Tracklist:
- 3200 Years Ago (03:36)
- Troy (05:01)
- Achilles Leads the Myrmidons (08:30)
- The Temple of Poseidon (03:28)
- The Night Before (03:28)
- The Greek Army and It's Defeat (09:38)
- Briseis and Achilles (05:19)
- The Trojans Attack (05:01)
- Hector's Death (03:27)
- The Wooden Horse and The Sacking of Troy (10:02)
- Through the Fires, Achilles... and Immortality (13:27)
- Remember Me (04:18), interpretado por Josh Groban & Tanja
Tzarovska
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La Película
Todos y cada uno de los grandes
estudios cinematográficos estadounidenses se lanzan año tras
año a producir al menos una película de colosales proporciones
y descomunales presupuestos. La apuesta de la Warner Bros para el presente
año 2004 ha sido la "adaptación" de la leyenda clásica
sobre el asedio y posterior saqueo de Troya, supuestamente basado en los
textos de Homero y, más concretamente, en la Iliada. Todo ello se
ha planteado como un intento de aprovechar el resurgir del cine épico
y de aventuras en los últimos años.
Un director de ciertas garantías
en cine comercial -Wolfgang Petersen- y un reparto repleto de estrellas
presentes y pasadas -Brad Pitt, Eric Bana, Orlando Bloom, Peter O'Toole-
dan idea del enfoque planteado por los productores: Una peli de aventuras
para mayor gloria de los efectos generados por ordenador y menor gloria
de los guionistas y actores. Del lote tan solo sale airoso Eric Bana en
su papel de Héctor, un héroe envuelto en una guerra a la
cual le ata su honor pero no su voluntad. En el punto opuesto, tanto dentro
como fuera de la pantalla, tenemos a Brad Pitt, en su interpretación
testosterónica de Aquiles, transmutado de héroe divino en
niñato barriobajero, por obra y gracia del actor. Aunque tal vez
empate a puntos con el inapropiado Brian Cox en el papel de Agamenon,
una versión bastante "siciliana" del rey aqueo.
No voy a entrar en diseccionar la fidelidad del guión hacia la historia
original, pues para ello resulta mucho más eficiente y gratificante
la lectura del extenso estudio redactado por nuestra
compañera, Julia Saiz.
Pese a ello, da la sensación de que el guión
está escrito por otro Homero, Simpson de apellido. Modifica personajes,
situaciones, fechas y lugares como le viene en gana, pese a lo cual el resultado
es una historia larga, bastante tediosa durante buena parte del metraje,
que mantiene el tipo en las escenas de lucha y en las batallas, y que decae
de forma alarmante en las secuencias de diálogo.
La Banda Sonora
Dejando de lado las recurrentes
citas y plagios en la obra de Horner, este músico tiene su punto
fuerte en la simbiosis musical con las secuencias que vemos en pantalla.
Troya no es una excepción; son abundantes las entradas y resoluciones
escénicas de la música, manejadas con maestría. Por
ejemplo, la entrada triunfal de Héctor y Paris en Troya, acompañada
de una fanfarria de melodía breve y recurrente. Hay algunos planos
transitorios en esta secuencia que carecerían de todo sentido sin
el apoyo de la música, la cual hace a la vez de puente y de elemento
enfático.
Hecha mención al punto fuerte de Horner, es tan evidente como
su "talón de Aquiles", esto es, la tendencia a reutilizar ideas,
células melódicas, secuencias armónicas hasta su
completo agotamiento y más allá. El tema de los aqueos es
el caso más flagrante del presente disco; son las archiconocidas
cuatro notas (una suerte de bordón) relacionadas en el subconsciente
común con el Enemigo. En "Star Trek II" aparecieron por primera
vez, "Willow" las hizo famosas y en "Enemigo a las puertas" abusó
de este recurso. En este último caso nos encontramos con una conexión
(consciente o no) geográfica, puesto que "Enemigo a las puertas"
contiene elementos de la tradición musical rusa, y las cuatro notas
son el motivo principal de la 1ª Sinfonía de Rachmaninov -si
la memoria no me falla-.
Eso podría ser una justificación al permanente empleo de
dicho tema, pero en el caso que nos ocupa únicamente el reducido
periodo de composición -dos semanas- puede explicar la insistente
recurrencia de este motivo a lo largo de la banda sonora de "Troya".
Por lo tanto, el autor deja claro que no va a abandonar la costumbre de
reciclar material preexistente. Incluso el prólogo musical nos devuelve
en su arranque a los comienzos de "Mi gran amigo Joe", pasando rápidamente
a exponer una de las ideas principales que mueven esta banda sonora: Una
melodía de raíces arábigas, interpretada por solista
femenina, con fuerte base percusiva. Para dejarlo más claro: Estamos
hablando del toque "Gladiator", un estilo que la reciente "Pasión"
de John Debney ha vuelto a poner de moda, si bien en ninguno de estos casos
citados tratamos con la fuente original. Podemos citar la misma, con más
o menos acierto, en "La última tentación de Cristo", de Peter
Gabriel.
Es difícil no perderse en este mar de citas, cosa más que
difícil cuando tratamos con Horner. Por si no teníamos suficiente,
el tema de amor (con versión vocal en el último tema "Remember
me"), es una versión simplificada y reducida del tema principal de
"Stargate" de David Arnold, del cual no solo absorbe su armonía arábiga
sino casi todo el dibujo melódico del original.
El punto negativo del antedicho
tema vocal no es su naturaleza referencial; es el empleo indiscriminado
que el compositor hace del mismo. No parece tener una relación
evidente con personaje o situación alguna en la película;
lo mismo sirve para acompañar los textos del prólogo como
para la muerte de Héctor. Tal vez la única secuencia con
sentido para esta cantinela vocal sea la del saqueo de Troya, durante
el cual los cánticos étnicos amortiguan el fragor de la
batalla y lloran por la destrucción y la muerte que siembra el
ansia de poder de Agamenón.
El exiguo intervalo de tiempo para la creación de esta banda sonora
ha quedado reflejado, como ya hemos indicado, en el reciclaje de temas preexistentes
y en la sencillez y limitado desarrollo de algunos de los temas principales
-el de los aqueos o el del caballo de madera-, que encierran un potencial
sin explorar por la precipitación en su confección, máxime
cuando son algunos de los momentos más satisfactorios a nivel musical,
tanto por la pieza musical en sí como por su aplicación con
las imágenes. En este sentido, el tema del caballo de madera guarda
un cuidadoso equilibrio entre la solemnidad de un himno y el desasosiego
de una marcha fúnebre, en el que destaca las progresiones armónicas
divididas entre las dos secciones de viento (madera y metal); los troyanos
festejan en pantalla la retirada de los aqueos y la captura de la ofrenda
de estos a Apolo, y sin embargo la música no termina de aportar el
mismo grado de satisfacción que parecen disfrutar los troyanos.
Es en las escenas de batalla donde
se hace más evidente la economía de ideas, así como
la mano de los cuatro orquestadores que han colaborado en la música
-dato importante teniendo en cuenta que Horner hace años que escribe
sus propias orquestaciones-. Son secuencias bastante anodinas, carentes
de identidad musical más allá de la elaborada orquestación:
Rimbombancia sinfónica y grandilocuente. Encontramos dos oasis
musicales en las sendas cargas de Aquiles y sus Mirmidones, en un tema
de temperamento triunfal entretejido con habilidad por toda la sección
de metales, y que se destaca sobre el tema de los troyanos con identidad
propia. Una lástima que a Shostakovich se le hubiera ocurrido antes
para su 5ª Sinfonía.
Conclusión
Pocas veces el que suscribe se ha visto en el compromiso de redactar una
reseña sobre una banda sonora tan polémica: Primero la contratación
de Gabriel Yared, sin experiencia previa en el género épico;
luego el despido del compositor libanés con el beneplácito
del mismo director que, supuestamente, había ensalzado su trabajo
inicial; inmediatamente después la contratación del siempre
polémico Horner para componer en dos semanas lo que Yared no encontró
en meses de trabajo; posteriormente el resultado, con las recurrentes citas
y plagios del norteamericano; y para colmo, por si no era suficiente, la
publicación de parte del trabajo de Yared en su página web.
No tengo intención de entrar a valorar el trabajo de Yared, para
lo cual también hay otro completo estudio a cargo de nuestro compañero
David Doncel, (Troy
Rejected Score) como tampoco tengo interés alguno en hacer comparaciones
entre el material de ambos para calificar el disco de Horner.
La realidad, a oídos de este humilde redactor, es que Horner ha completado
un trabajo serio y eficiente en un tiempo limitado, no sin la ayuda de colaboradores,
que encaja en la película y se disfruta en su audición aislada.
En cuanto a la música en sí, bien cierto es que hay paja entre
el grano, tanto como que suele ser así en ediciones de esta extensión
(75 minutos); igualmente encontramos unos cuantos temas interesantes, no
todos lo suficientemente bien desarrollados y unos cuantos de los cuales
nos son familiares en el acervo musical "horneriano".
"Troya" ofrece
una notable mejoría en la progresión de James Horner tras
la decepcionante cosecha del pasado año 2004. A mediados de la
década de los 80 Horner alcanzó su primera madurez; tras
años de bache creativo, recuperó la inspiración a
mediados de los 90. Ojalá que el ciclo se repita y estemos en la
curva ascendente de la presente década; los aficionados merecen
el mejor de los esfuerzos, no solo por parte de Horner, sino de todos
los compositores que tienen el privilegio de escribir para el medio cinematográfico.
Lo mejor: La recuperación del estilo sinfónico y épico, fuente de los
mejores trabajos en su carrera, y la evidencia de que en dos semanas de
labor seria es capaz de superar a todos sus trabajos del 2003.
Lo peor: Es evidente; los homenajes y autoplagios que ensombrecen el
resultado final.
El momento: Dos mejor que uno; la entrada del caballo en Troya y el primer
ataque de Aquiles contra el ejército Troyano.
Ignacio Pérez
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