SeaQuest DSV

Compositor: Debney, John
Año: 1995
Distribuidora: Varese Sarabande
Duración: 29:23

SeaQuest fue una serie que le reportó una gran popularidad a John Debney, y que en cierto modo le sirvió de trampolín para el medio cinematográfico (cine para los amigos). Le reportó fama y un Emmy por su extraordinario y evocador tema, una fanfarria heroica en la línea de los grandes compositores como John Williams.

También ayudó a impulsar la carrera de otro compositor, deudor del sonido Williams y hoy día conocido por sus magistrales partituras para Matrix o Jurassic Park III; Don Davis.

En cuanto a la serie, originó tres temporadas, dispares e irregulares, pero entretenidas al fin y al cabo, resultando ser un pequeño hito por aquella época por varias razones que comentaremos a continuación.

En España tuvo un atenuado éxito en comparación con los EE.UU., donde hasta las clásicas figuras de juguetes inundaban los almacenes (Merchandising). No obstante, la primera temporada sí fue seguida con expectación y elevado interés.

SeaQuest - Capitulo Piloto - El Comienzo

Titulado como To Be or Not to Be, este capítulo doble tuvo como director al  excepcional Irvin Kershner, director de la mejor entrega de Star Wars jamás realizada, The Empire Strikes Back, además de contar con un excelso currículum y una profesionalidad demostrada de por sí: Robocop 2, Never Say Never Again, The Flim Flam Man o Raid On Entebbe. Este capítulo piloto fue el canto del cisne para Irvin, su último trabajo de dirección ligado al cine y a la televisión a día de hoy.

Cuenta la historia del SeaQuest, un moderno submarino que surca los mares en pos de la paz mundial y el establecimiento de un orden marino mundial para con todas las naciones mundiales así como la protección de los fondos marinos.

Pero hay un ricachón deseoso de controlar todo el océano para poder explotarlo sin limitación alguna, y es poseedor del Delta 4, un sofisticado submarino capaz de combatir al todopoderoso SeaQuest. Además, está comandado por la Ex capitana del SeaQuest Marilyn Stark, una pájara de mucho cuidado, que fue alumna aventajada de Nathan Bridger.

Nathan Bridger (Roy Scheider, grande) vive aislado en una isla con su delfín Darwin tras haber sufrido varias tragedias familiares (esposa e hijo D.E.P.) hasta que es visitado por un antiguo amigo para que sea capitán del SeaQuest, submarino que fue diseñado por Nathan. Él reniega de tan dudoso honor, aunque finalmente (pese a quejas y engaños varios para lograr que Nathan acepte el puesto) accederá a ocupar el trono marino del SeaQuest.

Vistos los ingredientes, se puede prever la trama: Nathan deberá de enfrentarse al Delta 4 y a su renegada ex alumna, pero pese a pasar por calvarios diversos, Nathan le dará a la señora su merecido (a todo gochín le llega su San Martín, ya se sabe).

A continuación, para aquellos interesados en saber brevemente algo sobre la serie de SeaQuest, os paso un breve resumen cortesía de un compañero de fatigas, Carlos Mulas Hernández, Sr. M para los cercanos.

SeaQuest DSV - La Serie (1993-1996) - R.I.P.

SeaQuest DSV es una serie de principios de los 90 cuya particularidad principal es que fue una de las producciones para televisión de Steven Spielberg de aquella época (la otra fue Urgencias y, anteriormente, Amazing Stories). Como serie orientada al público juvenil en general, narra las aventuras en clave de ciencia ficción de la tripulación de un submarino muy especial, situadas en un futuro cercano de la primera mitad del siglo XXI.

La serie lanzó a la fama en todo el mundo a varios de sus actores y dio una primera oportunidad a caras que luego serían muy conocidas (como dos de los hermanos DeLuise, parte de una de esas sagas familiares de Hollywood que se han hecho un hueco no solo como actores, sino como directores y productores), y contaba como gran estrella con Roy Scheider (de perseguir tiburones a protegerlos)como Nathan Bridger, el capitán y constructor del submarino.

Otros personajes eran: Lucas, el niño genio que en realidad no pintaba nada en un submarino con disciplina militar, pero que enganchó a muchas niñas a la serie y llenó muchas carpetas con fotos suyas; el comandante Ford, primer oficial, de raza negra, muy centrado en su carrera y un poco estirado; Darwin el delfín, un personaje principal a pesar de lo que pueda parecer a simple vista, pues era capaz de comunicarse con la tripulación gracias a un programa traductor, de colaborar en las misiones y además el SeaQuest fue diseñado para que circulase por su interior.

El piloto y el táctico eran dos actores que se hicieron caras muy conocidas posteriormente en la televisión: Ted Raimi (hermano de Sam Raimi) que fue un habitual en las longevas Hércules y Xena; y Marco Sánchez, al que se ha visto por Texas en compañía de cierto Ranger famoso. La doctora y el ingeniero de la nave fueron sustituidos en temporadas posteriores.

La primera temporada fue toda una revelación. Comparable a un Star Trek, sólo que más cercana argumentalmente por razones evidentes, situaba las aventuras en un mundo futuro donde la tecnología todavía nos es reconocible y la humanidad comienza a darse cuenta de la importancia de los océanos, no sólo como el siguiente paso en la colonización del planeta, sino como el siguiente problema a tratar entre las potencias políticas y territoriales.

Las historias eran bastante cercanas y realistas, sin dejar de ser ciencia ficción, y los revolucionarios efectos especiales completamente digitales (algo absolutamente novedoso) hicieron el resto para que la serie calara en la audiencia. En el último capítulo el SeaQuest es destruido para salvar posiblemente a todo el planeta de una gran catástrofe.

El éxito de la serie garantizó que un segundo submarino fuese construido. Las aventuras de la segunda temporada no tienen nada que ver con todo lo anterior, ya que excepto contados episodios el resto eran auténticos despropósitos. La doctora fue sustituida por otra mucho más joven y atractiva, lo que da idea de las intenciones de los productores. Y este ejemplo va mucho más allá, porque el personaje puede leer la mente y tiene además otras capacidades similares, por lo visto algo normal de una temporada a otra.

Los argumentos eran muy infantiles y además se recurría constantemente a temas paranormales, dos adjetivos que unidos hacían que se rozase el ridículo demasiadas veces. En estas aventuras se atrevieron a abrir la Caja de Pandora (sí, la del mito griego, literalmente), a tener un combate submarino mano a mano con un gigantesco dios Poseidón, y finalmente el SeaQuest es abducido por extraterrestres para utilizarlo en combate en su mundo, porque por supuesto una raza que es capaz de viajar entre las estrellas necesita la tecnología submarina de los humanos mucho más avanzada y efectiva. En fin...

Tercer capítulo de las aventuras de esta tripulación, con cambio de nombre incluido, "SeaQuest 2032". Mientras el SeaQuest está ausente la situación en el mundo ha ido a peor. Durante años las potencias se disputan el océano y hay una nueva escalada militar. Al comienzo de la tercera temporada y con este planteamiento, el submarino y su tripulación vuelven a la Tierra, donde nadie sabía de su paradero. Así, como un símbolo de tiempos mejores vuelven a navegar esta vez con la misión de evitar el conflicto que se avecina. Las incorporaciones más importantes: Michael Ironside, el nuevo capitán que sustituye el carisma por la dureza militar, y borda su papel; Michael York el líder de la Federación Macronesia que no es más que un megalómano con ansias de más poder. La clave del éxito de esta temporada es que se dejaron de tonterías y contaron una historia, que lo hicieron bien, y que no convirtieron en estereotipos a los personajes: ni Ironside interpretaba a Patton, ni York interpretaba a Hitler. Es sin duda la mejor temporada de todas, pero la serie no remontó el fiasco que comenzó en la segunda, tanto es así que varios episodios rodados no llegaron a emitirse.

En definitiva SeaQuest DSV es una de las series referentes del género en la década de los 90, con sus altos y sus bajos, pero incluso en sus peores momentos siempre resultaba entretenida, por su sentido de la aventura, porque el fondo del mar siempre evoca el misterio, por la tensión de los enfrentamientos submarinos, por las estrellas invitadas que trabajaron en sus episodios, por lo innovador de sus efectos especiales y porque la música siempre hizo todo lo anterior un poco más grande de lo que realmente era, siendo una de las principales bazas capítulo a capítulo. Tanto es así que de SeaQuest nos quedaron dos importantes nombres de la música de cine: Don Davis y John Debney.

SeaQuest - Sinfonía Marina

Y al hilo de lo anterior, John Debney sorprendía a propios y extraños por la manera de enfocar musicalmente la serie de SeaQuest. Definida como una serie estilo Star Trek pero en el mar, SeaQuest hubiera funcionado con el tratamiento clásico de música de serie de televisión.

Es decir, música con pausas acentuadas in crescendo para la tensión y también como fórmula de corte para pasar a los anuncios. Sin embargo, Debney enfocó el trabajo con un tratamiento propio de película. Compuso su partitura para SeaQuest cual superproducción se tratara.

Además, Debney había compuesto música para dos capítulos de Star Trek: the Next Generation (Progress de la primera temporada y The Pegasus de la séptima), con lo que tenía cierta experiencia sobre cómo enfocar la partitura (más bien por Progress, porque The Pegasus data de 1994).

Creó un tema principal potente y vigoroso, que le reportaría un sonado y merecido Emmy en el año 1994. Es uno de esos magníficos leitmotivs que se te quedan grabados de por vida, perfectamente reconocible. Ese tema, evidentemente, constituye el eje central de la partitura de la serie, sabiendo acompañarlos de otros temas, como del delfín Darwin o el de Nathan Bridger.

Probablemente estemos hablando de unos de los cinco o diez mejores temas compuestos para televisión, con la fuerza propia del mismísimo Williams, Horner o el Maestro Goldsmith. Es una fanfarria que evoca a la más rabiosa aventura, con las trompetas como instrumentos principales para marcar la melodía. Formidable.

El CD que nos ocupa, tristemente, sólo sirve como muestra. Lo cual no quiere decir que sea poco. Como se suele decir, más vale algo que nada. Y éste algo sirve para demostrarnos la evidente calidad musical de la serie y el glorioso momento de inspiración que vivía John Debney.

Capítulo Piloto - To Be Or Not To Be

El score, que casi alcanza la media hora de duración, contiene música de tres capítulos de la serie. Casi la mitad del CD pertenece al capítulo piloto inicial, de hora y media de duración. El problema es que si sólo tuviésemos en cuenta ese capítulo inicial, nos daríamos cuenta de que falta muchísima música. Echo de menos el tema de la batalla final, el tema del atraque del mini submarino en el SeaQuest con Nathan Bridger visitando por primera vez el SeaQuest, o varios cortes de acción y tensión dramática durante los enfrentamientos marinos.

Cierto es que también han sabido dar con una selección de temas que podría servir para ilustrar el vigoroso trabajo de Debney. Del corte dos al corte ocho sería la partitura editada para el capítulo piloto, la cual ni tan siquiera fue colocada en orden.

Así pues, encontramos el espectacular "Preparing for Battle", que pertenece a la parte final del capítulo en el corte dos, y "Dangerous Adversary", que pertenece a la mitad del capítulo piloto, lo encontramos como el corte siete... Pues vale.

El corte de acción que se lleva la palma es "Preparing for Battle", donde el tema de SeaQuest acompaña el momento en el que la tripulación se prepara para la batalla final. Es un corte poderoso y vibrante, donde se respira cierto aire Horneriano (ligeramente). El tema es heroico, y posee un desarrollo excepcional, desembocando en la parte final con un clímax para un nuevo ataque del submarino Delta 4, la nave Némesis del SeaQuest. Tanto en lo visual como en lo musical, me recuerda a cuando el Enterprise se preparaba para el combate, estilo Star Trek II o Star Trek III de Horner.

Previo a éste en el capítulo (que no en el cd, pues ocupa el corte cinco), tenemos el "First Engagement", primer careo entre el SeaQuest y el Delta 4, donde Debney brillantemente narra la huida del SeaQuest mar abajo, con su sistema de navegación dañado mientras el Delta 4 intenta darle caza. De nuevo cierto aire Horner, con inicio misterioso, y al minuto uno comienza la música de acción, con la huida del SeaQuest.  Baterías, trompetas y violines construyen un tema de urgencia  para la huida. Cercano al minuto tres, el tema relaja y se vuelve tranquilo tras cumplir el objetivo de evitar al Delta 4.

"Uncharted Waters" es un corte excelentemente desarrollado y muy evocador del fondo marino. Se situaría tras la huida del SeaQuest (First Engagement) y la preparación para la batalla final (Preparing for Battle) Mediante un sistema virtual de control, la Teniente Comandante Hitchcock del SeaQuest envía un robot submarino para evaluar los daños de la estación atacada por el Delta 4. Sintetizador, piano, arpa y violines simulan el sonido del fondo marino, dándole una textura musical muy evocadora mientras el robot sale al exterior y se va acercando a la parte dañada de la estación. Es un corte de una belleza suma que finaliza in crescendo, con unas baterías marcando un ritmo que alcanza el clímax musical conforme se descubre que hay daños en una falla, daños que podrían originar un grave perjuicio ecológico para el ecosistema marino.

"Dangerous Adversary" constituye el final de la primera parte del capítulo piloto, donde Debney presenta por primera vez música negativa para la aparición en pantalla del submarino Delta 4. Es música amenazadora, y que nos narra el ataque que sufre una comunidad agrícola marina, todo ello un señuelo para atraer al SeaQuest. El corte avanza a ritmo de batería militares hasta el clímax final, con el lanzamiento de los torpedos.

Cierra el capítulo piloto "To Adventures Bold", donde Debney nos muestra una versión más heroica y solemne del tema principal, con Bridger tomando la decisión final de quedarse como capitán del SeaQuest. Magistral.

Capítulo Ocho - Knight of Shadows

Los cortes nueve y diez corresponden al capítulo ocho de la primera temporada Knight of Shadows. En éste capítulo, el SeaQuest aborda un viejo barco hundido para descubrir las razones de su hundimiento. Pero pronto se verán atrapados en una serie de sucesos sobrenaturales que ocultan un misterioso secreto.

En el nueve, Debney nos presenta una siniestra danza macabra, excelentemente desarrollada, y con un aire oscuro y misterioso. La parte climática final es un Deja Vú a Williams en Jaws.

El décimo va en la línea del anterior. Sigue esa tonalidad misteriosa y con ciertos toques oníricos, y con un violonchelo que evoca la soledad. Después pasamos a un bello y lírico pasaje, muy deudor de Williams y a ratos de Horner. En el minuto dos y medio nos ofrece el tema principal, para volver a recapitular la danza macabra de la parte anterior, pero en clave de tristeza y melancolía, dejando lo siniestro y oscuro a un lado. Un bellísimo corte.

Capítulo Veintiuno - Such Great Patience

Los cortes once, doce y trece pertenecen al capítulo Such Great Patience. El SeaQuest descubre una nave espacial de un millón de años de antigüedad. Las cosas comienzan a ir mal, con presencia alienígena de por medio, y Darwin puede ser la única esperanza que le quede al SeaQuest.

Música misteriosa en "The Discovery", con cuerdas manteniendo la intriga, en una línea Williams que me trae a la memoria un ligero aroma de Close Encounters of the Third Kind, con explosión musical de acción cuando el SeaQuest descubre la nave espacial, acentuando el carácter militar de la nave con el uso de baterías, para finalizar de nuevo con una bella melodía que evoca el misterio.

En "Lucas Meets the Alien", tenemos un tema pausado y misterioso, hasta que en el minuto y cincuenta Debney ofrece un motivo agresivo de metales para el momento en que Lucas conoce al extraterrestre, cerrando con otro motivo de urgencia a lo Horner.

El corte trece, "Solemn Oath", es un corte bellísimo, con cierto aire Horner (Krull) en el principio, que poco a poco va desarrollando de forma solemne el tema principal. Es uno de los mejores cortes del CD. Como curiosidad, hay una Concert Version de SeaQuest que incluye el tema principal de la serie en su inicio y cierre, y por el medio, tenemos este "Solemn Oath". Una delicia, tanto el corte editado como esa Concert Version, incluida en el compact The Cult Files, disco uno.

Cierra el CD un reprise del tema principal de SeaQuest.

Tocado y Hundido...

Las aventuras del SeaQuest tuvieron su final a mediados de 1996, tras mejorar con la tercera temporada, pero ya era tarde. No lo fue sin embargo para la carrera de Debney, que ya alzaba los pies del suelo y comenzaba a subir escalones con multitud de ofertas y trabajos.

Un año antes, en el 95 tuvo otro éxito profesional que coincidió con el hundimiento comercial de la película a la que acompañaba su música: Cutthroat Island (La Isla de las Cabezas Cortadas). La película fue más o menos denostada (aunque para mi gusto no es ni por asomo tan mala como dicen), pero su música pervivió, y con razón. Es uno de los trabajos más conseguidos de Debney. Y además se producía su primera colaboración con Peter Hyams en el Thriller Sudden Death, con quien repetiría dos veces más, en The Relic y End of Days.

Así pues, mientras el SeaQuest posaba sus restos en el fondo marino del mundo televisivo, la carrera de Debney comenzaba a subir como la espuma. Pero conviene echar un vistazo atrás, con añoranza, y comprobar que los comienzos televisivos de Debney fueron, realmente, espectaculares (SeaQuest, Young Riders, Star Trek The Next Generation, Dragon's Lair), aunque este servidor siempre preferirá la magia de... SeaQuest DSV.

Lo mejor: El tema principal. Temazo. Una fanfarria espectacular que te envuelve. Y el tratamiento musical de Debney, alejado hasta ese momento de la clásica música de series, más cercana a cualquier película de aventuras o ciencia-ficción que a un producto televisivo, y que pocos compositores a día de hoy han logrado conseguir (con excepciones como Jay Chattaway en Star Trek Voyager o Brian Tyler con su Canamar en Enterprise). La edición no tiene desperdicio.

Lo peor: Su duración, pero es lo que hay, y no es poco. Porque teniendo en cuenta la de músicas de series que se encuentran en el ostracismo, es una edición de obligada adquisición. Y las referencias ajenas como Horner o Williams, pero ligeras y que no empañan, para mi gusto, el excepcional resultado final de la partitura.

El momento: Preparing for Battle, el Main Title y Solemn Oath, que resumen ese carácter aventurero y mágico del score y de la serie.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)