PARTE 2:
"EL MUSICAL Y EL FILM"
La Versión Musical de Andrew Lloyd Webber
Fue en el año 1984, cuando Andrew Lloyd Webber asistió a un musical que se representaba en un pequeño teatro del East London. Se trataba de la obra de un joven productor, que tomaba el lado romántico de "El Fantasma de la Ópera" de Gaston Leroux , pero planteado de manera bastante cursi. Webber trabajaba por entonces en su musical "Aspects of Love", pero la historia del fantasma caló hondo y pocos meses después adquirió un ejemplar del libro de Leroux.
A partir de ese momento comenzó a crear su versión, enfocándola como una tragedia romántica. Para ello contó con la ayuda de Richard Stilgoe, quien ayudó al propio Webber a trazar las líneas argumentales y, a su vez, realizar el libreto del musical. El mismo Stilgoe, con ayuda del letrista Charles Hart, fue el encargado de escribir las letras de todas las canciones en un musical cargado de música, pero con una curiosa mezcla de estilos, por un lado, clásico operítisco, y por otro el musical más moderno, cercano en algunos aspectos a la ópera-rock.
El 9 de octubre de 1986 en el Majesty's Theater de Londres nació el musical de mayor éxito de todos los tiempos. Estrenado por Michael Crawford en el papel de Fantasma, por la entonces esposa de Lloyd Webber, Sarah Brightman, en el papel de la protagonista Christine Daee, Steve Barton como Raoul, Rosemary Ashe como Carlotta, John Savident como Firmin y David Firth como André. El éxito sin precedentes de crítica y público la convirtió en ganadora de múltiples en Inglaterra, incluyendo los premios Olivier and Evening Standard Awards.
Tras esto, a finales de 1987, y dado el éxito sin precedentes, la Really Useful Group (compañía de Andrew Lloyd Webber), planteó la posibilidad de su estreno en Broadway, estreno que se hizo realidad el 26 de enero de 1988, y en el que los tres papeles principales fueron realizados por los mismos actores que estrenaron la obra en Londres, a saber, Michael Crawford, Sarah Brightman (aunque en poco tiempo heredara el papel Patti Cohenour) y Steve Barton. Judy Kaye haría el papel de Carlotta, Nick Wyman el de Firmin y Chris Groenendaal el de André. Igualmente fue un éxito sin precedentes y acaparó todos los premios del mundo del teatro, incluyendo la friolera de 7 premios Tony (incluyendo el de Mejor Musical), 7 premios Drama Desk y 3 del Círculo de Críticos de Teatro. Desde entonces, han visto la obra más de 80 millones de personas y ha recaudado más de 3.000 millones de dólares, en países como Alemania, México, España o China.
Además, la grabación del cast original en Londres de este musical fue el primer album de un musical en entrar en las listas de éxitos en el Reino Unido, consiguiendo ambos discos de oro y platino allí. Este disco ha vendido más de 2 millones de copias en Estados Unidos y más de 4 millones en todo el mundo.
De las Tablas al Celuloide
Dado semejante éxito, estaba claro que antes o después llegaría una versión cinematográfica. El estudio Warner Bros se hizo con los derechos para la gran pantalla y en 1991, el proyecto comenzó a gestarse, con Joel Schumacher al frente de la dirección, debido especialmente a su amistad con Webber. Michael Crawford y Sarah Brightman iban a ser los protagonistas, pero el divorció del compositor y la cantante echó por tierra la idea. Durante años, la futura película estuvo en vía muerta hasta que Webber recuperó los derechos que tenía Warner a cambio de un millón de dólares.
En diciembre de 2002 Webber y Schumacher coordinaron sus agendas para que la película basada en el musical fuera definitivamente una realidad. Comenzó el casting y el resultado es el que podemos ver ya en las pantallas, no sin que antes se produjera una importante controversia entre los fans del musical, que desde hace años están recogiendo firmas a través de www.phantommovie.com tratando de impedir que el protagonista de la película no fuera otro que Michael Crawford, cuyos más de 60 años de edad fueron el motivo esgrimido para su no elección. Según Webber y, principalmente para el propio Schumacher, la historia tenía más sentido si los personajes eran jóvenes (en especial el personaje de Christine), ya que la inocencia de la juventud y su credulidad eran necesarios para dar verosimilitud a la historia en pantalla grande.
Decidido que Christine sería una jovencita de no más de 20 años, que Raoul tendría poco más que ella (encarnando el clásico rol de joven heredero de un título nobiliario) y que el Fantasma sería de una edad aproximada a Madame Giry (ya que Schumacher insistió en incluir una parte que explicara la procedencia del Fantasma unido al personaje de Madame Giry, historia que ya aparecía en el libro de Frederick Forsythe "El Fantasma de Mannhatan"), se comenzaron a barajar nombres para el rol más importante. Actores como John Travolta, Antonio Banderas o Hugh Jackman fueron tentados por el papel en algún momento, según rumores varios. Para encarnar a Christine se habló de Katie Holmes o Kate Winslet, descartadas finalmente por considerarlas viejas para el papel. Es curioso notar como, por ejemplo, Antonio Banderas intentó hacer méritos en un espectáculo que hubo en ocasión del 50 cumpleaños de Andrew Lloyd Webber en el Royal Albert Hall, realizando una interpretación a dúo con Sarah Brightman del tema "The Phantom of the Opera", similar al estilo que finalmente tendría el actor elegido para el papel, Gerard Butler en el film, es decir, con gran carga interpretativa pero con una notable carencia a nivel musical.
Al final se decidió hacer un casting al viejo estilo de Hollywood, en el que para el papel de Christine se pedía una joven de no más de 20 años, que a ser posible tuviera experiencia en musicales o lírica.
De este casting, e in extremis, pues Schumacher tuvo que convencerla para ir al casting evadiendo responsabilidades familiares, tenemos a Emmy Rossum, una preciosa joven y actriz, con experiencia en la ópera desde los 7 años. Para el papel de Fantasma, e igualmente tras la insistencia de Schumacher de dar al personaje un toque más real buscando que "no cantara tan bien como un auténtico tenor", se escogió a Gerard Butler, que tuvo que pasar cerca de un año aprendiendo canto para poder hacer la película, ya que su experiencia como cantante se limitaba a un grupo de rock en que era la voz principal. Sin duda, la elección de este actor ha sido el aspecto más criticado, ya que a pesar que su presencia y actuación como Fantasma puede considerarse consistente y con mucha fuerza interpretativa, su interpretación vocal deja que desear. El caso de Patrick Wilson fue algo diferente. Es el único con experiencia en musicales, participando en Broadway, entre otros en el musical "The Full Monty" u "Oklahoma!", y fue elegido cuando Webber lo vió en escena y le propuso que se presentara a las pruebas del film, siendo elegido finalmente para el papel de Raoul.
Adaptación Cinematográfica
En contra de lo que hace más de un año hiciera Rob Marshall con su premiada adaptación del musical "Chicago", sacando del contexto del film las canciones y llevándolas a un "mundo imaginado" por cada uno de los personajes, en esta ocasión Andrew Lloyd Webber y Joel Schumacher decidieron plasmar lo más fielmente posible el musical dentro de un film. Esto conlleva a que más del 80% del metraje es cantado, aunque algunas partes más superfluas del musical se han eliminado y otras adaptado a las circunstancias.
Con un toque barroco y una fotografía colorista, muy al estilo de Schumacher, se nos presenta un film de gran calidad pero que denota la posibilidad de haberle sacado mayor partido a tan fantástica puesta en escena. Tal vez parte de la culpa lo tenga un Fantasma que no termina de convencer cuando canta, que se queda en un "no lo hace mal, está bien", y una Christine que, aunque sorprende a nivel interpretativo y de canto, tiene una expresividad demasiado artificial que la hace no bordar el mítico papel de Christine Daee. En cuanto a secundarios, en el film se ha decidido por darles un toque más cómico y menos serio, en especial el papel de Minnie Driver como la soprano
Carlotta Giudicelli, y una presencia menos importante.
Musicalmente, el film plasma fielmente, aunque esta vez con sonido sinfónico-orquestal, la magnífica partitura de Lloyd Webber, que para la ocasión se ha visto ampliada en algunas partes. Con mucho acierto, también hay fragmentos que en el musical eran cantados y aquí se ha decidido convertir en partes recitadas, como el comienzo previo al "Wishing You Were Somehow Here Again", el previo al comienzo de la Ópera "Don Juan Triumphant" cuando Christine confiensa su miedo por lo que el Fantasma pueda hacer, en la capilla junto a Raoul, o la parte de "Little Lotte" cuando Raoul y Christine se encuentran por primera vez. Asimismo, se ha trasladado la carta en que el Fantasma da instrucciones sobre su ópera, enviada posteriormente a su desaparición tras el número de "Masquerade", a dentro del propio número, con un precioso puente musical de la nueva canción compuesta para el film llamada "Learn to Be Lonely", que aunque en la película (en dicho puente) realiza una función excelente, su versión de los créditos finales no parece adecuada al contexto del resto del film.
Esto nos lleva a la conclusión de que, habiendo tenido en la mano el mejor musical de todos los tiempos, haber hecho un film de correcta factura, lento en algunas partes, y con unas interpretaciones que no llegan más allá de la muy correcta interpretación, es insuficiente. Una obra maestra hubiera requerido una obra maestra, y desde luego Joel Schumacher no lo ha conseguido. Aunque no por ello deja de ser una gran película.
El Doblaje al Castellano
En una producción musical sin precedentes en nuestro país, y debido a la gran cantidad de metraje cantado en la película, se ha decidido doblar el film al completo (canciones y diálogos) en países como Francia, México, España o Alemania (países que han podido ver la producción del musical teatral en sus propios idiomas) y en todos ellos realizado por actores profesionales del teatro y el musical.
En nuestro país, realizado en Madrid en los estudios Tecnison, y bajo la tutela de José Luis Angulo (famoso director de doblaje), con la dirección musical de Santiago Aguirre y con una nueva adaptación de letras realizada por María Ovelar, se ha realizado un doblaje en que participan parte del elenco que cerró la producción de "El Fantasma de la Ópera" en la ciudad de Madrid, a saber, Juan Carlos Barona como Fantasma, Julia Möeller como Christine Daee y David Venancio Muro como André. A estos se le han sumado un elenco de diferentes actores del musical y actores de doblaje como Paco Arrojo en el papel de Raoul, Belén Marcos como Carlotta y Yolanda Pérez Segoviano (conocida actriz de doblaje, que ponía la voz a Lisa Nicole Carson en la serie "Ally McBeal" en el papel de Renee, la compañera de piso de la protagonista).
El resultado de tan presuntuoso proyecto no deja de ser de buen nivel, pero no al nivel al que el doblaje español está acostumbrado, y con una gran falla con nombre propio: Paco Arrojo. No sabemos que tipo de casting (porque lo increíble es que lo hubo) se realizó para dar el papel a tan deficiente actor, tanto interpretativa como vocalmente, que hace que un cuidado trabajo del resto del elenco quede manchado con una interpretación para Raoul carente de toda musicalidad, con una colocación vocal deficiente, una interpretación irreal y artificial, y sin olvidar que el doblaje ha de ajustar cada palabra a unas bocas que se abren y cierran, tema que este hombre parece haber olvidado, con partes en que su "Christine te adoro" queda al borde del ridículo más absoluto, cuando un excelente Barona es capaz de meter en la boca de Gerard Butler sin problema la correcta traducción "Christine te amo".
El balance final es una nota de 8 para el doblaje, con la premisa de que podía haberse realizado mejor, pero la falta de tiempo y la inexperiencia en el mundo del doblaje para la mayoría de actores lo hizo más difícil. Es probable que este trabajo hubiera sido considerado de excelente si no fuera por el hecho que la escuela de Barcelona está acostumbrada a doblar musicales y ha hecho trabajos de una magnífica calidad en las adaptaciones y doblaje de películas como "La Bella y la Bestia", "Aladdin" o "El Rey León", entre muchas otras. Aunque estas sean de dibujos animados y el film que nos ocupa sea de actores reales, podrían haberse buscado auténticos actores de doblaje para las partes de diálogo, y cantantes especializados, con formación en doblaje, y con tesituras vocales iguales a los que doblan en partes de diálogo, para las canciones. Esto hubiera dado el EXCELENTE al que el doblaje español nos tiene acostumbrados, pero aun así, no queremos quitar mérito a un trabajo bien hecho y de buena factura, pero insistimos, no excelente.
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