Tracklist:
- In 1982… (02:01)
- Babysteps (01:32)
- Alexa (02:30)
- Atrocity (01:33)
- Flash Frames (01:20)
- Death Martini (02:03)
- Highway to Hell (01:27)
- The Ugly Truth (01:34)
- Death Rattle (01:24)
- Desiderio (02:35)
- Director's Cut (01:33)
- Wilson Wyler Concannon (02:01)
- Redneck Requiem (01:54)
- The Tree Scene (02:56)
- The Woods Are Dark (01:28)
- Lambs to the Slaughter (01:43)
- Female Bondage (02:01)
- On Location (02:00)
- Playpen (01:40)
- Smoke House (01:40)
- The Gorezone (02:09)
- Private Screening (02:22)
- Phantasmagorical Holocaust (02:27)
- Babyshower (01:38)
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De la mano de Dark Castle Entertainment, nos llega su último lanzamiento directo a vídeo/DVD, un mercado en el que parece apoyarse mucho últimamente para dar salida a proyectos de terror menos ambiciosos y más baratos, sirviendo así de plataforma para producciones que de otra forma no saldrían adelante. "The Hills Run Red" ("Colinas Sangrientas") debe su nombre a una hipotética cinta maldita (al margen del western homónimo de los años 60 al que se hace referencia en la historia), un ficticio slasher ochentero tan transgresor y truculento que fue inmediatamente prohibido en salas, desapareciendo sin dejar rastro tanto la película como su director. Una pareja de estudiantes de cine, junto al mejor amigo de éstos, darán con la hija del director, a la espera de que ella les proporcione la pista definitiva para hacerse con los rollos desaparecidos. Poco imaginan ellos que las escenas y el protagonista de las mismas (Babyface, un nuevo hallazgo para el panteón de los psicokillers) son mucho más reales de lo que esperaban, y que lo que creían una película pronto se convertirá en una trampa mortal para todos ellos.
Y poco más se puede contar del argumento de una cinta que mezcla elementos de distintas películas del género, o pretende darles un homenaje con ello, desde "Viernes 13" y "Halloween" hasta "El Proyecto de la Bruja de Blair", pasando por "La Matanza de Texas". Además, llama la atención el parecido entre el asesino de "The Hills Run Red" y el de "Dark Ride", otra producción reciente de similar temática. Todo ello aderezado con casquería y coágulos a porrillo, alguna que otra escenita subida de tono para animar el cotarro y William Sadler ("El Caballero del Diablo", "Cadena Perpetua"), en el papel del enfermizo director de la película, Concannon, como principal y casi único rostro reconocible en todo el reparto. Algo comprensible si nos atenemos al ajustado presupuesto de la cinta, que hasta se ha llegado a rodar en Bulgaria, simulando escenarios forestales de la América profunda, para reducir gastos.
Después de "Return to the House on Haunted Hill", el joven compositor Frederik Weidmann vuelve a colaborar en una producción de Dark Castle, aportando su talento en un score que va más que sobrado para la película que acompaña, donde el uso de la melodía se va a reducir básicamente a algunas variaciones de la tradicional "Hush Little Baby", una nana que tendrá su significado y su peso en el argumento. Pero Weidmann no tiene contemplaciones con los oyentes a la hora de acompasar las crudas escenas, así que esas variaciones no aparecen recogidas en el CD.
En su lugar, encontramos un material difícil de disfrutar de forma aislada (aunque, ojo, gana con cada audición), pero que se ajusta como un guante a la historia, manteniéndonos en una constante y desasosegante tensión, con algún que otro respingo que nos sobresaltará cuando menos lo esperemos. El único motivo medianamente reconocible es el asociado a Babyface, que comenzamos a escuchar a partir de la segunda pista, "Babysteps", una inquietante repetición de 6 notas que volveremos a encontrar varias veces en el CD (y unas cuantas más en la película), cada vez que la cosa empiece a ponerse fea.
Si me pidieran que me quedara con dos momentos de la película, éstos serían los que suceden mientras suenan las pistas "Desiderio" y "Phantasmagorical Holocaust". Si bien la primera escena (que en realidad son dos, que transcurren en paralelo) es bastante gratuita y no aporta demasiado al conjunto de la historia, más allá de satisfacer el sentido de la vista del espectador, la segunda, ya al final de la historia, sí que aporta un toque escalofriante adicional a la misma, en un nuevo homenaje, esta vez a "La Naranja Mecánica". En ambas pistas se ha optado por incluir una solista femenina, cuya voz añade más fuerza y dramatismo si cabe a las escenas, consiguiendo que se te pongan los pelos de punta.
Otra pista destacable es la de "The Tree Scene", pero no porque sea muy distinta al resto de la banda sonora, sino más por la escena en particular a la que acompaña, una escena que, por sus características y por las de la propia cinta en sí, podremos ver parcialmente hasta 4 veces (entre trailers, recuerdos, pases previos y montajes definitivos). Curioso.
En definitiva, un score adecuado e ideal para la temática de la película, un trabajo correcto que funciona muy bien en pantalla, pero que cuesta un poco más disfrutar de manera aislada. Pero, y lo que veo más importante, otro paso adelante más para Wiedmann, al que esperamos ver pronto enfrascado en producciones de mayor calibre.
Lo mejor: Música ambiental de terror que te mantendrá en vilo a lo largo de toda la escucha.
Lo peor: La falta de unos temas principales más reconocibles que ayuden al disfrute aislado de la partitura.
El momento: Me voy a quedar con dos, los que me han parecido más interesantes en tanto en cuanto acompañan estupendamente a la película: "Desiderio" y "Phantasmagorical Holocaust". Ambos aparecen en momentos radicalmente distintos, pero inquietantes cada uno a su manera.
Bac Hylon
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