Tracklist:
- Writing the Chronicles (03:03)
- So Many New Worlds Revealed (05:12)
- Thimbletack and the Goblins (05:15)
- Hogsqueal's Warning of a Bargain With Mulgarath (05:16)
- Discovering Spiderwick's Secret Workshop (03:24)
- Dark Armies from the Forest Attack (03:06)
- Burning the Book (02:43)
- A Desperate Run Through the Tunnels (04:47)
- Lucinda's Story (06:01)
- The Flight of the Griffin (06:55)
- Escape from the Glade (04:44)
- The Protective Circle Is Broken...! (02:07)
- Jared and Mulgarath Fight for the Chronicles (04:17)
- Coming Home (06:17)
- Closing Credits (08:23)
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A veces, cuando menos te lo esperas, surge una pequeña sorpresa de entre la maleza. Soy amante del cine fantástico, el terror y la ciencia-ficción, pero es de recibo reconocer que, pese a que ahora tenemos mayor oferta de estos géneros, los resultados finales no son, ni por asomo, mejores que los del pasado.
Y del cine fantástico, en concreto, solo me he llevado dos pequeñas sorpresas éstos últimos años (quizás alguna más que no recuerde) que son Stardust, una película de aventuras de los años 80, divertida y con mucho ritmo, con un espíritu alegre, desenfadado (y a ratos gamberrillo) y, en menor medida, The Spiderwick Chronicles, simple, directa, sin pretensiones, hora y media de puro entretenimiento.
En ambas el score destacaba mucho en pantalla, pero donde creo que gana de goleada en audición es Horner, quien parece haberse olvidado de ciertos males endémicos en algunas de sus composiciones para ofrecernos, a mi entender, uno de los mejores materiales musicales de los últimos años en el género de la fantasía, con leitmotivs brillantes, más potentes y violentos pasajes de acción (algo realmente llamativo en una película familiar, fórmula que Horner ya utilizó para los pasajes de acción An American Tail y The Land Before Time).
Las Crónicas de Spiderwick - Memento del mundo fantástico
Arthur Spiderwick (el gran David Strathairn) ha dedicado su vida a hacer un relato gráfico y narrado sobre el mundo oculto y fantástico de las hadas, perceptible al ojo humano sólo gracias a una serie de cristales construidos por él. Pero Mulgarath (en la película toma la forma de Nick Nolte durante unos minutos), un ogro descomunal y malvado, se entera de la redacción del libro y quiere conseguirlo a toda costa, para conocer los secretos del resto de razas y exterminarlas.
Arthur acabará exiliado por unas criaturas mágicas, evitando que el libro caiga en manos del ogro y que su hija Lucinda sea capturada, quedando el libro escondido en la mansión y custodiado por una pequeña criatura, Thimbletack (Dedalete), un trastolillo de 23 centímetros, y por un círculo mágico de piedras que rodea el caserón.
Muchísimos años después, con Lucinda (la hija de Arthur) ingresada en una residencia de ancianos (ya ha llovido...), la casa es ocupada por unos familiares; una madre divorciada interpretada por la bella Mary Louise Parker (la serie The West Wing, Fried Green Tomatoes, The Client) y sus tres hijos, la hermana mayor y dos hermanos gemelos completamente opuestos (uno el tranquilo, Simon, el otro más inquieto y gamberro, de nombre Jared, interpretados por el mismo niño de Charlie and the Chocolat Factory y Finding Neverland), que ocuparán la mansión temporalmente mientras se consuma el divorcio entre los padres.
Jared descubrirá el libro y a Thimbletack, la criatura custodia del mismo, y junto con sus hermanos deberá impedir que Mulgarath trate de hacerse con él y sembrar la destrucción.
Tan simple y sencillo como se oye, la película abandona la pretenciosidad de otras grandes superproducciones fantásticas de mayor envergadura, recortando en duración (primer acierto) y yendo al grano (segundo acierto), en una película familiar que si bien pasó de puntillas por las salas, me merece (para mi gusto) mayor respeto que muchas de las citadas mega hits (Narnias, Potters y demás).
Basada en la popular serie de libros infantiles escritos por Tony DiTerlizzi y Holly Black, y dirigida por Mark Waters (el mismo de la divertida Just Like Heaven, traducida como Ojalá Fuera Cierto), Las Crónicas de Spiderwick es un producto de entretenimiento puro, como el cine de los 80, donde se combinaba calidad y diversión sin perjuicio de la historia, presentando un tapiz fantástico muy interesante y llamativo.
Los niños están bien (no son repelentes, como en otras películas), los actores adultos están muy bien, creyéndose sus respectivos roles (en especial Strathairn o la madre de los niños, sin contar la breve pero maléfica aparición de Nolte), con unos efectos especiales magistrales y una dirección cuidada y acertada, proporcionando un efímero pero interesante entretenimiento.
Horner y los Gloriosos Años 80
Escuchar The Spiderwick Chronicles es revivir un pedazo de la infancia de los que crecimos en los años 80, y sobre todo, escuchando al Horner de Willow, Krull o The Land Before Time.
Hacía tiempo que no escuchaba un trabajo de Horner para el género fantástico de la envergadura de The Spiderwick Chronicles, donde nos ofrezca una rica paleta de motivos para personajes y grandes cortes de acción (a ratos salvajes y violentos), con un gran end title de cierre, como mandan los cánones.
Es el regreso del Horner de los 80, pero con una nueva polémica: el tema de Lucinda, la hija de Spiderwick, es el motivo principal de Casper, prácticamente idéntico. En su defensa, solo cabe decir que no es un motivo que estemos escuchando a lo largo de la partitura, sino que aparece en dos momentos puntuales (menos mal).
Hay momentos realmente brillantes, como el desenlace final, agresivo y aventurero a partes iguales, el vuelo del Griffin (espectacular corte de desarrollo), el motivo de acción del topo goblin, o los maravillosos títulos de inicio, en la versión horneriana más clásica de toda la vida.
La audición proporciona muchísimos detalles en cada nueva escucha, observando la maestría de Horner en el desarrollo temático, en la resolución de la acción, en como ajusta su partitura con las imágenes, transmitiendo fantasía y magia, a través de un score épico-sinfónico de los de toda la vida.
Tenemos la aventura de Krull, Willow o The Rocketeer, la agresividad en los metales y las baterías de Aliens, Star Trek II o The Perfect Storm y la magia de Cocoon y The Land Before Time, pero todo ello fresco y original. Estamos ante una composición en la que Horner es fiel así mismo y a su estilo, pero sin sonar trillado, repetitivo o conformista (previa excepción del motivo de Lucinda/Casper).
Motivos Centrales de Spiderwick Chronicles
The Spiderwick Chronicles es una partitura que se sustenta más bien por pequeños motivos (creando un ambiente mágico y etéreo, con sonoridades agresivas y salvajes para las fuerza malignas) que en la utilización de un motivo retentivo, potente y estructurado, como el caso de Willow o Krull. Funciona mejor como una especie de acompañamiento orquestal, que va describiendo y remarcando musicalmente lo que sucede en pantalla, que como una sucesión de espectaculares motivos.
Como estilo reconocible, tenemos algo del score de Casper (1995), y no solo por el susodicho motivo de Lucinda, sino por cierto tono bufo y cómico de algunos personajes (como Cerdonio), la temática pastoral de Something Wicked this Way Comes (1983, mucho más oscuro que The Spiderwick Chronicles), el sonido etéreo de The New World (2005), la aventura de Krull (1983), o la agresividad de The Land Before Time (1988) o Aliens (1986).
No obstante, entre esos pequeños leitmotivs que Horner utiliza a lo largo de la partitura encontramos varios y de gran riqueza temática e instrumental:
- Motivo Principal: Es el motivo del mundo mágico, con especial tratamiento en el vuelo del Griffin, o en los créditos finales, una fanfarria de aventuras al más puro estilo Horner. La primera vez que lo escuchamos es el corte dos, "So Many New Worlds Revealed", en la parte final del corte. Su tratamiento en "The Flight of the Griffin" es arrollador y magistral, un puro derroche de fantasía.
- Motivo para Thimbletack: El motivo del trastillo es juguetón, a través del clavicordio, con tonalidades alegres y vivas, y que Horner utiliza en el corte tres para la presentación de Thimbletack (Dedalete) así como en otros pasajes para destacar su aparición en pantalla.
- Motivo para Lucinda: O el llamado motivo Casper. Un bello corte que aparece en el corte "Lucinda's Story" para el momento en el que Lucinda cuenta la historia de su padre, Arthur Spiderwick, y que es recapitulado con excepcional tratamiento en la parte final, "Coming Home" y "Closing Credits".
- Motivo para Hogsqueal (Cerdonio): Tema de texturas cómicas para un personaje cómico pero no estúpido, donde Horner ofrece un tema en forma de mofa a través del trombón y el acordeón (principalmente), con acompañamiento de otros vientos, cuerdas y baterías.
- Motivo para Mulgarath y los Goblins: No hay realmente un motivo asociado, pero Horner introduce metales, percusión agresiva y violines chirriantes para las apariciones de las criaturas malignas, recalcando su presencia meditante sonoridades agresivas que reflejan el carácter maligno de las criaturas y lo abominable de su existencia física, como seres monstruosos y repulsivos.
A lo largo del score, encontramos todos los clásicos recursos musicales que han hecho de Horner uno de los mejores compositores del cine fantástico y de aventuras de los 80 y 90 (Krull, Willow, Star Trek II, The Rocketeer,...). Fanfarrias de trompetas, pequeños crescendos musicales de violines, subiendo y bajando, o simplemente sosteniendo notas en el aire, como flotando, o flautas marcando figuras ascendentes y descendentes, simulando el vuelo de criaturas o simplemente pasajes fantásticos, sintetizadores emulando otros mundos... Todo ello y más se encuentra diseminado a lo largo de la partitura. Y dicho de paso, fases musicales donde Horner me recuerda a John Williams.
Comentar brevemente también que los cortes "casi" están ordenados cronológicamente... pero no. "Discovering Spiderwick's Secret Workshop" debería ser el corte dos, y luego el resto todo seguido, sin problema alguno. Inentendible, pues para hacer eso con un corte.
The Spiderwick Chronicles - Primer Bloque: Personajes y Conflicto
Los dos primeros cortes son la fantástica overtura a modo de prólogo, "Writing the Chronicles", donde Horner nos ofrece un motivo mágico y fantástico, muy del estilo del compositor, con un ritmo pulsante a lo Horner (con un tambor marcando el paso), ofreciendo unas sonoridades etéreas que dan paso a una brillante fanfarria de vientos mientras vemos como Arthur escribe y retrata el mundo mágico que ha descubierto, introduciendo inquietantes pasajes de cuerda para las fuerzas del mal.
Le sigue "So Many New Worlds Revealed", donde Horner ofrece al comienzo tonalidades oscuras y siniestras, para dar paso a un pasaje musical misterioso y evocador, donde florece un bellísimo motivo, primero con el sintetizador, y posteriormente con las cuerdas acompañando, que asocia a Arthur Spiderwick de emotividad y lirismo del Horner de los 80 (motivo que no volvemos a encontrar después). Todo ello mientras Jared comienza la lectura del libro de Arthur.
Al minuto tres y medo introduce un breve motivo de urgencia, con las cuerdas y los vientos trazando una vibrante melodía, el leitmotiv principal de la película (asociado a la familia) donde interrumpen los clásicos recursos musicales de Horner para evocar la magia y la fantasía (propios de trabajos como Cocoon), donde las cuerdas trazan figuran ascendentes y descendentes con acompañamiento de vientos.
En el corte tres, "Thimbletack and the Goblins" introduce el motivo de Thimbletack, a través de las notas de un clavicordio, construyendo figuras juguetonas y alegres con las cuerdas, con ciertas connotaciones cómicas (cuya voz en inglés es la del cómico Martin Short, el mismo de esa joyita llamada Innerspace).
Tras una fase de transición musical donde las cuerdas nos envuelven de forma magistral, Horner oscurece el tema para el secuestro de Simon por parte de los Goblins, quienes lo llevan bosque adentro. Horner introduce un ritmo pulsante cargado de vientos, metales y cuerdas. Horner asocia un movimiento de cuerdas circular con un sonido como chirriante (en relación a los monstruosos Goblins).
En el siguiente corte, "Hogsqueal's Warning of a Bargain with Mulgarath" Horner nos presenta al motivo de Cerdonio, aún más cómico todavía, mediante trombón, acordeón y toda una serie de brillantes recursos musicales que conforman una marcha bufona magistral para el personaje de Hogsqueal (en el mismo corte oímos brevemente las notas del tema de Lucinda). Dicha alegría es cortada de raíz por las cuerdas, a las que se añaden los vientos y las baterías para el momento en el que vemos a los goblins en el campamento, con una explosión orquestal siniestra y poderosa, conformando un pasaje sinuoso de cuerdas maravilloso y exquisito, que exhala malicia por todos sus poros.
Horner retomará finalmente el motivo de Hogsqueal, para proseguir con música siniestra e inquietante, mientras trazan un plan de rescate de su hermano, donde las cuerdas trazan una melodía de contenida intensidad dramática, previa subida increscendo para la aparición de Mulgarath, deja vú al mejor Horner de los 80, el de Krull o Willow, con un motivo maléfico e intenso, con acompañamiento de las famosas snare drums (baterías militares).
"Discovering Spiderwick's Secret Workshop" posee una bella apertura de cuerda, con campanillas incluidas (a lo Hook, con alguna reminiscencia a Aliens o The Perfect Storm justo en el comienzo, por el uso de las cuerdas), que da paso a un motivo de urgencia, vibrante y enérgico, manteniendo una Áurea mágica, con los tambores marca un ritmo pulsante (todo ello mientras Jared encuentra el estudio de Arthur). El motivo central aparece de vez en cuando, diseminado entre la melodía, que por momentos es siniestra, con cierre abrupto de metales, tambores y baterías militares.
El primer gran corte de acción es "Dark Armies from the Forest Attack" donde los tambores y los metales atronan al más puro estilo del Horner de Aliens o The Perfect Storm, mientras hordas de goblins salen corriendo tras los gemelos, que huyen dirección a la mansión a través del bosque. Horner introduce un movimiento de cuerdas magnífico (de nuevo figuras circulares y chirriantes asociadas a las criaturas), mientras los metales y los tambores son golpeados violentamente, con añadido de vientos, para configurar un motivo violento y agresivo.
Cierra el corte una potente y fortísima fase musical, agresiva y vibrante, donde Horner añade cada vez más percusión, conforme aparecen más y más goblins, en contraposición con un brillante sonido de sintetizador, emulando el círculo mágico que rodea la casa, para contener la agresión de los goblins (es un brillante recurso de Horner el contraponer esas dos sonoridades reflejando el conflicto en pantalla de los Goblins Vs Círculo Mágico).
Un enérgico motivo de cuerdas abre el corte siguiente, "Burning the Book", donde los protagonistas tratan de quemar el libro, pero descubren que es imposible. Horner introduce el motivo de Thimbletack (que les recrimina por no tomar las debidas precauciones) para acto seguido introducir una fase de acción muy horneriana y de gran intensidad dramática, con estallido heroico en plan fanfarria con las trompetas.
El siguiente gran corte de acción, de nuevo agresivo y poderoso, es "A Desperate Run Through the Tunnels". En el inicio del corte oímos brevemente las notas del tema de Lucinda, para introducirnos en un vibrante pasaje de urgencia con las cuerdas apremiándonos, mientras los chicos se introducen en una galería de túneles subterráneos, siendo seguidos en la superficie por los goblins.
Horner introduce los clásicos elementos de acción marca de la casa, hasta que el tema explosiona de forma agresiva y salvaje cuando un topo goblin (una bestia salvaje depredadora) es introducido en la galería para acabar con los niños. Las cuerdas siguen marcando un ritmo de tensión y gran intensidad dramática (el tiempo se acaba, como en el corte "The Widow's Web" de Krull), tras lo cual los tambores y las trompetas marcan un motivo de persecución, donde aparece fugazmente el motivo del clavicordio de Thimbletack
Dos grupos de trompetas se turnan a modo de fanfarria para la huida de los niños (casi persiguiéndose, como los niños y el topo goblin), y acto seguido toda la orquesta se precipita a una vorágine musical agresiva, magnífica explosión orquestal de tonos violentos para reflejar el peligro y la cercanía de la bestia, con brillante clímax musical.
"Lucinda's Story" es el bello y contenido motivo que Horner asocia a la anciana hija de Arthur Spiderwick, Lucinda. Lástima que pese a que el corte es bello y hermoso, sea la única pega que ponerle a este brillante score, por su más que increíble parecido con el motivo principal de Casper.
Horner traza un bello corte, esotérico y de texturas musicales muy vivas, mientras Lucinda recuerda lo que le sucedió a su padre, que fue puesto a salvo en un mundo mágico por las Sílfides (una especie de pequeñas hadas blancas) de las garras de Mulgarath, aconsejando a los chicos que invoquen al Griffin, una enorme ave mitológica, para que les lleve a ese mundo mágico para hablar con Arthur, (Horner narra de forma magistral esos recuerdos, mezclando belleza y lirismo con música siniestra y misteriosa).
Llama la atención que muchas de las texturas sintetizadas que utiliza Horner para recrear los mundos mágicos son similares a las que las utiliza para el niño Bruno y sus paseos por el bosque en The Boy with the Striped Pyjamas.
En la parte final del tema recupera el motivo de Lucinda de forma nostálgica, a través del piano, una especialidad de la casa que es una auténtica delicia, con un cierre final donde encontramos un estallido orquestal violento para la irrupción en pantalla de los goblins, que tratan de arrebatar el libro a Jared, arrancándole solamente algunas hojas (de las que solo les servirá una, la que anula el círculo mágico de protección).
The Spiderwick Chronicles - Segundo Bloque: Resolución
"The Flight of the Griffin" es, sin lugar a dudas, el Highlight del score. Una gran pieza musical de excelente desarrollo temático, épico y aventurero, en la más pura tradición del cine de fantasía de toda la vida, donde Horner despliega un sinfonismo espectacular y arrollador.
Los niños invocan al Griffin para localizar a Arthur Spiderwick y lograr el objetivo de destruir el libro mágico, acabando así con la amenaza de Mulgarath.
El corte comienza de forma evocadora, hasta la llegada del Griffin, donde Horner nos muestra un motivo misterioso que se construye hasta la llegada de la mítica ave.
Cuando el Griffin comienza a volar, Horner nos ofrece un derroche de sinfonismo espectacular y de gran belleza, eclosionando en el leitmotiv principal de una forma arrolladora y épica mediante los vientos, mientras las cuerdas marcan figuras circulares y las flautas serpentean, transmitiendo una sensación de vuelo, con las trompetas trazando espectaculares fanfarrias, añadiendo el sonido de campanas.
Horner continúa el desarrollo musical hasta que se produce un estallido orquestal que precipita el corte mediante introduciendo una sección de snare drums y vientos a los anteriores instrumentos mientras el Griffin planea sobre el lugar que aterrizará.
"Escape from the Glade" narra la huida de los niños de las Sílfides tras hablar con Spiderwick sobre la forma de derrotar a Mulgarath y destruir el libro. Horner introduce el tema central, con los habituales recursos musicales fantásticos del compositor, conformando un bello e intenso corte en la parte final, con las cuerdas marcando un ritmo frenético para la huida (en la película, Horner recupera parte del material de acción del corte "A Desperate Run Through the Tunnels").
Horner vuelve a ofrecernos tonos agresivos y violentos a través de los metales, las baterías, los violines chirriantes y la irrupción de caóticas trompetas en "The Protective Circle is Broken", con una fase de piano que me trae a la memoria The Pelikan Brief.
Pero el que se lleva la palma es el espectacular "Jared and Mulgarath Fight for the Chronicles", donde Horner nos ofrece la resolución de la película a través de potentes ritmos de acción y explosiones agresivas de metales.
Tras un melancólico comienzo, a través de las notas del tema de Lucinda, Mulgarath y los Goblins irrumpen en pantalla, con un pasaje musical a lo Aliens, con golpes de metales y distorsiones sonoras, fiel reflejo de la llegada del ejército invasor.
El tema es vibrante y enérgico, con magníficas fases de acción, destacando el momento en que Jared y Mulgarath se suben al tejado de la casa, momento que Horner nos ofrece una brillante y espectacular fanfarria de trompetas pasado el minuto y dos medio (impresionante), para acto seguido pasar a un pasaje final agresivo de metales donde finalmente irrumpe el motivo de Hogsqueal, resolución climática de la batalla final por las Crónicas (para más datos, a ver la película).
Los dos cortes finales son dos magníficas suites donde Horner recupera los motivos principales, y que suponen un maravilloso cierre a modo de coda para una magnífica partitura.
"Coming Home" abre de nuevo con el tema de Hogsqueal, para dar paso al motivo de Lucinda, al que le acompaña un sutil toque de clavicordio (fusionado con el motivo de Lucinda para destacar la figura de Thimbletack), a través del cual Horner hace un maravilloso desarrollo temático para el bello epílogo, lleno de fantasía y magia.
Los "Closing Credits" son todo lo que te puedes esperar de unos end credits hornerianos. El comienzo es épico, en la mejor tradición del Horner de Krull, con los violines envolviendo la melodía y aparición de flautas serpenteando, para acto seguido ofrecernos el tema de Lucinda y el motivo principal, todo ello en exquisita consonancia con el comienzo, con dos minutos musicales finales llenos de fantasía y belleza.
El Regreso del Hijo Prodigo al Cine de Aventuras...
...con el único pero del citado parecido con Casper, dicho de otra forma, bastante sangrante (¿no pudo el hombre esforzarse en que eso no sucediese?). Si el tema de Lucinda hubiera sido original, o simplemente horneriano en lugar de reciclado, hablaríamos sin lugar a dudas de un trabajo redondo y magistral.
Salvando ese pero, tenemos aventura a raudales, acción y emoción, belleza y magia, excelentes desarrollo de créditos, motivos retentivos y un magistral broche de cierre, unos end credits a la vieja usanza.
No puedo sino aplaudir el esfuerzo de Horner en ofrecernos un gran 2008 (como otras veces no he dudado en hacer lo contrario). Creo que The Boy in the Striped Pyjamas y The Spiderwick Chronicles son dos buenos ejemplos de que Horner aún tiene cuerda para rato. Lo único que le falta es ponerse las pilas, no acomodarse y seguir ofreciendo siempre lo mejor de sí mismo.
Desde luego, el magistral 2008 de James Horner puede ser un excelente prolegómeno de lo que nos puede llegar con el Avatar de James Cameron.
Lo mejor: Score Made in Horner en un claro regreso a los 80. Un derroche espectacular de motivos y riqueza temática, con grandes cortes de acción y aventuras.
Lo peor: El único lunar, y fuerte, es el tema de Lucinda/Casper. Evitable e innecesario.
El momento: “The Flight of the Griffin”, magistral.
Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)
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