Tracklist:
- Departure (Glen Phillips)
- Main Title
- Apprehension
- Getting Ready
- Titanic Revealed
- Floating Above The Deck
- Dangerous Recovery
- Valse Septembre
- The Windows
- Jack And Elwood
- The Bots Go In
- Titsy Bitsy Girl
- The Grand Staircase
- Exploring The Staterooms
- Song Without Words
- Elegance Past
- Building The Ship
- I... I Had To Go
- The Ship's Engines
- Alexander's Ragtime Band
- The Final Day
- The End
- Memorials
- Go Toward The Light
- The Next Morning
- Nearer My God To Thee
- Saying Goodbye To Titanic
- Eternal Father, Strong To Save
- Darkness, Darkness (Lisa Torban)
|
Allá por 1912, partió hacia New York el Titanic, desde Southampton. Nunca llegó a buen puerto. Un Iceberg truncó el destino del viaje y 1.500 vidas humanas, cuyos huesos descansan en el fondo del mar. Ellos son los Fantasmas del Abismo.
Mucha expectación ha levantado siempre el trágico destino del Titanic, cómo pudo suceder, qué se pudo haber hecho... Es una de las tragedias humanas por excelencia, y que no hace más que recordarnos cuán soberbio es el ser humano, y cómo debemos de pisar más en firme cuando intentamos plasmar nuestros sueños y ambiciones.
Siempre fantaseé de crío, cuando veía Misterios sin Resolver, aquella mítica serie presentada por Devon (Edward Mulhare, el actor de Knight Rider), con la idea de lo que haría si estuviese a bordo del Titanic, o incluso viajar en el tiempo para evitar la catástrofe.
James Cameron - Another Back to the Titanic
Los viejos Rockeros nunca mueren, pero algunos se olvidan de las tonadillas iniciales. O, quien sabe, hacen lo que siempre quisieron hacer. James Cameron es un director prodigioso, cuyos mejores trabajos desprenden esa garra, esa perfección técnica, un sumo cuidado y mimo por el detalle, y actores comprometidos tratando de dar lo mejor de sí mismos, con guiones pulidos y trabajados, por encima de esa superficialidad y planicie que abunda y reina en el panorama actual.
Sus dos Terminator, Aliens, Abyss (¿obsesión por el océano y sus abismos?) o esa joya de la parodia y el humor que es True Lies. Como anecdótico comienzo, citar Piranha 2 (otra del mar, con pirañas voladoras!!!), que no es ni por asomo comparable a sus posteriores películas, improntas de calidad y cine de altos vuelos. Y también con guiones en sus inicios como Galaxy of Terror (La Galaxia del Terror). Curiosidades.
Por eso obra justicia clamar por el regreso de este genio, del que hemos quedado huérfanos en parte, por cumplir uno de sus sueños; descubrirnos el cadáver del Titanic, y hacer este grandioso documental, otro prodigio más de Cameron, descendiendo hasta el abismo para observar a su particular coloso.
Y nos hace partícipes de esa visión, compartiendo con nosotros sus preocupaciones e inquietudes. Y es que la catástrofe del Titanic no es una más en la historia. Y a Cameron le ha afectado desde años atrás, decidiendo en el 2003 presentarnos su obra final sobre el Titanic, a modo de broche y coda final.
Entre rumores y comentarios, Cameron estaría enrolado en decisiones sobre tres proyectos de dirección: The Dive (sobre el mar...), Avatar (una historia de amor situada en plena guerra interplanetaria) y Battle Angel (una Cyborg femenina es rescatada en el espacio por un científico). Las dos primeras serían para el 2008 y la última para el 2009.
Por lo pronto el documental que nos ocupa supone el tercero sobre asuntos marítimos, junto con Expedition Bismarck y Aliens of the Deep (nada que ver con aquel subproducto setentero con música de Horner, de similar título). En éste, se sirve de uno de sus actores fetiches, Bill Paxton (Predator 2, Aliens, True Lies, The Vagrant), un equipo científico potente formado por rusos y americanos, y una experta gama de historiadores del Titanic para conformar este documental sobre el descenso al abismo y la recreación histórica de acontecimientos del Titanic.
Cameron ve cumplido sus sueños en este documental de dos horas de duración de Imax, para acceder a diferentes zonas del barco (muy degradado por múltiples visitas y la erosión natural), en especial los baños turcos, de lo mejor conservado y más lujoso del Trasatlántico. Todo un lujo, de calidad asegurada.
Como apunte anecdótico, cuando se estaba finalizando el documental, tuvo lugar el 11-S, que como bien cita el actor Bill Paxton, supone un triste paralelismo en cuanto al ser testigo de una catástrofe (de origen terrorista en éste caso) que pasará tristemente a los anales de la historia.
Joel McNeely - Todo un Artesano
McNeely es uno de esos compositores por los que siento una especial admiración y un gran cariño. Cada una de sus partituras me parecen auténticas joyas; Terminal Velocity, Star Wars: Shadows of the Empire, Soldier, Virus, Iron Will, The Avengers, Lover's Prayer, Return to Neverland (Peter Pan 2) o Gold Diggers entre otras muchas. Mi preferida quizás esté entre The Avengers, Terminal Velocity, Star Wars: Shadows of the Empire (soberbia) y Soldier ; me parecen geniales.
Nunca entenderé por qué algunos compositores, como Joel McNeely, que atesoran un gran potencial y la impronta de gran calidad que imprimen a sus trabajos, no han conseguido ir a más. Y sobre todo porque son compositores como él (que insuflan aire y vida al universo musical con sus trabajos), los que son necesarios para dotar de más calidad a muchos productos fílmicos, cuyas partituras, tristemente, me parecen vulgares o del montón. Es un tema éste que me recuerda a Bruce Broughton y muchos más que viven en un inquietante ostracismo. Incomprensible.
Dicho esto, y resaltando la gran labor de recuperación de clásicos que ha hecho McNeely (Broughton, casualmente, también ha hecho lo propio en Intrada), el análisis del trabajo de McNeely y el resultado de su labor en el documental, no puede ser considerado de otra manera que no sea el de Notable.
Como apunte, destacar que McNeely colaboró con Cameron en el episodio piloto de Dark Angel, esa serie futurista con Jessica Alba.
Música para una Tragedia
McNeely enfoca la partitura mediante tres boques musicales:
1) El primer bloque, música misteriosa y ambiental, rozando lo mágico y esotérico.
2) El segundo, música de época, para describir los bailes del gran salón o al cuarteto que nunca dejó de amenizar al personal durante la tragedia (si es que se podía amenizar algo...).
3) El tercero, enfocado a la descripción del equipo de investigación, con el uso de melodías modernas para dar vida la tecnología y algún corte de acción con bases electrónicas.
Al primer grupo, evidentemente, corresponde gran parte del trabajo que desarrolla McNeely, que inevitablemente, se va fusionando con la música de épocas, pasadas, en algunos momentos folk, como el corte "Building the Ship", en el que tras visualizar el Titanic hundido, Cameron nos hace un Flashback superpuesto del Titanic y el momento del diseño y la carga del Trasatlántico.
El primer corte es misterioso, y con él, McNeely hace toda una declaración de intenciones sobre cuál va a ser el grueso del contenido de su trabajo. El "Main Title" es suave y tocado con piano, mientras la voz de Bill Paxton nos narra a modo de prólogo algunos apuntes sobre esta gran tragedia en el comienzo del documental.
El piano y la cuerda es el fuerte de estos pasajes descriptivos y oscuros; el fondo del mar parece más misterioso que nunca, y el Titanic un auténtico fantasma del abismo, que nunca podrá descansar en paz. Vagará por la historia, de generación en generación, y este carácter fantasmal es reflejado en el cuerpo de la banda sonora, con todo el buen oficio de Joel McNeely.
"Titanic Revealed" es el momento del descubrimiento del Trasatlántico. El momento roza lo fantástico; parece que sea una película, celuloide rodado sobre una vieja leyenda. Por ello la sensación de irrealidad reina sobre el documental, nadie acaba de creerse que estén a semejante profundidad presenciando el Titanic. McNeely refleja este clima, esta sensación de hiper realidad mediante el uso del piano como voz principal, y un ambiente musical fantasmagórico. Estamos en presencia del Titanic, todo un misterio, y McNeely lo refleja sabiamente.
El resto de cortes de esta etapa son descriptivos e igual de misteriosos. Hay momentos con alguna pincelada sinfónica de gran belleza y elegancia musical ("The Ship's Engines"), ecos de otra época, con apuntes dramáticos para los personajes de los que se habla en la película (como "Go Toward the Light", para el momento en el que uno de los dos mini robots es rescatado por el otro)..
Para el segundo bloque, McNeely recurre a música de época, intercalada en el documental para mostrarnos el ambiente social de aquella época, como el maravilloso "Alexander's Ragtime Band" o "Nearer My God to Thee", ambas incluidas en el segundo volumen de Titanic de Horner, o el "Vals Septembre".
En el tercer bloque, McNeely emplea música moderna e incluso electrónica, como el corte "Jake and Elwood", para describir a los dos robots batiscafos con cámara que desciendan a las profundidades para grabar los restos del Titanic, el explosivo y rítmico "Dangerous Recovery", con el toque McNeely en las cuerdas para sus cortes de acción, el tenso "The Bots Go In", con el uso de bases electrónicas misteriosas o los ritmos post modernistas a lo Chill Out en "Gettin Ready", con voz incluida.
Dentro del score encontramos dos canciones, "Departure" de Glenn Philips, canción de corte sureño para la partida de la expedición al principio de la película, y "Darkness, Darkness", adaptación de una canción que James Cameron había utilizado en la película de True Lies, y que podemos encontrar editada en el disco del score de Brad Fiedel, que cierra muy adecuadamente el documental.
Cierra, a modo de elegía final, el corte "Eternal Father, Strong to Save", donde McNeely recupera las partes más líricas y misteriosas como homenaje al Titanic y a los fallecidos. Un buen broche final.
Conclusiones
Finalmente, podemos decir que McNeely cumplió perfectamente con lo que se le exigía, y pese a la diversidad de estilos que encontramos en el score, el resultado en las imágenes es realmente efectivo.
Un trabajo que nos viene a recordar y constatar una realidad ineludible: McNeely es uno de los mejores compositores, y necesitará tener suerte en un futuro de cara a sus próximos trabajos, porque no estamos hablando de un compositor cualquiera, sino de alguien llamado a ser uno de los mejores compositores futuros.
Lo mejor: La forma en la que la música de McNeely envuelve el documental, dotándola de la dimensión necesaria para acompañar a las imágenes, destacando únicamente donde es necesario.
Lo peor: Quizás cierta falta de cohesión por la diversidad musical que posee el disco, lo que puede redundar en que sea algo duro de escuchar, pero nunca como un inconveniente grave (a mi entender).
El momento: El vibrante “Dangerous Recovery”, el bello y elegíaco “Father Eternal, Strong to Save” y los ritmos folks de “Building the Ship”.
Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)
|