The Star Chamber / The Driver

Título en español: Los Jueces de la Ley / Driver
Compositor: Small, Michael
Año: 2006 (Películas de 1983 y 1978, respectivamente)
Distribuidora: Intrada (Edición limitada a 1200 copias)
Duración: 60:29

Hay veces en que el tiempo pone a cada uno en su lugar. Michael Small es un artesano, que ha estado trabajando en multitud de géneros, con películas muy conocidas y amadas (como Marathon Man, Klute), y que no ha tenido la fortuna de otros compositores de ver mejor representada su obra. Por lo que es de agradecer los esfuerzos de algunas casas por publicar sus trabajos y darlos a conocer al público.

Y el caso de Small no es el único. Podríamos hablar de tantos otros, como Colombier o Fielding (quizás mejor representado que los otros dos anteriores, pero con mucho por editar). Y es una lástima, porque tirar de catálogo de estos señores es sinónimo de calidad.

Cuando Intrada, casa por excelencia en los últimos años, y precursora de grandes lanzamientos de los clásicos demandados por el público (el complete de Capricorn One, Saturn 3 o The Hindenburg), anunció este doble trabajo de Small, muchos abrieron los ojos como nunca. Por fin, un doble trabajo de Small que hace justicia a su obra, con dos trabajos referenciales interesantes y de gran calidad, para dos directores grandes ahora en horas bajas, Peter Hyams y el discípulo aventajado de Sam Peckinpah, Mr. Walter Hill.

Cabe decir que actualmente la edición era limitada y está agotada. Folleto con notas de Douglas Fake y abundantes datos biográficos de Michael Small para éste Intrada Special Collection Volume 33.

Michael Small - Un Profesional de Tomo y Lomo

Small tiene un currículo vital que, como dicen por ahí, quita el hipo. Ha colaborado con directores de renombre y en producciones de todo tipo, destacando trabajos como los dos que analizaremos o algunos de los siguientes: Klute (1971), The Parallax View (1973), The Stepford Wives (1975) (la versión de terror, nada que ver con la comedia actual de la Kidman), Marathon Man (1975), Night Moves (1975), Audrey Rose (1977), Black Widow (1987), Mountains of the Moon (1990), Mobsters (1991), Consenting Adults (1992) o Poodle Springs (1998) entre muchas otras, con la curiosidad de Jaws 4 (1987).

Muchos lo definían como el "poeta de la paranoia":  en los años 70 ofreció soluciones musicales para películas complicadas (al estilo de muchos compositores de la misma época, como David Shire, Dave Grusin, Lalo Schifrin o Jerry Fielding). Eran películas donde el acercamiento musical era complicado. Baste el caso de The Driver que analizaremos u otros casos famosos como el excepcional The Taking of Pelham 1,2,3 de Shire.

Small aporta un estilo basado en música que describe el entorno, incluso diferenciando y marcando algún leitmotiv para diversos personajes. Es un score que se fusiona como un camaleón con el resto de elementos de la película. Metales, percusión, violines... todo ello integrándose como la sirena de la policía o la ambulancia, o los ruidos de las ruedas derrapando sobre el asfalto en plena huida. Son ritmos y melodías que conforman un elemento más del paraje urbano.

Fuera de la película, y especialmente sin haberla visto, puede resultar dura de audición, pero no cabe duda alguna de la capacidad y calidad de Small para crear sensaciones y resaltar las situaciones que van acaeciendo al lo largo de la película.

Si quieres saber sobre este genio de la composición, permíteme remitirte a la reseña de Mountains on the Moon, donde encontrarás datos biográficos sobre este gran compositor de gran interés, digno de mención por su profesionalidad y su saber hacer.

Los Jueces de la Ley - Una Cámara de Justicia Aparte

Cierto es que la Justicia deja mucho que desear. Tecnicismos, errores humanos que anulan pruebas evidentes, falsos testimonios... una larga lista de posibilidades a las que intentar agarrarse para salvar el cuello y salir libre.

Peter Hyams, en un momento de gracia, y después de enrachar peliculones como Capricorn One, Outland o 2010,  dirige este thriller policial, duro y realista, al que asistimos de manera absurda al encadenamiento de varios juicios aparentemente fáciles, en los que los inculpados, con todas las papeletas para  ser culpables, quedan en libertad por tecnicismos. Jueces que fallan a favor del acusado porque el proceso de detención o las pruebas aportadas no se consiguieron por cauces legales, y sus sentencias se verían anuladas en el Tribunal de Apelación.

Un Michael Douglas pre-Oscar borda el papel de Hardin, un juez idealista que comprueba cómo juicio tras juicio sus ideales van marchándose retrete abajo. Especialmente cuando deja libres a los supuestos asesinos y violadores de un niño ante el asombro del padre (sensacional James B. Sikking), quien decide tomarse la justicia por su cuenta en pleno juicio pistola en mano, fallando en su intento y siendo condenado a cárcel (de víctima a condenado).

Mientras, un juez amigo, Benjamin Caulfield (Hal Holbrook, sensacional en Capricorn One), participa en una Cámara de Justicia aparte que trata de subsanar los casos erróneamente cerrados, reabriéndolos para juzgar nuevamente a los culpables liberados. Tras deliberación y aporte de pruebas, aplican las sentencias y contratan asesinos a sueldo para liquidar al condenado.

Hardin, vencido por el sistema, será presa fácil por parte de Benjamin para formar parte de la Cámara tras quedar una vacante libre. Así, Hardin presenta su caso, sus pruebas y todos declaran culpables a los dos violadores, quedando sentenciados a muerte.

Pero el policía que investiga el caso, el detective Lowes (Yaphet Kotto, de Alien, Live and Let Die y Midnight Run) descubre a los verdaderos violadores. Hardin deberá tomar una decisión: dejar que todo siga, a sabiendas de que van a morir dos delincuentes de poca monta por un crimen que no cometieron (pese a ser culpables de otros delitos) o evitar su ejecución. La emoción está servida hasta el final de la película.

The Star Chamber - Un Small Solemne y Oscuro

Small compone un tema principal que trata de ser solemne, pero que a la vez alberga dudas y sombras sobre la forma de aplicar la justicia. Esa idea subyace a lo largo de la partitura.

Durante todo el tema, que será una constante en la apenas media hora de score, Small introduce en segunda línea tambores marcando el paso mientras en primera línea desarrolla el tema principal. Con esta idea, el trabajo de Small trata de ser oscuro, ajustándose a las imágenes y destacando lo justito, sin llamar la atención. Es una concepción musical basada en la ambientalidad, pues al margen de la poca presencia de score en la película, Small decide simplemente acompañar y describir la película, mediante un tema principal reconocible que se convierte en el hilo conductor del score.

De hecho, en la película tenemos dos persecuciones brillantemente rodadas en las que se decidió no incluir música, incrementando así la sensación de realidad (algo que ya hiciera Hyams en Narrow Margin o Outland para algunas escenas, o muy al estilo de Friedkin en To Live and Die In L.A. o French Connection). Todo un acierto del equipo técnico, incluido Michael Small. Es algo que en el día de hoy no sucedería, inundando todas las persecuciones con música de acción hasta saturarnos.

El único tema no opresivo es "The Star Chamber", donde escuchamos el tema principal en clave liberalizadora y optimista. Es un bello corte, muy solemne, donde no tenemos ninguna melodía oscura que nuble el panorama.

"Hardin" goza de un corte pausado y de buen desarrollo, en el que Small ofrece un nuevo tema en la parte final para la deliberación de la Cámara que va increscendo, alcanzo el clímax cuando el juez Hardin de su veredicto de culpabilidad.

El desenlace es el único momento donde Small muestra algún material de acción, pero siempre en sintonía con el material ofrecido, es decir, oscuro y violento. Abre el clímax final con Hardin Kicks Coombs, ni medio minuto para la pelea que abre la persecución final, Warehouse Run, donde Hardin trata de escapar de aquellos a los que ha venido a salvar, lo cual no deja de ser anecdótico.

A partir del minuto uno, Small ofrece pasajes agresivos con los instrumentos de viento como protagonistas y tambores y violines marcando el tema, con ritmos violentos, que ayudan a describir la sensación de desconcierto y desorientación que sufre Hardin en su huida.

El End Credits recapitula el tema principal, con el mismo desarrollo oscuro y siniestro.

The Driver - El Juego del Gato y el Ratón

Walter Hill, discípulo directo del grandioso Sam Peckinpah (The Wild Bunch, Strawdogs, Cross of Iron, The Getaway), dirigía en 1978 esta sobria y excelente película, donde se iba haciendo patente una de las constantes del cine de Hill. Personajes duros y con problemas de todo tipo (alcohol, mujeres, drogas, introvertidos) forzados a defender su vida en situaciones extremas, generalmente con desenlaces climáticos bastante violentos (tiroteos la mayor parte, como Extreme Prejudice, Southern Comfort, Last Man Standing o Johnny Handsome).

Además, Walter Hill fue guionista de Peckinpah en The Getaway, una de sus historias más controvertidas y violentas, donde Steve McQueen borda un personaje duro y fuera de la ley.

Segunda película de Walter Hill que contó con un elenco estelar para la época, el actor Bruce Dern (Family Plot, The Burb's, Wild Hill, Last Man Standing) como el detective que persigue a Ryan O'Neal (Love Story, Barry Lyndon, Wild Rovers), y como mujer fatal a Isabelle Adjani (Diabolique y la extraña Possession).

Dern da vida a un detective obsesionado en capturar a Ryan O'Neal, un conductor profesional que trabaja en robos y conocido como Cowboy, un hombre frío y calculador, lacónico y conciso. Entre ambos, un tercer personaje, la actriz Isabelle Adjani, una mujer extraña que no delata a Cowboy tras ser arrestado al principio de la película, por lo que, para disgusto extremo del Detective, debe ser puesto en libertad.

El Detective urdirá un plan, utilizando como cebo a tres ladrones que ha arrestado para atrapar a Cowboy, proponiéndoles libertad sin cargos si consiguen que Cowboy participe en un robo que estarán controlando para lograr arrestarlo.

Hill dirige y escribe, ofreciéndonos abundantes y excelentes persecuciones urbanas de coches, espectacularmente rodadas, como la que abre y cierra la película, de gran intensidad y sin apenas presencia de score.

Es una película de pocas palabras, en especial los personajes de Cowboy y la mujer, quienes son muy lacónicos aunque expresivos con su mirada. O'Neal confecciona un papel realmente sensacional, que me trae a la memoria al gran Steve McQueen. La réplica a O'Neal la representa excepcionalmente Bruce Dern, un detective obsesionado en capturarle, que ve el duelo como un juego, donde él quiere ganar por encima de todo. Es un personaje agresivo e irónico que hará todo lo que esté en su mano para atrapar a Cowboy.

El guión posee una muy buena estructura y una lógica en las situaciones que va planteando, definiendo perfectamente los perfiles de los personajes, en especial el de los dos protagonistas y su código de valores.

Un Small Urbano

Michael Small vuelve a retomar la senda de la música ambiental, fusionándose con las imágenes a una perfección increíble. Son parte de la película, como esos actores hablando, como ese coche circulando a toda pastilla por la ciudad... es un elemento más.

El score nos presenta treinta y dos minutos de duración, del que sólo hay presencia en la película sobre la mitad, en concreto, "Sucker's Game" y "Finish" son casi los que principalmente aparecen como en la edición de Intrada.

De nuevo, se decidió incluir la música a conveniencia del equipo técnico. Aún así, el store de Small está bien representado en la película, especialmente por el tema de Cowboy, Ryan O'Neal, que recibe tratamiento en varios cortes, en especial el primero y el final.

Además, Small asocia un tema caótico a base de trompeta (con un efecto similar al eco) y sintetizador para el Detective. Me trae a la memoria un poco a Goldsmith, y especialmente, a las músicas de aquella época. Es un gran corte, que Small recapitulará en el desenlace, para el ladrón y el conductor que tratan de dar esquinazo a Cowboy (tema asociado a los ladrones).

"No Names" es el corte que abre el CD y la película. Música misteriosa, con sintetizador y golpes de metal mientras observamos a Cowboy (el Conductor) robar un vehículo y salir del garaje para ir a recoger a unos ladrones que necesitan de su servicio. Al minuto y medio, germina el tema de Cowboy. Small asocia un leitmotiv country y suave para Cowboy, a base de sintetizador, teclados, piano y guitarra. En la película, cuando aparece el tema de Cowboy, volvemos a oír el mismo minuto y medio de música misteriosa inicial, dejándonos la presentación musical del personaje para más adelante. La parte final del tema es una melodía agresiva a base de metales, sintetizador y trompetas que no aparece en la película, y que de igual manera, abre el corte "The Man" y cierra el corte "Cat and Mouse", sin tener tampoco representación en la película. Lástima.

Será curiosamente en una escena de un robo que nada tiene que ver con Cowboy, donde se incluye por primera vez algunos acordes del tema de Cowboy.  Es el corte "The Woman", que no aparece entero, y es el nexo de unión que tendrán esos nuevos personajes con Cowboy, un plan urdido por el Detective para dar caza a su presa.

El tema del Detective recibe un tratamiento completo en el corte "The Detective", el más caótico y oscuro, no obstante, uno de los mejores cortes que en la película refleja perfectamente el carácter agresivo y competitivo de Bruce Dern en pos de su némesis, Cowboy. Small lo utiliza fragmentadamente en la película para algunas escenas del Detective.

"Mercedes Prelude" es un breve corte que comienza con el cebo del Detective yendo hacia Cowboy para contratar sus servicios en la espectacular demostración de habilidades de O'Neal al volante. Tenemos el tema de Cowboy, mientras que la parte final del corte viene a ser el prólogo de "The Challenge", que viene a ser el desafío del Detective contra Cowboy y la escena del robo, con música que no acaba de explotar hacia la acción, pero que tampoco se muestra pausada. Small vuelve a acertar al no alejarse de la intención de describir pero no destacar demasiado. 

En "Sucker's Game" encontramos un corte extenso y muy bien desarrollado, con ritmos tensos y oscuros para describir el plan que traza Cowboy para conseguir el dinero robado y evitar al Detective y al matón que le persiguen.

"Cat and Mouse" es el desenlace de la persecución final de coches en un almacén abandonado. Small ofrece el tema del Detective, pese a que no aparece en escena, para asociarlo a los otros "villanos". Éste tema es eliminado completamente y sustituido por "The Detective" en la película.

"Finish" es la recapitulación del tema de Cowboy,  primero a base de sintetizador, al que se le une el piano y la batería. Es un bello coda final para la película.

Jueces y Verdugos - Policía y Ladrones - Soluciones Small

Lástima el fallecimiento de este compositor al que conocía principalmente de películas de los años 70, especialmente Marathon Man, que espero editen oficialmente algún día. Era un compositor que sabía leer perfectamente la película y ofrecerte una solución musical. Lo que se llama un profesional.

Su objetivo no era crear un score que pudiera escucharse fácilmente fuera de las imágenes, como tampoco era lo contrario; se limitaba a ofrecer un score ajustado y que sirviese para fusionarse perfectamente con la película a la que acompañaba.

Y muy pocos compositores lograron lo que él; renunciar a lo fácil y evidente en pos de la búsqueda de lo que era mejor para la película. Goldsmith fue el exponente máximo, pero el mundo de la composición le debe mucho a gente como David Shire, Jerry Fielding, Lalo Schifrin, Dave Grusin o este magistral Michael Small.

Lo mejor: Comprobar como la música se fusiona perfectamente sin fisuras dentro de la película, en especial The Driver, con el tema de Cowboy.

Lo peor: Sus nulas concesiones comerciales (ningún problema) y ese ajuste pueden hacer de sus trabajos una audición especialmente dura, especialmente si no has visto las películas.

El momento: En The Star Chamber, me quedaría con el Main Title y Warehouse Run, y en The Driver, con The Detective y Finish, que definan de forma sobresaliente a los personajes.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)