Tracklist:
- 160 BPM (06:42)
- God Particle (05:20)
- Air (09:08)
- Fire (06:51)
- Black Smoke (05:45)
- Science And Religion (12:27)
- Immolation (03:38)
- Election By Adoration (02:12)
- 503 (02:14)
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"Angels & Demons", una entretenida película de Ron Howard
Entretenida es el adjetivo más halagüeño que se le puede adjudicar a esta película porque si uno se la toma en serio, verá que hace aguas en repetidas ocasiones. Parece mucho mejor elección activar el modo palomitas en nuestro cerebro y relajar el nivel de exigencia. Si esta ha sido su elección, pasará un rato entretenido y saldrá del cine más satisfecho que con la entrega anterior, "The Da Vinci Code". Tómeselo como si fuera a ver "National Treasure" o "Raiders of The Lost Ark": el protagonista es un intelectual al que le encargan un trabajo de campo que resulta ser una excitante aventura, una inquietante sucesión de pruebas contrarreloj para encontrar a los "Preferiti" uno por uno.
Hans Zimmer y Ron Howard, la historia continúa
Fue a mediados de los ochenta cuando Ron Howard alcanzó el éxito como director, y concretamente en el año 85 con "Cocoon", cuando encontró el compositor con el que ha formado uno de los binomios más fructíferos de Hollywood: el gran James Horner. Tras la primera experiencia con el genio, llegaron "Willow", "Apollo 13" y "A Beautiful Mind" entre otras. Aunque alternaba las colaboraciones con Horner y otros compositores, la alianza entre ambos parecía indestructible y sin embargo, tras tres proyectos separados, parece que nada dura eternamente.
Entonces, ¿por qué cuenta últimamente con Hans Zimmer, un compositor tan diferente a Horner, cuando sólo habían trabajado juntos una vez en el año 91 ("Backdraft")?
La historia continúa y parece que va para largo, porque tras el reencuentro Howard-Zimmer en "TDVC", llegó "Frost/Nixon", y ahora vuelven con "Angels and Demons", un reencuentro que esta vez sí era previsible en esta secuela de la adaptación del bestseller de Dan Brown.
La música en "Angels & Demons" o "The Da Vinci Code II"
Si antes comentaba que la película es más entretenida que su predecesora, mejor en definitiva, con la música sucede lo contrario. "The Da Vinci Code" es una composición mucho más elaborada y ajustada al film que "Angels & Demons".
Hace sólo unos meses me quité el sombrero ante Hans Zimmer por su capacidad para cambiar de registro con "Frost/Nixon", una obra casi perfecta. Parece que con ese trabajo el genial compositor alemán se quedó exhausto y totalmente desfondado, porque "Angels & Demons" no es más que un refrito supervitaminado de "The Da Vinci Code". Quizá esa fuera la función de Atli Orvarsson, compositor colaborador de su equipo en los estudios Remote Control: adaptar la anterior partitura que tan bien funcionó a esta película, necesitada de más ritmo, energía y carácter.
Como veremos a continuación, lo que ocurre es que las vitaminas que le proporcionan Zimmer y Orvarsson a esta composición, se convierten en esteroides de caballo en algunos momentos.
Para ver el vídeo de Hans Zimmer y Ron Howard pinche aquí
Los temas en la edición discográfica:
La edición discográfica reproduce precisamente los momentos de mayor dopaje, seguramente porque de este modo maximizan las ventas. De hecho, en estos momentos se puede ver cómo el CD es la cuarta banda sonora más vendida en Amazon.
1.- 160 BPM
El primer tema nos mete en la trama de golpe por medio de unos contundentes coros polifónicos combinados con una enérgica percusión. La trama de la película sí requiere en este pasaje una música trepidante, y la música de Zimmer se adapta con dinamismo a las imágenes.
2.- God Particle
Primera vez que escuchamos el maravilloso violín de Joshua Bell con el célebre leitmotiv de "Chevaliers du Sangreal" de "The Da Vinci Code". El disfrute dura poco porque tras los angelicales segundos iniciales Zimmer da paso a la parte demoníaca, de nuevo con coros polifónicos contundentes y una transición musical etérea para dotar a las imágenes de más suspense. En esta fase del tema, hacia el minuto tres, escuchamos unos coros claramente añadidos en postproducción, pues suenan demasiado a sampler. De hecho en el minuto 4 parece que viajamos al año 1997 con los coros enlatados de "The Peacemaker". Presten atención a los coros masculinos: "a-e-i-o-u" ¿Se acuerdan? ¡El Pacificador!
3.- Air
Tema sosegado de violines y coros masculinos, de nuevo 100% "The Peacemaker". Hacia el minuto dos, sin solución de continuidad, el track evoluciona desde un dinamismo razonable y contenido hasta el supervitaminado final, sobrante de polifonía coral y percusión.
4.- Fire
Este tema es un claro ejemplo de lo que menos me gusta de este trabajo. Mucha postproducción con excesivo carácter, más propio de los momentos menos brillantes de la era Media Ventures.
5.- Black Smoke
Refleja un momento de tensión en la película, cuando los cardenales no se ponen de acuerdo para elegir un nuevo Papa por la ausencia de los "Prefiriti". Un sinfín de efectos de postproducción y una sección rítmica que recuerda a "Drop Zone" nos pegan al asiento quizá con demasiada contundencia. Vuelve el exceso de vitaminas.
6.- Science and Religion
Precioso tema que empieza con una de las escasas apariciones de Joshua Bell y un coro celestial, aunque de nuevo, demasiado artificial, demasiado sampleado. Resulta extraño que después de tantos años de electrónica en la música de Zimmer, con tantas mejoras y creciente verosimilitud con el sonido orquestal, se retrotraiga tantos años atrás en este trabajo. Sin embargo, nos encontramos ante un gran tema, uno de los más emocionantes y emotivos.
7.- Inmolation
Se trata de una pieza triste que refleja un momento dramático de la película. Ahora Zimmer sí se pone al servicio de la película sin grandilocuencia excesiva con este tema, que sirve de altavoz de las imágenes.
8.- Election by Adoration
Gran protagonismo de nuevo del violín de Joshua Bell, en buena combinación con los contrabajos. El resultado es adecuado y sin excesos.
9.- 503
Refrito casi idéntico del célebre tema "Chevaliers du Sangreal", de "The Da Vinci Code". En esta ocasión Zimmer introduce un órgano de iglesia. A pesar de la poca originalidad, no puedo dejar de asombrarme con al enorme belleza y fuerza que transmite este tema. Es impresionante.
Lo mejor: El dinamismo que aporta la composición de Zimmer a la película, si bien es a veces excesivo.
Lo peor: La poca originalidad de la composición, pues sólo supone un refrito supervitaminado de “The Da Vinci Code”. En repetidas ocasiones Zimmer introduce coros y percusiones demasiado contundentes.
El momento: El precioso tema celestial “Science and Religion”.
José Luis Díez-Chellini
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