Death Race

Título en español: La Carrera de la Muerte
Compositor: Haslinger, Paul
Año: 2008
Distribuidora: Intrada
Duración: 41:00

  En general, las películas de Jason Sthatam me suelen entretener bastante. Disfruto mucho de sus interpretaciones "físicas", con ese careto de duro y repartiendo estopa y plomo allá por donde va, pero con estilo y buen humor.

Death Race fue otra oportunidad de divertirme, sin más vueltas ni más brillo que lo que ves en pantalla. Directo y sencillo, sin pretensiones. El encargado de llevar a cabo el entretenimiento en cuestión fue el director Paul W. S. Anderson, cuya mejor película, para el que escribe, es la incomprendida y terrorífica Event Horizon, y como compañero musical de viaje eligió a Paul Haslinger, quien firma uno de sus trabajos más cañeros y potentes.

Death Race - Remake Futurista

"Get ready for a killer ride" (Tagline)

  La película es lo que es; cine actual de entretenimiento, en plan homenajes (Mad Max), además de ser un remake de una película de los 70 de tintes apocalípticos con Stallone y David Carradine (quien interpretaba el rol de protagonista, Frankenstein).

 Jason Statham (Crank, Transporter, Ghosts of Mars, Snatch) interpreta a Jensen Ames, encarcelado injustamente por haber matado a su esposa, viéndose obligado a participar en carreras de coches organizadas por el sistema penitenciario para tener contento y sumiso al pueblo (como en la época de los romanos, dando espectáculos de gladiadores), sustituyendo a un famoso piloto, Frankenstein, un tipo bastante cruel y amante de las emociones fuertes, que conduce con una máscara que le cubre la cara (en la primera carrera de la película ya vemos al amigo Frankenstein en faena, al que hace referencia el corte segundo del compact, "Grim the Reaper").

De no participar en las carreras, su pequeña hijita, secuestrada por el alcaide y sus esbirros, sufrirá las terribles consecuencias (algo que le irá motivando para intentar huir y devolverles la moneda).

  En la cárcel encontrará apoyos en su copiloto, una belleza latina llamada Elisabeth Case (interpretada por la actriz Natalie Martinez, que debuta en el cine con Death Race) y en su mecánico jefe "Coach", interpretado por el brillante actor Ian McShane (Sexy Beast, la serie Deadwood, Scoop).

  Un piloto de color, Machine Gun Joe Manson, interpretado por el actor  Tyrese Gibson (Transformers, Baby Boy, Four Brothers), se acabará convirtiendo en otro apoyo para lograr sus objetivos finales.

  La contrarréplica en el lado de los malos la encontramos en la estupenda actriz Joan Allen (The Ice Storm, Pleasenteville, Nixon, Face-Off) como el alcaide de prisiones que hará la vida imposible de Jensen, y como curiosidad, al actor Robert LaSardo, un actor latino del que guardo un grato recuerdo por su interpretación del mafioso Escobar Gallardo en la magistral Nip/Tuck y que aquí interpreta a un cruel piloto de carreras que encuentra una muerte a su altura.

  Rodada en 50 días, y habiendo utilizado hasta 35 coches durante el rodaje, la película te la sabes de cabo a rabo, pero está muy entretenida, con un cierto aire a videojuego de carreras de coche, y con toques a lo Mad Max, como ese enorme camión blindado que surge de la nada para machacar a los pilotos. Es adrenalina pura, entretenimiento sin más. Así que si disfrutas con éste tipo de películas (como es mi caso) te divertirás. Si no, omítela.

  En cuanto al director, destacar que me encanta su película de terror psicológica Event Horizon, su mejor trabajo, donde destacan un gran Sam Neill y Lawrence Fisbourne, y donde el dúo Kamen-Orbital firman un score futurista y terrorífico que funciona perfectamente dentro de la película.

También me he entretenido con películas como Resident Evil (donde llama la atención el score compuesto por Beltrami y Marilyn Manson) o Soldier (proyecto fallido con un gran score de Joel McNeely), ambos productos completamente alimenticios y comerciales, pero entretenidos sin más. Sin embargo, AVP me pareció muy desaprovechada, en especial la segunda mitad de la película, pero pensé que sería peor después de los horrores que oí y leí (Harald Kloser cumplía y gracias).

Paul Haslinger - Arrancando Motores

Paul W. S. Anderson es amante de los platos fuertes, y en sus películas, sus scores tratan de ser piezas fundamentales, que canalicen parte de su función destacando sobremanera durante el metraje, como en Event Horizon, Soldier o Resident Evil. Para Death Race, Paul W. S Anderson quería un score cañero y adrenalítico.

  Haslinger se puso el mono de faena y se echó manos a la obra, regalándonos un trabajo propulsivo no apto para cardíacos, realizando una de sus mejores aportaciones cinematográficas. Y cierto es que, visto el resultado final, ha sido mucho mejor contratar a Haslinger como compositor, que poner las eternas canciones de marras para sacarse luego el álbum.

El score posee ese estilo que tiene Haslinger (como en Blue Crush o Crank) para sacar a la palestra todo tipo de sonoridades y efectos musicales que envuelven su música par ir conformando los motivos de la película, incluyendo una importante sección de cuerda (violines para más señas), interpretada por la Hollywood Studio Symphony, cuya labor se observa fundamentalmente en los brillantes créditos finales.

  Ahora bien, que nadie se lleve a engaños. No hablamos de música orquestal y sinfónica, hablamos de guitarras eléctricas, bases electrónicas y efectos de sonido. Si no te va esto, pasa palabra. Avisado quedas.

Death Race - Motivo Central y Corriendo que es Gerundio

  Haslinger ofrece un tema principal a base de guitarras eléctricas y bases electrónicas que, a lo largo del score, nos ofrece diseminado a través de varios cortes ("Frank Walk"), con un especial y magistral tratamiento a forma de coda final en los end credits finales, recogidos en el corte "A Chance for Something Else", donde, a modo de epílogo, escuchamos la voz del actor Jason Statham, con inclusión de sección de cuerda para dar más énfasis dramático al motivo central.

"Death Race Main Titles", recoge el leitmotiv principal en todo su esplendor, transmitiendo dureza y pesadez en su desarrollo, de contenida intensidad dramática y con muchos efectos de sonido flotando en el aire.

  "Prison Arrival" contiene un motivo tenso para la llegada del protagonista a la prisión (music for hard men), con las guitarras marcando dos melodías distintas pero complementarias, fusionándose perfectamente hasta crear un pequeño crescendo de gran intensidad en la parte final.

"You Are Not Fit for Society" nos ofrece un motivo rítmico y rockero, que posteriormente desemboca en un pasaje de gran intensidad, transmitiendo urgencia y tonalidades dramáticas a través de los violines mientras la guitarra y la batería van conduciendo el motivo.

Uno de mis cortes preferidos, sin lugar a dudas, es "Meet the Monster", donde Haslinger crea un leitmotiv electrónico magistral (fragmentado pero excelentemente hilvanado) que por un momento trae un ligero Déja Vú a Tangerine Dream, magistralmente conducido y desarrollado, para el momento en que Coach presenta a Jensen su vehículo de competición.

En cuanto a la música para las competiciones y carreras, la idea de Haslinger no es crear un motivo específico de acción, sino que las composiciones que acompañan a cada carrera transmitan frenesí y velocidad, agresividad y violencia, apabullándote mediante beats electrónicos, guitarras eléctricas, sonoridades metálicas e industriales asomando a cada momento (sonidos como de motores en marcha, frenadas, choques, bocinas...), transmitiendo adrenalina, suciedad, sudor... todo ello concentrado en una pequeña pastilla llamada Paul Haslinger.

  Por ejemplo, percusión y punteos de guitarras frenéticos en el corte dos, "Grim the Reaper", para la primera carrera que vemos en pantalla, donde las guitarras conducen el tema de manera magistral, transmitiendo velocidad y emoción.

"Riot" es casi un tono de salida de la parrilla de carrera, con voces sampleadas y efectos de sonido de tracción mecánicos, mientras que por ejemplo, "Say What", es un tema rítmico, que me trae a la memoria el programa aquel de Más que Coches, con un excelente motivo de guitarra y bases electrónicas muy pegadizo y muy bien construido, voz sampleada incluida (say what) y una fase final maravillosa donde la electrónica reconduce el tema para darnos paso a un corte agresivo y salvaje, "Man on Rampage".

También destacar la agresividad de "Lose Him or Hill Him", donde los punteos de guitarra son frenéticos, construyendo un corte apabullante y cargado de adrenalina.

"Punch It" nos ofrece una magistral pieza de acción, con una apertura de guitarra eléctrica y batería a modo de prólogo para el comienzo de la primera carrera de Jensen como Frankenstein.

Al minuto uno explosiona en un potente corte de acción, rezumando adrenalina y testosterona a través de percusión electrónica y punteos de guitarra para conducir brillantemente el corte, creando pequeños y breves motivos muy interesantes que se van solapando unos con otros, como el que aparece al minuto y medio (que desarrolla a lo largo del corte), dando lugar a una sucesión de ritmos electrónicos muy bien encajados con el resto del tema.

Y finalmente, el desenlace, en los cortes "The Final Race" y "Good Luck Joe" (con un pequeño diálogo incluido), donde Haslinger nos monta por última vez en la noria del frenesí para seguir golpeándonos con ritmos cañeros a través de la percusión electrónica, las guitarras, las baterías y sintetizadores, creando momentos de gran intensidad dramática y potentes pasajes de acción.

"The Final Race", tras un breve motivo de apertura con punteo de guitarra (que recupera en el corte "Frank Surrenders") tiene un potente desarrollo, pulsante y espectacular, con punteos de guitarra que sugieren velocidad, sonidos y zumbidos electrónicos simulando derrapes o bocinas, voces sampleadas y un golpe constante a modo de latido electrónico (cual batería), marcando un ritmo constantemente mientras los punteos de guitarra trazan un motivo de celeridad, conformando uno de los mejores cortes de acción del compact con diferencia.

Por su parte, en "Good Luck Joe", Haslinger construye un tema climático  magistral, donde a las guitarras y sonoridades electrónicas le añade sintetizadores para trazar una línea de cuerda que va generando una tensión increscendo mientras avanza el tema, estallando finalmente en un potente clímax final.

Haslinger Race

Intrada se encarga de editar el trabajo, para sorpresa de muchos (para mí un acierto abrirse a éste tipo de trabajos), y podrá ser más o menos criticado, pero el trabajo de Haslinger era crear un score que acompañase a las escenas, que funcionase con las imágenes y que transmitiese velocidad y frenesí. Y desde luego que lo ha conseguido. Para unos serán una sucesión de ruidos y sonidos cañeros sin más, para otros un interesante mar de diversión y entretenimiento.

Quien disfrute de la música de Haslinger, o de los scores con claras tendencias cañeras (Heavy & Rock and Roll) y electrónicas, que no espere ni un momento más (al estilo de los The Fast and Furious de Arnold, BT o Tyler). Pero cuidadín de escuchar el compact al volante... ¡Accidente Seguro, vamos!

Lo mejor: Lo perfectamente integrado que está el score en la película, acompañando y destacando a lo largo de la película.

Lo peor: Abstenerse aquellos que no disfruten de las emociones fuertes y de scores tan frenéticos, electrónicos o roqueros.

El momento: El magistral “Meet the Monster”, y los rítmicos y vibrantes “The Final Race” y “Punch It”, amén del motivo central, recogido brillantemente en el corte final.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)