en The Return Of The King.

ExcelenteLo Mejor: La interpretación de temas ya clásicos.

Lo Peor: No está a la altura de "Las dos Torres" mucho más original en sus planteamientos, y con un montón de temas nuevos. Aun así, una impresionante banda sonora.

El Momento: Minas Tirith.

Ignacio Pérez
Oscar Giménez
Jordi Montaner
DDBSpawn

Conclusiones

Tanto Peter Jackson como Howard Shore han dado una conclusión brillante a la exitosa trilogía de El señor de los anillos. La comunidad del anillo fue la carta de presentación. Fue darse cuenta de que la elección de Shore fue muy acertada y de que los recelos de otorgar esta obra épica al compositor de David Cronenberg eran infundados. Las dos torres fue la confirmación. Shore introdujo nuevos y geniales temas que hacían más grande la obra precedente. Y El retorno del rey es el remate final.

Escuchados los discos aisladamente habrá gente que piense que La comunidad o Las dos torres son mejores que El retorno del rey. Sigo pensando que todas son partes de un todo, pero también es cierto que, una vez vista la última película, la música de Shore brilla de forma especial en esta tercera parte de la saga, mucho más plena de momentos magistrales que llegan a lo más hondo, que hacen que uno se estremezca en la butaca, que hacen vibrar y que hacen llorar.

Y gran parte de ello se debe tanto a Shore como a Jackson, creador de una tercera parte magistral que ha servido en bandeja al compositor escenas para alcanzar el máximo lucimiento.

Lo cierto es que el disco de El retorno del rey es fantástico pero bastante engañoso, cosa que ya pasaba con los dos anteriores, pero quizás en menor medida. Está construido en su mayoría a modo de piezas cuyas partes se utilizan en distintos momentos del film, ni siquiera en un orden cronológico. Cada pista se puede despedazar en pequeños fragmentos que van intercalados en diferentes escenas, acompañados por otros no editados tanto nuevos como ya conocidos por el aficionado. Podemos escuchar el tema de "Isengard Unleashed" en los campos de Pelennor, a ritmo de marcha militar, o el tema de la polilla en otro momento crucial hacia el final de la película. También el violín hardanger mientras Theoden arenga a sus jinetes. No faltan los temas de Gollum, aunque no aparezcan tales cuales en el disco, ni tampoco otros que sí salen, a veces insinuados y a veces con toda su fuerza. Y es que hay casi tres veces más música en la película que en el CD.

Como ya he comentado, es un broche final magnífico que gana enteros cuando uno ve el grandioso film que nos ha dejado el director neozelandés para cerrar la serie. Quien ya la haya visto, salvo excepciones, me dará la razón. Y quien no, que la vea y la disfrute.

Óscar Giménez

El Fin de Todas las Cosas

Frodo se sentía viejo. Es cierto, era un joven Hobbit, que para los humanos podría ser un viejo total... pero físicamente no pasaba de un jovenzuelo ciertamente agraciado para las chicas hobbit. Pero él se sentía viejo, había vivido tanto en el camino, había dejado tantas esperanzas, lágrimas y vicisitudes... que ahora no se sentía tan joven como el día en que dejó la Comarca junto a Sam. Al final el sol se puso y le dirigía una agradable mirada. Todo había terminado bien... pero no podía dejar de pensar en Gollum... Smeagol, más bien Smeagol. Quería recordarle por su humanidad, y no por lo que posteriormente fue, un saco de huesos atormentado por un pequeño objeto brillante, que podía en su pequeña magnitud, destrozar el mismo mundo conocido. ¿Y no era verdad que todo se redujo al final a las pequeñas cosas?... a los pequeños seres, como él y Sam, labradores de su pequeña tierra, ni guerreros, ni grandes hechiceros... dos pequeños hobbits... y bueno, sí, Gollum... mejor dicho, Smeagol... el gran Smeagol que con su incontrolada locura pudo liberar a un mundo de un mal infinito. "Va por ti", se dijo Frodo mientras bebía una deliciosa cerveza y miraba su "recortada" pequeña mano.

El horizonte se puso, y Frodo dejó vagar sus pensamientos... "Como dijo Sam una vez... seguro que harán cuentos de nuestras aventuras... ¿Verdad, Sam?"... y el pobre Sam dormía plácidamente al lado de Frodo. Éste sonrió y siguió bebiendo la cerveza, que ahora le sabía mejor que nunca.

DDBSpawn

Este macroestudio está realizado con la colaboración de alguno de los más arriesgados Ultimates. Un homenaje a Tolkien, a Jackson y a Shore... y sobre todo a ti... si has sido capaz de llegar al final. Tal vez nos veamos, en La sinfonía de la Oscuridad... dentro de un año en Sevilla...

Dedicado a Heriberto Navarro... estamos contigo pues somos Una Comunidad... no lo olvides nunca.

Votaciones

(Sondeos realizados a través de la web de BSO Spirit en Yahoo! Groups)

  • ¿Cuál de las siguientes variaciones temáticas de la trilogía musical del anillo es la que más te gusta?
    Rohan, La Compañía 4 33.33%
    Hobbits 2 16.67%
    Gandalf, Gondor 1 8.33%
    Saruman (Uruk-Hai), El Anillo, Sauron, Gollum, Smeagol, Rivendel, Arwen, Orthanc, Lothlorien, Moria, el Balrog, los Jinetes Negros, Bárbol, Andúril, Ella-Laraña, la Ciénaga de los Muertos, Caradhras, Aragorn, Eowyn 0 0.00%
  • ¿Cuál es la mejor banda sonora de la trilogía musical del anillo de Howard Shore?
    La Comunidad del Anillo 20%
    Las Dos Torres 35%
    El Retorno del Rey 25%
    Todas por igual 10%
    Ninguna 10%

 
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