Carlos Sánchez apareció por nuestra lista con su habitual naturalidad. Se presentó en ella, y nos contó que él había compuesto innumerables temas instrumentales en una afición suya que era el componer música. Nos dio la dirección de su web, donde podíamos escuchar un gran abanico de su versatilidad en forma de ficheros de audio. Así fue mi primera toma de contacto con su música, y con su persona, que todo hay que decirlo, derrocha simpatía por los cuatros costados, y sobre todo, humildad, algo muy importante no soólo a nivel de aficionado, sino profesionalmente, ya que se puede ser un autor magnifico, pero no te servirá de nada sino te acompaña una personalidad arrolladora.
Carlos Sánchez empieza el castillo de la forma más difícil, es decir, con la composición de temas alejados del efectismo propio del que empieza, podríamos decir, que por el tejado, en este caso, las almenas. Pero increíblemente es capaz de mantener todo en el aire para posteriormente crear una estructura sólida en su composición. Carlos se escucha como el autor que llevase muchos años en el mundillo, y los lleva, pero no tantos como los que se le echan musicalmente hablando.
Realmente hacer una critica de este tipo siempre es objeto del típico comentario "graciosillo" de "Lo va a poner bien porque es su amigo, o porque se van a dar una palmadita en la espalda". No seré yo el que le quite de la cabeza ese pensamiento a aquéllos que quieran pensar esa tontería. Pero para aquéllos que no piensen que esta crítica va dirigida a una autocomplacencia mutua, les diré que, sinceramente, todo lo que digo y diré aquí está sujeto a un feroz análisis, que sé, por mí, que el propio Carlos entenderá y de hecho apoyará.
Será un análisis desde mi posición de aficionado a este arte, y muy alejado del sillón de entendido de música, ya que, primero no lo soy, y segundo, el propio Carlos me podría dar clases magistrales de cómo es la música. (y quien dice Carlos, dice nuestros magníficos entrevistados Aritz Villodas o Raúl Martos).
El análisis será de tema por tema, y dentro de la opción personal de lo que me dice cada uno de ellos.
Historia de un miserable: Un magnifico tema que describe a la perfección el espíritu de Carlos, una nostalgia contenida en piezas de incontable belleza formal. Éste es su estilo, y éste es palpable desde la primera nota. Eso es inaudito para alguien que está en esto sin un afán profesional, aunque... ¡¡Demonios!! a todo tipo le llega su momento.
Aún te miro de lejos: Éste es uno de los temas que más disfruto de Carlos. Es romanticismo puro. Sentarse y pensar, transportarse a momentos mágicos vividos con esas personas que alegran la vida. Son notas que sólo son disfrutables en su totalidad en lugares solitarios y apartados del alma.
Marcando el camino: Llamó la atención de una persona muy próxima a mí. Sin duda alguna no es mi tema preferido, pero puede perfectamente serlo de otra persona (de hecho lo es). Es un tema descriptivo, como el caminar pausado de un personaje que descubre la belleza del camino parándose en aquellos lugares que despiertan su ser con tan solo mirarlos.
Un pequeño viaje espacial: Éste es el ejemplo mismo de que Carlos es capaz de limitar sus sonidos a un camino de descripción de imágenes más que describir sucesos con músicas espectaculares que tienen protagonismo por sí solas. A veces desligarse de esa obligada forma de hacer música es lo más difícil de adquirir dentro de los conocimientos musicales y prueba la maestría del medio de personas ya experimentadas en estas lindes.
La última parte me recuerda a un compositor que yo venero por su forma de dosificar la música en momentos puntuales y necesarios, Taro Iwashiro.
Me sigue la luna: Éste es otro de los temas que más me gustan de Carlos. Es belleza pura. Espero que la escuchéis en la pagina de Carlos porque describirla no hace justicia a tal maravilla. Ciertos toque de Iwashiro pueden desprenderse de él.
Marcha de un rebelde: Ésta tiene dos fases bien diferenciadas, una más pausada muy descriptiva (si vais tomando nota la descripción de ambientes es algo común a todos sus temas, y que demonios es, si no, la música de cine), que reúne todo lo que hemos escuchado de Carlos anteriormente, y una fase más animada, más alegre. Remarcar que el tema dura unos 8 minutos.
Esperando a un Ángel: Es un tema que empieza a piano con una gran carga nostálgica. Otro de los momentos clave de su composición.
Resurrección: Este tema podría enclavarse perfectamente en el terreno de la New Age. Una gran carga de percusión a manos de una caja de ritmos, sampler y un dominio exclusivo del sonido sintetizador. Un pero... Me imagino este tema con una guitarra eléctrica. ¿Afinidad personal por ese instrumento?
Vampiro: Éste es un tema realizado para un juego de ordenador. Lo que más llama de nuevo la atención en este tema es la sobriedad y la lejanía de parajes excesivamente espectaculares. Para hacer una analogía, que siempre es necesaria para reseñar una música que no se escucha (aunque sí podéis hacerlo en la pagina de Carlos), ésta recuerda poderosamente a la que Tangerine Dream crease para otra historia de vampiros, "Near Dark". Es la pieza más dura a la escucha, debido obviamente por el genero que trata Carlos.
Kontiki: Con un fuerte poderío del instrumento rey, el piano, pasamos a un tema más cercano a la musicalidad de Titanic.
La Senda del Rey: Bueno, aquí encontramos la obra más madura y más conseguida de Carlos. Un corto del que Carlos guarda muy buenos recuerdos, y no por nada, ya que aquí es donde se encuentra mucho más inspirado. La utilización de sonidos étnicos, incluso tribales, nos aproximan al universo de La Misión de Morricone, pero por supuesto sin esos coros y esas posibilidades con las que Morricone contó. También se aprecian ciertas sonoridades costeras, la música celta, en mayor medida, pero la oriunda de nuestras costas, las gallegas y no las irlandesas. La senda del rey esta compuesta por 7 temas, de los cuales, el más representativo es el del mismo titulo, aunque personalmente, el que más me gusta es Beso en el río. Es una leve gota de una inspiración asombrosa, y de una musicalidad que te hace conmoverte.
Hoy es un Buen día para Decirte: Otra prueba de sensibilidad. Muchas veces me pregunto si Carlos será capaz de crear un gran tema de acción. Está claro que la acción es muy difícil de realizar en un nivel donde la orquesta se nos muestra imposible. No es lo mismo luchar con violines que con violines sintetizados. El propio Elfman lo sabrá muy bien. De todas formas me he planteado esa seria cuestión que espero que Carlos recoja algún día... Sobre todo para sacarme de dudas.
Centrándonos en este tema, lo que más se nos viene a la cabeza es El Show de Truman. Sé que a Carlos le gusta esta magnifica banda sonora, y tal vez en cierta manera le haya influenciado.
Otoño: Pues pensad en esta época del año, y veréis que la música que os rodea no es más que eso, un despedir de hojas marchitas
por parte de los árboles y una melancolía grisácea y ocre cubriendo vuestros pensamientos. Es una música triste, muy triste.
El buen tiempo: Y después de la melancolía, aparecen los primeros rayos de luz. Este tema arroja sobre el que escucha cierto optimismo, pero sin duda, Carlos no quiere dejarnos escapar de su mundo interior, tan lleno de sensibilidad y de cierta melancolía.
Game Lucha: Aquí tiene una demo para un juego de lucha. Nos recuerda en algo a Gladiator de Zimmer, pero la necesaria sensación de rotación musical (supongo para el menú del juego) que domina la pieza no aporta demasiada justicia a la labor de Carlos.
En conjunto, se ve que Carlos se mueve por un gran órgano. Su corazón. Hablando por e-mail con Carlos uno se asombra que sea capaz de componer esta música. Carlos es muy alegre, muy efusivo, a veces hemos disfrutado de su jovialidad con mensajes de la
lista (en uno me trataba de Papá Noel... no será por la barriga, espero). Por lo tanto esta capacidad de composición, esta inspiración musical, sólo puede ser debida a un gran mundo interior que Carlos dejará salir sólo a los suyos y en mayor medida a su música.
En los últimos días de participación, dentro de lo que ya no consideramos lista, sino una pequeña comunidad de amigos con una misma afición, hemos sido testigo de un hecho realmente desastroso, como tristemente sucede cada día de nuestra vida.
Un inmueble de Madrid se incendio, y varias personas fallecieron, entre ellas el respetado Luis Saavedra, amante de este mundo, de su música y especialmente del cine. Ni Carlos ni yo conocíamos a esta persona, pero a él no le hizo falta para, por medio de sus frases, describir lo que pensábamos muchos. Creo que a partir de ahí, vi al verdadero Carlos y al creador de músicas como las que me han ocupado esta reseña.
Sólo espero que "Me siga la luna" mientras hablo de música de cine.
DDBSpawn
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