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Phone Booth

Phone Booth


Título en español: Última Llamada
Compositor: Gregson-Williams, Harry
Año: 2002
Distribuidora: Superb Records / Edel
Duración: 41:16

Muy bueno
Tracklist:
  1. First Call (01:25)
  2. Trapped (03:40)
  3. NYPD (04:28)
  4. The Rifle (02:04)
  5. Confession (02:45)
  6. Times Square (02:04)
  7. Stu's Secret (02:42)
  8. Publicist Talk (00:51)
  9. Last Booth in NYC (03:35)
  10. It's Me You Want (01:38)
  11. Center of Attention (05:28)
  12. Telephone Users (01:20)
  13. Is He Coming Out? (02:15)
  14. Phone vs. Gun (02:38)
  15. Just Say the Word (01:30)
  16. It Could Be Anyone (02:53)

Colin FarrellNo siento especial predilección ni por Schumacher, quien reconozco que a veces ha acertado con sus películas (The Client, Tigerland) y otras veces ha descendido a territorios infernales con sus dos participaciones en Batman, ni por Harry Gregson Williams (HGW de ahora en adelante), quien también alterna aciertos (Shrek) con desaguisados estilo “más de lo mismo “ y al mismo precio (Déja Vú).

Ambos se juntaron en Última Llamada (Phone Booth), una acertada película de escaso metraje (no alcanza la hora y veinte) y cargada de cierta crítica a la era altamente tecnológica en la que vivimos y al mundo de mentiras que hacemos sostener a nuestro alrededor (hipocresía y más hipocresía), con unas interpretaciones correctas y muy intensas (en especial la de Colin Farrell, quien prometía más de lo que ha dado), y un ajustado score que, aunque fuera de las imágenes sea algo repetitivo, cumple perfectamente en su función de acompañamiento.

Pinocho Farrell en... No Me Mientas que Te Acribillo

Aunque parezca el título de la última película del actor Richard Pryor (tristemente desaparecido) y Gene Wilder, nada tiene que ver con aquellas comedietas del famoso dúo.

Forest WhitakerColin Farrell interpreta a un agente comercial casado (pero con visos de adúltero en camino) de vida agitada y pocos escrúpulos morales. Recibirá una llamada, quizás la última, en una cabina telefónica que será retirada de circulación al día siguiente, en el West Side de Manhattan, desde donde tendrá que ser sincero con su captor, un francotirador que ejercerá de cruel Pepito Grillo (como la conciencia de Pinocho Farell) obligándole a ir desnudando su alma, e ir sacando a la luz todos los trapos sucios que esconde (como, for example, su relación extramatrimonial con Katie Holmes). En el reparto tenemos al gran Forest Whitaker como el policía que llevará la investigación, y una pequeña sorpresa final.

Harry Gregson-WilliamsLa resolución... pasen y vean, que merece la pena. Una película corta e intensa que está bastante lograda, y que cumple más allá de lo que se le podría exigir. Además, el bueno de Schumacher se porta bien, haciendo un trabajo eficiente y con oficio, sin desvirtuar negativamente el resultado.

HGW – Factory MV

Otro miembro de la factoría MV, que sigue la estela marcada por Mr Zimmer, y que sin embargo, a veces hace cosas como Phone Booth, donde se aleja un poquillo de ese estilo tan marcado y repetitivo para asentarse en bases electrónicas de relleno, con algunos ritmos pulsantes y momentos realmente conseguidos.

Creo que lo mejor que ha hecho HGW ha tenido tuvo lugar al lado de John Powell en las espectaculares Chicken Run y Antz, o ese gran divertimento que es Shrek, donde ambos conjugaron lo mejor de ambos mundos (y no hablo de Star Trek...) dando lugar a unas excelentes partituras que rivalizaban con el mejor Randy Newman de Toy Story o Bugs.

Fue cuando HGW empezó a despegar, encargándose de la saga Shrek, de la maravillosa Sinbad and the Legend of the Seven Seas y de otros muchísimos trabajos realmente interesantes (Kingdom of Heaven), pero también donde comenzó a brotar con mayor insistencia el virus MV. Algo que solo John Powell parece haber extirpado al 100%, cosa que muchos de los discípulos de las enseñanzas mediaventureras del Capitán Zimmer Pescanova (a por la merluza) no han conseguido.

Kingdom of heaven Antz Shrek Chicken run

Y fue cuando HGW comenzó a obsequiarnos con auténticos tostones sonoros, en mi humilde opinión, como Déja Vú o Enemy of the State, o scores que ya hemos oído antes en otro sitio, como por ejemplo (un dos tres, responda otra vez) Man on Fire.

Imagen Phone Booth¿Dónde situamos Phone Booth?. Pues en el limbo de la corrección, eso sí, por encima de sus peores obras (al menos eso creo yo). No recomendaría el score a nadie que odie la música electrónica, o simplemente no disfrute con éste tipo de música.

Si me dan escoger, me quedo de largo con el aporte que ha hecho Mark Isham al panorama musical en cuanto a electrónica que HGW, pese a sus esfuerzos por intentar algo nuevo (algo por otro lado digno de agradecer).

Zumbidos Made in HGW

Pese a todo, es innegable que HGW consigue su objetivo de conseguir un entorno musical que funciona a las mil maravillas dentro de la película. Ese sonido electrónico, casi de relleno, un zumbido constante y regular, sin casi altibajos, alternando con el sonido de la calle, el discurrir de la gente, el sonido del tráfico o el de los móviles (sonoridades musicales que van en sintonía con el bullicio urbano).

Imagen Phone Booth

Ya en el primer corte nos encontramos con la tónica de lo que será el score de Phone Booth: “First Call”, la primera vez que Stu recibe la llamada del francotirador enojado. Un zumbido electrónico que comienza a trazar las texturas musicales que envolverán la trama, con latigazos y sonoridades electrónicas que van acompañando las desventuras del publicista acosado.

Imagen Phone Booth

HGW sigue por la misma tónica en casi todo el score, como el segundo corte, “Trapped”, donde los ritmos electrónicos ejecutan una percusión vibrante y que va marcando ritmos pulsantes, con los teclados configurando el que será el tema de la película.

NYPD” es un corte largo que incluye ritmos pulsantes de tensión, zumbidos electrónicos y bases electrónicas agresivas, subrayando eficientemente las situaciones de peligro. A diferencia de otras obras como Enemy of the State o Déja Vú, HGW no recarga en exceso las sonoridades, y permite describir sin saturar en pantalla.

The Rifle” es otra buena prueba de ella, donde HGW añade a los zumbidos una percusión electrónica y ecos sonoros que no dejan de repetirse, generando un bien llevado caos musical que funciona como un elemento más en la trama, resaltando la sensación de indefensión de Stu.

Imagen Phone BoothFuera de ésta tónica encontramos dos cortes muy rítmicos y pegadizos; “Times Square” y “Publicist Talk”. El primero vendría a ser el Main Title de la película, una amalgama de ritmos y sonidos que se fusionan, pasando desde el funky al hip-hop, e integrándose perfectamente con las imágenes que vemos en pantalla; teléfonos móviles sonando, el discurrir del tráfico y la gente, personas bailando, cantando o simplemente hablando,… el ritmo de vida urbano de una gran metrópoli como es Manhattan. En el final del corte oímos brevemente las notas del tema principal de la película, el que HGW asocia a la situación de sitio de Stu.

El segundo es un breve corte muy rítmico también, nada recargado y que define un poco al personaje de Stu.

Imagen Phone BoothDestacar el que sería el mejor corte del score, “Confessions”, cuando finalmente Stu cede a las presiones de su desconocido captor, y confiesa el mar de mentiras en el que se halla inmerso, pisando todo aquello que le rodea para llegar a lo más alto. HGW construye un zumbido electrónico, al que le va añadiendo piano. El tema es de una gran intensidad dramática, muy contenido, y conforme avanza, el zumbido va remitiendo y nos quedamos prácticamente con el piano y los teclados trazando la melodía. Realmente interesante, y el momento más conseguido del score.

Es un corte redentor, pero también refleja la imagen del fracaso de Stu, que ve como su castillo personal y profesional se derrumba ante los ojos de todo el mundo, especialmente ante los de su mujer.

Conclusiones

¿Se le podría pedir más al score de HGW?. Evidentemente sí. Ésta película, en otras manos, hubiera tenido proyectos quizás más interesantes, desde el sonido urbano del gran James Newton Howard hasta el caos musical reconducido hacia el orden por el gran Elliot Goldenthal.

Harry Gregson-WilliamsPero HGW,  en mi opinión, y sobre todo dentro de la película, cumple su función perfectamente. El problema es que salvo algunos cortes específicos, el grueso de la partitura es muy parecido, y puede provocar una audición monótona en gran parte, por esa especie de zumbidos electrónicos continuos, que pueden recargar a más de uno.

No obstante, creo que HGW acertó en el contexto de la película, destacando cuando la situación lo requería.

Lo Mejor: El buen hacer de HGW dentro de la película. Logra crear un clímax musical agobiante y urbano, integrándose como un elemento argumental más.

Lo Peor: Para los puristas de lo sinfónico, es un score demasiado electrónico, aunque no recargado como Enemy of the State, y con mucho material similar a lo largo de la duración del disco.

El Momento: Sin lugar a dudas, “Confessions”. Un gran corte, la redención del personaje de Stu.

Rubén Franco Menéndez (Patton_Goldsmith)

 
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